sábado, 10 de septiembre de 2016

CAFE GIJON - LA OLIVENZA ZAMORANA,./ QUIEN VIVE AHI - Ildefonso Falcones desafía a la nostalgia con su último libro,.

TITULO: CAFE GIJON - LA OLIVENZA ZAMORANA,.

CAFE GIJON,.



Fachada de madera del Café Gijón  - foto, con su entrada.
El Café Gijón (denominado también Gran Café de Gijón) es un café de importancia cultural situado en el bulevar principal del madrileño Paseo de Recoletos n.º 21. El café está frente a una estación de ferrocarril del mismo nombre (Recoletos) y a la Biblioteca Nacional de España (BNE). La terraza de enfrente se encuentra en el pasillo central del Paseo.
Fue fundado el 15 de mayo del año 1888 por un asturiano afincado en la capital llamado Gumersindo Gómez1 (otras fuentes lo mencionan como Gunmersindo García).2 El Café, a pesar de sus modestos comienzos a finales del siglo XIX, pronto se convirtió, tras la guerra civil española, en un famoso lugar de tertulia literaria y reunión de intelectuales y artistas de la época del régimen de Franco, y la transición española.3
En el local se celebra cada año el premio literario que lleva su nombre. Al cumplir su centenario a finales del siglo XX queda como testigo de una época de florecimiento de cafés de tertulia en Madrid. Se trata de uno de los pocos cafés de tertulia sobrevivientes en el Madrid de comienzos del siglo XXI.


 LA OLIVENZA ZAMORANA,.

La Olivenza zamorana,.

Iglesia y casa de la aldea de Hermisende, el pueblo trasmontano que decidió ser zamorano. :: E.R.
Iglesia y casa de la aldea de Hermisende, el pueblo trasmontano que decidió ser zamorano.foto.
  • Hermisende, un pueblo que era portugués y decidió ser español,.

     

    Desde hace unos años dedico parte de mis vacaciones de agosto a recorrer zonas de la Raya que presentan una casuística fronteriza curiosa. Después, les cuento, en estas crónicas viajeras y gastronómicas de los sábados, lo que más me ha llamado la atención de estos enclaves singulares: los pueblos dobles como El Marco y A Rabaça, entre La Codosera y Portalegre, o Rio D'Onor, entre Zamora y Bragança, divididos por la línea fronteriza, que tienen una parte en España y otra en Portugal, o los casos de embriones de Andorra, que no fructificaron y acabaron despareciendo: Couto Mixto en Ourense o las Reyerta de Valencia de Mombuey y de Alconchel y las Contienda de Ouguela y de Barrancos.
    El año pasado, subí hasta la frontera entre Verín (Ourense) y Chaves para escribir sobre los pueblos promiscuos de Soutelinho da Raia, Cambedo (hoy Vilarelho da Raia) y Lama d'Arcos, que fueron españoles hasta 1864 y desde entonces son portugueses al ser intercambiados por los tres pueblos, hoy ourensanos, del Couto Mixto. Promiscuos son también Olivenza o Campo Mayor porque han sido españoles y portugueses, y viceversa, a lo largo de la historia.
    El caso que más conocemos los extremeños es el de Olivenza, que primero fue española, como certifica un documento de 1257 que se conserva en el archivo de la Catedral de Badajoz. Después será portuguesa y en 1801, cuando Carlos IV declara la guerra formalmente a Portugal, el gobernador de Olivenza entrega la plaza sin pegar un tiro. Pero el caso más curioso de pueblo promiscuo es el de Hermisende y lo he conocido este verano en Zamora.
    En la autovía de las Rías Baixas, la que une Madrid con Vigo, entre las portillas del Padornelo y de la Canda, a la altura de Lubián, justo antes de salir de Zamora y entrar en Galicia, una carretera de montaña nos lleva por las faldas de la sierra hasta un pueblo al que podríamos llamar renegado porque ni es promiscuo ni doble, sino que, habiendo sido portugués y luego español, cuando Portugal recupera su independencia de España decide que se queda donde está, que prefiere seguir siendo de España y no volver al país donde le correspondía.
    Les hablo, en fin, de Hermisende, un pueblecito zamorano de 273 habitantes (censo de 2015), cuyas aldeas de piedra y pizarra empiezan a verse a pocos kilómetros de la autovía. Estos montes perdidos e imponentes mantienen en la zona a una población de poco más de dos habitantes por kilómetro cuadrado.
    El caso es que las aldeas portuguesas de São Cibrão, Ermesende y Teixeira, rechazaron en 1640 apoyar la sublevación de la Casa de Braganza contra el rey Felipe III de España y IV de Portugal y así, al acabar la guerra en 1668, el nuevo rey portugués, João IV, decidió transferir la soberanía de estas tres aldeas a España. Y aquí siguen Hermisende, San Ciprián, La Tejera, Castrelos y Castromil, impasibles al paso del tiempo, a un paso de Portugal, pero zamoranas por decisión propia y hablando un dialecto de transición con rasgos lingüísticos propios del gallego, del portugués y del leonés y con palabras que no existen en el diccionario o, si existen, es con diferentes acepciones.
    En estas aldeas, un lugar escondido es un canicheiro, hacer barullo es estouçar, producir sonidos fuertes con un objeto es ferrungar, unos zapatos viejos para trabajos sucios son sarrapastos, el contrabando se llama trelo y una broma con engaños es una zambonada dicha por un zamboneiro.
    Las cinco aldeas están diseminadas por el valle y las caracteriza su arquitectura popular, el silencio absoluto, la naturaleza imponiéndose y la gracia de ser españolas por autodeterminación.

     TITULO: QUIEN VIVE AHI - Ildefonso Falcones desafía a la nostalgia con su último libro,.
     QUIEN VIVE AHI,.

      QUIÉN VIVE AHÍ. Programa de reportajes que da a conocer casas singulares en diferentes ciudades de España a través de sus dueños. Los domingos a las 23:10 por La Sexta, etc,.


     Ildefonso Falcones desafía a la nostalgia con su último libro,.

    foto Resultat d'imatges de ILDEFONSO FALCONES DESAFIA A LA NOSTALGIA
    Diez años después de convertirse en un indiscutible súper ventas con 'La catedral del mar', novelón del que logró vender seis millones de ejemplares en casi 50 países, Ildefonso Falcones regresa al territorio best-seller con 'Los herederos de la tierra' (Grijalbo). La nueva y voluminosa historia toma el testigo de su primer libro, el que le situó como uno de los autores de más éxito en lengua castellana. La presentó ayer por todo lo alto en el corazón de su ciudad natal, en un recorrido por los escenarios de esta nueva entrega de aventuras y pasiones entre vinateros y constructores de barcos.
    Falcones afirmó en la multitudianaria presentación que, si resulta imposible volver a acariciar la mano de esa persona querida que se nos fue o enmendar aquel error que cometimos, no lo ha sido regresar a 'La catedral del mar', a sus protagonistas y a su gente. «Barcelona me sigue ofreciendo muchos atractivos», aseguró el escritor que presentó su nueva novela como «un desafío a la nostalgia» de su exitoso debut literario.
    Con una tirada inicial de 400.000 ejemplares para España y América, 'Los herederos de la tierra' está escrita para «entretener», como toda la obra de Falcones, según admite el novelista. Lleva una semana en las librerías y ya ocupa el primer puesto en las listas de ventas.

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