domingo, 4 de septiembre de 2016

EL BLOC DEL CARTERO ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE - FROOME EJERCE DE LIDER SIN SERLO,./ LA CARTA DE LA SEMANA - VIAJANDO CON CHESTER - BUTTON SE BAJA: ADIOS AL ÚLTIMO PILOTO DEL SIGLO XX,.

TITULO: EL BLOC DEL CARTERO ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE - FROOME EJERCE DE LIDER SIN SERLO,.

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  ¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE ,.

¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.



 FROOME EJERCE DE LIDER SIN SERLO,.

Quintana intentó hasta en seis ocasiones dejar a Froome en la ascensión al Aubisque, pero el británico aguantó bien los arranques del colombiano.vuelta a españa,.

Froome ejerce de líder sin serlo,.

Quintana intentó hasta en seis ocasiones dejar a Froome en la ascensión al Aubisque, pero el británico aguantó bien los arranques del colombiano. foto,.
  • El británico aguanta los seis ataques de Quintana en el Aubisque y mantiene al colombiano a tiro de contrarreloj,.

    Han subido el Aubisque a la distancia de un apretón de manos. A Nairo Quintana, que luce el maillot rojo, le paran arriba y le conducen al podio donde le espera el holandés Gesink, el ganador del día, más las entrevistas y el lío mediático de cada meta. A Froome no le reclaman. El segundo en la general no tiene esas obligaciones. Un auxiliar le da un botellín. De un trago. Le pone una chaqueta y le cuelga un silbo al cuello. Tras la brutal etapa pirenaica, Froome y los demás tienen que bajar unos kilómetros contracarrera en busca de los autobuses y la ducha. Mejor con su silbo en boca para avisar de su presencia. «¡Prrriiiiii!». La gente se gira y se sorprende. «Coño, si es Froome».
    El británico tose y se larga deprisa. Sólo deja un par de frases a la carrera: «Bien. Estoy bien. Respondiendo bien». A las seis preguntas, la media docena de ataques, que le había soltado Quintana. En los seis rellenó el hueco. La casilla correcta. Al bajar del podio, el colombiano confirmó la buena nota de Froome en el examen del Aubisque: «Yo he arrancado muy fuerte. Tenía buenas piernas. Pero él ha respondido bien». Cabeceaba. «No es para desesperarse, pero...». A Quintana le queda una semana para plantear preguntas más difíciles. Manda en la general, con 54 segundos sobre Froome, pero sabe que en la contrarreloj de Calpe la respuesta del británico será demoledora. Froome ejerce ya como dueño del liderato que aún es de Quintana.
    A la Vuelta le queda ese duelo y el carácter rebelde y atrevido del equipo Orica, que lanzó a Yates en Marie-Blanque y a Chaves ya al final. El Aubisque vio, en cambio, cómo se apagaba Valverde. Sus pulmones, gastados en el Giro y el Tour, más que respirar suplicaban. Ya basta. Dimitió en la primera rampa. «No valía la pena. Era prolongar mi agonía», dijo arriba. Perdió casi once minutos y sus opciones de podio. Contador mantiene encendida esa vela que alumbra el cajón de Madrid, pero la luz es tenue. «No puedo con los acelerones de Froome y Quintana», asumió. No pudo en el Aubisque. Se descosía a cada arrancada del colombiano. Tuvo que dar un paso atrás. Es sexto en la general: ahora su pelea es por la tercera plaza y sus rivales son Yates, Chaves y Konig, que le preceden, y Samuel Sánchez, que le persigue.
    La meta del Aubisque era un hormiguero en pleno incendio. Caos de vehículos, auxiliares con botellas y ropa en mano, y ciclistas derruidos. «Ha sido una etapa extrema», resumía Eusebio Unzúe, director de Quintana y Valverde. Extrema. De calor, de cuatro puertos de verdad: el tremendo Inharpu, el largo Soudet, el breve y duro Marie-Blanque y el mito, el Aubisque. Fue también un día largo, de casi 200 kilómetros, y de pelea. Tras la burla al público de Urdax en la llegada del día anterior, los ciclistas se redimieron con una salida brutal: 48 kilómetros en la primera hora, la que iba hacia el desconocido Inharpu, una nueva luna del Pirineo navarro. No lo olvidarán. Es una cuesta vieja, hecha para el ciclismo en blanco y negro. La pisaron primero los 41 dorsales de la fuga. Masiva. Un cuarto del pelotón.
    Allí estaban los que se iban a jugar la etapa: el que la ganó, Gesink, y los que la perdieron pese a su esfuerzo, Elissonde, Sillin, Bakelants, Omar Fraile, Pello Bilbao, Pardilla... Más dos tríos que anunciaban la tormenta. Tres corredores del Movistar (Rubén Fernández, Moreno y Rojas) y tres del Orica (Keukeleire, Nielsen y Gerrans). El Movistar de Quintana quería «castigar» al Sky de Froome, al que obligó a desgastarse por detrás. Todos se fijaron menos en los tres del Orica. ¿Qué buscaban? Respondió la carretera sombreada de Marie-Blanque. Esa montaña tiene un microclima sofocante. Es una culebra de asfalto. Se enrosca al cuello y te ahoga.
    Puñetazo en la mesa
    Era un día para comer, beber, subir, bajar y vuelta a empezar. Una etapa del Tour. La movió el Orica. Por delante y por detrás. Con los tres de la fuga aceleró para aumentar la ventaja. Y con Yates apostó por el podio. El británico estaba en terreno de nadie en la general, a tres minutos y medio de Quintana. Era el peón a mover. Le pidió a Haig, uno de sus gregarios, un impulso en Marie-Blanque, y se largó en busca de los tres que había lanzado por delante. El director del Orica es australiano, Neil Stephens, pero vive desde hace mucho en Oiartzun. Se ha hecho un buen jugador de mus. Órdago.
    El puñetazo en la mesa del Orica cambió la carrera: el Movistar pasó de atacar a defenderse. Yates es un peligro. Tiró a por él, pero le faltaron soldados. Los tenía desperdigados en la fuga. El reloj parpadeaba a favor del británico. Por la cima ya tenía un minuto. Y algo más: a los tres del Orica que se bajaron de la escapada para esperarle. La ventaja subió a minuto y medio. En el esponjoso valle que va hasta Laruns y el Aubisque la Vuelta pedaleaba descosida. Yates ya había aclarado los motivos del Orica. El Aubisque hizo el resto de las preguntas. Las pronunció todas Quintana, magnífico. Desatado. Tanteó a Froome de lejos, a nueve kilómetro de la cúspide. Su ataque duró menos que el túnel. Contador y Chaves se le unieron. Quintana volvió a pregunta en alto. Froome contestó. Hasta en seis ocasiones se soldó a su rueda. Así llegaron: pegados. ¿Quién manda en la Vuelta? Quintana, dice la clasificación. Pero ni el colombiano cree lo que lee. Sabe que con sólo 54 segundos de renta Froome le ejecutará en la contrarreloj. Va a tener que preguntar más veces.
    Dos minutos por delante, Gesink sí obtuvo la respuesta que buscaba. En junio se partió la cabeza al caerse en la Vuelta a Suiza. Conmoción cerebral. Grave. Con recaídas. Hasta agosto no ha podido entrenarse más de tres días seguidos. En su equipo, el Lotto-Jumbo, le propusieron venir a la Vuelta para probarse a sí mismo si podría continuar con su vida de ciclista. El Aubisque le contestó que sí.

     TITULO:  LA CARTA DE LA SEMANA - VIAJANDO CON CHESTER - BUTTON SE BAJA: ADIOS AL ÚLTIMO PILOTO DEL SIGLO XX,.

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    VIAJANDO CON CHESTER

    Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.

     

     BUTTON SE BAJA: ADIOS AL ÚLTIMO PILOTO DEL SIGLO XX,.

    fórmula 1,.

    Jenson Button, durante los entrenamientos del GP de Italia. Button se baja: adiós al último piloto del siglo XX,.

    Jenson Button, durante los entrenamientos del GP de Italia. / foto.
  • El británico pasará a ser piloto probador de McLaren y deja paso a Vandoorne como compañero de Alonso en 2017,.

     

    Ya es oficial: Alonso es un ‘viejo’. Él y Kimi Räikkönen serán los pilotos más veteranos de la Fórmula 1 en la temporada 2017, después de que Jenson Button haya decidido adelantar su jubilación para dejar paso a los jóvenes. A sus 36 años, el extrovertido piloto británico ha decidido (presionado, en parte, por McLaren) hacerse a un lado y darse un año sabático de la competición de primer nivel. “No es una retirada”, se apresuró a decir a los medios, pero es un paso intermedio.
    Button será, a partir de noviembre, piloto de desarrollo de McLaren. Este nuevo papel le permitirá tener un poco más de libertad de movimientos (los cantos de sirena desde el Mundial de Resistencia le tientan mucho) y, sobre todo, disfrutar de su tiempo libre en mejores condiciones. El piloto británico es el único que estaba en activo que sabía lo que era estar en un paddock de Fórmula 1 en el año 2000. Con 20 años se subió por primera vez a un monoplaza en un Gran Premio, al volante de un Williams BMW, y desde entonces no se ha bajado. Son casi 17 años sin parar, y este verano acabó de tomar la decisión de dejarlo. En Spa le trasladó su decisión a Ron Dennis, y a este se le abrió el cielo: un ‘marrón’ menos, el de decidir la alineación de 2017, que comerse.
    “El año que viene seré embajador de este equipo y trabajaré del modo que pueda para hacerlo mejor en el futuro. Haré simulador, me quedaré aquí, partiéndome de risa como nunca lo habéis visto y yendo a las carreras para dar toda la información útil que pueda”, dijo un Button que se retira con 4 victorias, 50 podios y un título, el conseguido en 2009 con BrawnGP. Cuando cuelgue el mono a final de esta campaña, habrá disputado 305 Grandes Premios, sólo dos menos que Michael Schumacher, que es el segundo que más carreras disputó, por detrás de Rubens Barrichello.
    Su puesto lo ocupará la gran promesa de McLaren, Stoffel Vandoorne. El que fuera sustituto de Alonso en el GP de Baréin obtiene así la recompensa a una paciencia infinita, en el punto óptimo de su carrera y con la vitola de ser uno de los grandes corredores de futuro. “Cuando he visto mi firma en el contrato de McLaren Honda, puedo asegurar que he tenido una sensación muy especial cuando he levantado el bolígrafo”, dijo ante los medios, muy emocionado. A sus 24 años compartirá equipo con Alonso, que se tomó a guasa lo de tener de nuevo a un canterano de McLaren a su lado, como en 2007. “No es británico, tranquilos”, bromeó el español.
    Una decisión que contenta a todos
    En McLaren tenían para este mes de septiembre un puzzle muy complicado de completar. Tres piezas debían encajar. Por un lado estaba Fernando Alonso. El piloto español ya está convencido de completar su contrato en 2017, pero todo dependerá de lo que se encuentre en el coche del año que viene. Si es competitivo, seguirá. Si no, adiós a la Fórmula 1 y a otra cosa. La segunda pieza era Stoffel Vandoorne. El piloto belga está considerado como la gran promesa de McLaren desde Lewis Hamilton, por lo que no querían que se le escapase. Este puso las cartas sobre la mesa: o era piloto oficial el año que viene, o empezaría a abrir la puerta a todos los representantes de las escuderías que le estaban llamando. Y por último, quedaba Jenson Button. El eterno jubilado no sale de la Fórmula 1 ni con aceite hirviendo, y su contrato hasta 2018 le permitía negociar en una posición de poder.
    Así que Dennis empezó a hacer lo que mejor se le da: moverse entre bambalinas. A Vandoorne le aseguró que estaría sentado en un McLaren oficial en 2017; a Alonso, que no se preocupara que él iba a seguir siendo el piloto número 1, y a Button, que su estatus en Woking le había permitido ser una parte fundamental del equipo, pero que debía cambiar. Así que contentó a todos: Vandoorne obtiene su asiento, Alonso sigue siendo el líder y Button gozará de más libertad, además de mantener intacto su contrato (y su sueldo) al menos dos años.
    ¿Volverá a la parrilla Button? “Quiero ser claro: no me estoy retirando. Tengo contrato para 2017 y 2018, y tengo la intención de trabajar en el desarrollo del coche y estoy seguro que me pondré al volante del nuevo monoplaza en algún momento”, dijo Button. Afianzando esta idea de que no será la última vez que veamos a Button al volante de un McLaren salió Ron Dennis, que vestido del Rey Salomón decidió apagar un incendio que ya tenía las ascuas encendidas. “La posibilidad de que Jenson vuelva en 2018 es muy real”, dijo el jefe de la escuadra británica. El equilibrista Dennis, nuevamente, sale reforzado de una crisis.

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