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DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - JUEVES - VIERNES - Giscard y los perros,.
DESAYUNO - CENA - MARTES
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MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Giscard y los perros , fotos,.
Giscard y los perros,.
La federación de antiguos combatientes franceses de Montreal regala una perra labrador al presidente de Francia por Navidad,.
La federación de antiguos combatientes franceses de Montreal ha regalado estas Navidades una perra labrador al presidente de Francia, François Hollande, que le ha puesto el nombre de Philae, han informado hoy los medios franceses.
El jefe del Estado decidió bautizarla con ese nombre en honor al módulo Philae, que el pasado noviembre se convirtió en el primer aparato enviado por el ser humano que aterrizó sobre un cometa. "Un nombre a la vez bonito y simbólico, recuerdo positivo de una proeza francesa y europea que ha marcado 2014", ha destacado un consejero presidencial citado por el diario Ouest-France.
Hollande, del que los medios destacan que no tuvo perro de pequeño, visitó esa federación de antiguos combatientes a principios de noviembre, durante un viaje oficial a Canadá, y aceptó el regalo hace pocos días. La perra, de color negro y nacida hace dos meses y medio, llegó en avión desde Quebec acompañada de una veterinaria y pisó por primera vez el Elíseo este jueves.
Los expresidentes Valéry Giscard d'Estaing, François Mitterrand, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy también tuvieron un labrador durante sus respectivos mandatos y no dudaron en posar con ellos en los medios. Los perros de Chirac y Sarkozy, de nombre Maskou y Estrie, respectivamente, también procedían de Montreal, en su caso ofrecidos por la Facultad de Veterinaria de la ciudad, recuerda Le Parisien en su edición digital.
TITULO: MasterChef 7 - MasterChef Celebrity 4 . Martes -15-Diciembre,.
Martes -15-Diciembre , a las 22:00 horas en La 1 / foto,.
Raquel Meroño gana 'MasterChef Celebrity',.
La actriz se enfrentó a Florentino Fernández en el gran duelo final,.
A Raquel Meroño, 'Masterchef Celebrity' le ha devuelto la ilusión por la televisión, y ahora también la ha convertido en una cocinera casi profesional. La actriz ha ganado la quinta edición del concurso de cocina tras enfrentarse a Florentino Fernández. Josie, Ainhoa Arteta y Nicolás Coronado no consiguieron superarla en la prueba por equipos, mientras que Flo se hizo con la chaquetilla en la primera prueba.
Raquel Meroño quiso hacer un homenaje a su propia vida con el menú que elaboró para la gran final que disputó con Florentino Fernández. Mezclando sabores españoles con los orientales, quiso recordar la época en la que se trasladó con sus hijas a Bali. De postre, un volcán que dejó a todos con la boca abierta.
Visita de familiares
Uno de los momentos más emocionantes de la final es cuando los concursantes se reencuentran con sus familiares. Los sobrinos de Flo acudieron hasta las cocinas para darle todo su apoyo. Desde la galería también estaban los padres de Raquel Meroño junto a sus hijas, Daniela y Martina, que ya conocían el plató después de haber hecho una fabulosa tarta las tres juntas.
Terminado el concurso, la octava edición de 'MasterChef Junior' llegará a La 1 en Navidad, aún sin fecha concreta de estreno y de la mano del especial «MasterChef abuelos» como homenaje a nuestros mayores.
TITULO: Donde comen dos - Recetario esencial de la cocina del Tajo ,.
Viernes -18- Diciembre 23:15 por La 1, foto,.
Recetario esencial de la cocina del Tajo,.
En la Reserva de la Biosfera. Donde se curan los jamones ibéricos y triunfa una antología cacereña y rayana de mojos, chanfainas, berzas, morcillas, sopas y natillas,.
Acabamos hoy un recorrido dominical por la gastronomía cacereña. Hemos recorrido las sierras del norte, donde menean las patatas y hacen ensaladas con los limones, hemos viajado a los valles del cabrito y a los llanos del cordero y nos hemos detenido en las orillas de ríos, charcas y embalses que surten las despensas de tencas para freír y poleo para el gazpacho. Hoy recorremos la Reserva de la Biosfera del Tajo Internacional.
Para entender la delicadeza de la cocina cacereña y sus orígenes, hay que acercarse a la noble villa de Alcántara, donde un dulce y un guiso resumen la riqueza de la gastronomía de esta comarca vertebrada por el río Tajo. El dulce es la moromentera o monumentera, una rosca de una masa finísima rellena con una pasta de miel, almendra, anís cocido y miga de pan. Muy tradicionales son las de Felisa Granados, en la calle Corredera.
Y para seguir con la tradición hay que pensar en Juan Jorna y Luisa Salgado, del restaurante Gundín, imborrables sus mesas con brasero, que han mantenido viva la receta de la perdiz a la moda de Alcántara que inspiró el recetario conventual que robaron los franceses. «Los franceses se llevaron el libro, pero no los productos», me contaba Juan hace años, y Luisa revelaba la receta secreta: «Se rellena la perdiz con un cachito de cebolla, un diente grande de ajo y un trocito de tocino de jamón que la pone tierna por dentro. Se coloca en una cazuela con cebolla, ajo, perejil, dos tacitas pequeñas de café llenas de vinagre y otra de aceite de oliva, unas hojas de laurel, pizcas de pimienta y clavo y algo de agua hasta cubrirlas. Así estarán tres días macerándose y, ya rendidas, se ponen a cocer en esa salsa que, después, pasaremos por el chino».
Hace un siglo, el plato estrella del restaurante Maxim's, el más famoso de París, era esta perdiz a la moda de Alcántara y la bechamel y las croquetas también proceden de Alcántara, del recetario de San Benito robado por los franceses. No lo dicen los alcantareños, prudentes y nada chauvinistas, sino los propios padres de la cocina francesa, Escoffier o Brillat-Savarin, que aseguran que el recetario fue el mejor trofeo de la guerra napoleónica.
La Reserva de la Biosfera del Tajo Internacional incluye una amplia comarca fronteriza, o mejor, rayana, que ya sabemos que la frontera es una línea administrativa y la Raya, una comarca interfronteriza donde la cultura y la gastronomía del Alentejo y de Extremadura se complementan. Desde Valencia de Alcántara, villa con aires de ciudad, hasta Valverde del Fresno, lindando con Salamanca, se extiende la frontera cacereña con Portugal, una docena de pueblos rayanos donde nunca se entendieron muy bien las barreras entre países y si a la hora de comprar se acercaban a la tienda vecina, sin importarles si era española o portuguesa, a la hora de comer se rendían al intercambio culinario: una cocina de ida y vuelta sustanciada en la morcilla patatera y la morcilla fariñeira, en la sopa de ajo, tomate o patata y las açordas alentejanas, en las chanfainas y en las calderetas y si me apuran en las babas de camelo portuguesas y en las natillas de crema tostada cacereñas, un postre basado en el azúcar caramelizada matizando el sabor de la crema de leche, al estilo de la 'confiture de lait' francesa o el dulce de leche americano.
Sentados en La Cabaña de Ceclavín, a orillas del río Alagón, que unos kilómetros más abajo desemboca en el Tajo, tomando un plato de chanfaina y unas natillas de color caramelo con merengue por encima, viendo el arroyo Tabaquero, topónimo de hondas raíces contrabandistas, uno entiende la gracia mestiza de la cocina de la Raya. La chanfaina es un plato popular que en Portugal se llama chanfana o sarapatel, y a veces se cocina como sopa espesa, y en la zona rayana de Cáceres tiene tantos matices como pueblos: a la base de la casquería del cordero, tripas, asadura, sangre, ajo, pimiento rojo, laurel, etcétera, se le añade el bofe en Cedillo y Ceclavín o la patata en Alcántara. Hay otras recetas de chanfaina cacereñas con huevo cocido y hasta con salsa de tomate, pero estas de Cedillo y Ceclavín son las más puras y las más rayanas.
En muchos pueblos de esta zona de Cáceres, la cabra es el animal tradicional por excelencia. De ella se aprovecha la leche para el queso y la carne para el guiso. Hasta hacen morcillas de chivo en las alquerías de Valencia de Alcántara que limitan con La Codosera. Al cocido de toda la vida, no se le echaba por aquí carne de ternera, sino de chivo. Cocido de garbanzos de las bodas de la posguerra y de los sábados en los tiempos de bonanza, heredero de la adafina que comían los judíos el sabbat. Al igual que las sopas de ajo tienen el antecedente árabe del jabis y la caldereta de cordero o cabrito procede del sinabi musulmán.
Cocina de frontera y de herencias antiguas. Curioso lo del arroz caldoso como tradición transfronteriza. En la Raya, a uno y a otro lado, el arroz de liebre caldosito y sabroso. La liebre macerada en vino tinto, con romero y tomillo, las asaduras del animal sofritas con ajo, se añade pimiento, tomate, laurel, se dora la liebre, se añade el caldo, cuece una hora, se echa el arroz y tras unos 15 minutos, ya está el arroz caldoso de liebre, que se come en los restaurantes de Aceña de la Borrega (Valencia de Alcántara) y de Monforte (Alentejo).
El bacalao es otro de los platos rayanos que caracterizan la cocina de estas comarcas cacereñas pegadas al Tajo. Las recetas van y vienen y el clásico bacalao con tomate se ha ido matizando con los aportes portugueses. En el restaurante cacereño más pegado a la frontera, el de Antonio Díaz en Puerto Roque (Valencia de Alcántara), lo preparan a la plancha cubierto de ajo y en compañía de verduras, ensalada y pimientos asados. Pero también se cocina con cebolla caramelizada e influencias portuguesas: la mayonesa horneada del 'bacalhau Zé Pipo' y las patatas 'ao murro' del 'bacalhau lagareiro'.
En el recetario de la Cofradía Extremeña de Gastronomía se recoge una receta de berzas de Valencia de Alcántara. Esta verdura es uno de los platos tradicionales del occidente de Cáceres. Las berzas con buche, tocino, morcilla, chorizo e incluso oreja, pispierno y pernejón marcan la cocina del invierno desde el río Sever hasta el río Salor. Es un guiso que se hace con paciencia: horas y horas cociendo a fuego lento. En An Ca Milio, en Aceña de la Borrega (Valencia de Alcántara), preparan un arroz con buche y coles o berzas de mucho renombre. El buche o botillo es esa tripa rellena de carne y huesos del cochino que da un sabor inigualable a las coles.
Acabamos de mencionar el río Sever. Añadamos el Erjas, el Tajo y la desembocadura del Alagón y tendremos dibujada geográficamente esta raya mesopotámica cuyos cursos fluviales han marcado la historia y la cocina del pescado fronterizo: peces en escabeche y mojo de peces que se fríen, se echan en un cacharro hondo con aceite cruda, cebolla y perejil picados, guindilla picante al gusto, se cubren de agua y sal, se dejan reposar una noche y a comer.
El doctor Martínez Llopis, ya fallecido, cofrade de honor de la Cofradía Extremeña de Gastronomía, aseguraba que las sopas extremeñas eran las más nutritivas de la cocina española y la Raya cacereña es tierra de sopas. A ambos lados de la frontera se pueden tomar sopas de ajo, de tomate, de sangre y de patata. En el Alentejo, son más espesas y se les echa poleo y en el Tajo cacereño, a algunas sopas se les echa pimentón y la de tomate se acompaña con higos. La de patatas resume la gracia de la cocina cacereña de la Raya, o sea, la sencillez deliciosa: se sofríen en aceite de oliva dos dientes de ajo, unas tiras de pimiento y una patata cortada en panadera, se echa agua, se deja cocer, se añade sal y pan cortado en rebanadas finas, hierve y a comer.
De postre, cazuela de arroz de Zarza la Mayor (huevos, azúcar, harina de arroz, almendras y leche). Para acabar, un café de El Clavo (Valencia de Alcántara): taza pequeña, cuchara pequeña, cantidad pequeña, concentrado, natural, tan de la Raya como del Tajo internacional.
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