A Crush, la pasta te aplasta -Cuando Isabel de Borbón, La Chata, se dormía en público en Cáceres ,. / PUERTA CON PUERTA CANAL EXTREMADURA - El otro hogar de los niños con autismo en Plasencia ,./ Trastos y tesoros - CANAL EXTREMADURA -Madrigalejo ya tiene a su rey a lo grande ,.

TITULO: A Crush, la pasta te aplasta - Cuando Isabel de Borbón, La Chata, se dormía en público en Cáceres ,. 
 
  El viernes -8- Febrero a las 22:00 por La 1, foto.

 Cuando Isabel de Borbón, La Chata, se dormía en público en Cáceres ,. 

Por razones de salud de un familiar, el compañero Salvador Guinea va ahora con asiduidad a Badajoz; un Badajoz que desde el pasado martes está aún más lejos de Cáceres, al disminuir el límite de velocidad de la carretera de 100 a 90 kilómetros por hora. El otro día, después de quejarse en la Redacción de lo ilógico de que las dos capitales de provincia no estén unidas por autovía, el fotógrafo expresó su asombro del rápido cambio de nombre del hospital de referencia de Extremadura.
–Ya han quitado los rótulos de Hospital Infanta Cristina y han puesto los nuevos de Hospital Universitario de Badajoz. La verdad es que ha sido rápido, porque la decisión de quitar el nombre fue reciente, unas semanas después de que el marido de la infanta, Iñaki Urdangarin, entrara en prisión por el caso Nóos.
–Los hermanos de Badajoz – dijo Manuel Caridad, compañero del HOY Digital –, han tenido mala suerte poniendo al hospital el nombre de la infanta Cristina. En Cáceres se supo escoger mucho mejor entre las infantas.
–¿Y eso? – Le preguntamos a la vez Guinea y yo.
–Porque en Cáceres, en los años 20, hace casi un siglo, se levantó un magnífico cuartel junto a la Plaza de Toros, y se le puso el nombre de la Infanta Isabel, que a lo largo de la historia de España ha sido la infanta más querida. Se le llamó popularmente La Chata. Fue tan querida por los españoles que cuando aquí echamos a la monarquía en 1931, al único miembro de la Familia Real al que se le permitió seguir viviendo en España fue a ella. No obstante, La Chata decidió seguir la suerte de sus parientes, y se fue a Francia, en donde murió a los cinco días de su exilio, según algunos de pena. A La Chata le gustaba mucho Cáceres, vino varias veces. ¡Juntaletras, podías investigar algo sobre su relación con Cáceres!
Recogí el guante. Vi que Isabel de Borbón y Borbón, nació en Madrid el 20 de diciembre de 1851. Era la primogénita de la reina Isabel II, y en teoría su padre fue el marido de la reina, Francisco de Asís de Borbón; pero a la infanta se le empezó a llamar 'La Araneja', al asegurarse que su verdadero padre fue José Ruiz de Arana y Saavedra, duque de Baena, que decían que fue amante de la reina desde 1850 a 1856.
Tuvo mala suerte con su único matrimonio. Con 17 años se casó con su primo Cayetano de Borbón-Dos Sicilias, conde de Girgenti. Fue un matrimonio concertado, sin amor, estando él aquejado de ataques de epilepsia que le atormentaban. A los tres años de estar casada La Chata se quedó viuda, al pegarse un tiro en la cabeza su marido.
Entoces se dedicó a ayudar a su hermano Alfonso XII y luego a su sobrino Alfonso XIII, del que era su madrina. Ella era mucho más campechana que Juan Carlos I, le gustaban los toros, las fiestas, la caza y estar con el pueblo. Cuando le decían que había gente que criticaba su manera de mezclarse con la plebe, decía: «Pues si no les gusta... que no miren».
No encontré mucho de su estancia en Cáceres, salvo una foto suya en el Paseo de Cánovas en 1919, entregando una bandera al Regimiento de Cáceres. Vi la foto en internet, después de rebuscar una noche en páginas web, y me fui a la cama pensando en qué libros podía encontrar algo. A la mañana siguiente lo primero que vi al abrir los ojos, fue sobre la almohada el libro de Miguel Muñoz de San Pedro 'La ciudad de Cáceres'. El 'milagro' debió de ser cosa del difunto Sanjosé, al que agradecí que no me hubiera despertado dando sustos como otras veces.
En el libro se explica que fueron dos veces las que La Chata estuvo en Cáceres.
La primera visita fue en 1916, cuando tenía 65 años. Ella fue una de las primeras personas en viajar en coche en España, y en automóvil llegó el 3 de julio de 1916 a Guadalupe. Luego pasó unos días en Trujillo y en Mérida, para llegar a Cáceres a las once de la noche del día 11. Muñoz de San Pedro cuenta que la ciudad recibió a la infanta «entre vítores, lluvia de flores y aleteo de palomas». Se alojó en el Hotel Europa de la Plaza Mayor (en donde ahora está el restaurante El Pato). Después de cenar, bajó a la Plaza para ver los fuegos artificiales y oír el concierto de la Banda Municipal. Se retiró a la una de la madrugada. Al día siguiente escuchó misa en Santa María y visitó el barrio antiguo. Luego hubo recepción en el Ayuntamiento, y por la tarde subió al santuario de La Montaña. Por la noche la fiestera infanta estuvo en las tres verbenas que se organizaron en casetas en el Paseo de Cánovas. El día 13 fue de excursión a Alcántara, para volver a Cáceres en donde estuvo en un concierto en la Plaza y otra vez en los bailes de Cánovas. El día 14 visitó la iglesia de San Juan, el Hospital, el Asilo de las Hermanitas de los Pobres. A las cuatro de la tarde marchó a Plasencia, estando también en Coria y Baños de Montemayor.
La segunda visita a Cáceres fue en 1919, cuando ya tenía 68 años. Llegó el 23 de octubre. Estuvo en un 'Te Déum' en Santa María, un besamano en el Ayuntamiento, un banquete en Diputación y no faltó a dos bailes. Al día siguiente asistió a una misa de campaña en el Paseo de Cánovas e hizo entrega al Regimiento de Cáceres de su bandera. Luego subió a La Montaña y asistió a un banquete. El escritor Muñoz de San Pedro cuenta que la Infanta, «infatigable, pese a sus no pocos años, no quiso dejar de asistir a ningún acto ni festejo, siendo aclamada y aplaudida en todas partes. Su afán de no faltar a nada, hizo que en alguna ocasión, al coger una butaca cómoda, se quedase la buena señora dormida en público, teniendo que despertarla con discretos y disimulados golpecitos su dama, Margot Bertrán de Lis». Regresó a Madrid en el tren de las ocho y cuarenta de la noche.
Ya tenía yo bastante... pero no el difunto. Otro amanecer tuve en la almohada el libro del recordado Fernando García Morales, abierto por un artículo en donde se extrañaba de que en 1919 La Chata visitara una de las fábricas de corcho e industrias corcho-taponeras que había en Cáceres. El artículo terminaba: «Uno, cacereño de ahora preocupado porque aquí hubiera más puestos de trabajo en cosas en las que somos los máximos productores españoles, como el corcho y el tabaco, se pregunta: ¿Y por qué no hay ya manufacturas de corcho aquí, si las hubo?; la respuesta que hemos podido encontrar, tras bucear en la historia cacereña de los últimos años, es que las industrias fueron adquiridas por firmas catalanas, a las que les resultó más cómodo manufacturar en Cataluña, llevándose de aquí solamente la materia prima».
En el libro había una nota de Sanjosé: «Este artículo se escribió en 1985. Ahora, según publicasteis el pasado miércoles, Extremadura tiene una tasa de paro del 23'10% la más alta de todas las comunidades autónomas. Más de 4.000 personas se presentaron para unos 100 puestos de trabajo en un geriátrico de Plasencia, y hay 33.179 candidatos a 359 plazas de celadores. Los jóvenes no tienen trabajo y se van. La verdad... como sigáis así: dentro de poco Extremadura va a estar más muerta que yo».

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El otro hogar de los niños con autismo en Plasencia,.

foto / Algunos de los menores que acuden a las terapias que ofrece Aunex en su sede de La Data.

Aunex ofrece atención personal a 20 menores y apoyo a otras tantas familias | Cinco años después de su creación, la asociación quiere ampliar sus servicios con formación ocupacional y talleres de integración sensorial,.

. «Cuando escuchas el diagnóstico es un mazazo, porque se trata de un trastorno para toda la vida», afirma Moisés Ginés, padre de un niño con autismo. Porque aunque hay diferentes grados, formas y consecuencias, las personas con algún trastorno del espectro autista, y también sus familias, requieren ayuda en el tiempo.
Es la que en Plasencia lleva cinco años brindando la Asociación de Autismo del norte de Extremadura (Aunex). Su puesta en marcha ha supuesto un antes y un después para quienes viven el trastorno.
«No había nada en la ciudad y, por eso, unos íbamos a centros de Cáceres, otros de Salamanca, otros más de Madrid», recuerda Moisés Ginés, hoy presidente de Aunex. Es el motivo por el que cuatro familias afectadas decidieron unir sus fuerzas para poner en marcha una asociación en Plasencia, en la ciudad en la residían y estaban escolarizados sus hijos, para a través de ella darles los mismos apoyos a los menores y evitar los desplazamientos. En definitiva, hacer un poco más fácil el día a día a todos.

«Los avances logrados pueden parecer pequeños, pero son muy grandes para nosotros»

«Las cuatro familias nos comprometidos con una profesional para que trabajara con nuestros hijos a jornada completa durante un año y comprobar así cuál era su progresión», explica Moisés Ginés.
El resultado, cinco años después, es que ya son 22 familias en Aunex y cuatro terapeutas las que se ocupen de dar los apoyos a los 22 niños y jóvenes a los que atienden, con edades que van desde los dos hasta los 25 años. Profesionales que se encargan de dar las terapias tanto individuales como en grupo, siempre en función de las necesidades de cada cual.
«Porque lo primero que se hace es un informe de cada niño para conocer sus habilidades y necesidades y diseñar así un proyecto individual que garantiza una atención personal», explica Ginés.
Las terapias y talleres se llevan a cabo en horario de tarde especialmente y con ellas hay avances. «Pueden parecer pequeños, pero son de gran importancia para nosotros, para el día a día de las familias». Por eso, Aunex quiere seguir avanzando en la atención a los afectados por el autismo y, para ello, necesitan sobre todo una sede. «Estamos trabajando para contar con un nuevo local cuanto antes, con más espacio para las terapias y talleres, y también para los otros proyectos que queremos poner en marcha».
Hoy lo hacen en un local próximo al centro salud de La Data. En él ya son una realidad el diagnóstico precoz, la interacción terapéutica, los talleres de habilidades sociales, los programas de ocio y tiempo libre adaptados y también la formación y el apoyo psicológico a las familias. Pero menores y mayores requieren más ayudas.
«Por eso queremos poner otros servicios en favor de las personas con autismo, como son un centro de terapia ocupacional, de formación para el empleo, y un taller de integración sensorial», detalla el presidente de Aunex.
«Porque a los 19 años aquí en Plasencia estos menores y jóvenes ya no tienen dónde ir, y son personas muy válidas; por eso, solo necesitan contar con los apoyos precisos para continuar adelante».

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Madrigalejo ya tiene a su rey a lo grande,.

El artista Jonatan Carranza Sojo pinta un mural de Fernando el Católico en una de las fachadas del Ayuntamiento, foto,.

Madrigalejo. El AutoCAD, un metro y un nivel son herramientas que siempre están presentes en sus trabajos, sobre todo, en el proceso inicial. Después, da riendas sueltas a su imaginación con colores y formas. Así inicia sus murales el artista Jonatan Carranza Sojo. En él, perduran hábitos de su formación académica como arquitecto técnico.
Esas costumbres también las ha aplicado en el proyecto en el que está actualmente inmerso en su población natal, Madrigalejo. Subido a un andamio y acompañado por un intenso frío, está llevando a cabo un gran mural del rey Fernando el Católico en una de las fachadas de la Casa Consistorial. «La gente tenía ganas de que pintara alguna cosilla», señala el artista, quien se siente muy querido por sus paisanos.
Además del embellecimiento del lugar, con esta pintura contribuye a la difusión del acontecimiento más importante de esta localidad cacereña. Fue la muerte del monarca, previa firma de su último testamento que dio lugar a la unión de los reinos y al origen de España como hoy se la conoce. El alcalde de la localidad, Sergio Rey, recuerda que, desde hace tiempo, se quería una obra impotente en el centro. «Algo más representativo que Fernando el Católico no hay», explica. Con esa idea, remarca que se ha apostado por un madrigalejeño que lleva el arte por bandera, como es Jonatan, conocido como 'Sojo'.
El planteamiento del proyecto no ha sido fácil, ya que no existen demasiadas imágenes del Rey. Sojo considera que las existentes son copias de un mismo original. Además, su intención ha sido hacer algo diferente. Pretende representar a un Fernando el Católico cercano, a punto de firmar ese testamento, mirando hacia arriba pensativo. El autor está utilizando principalmente pintura plástica. Quizá, cuando ya esté casi terminado, use algo de espray. «Lo haré según me vaya pidiendo el cuerpo y el mural», sentencia.
Con esta propuesta, el artista trata de que la gente se sienta cercana a la imagen y piense en las consecuencias que tuvo esa firma. También pretende que los que no conozcan la historia, cuando vean la obra, se pregunten lo que significa e indaguen sobre ese hecho.
Aunque todavía le queda unos cuantos días de trabajo, cree que está gustando y creando cierta expectación. Ejemplo de ello es que muchas personas se paran para ver cómo está evolucionando. También preguntan y comparten sus impresiones. Reconoce que ese intercambio de información es una forma de integrarse en aquellas poblaciones donde plasma su arte.
No es el único trabajo que tiene Sojo en su pueblo. Recuerda que sus primeros dibujos de grafiti los comenzó a realizar a los 12 años, en los muros cedidos por el Ayuntamiento. Una vez dedicado plenamente al arte, realizó en Madrigalejo un gran mural con el programa de la Diputación de Cáceres 'Muro Crítico', titulado 'Éxodo'. Otra de sus pinturas llegó con un proyecto de 'crowdfunding'. Se trataba de recaudar dinero para hacer una réplica de una joya celta. Tuvo tanto éxito que con el dinero conseguido se realizó tanto esa réplica, como una pintura de esa obra en un callejón en pleno centro. Además, los nombres y primer apellido de los donantes los puso en un muro de tal forma que se lee 'Somos Madrigalejo'. Participaron más de 1.400 personas. También posee otra obra con otros artistas.
Sojo ha tenido la oportunidad además de trabajar en distintos puntos de Extremadura, con gran aceptación. Ha sido, igualmente, el comisario de 'Muro Crítico', ese proyecto de la Institución provincial que utiliza el arte urbano para la crítica, el debate y la reflexión en el mundo rural. También es uno de los responsables de la exitosa propuesta en Romargordo, con los trampantojos. También tiene obras en diferentes puntos del territorio nacional, mediante diversos proyectos.
Su trabajo no para. El mandatario madrigalejeño quiere seguir plasmando con obras de arte la historia del municipio. Con esta idea, el próximo encargo que tiene es hacer un mural de escenas antiguas en la plaza de la ermita de Madrigalejo.