lunes, 6 de noviembre de 2023

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 TITULO: REVISTA FARMACIA - ACS, primer actor global en biofarmacia y sanidad  ,.

REVISTA FARMACIA - ACS, primer actor global en biofarmacia y sanidad  , fotos,.

 

ACS, primer actor global en biofarmacia y sanidad,.

En EE.UU., Turner ha sido reconocida como la mayor constructora del ámbito sanitario, mientras que en España, Dragados es uno de los mayores expertos en la construcción de instalaciones especializadas,.

El Hospital Universitario de Son Dureta (Palma de Mallorca) ha sido construido por Dragados
 
El Hospital Universitario de Son Dureta (Palma de Mallorca) ha sido construido por Dragados,.
 

Hoy se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama y ACS es ya uno de los mayores expertos mundiales en el desarrollo de instalaciones médicas especializadas y de primer nivel que impactan directamente sobre los resultados de la detección temprana, el tratamiento y la investigación. Así lo constatan las cifras y el portfolio de proyectos ya finalizados y en ejecución de una compañía que está consolidando aún más su compromiso con el sector sanitario, que forma parte de los autodenominados “proyectos de nueva generación” que marcan el futuro del nuevo ACS y del conjunto de la sociedad.

Se trata de proyectos dirigidos a construir un futuro mejor, marcado por la sostenibilidad, la digitalización o la transición energética y que coloca a las personas y su bienestar como eje fundamental de la vida. Y en este contexto, el liderazgo en el sector sanitario y sus proyectos consolida aún más el lado humano del Grupo ACS.

Frenar el impacto de la enfermedad es una tarea que exige el compromiso de toda la sociedad. Los investigadores y el personal médico son nuestro escudo más visible, pero, aunque quizá pueda pasar desapercibido, el rol que desempeña el sector de la construcción es crucial. Y de esto sabe mucho el Grupo ACS, que se ha convertido en el “primer actor global” en el sector de Biofarmacia y Sanidad, tal y como explicó su CEO, Juan Santamaría, en un reciente encuentro junto a analistas.

En nuestro país, Dragados se ha convertido en uno de los grandes referentes en la construcción de instalaciones sanitarias y esta experiencia se ve reflejada en un amplio portfolio de proyectos a lo largo y ancho de nuestro país. En Valencia, Dragados fue el encargado de erigir el Nuevo Hospital Universitario La Fe, un complejo que alberga 35 quirófanos, 6 aceleradores lineales, 56 salas de radiología, así como diversos laboratorios y áreas de investigación. Este proyecto, finalizado en 2017, suma un total de 266,918 metros cuadrados de construcción. En Barcelona y Toledo, la filial de ACS ha dejado su huella a través de los proyectos del Hospital de Bellvitge y del complejo hospitalario universitario de Toledo, donde se cuentan un total de 56 quirófanos y 4 búnkers de radioterapia. Otro de los destacados se encuentra en las Islas Baleares, específicamente en Palma de Mallorca. Aquí, el Hospital Universitario de Son Dureta cuenta con 174,054 metros cuadrados de superficie construida, 20 quirófanos, 1 búnker de radioterapia, y edificios destinados a la investigación y laboratorio.

La lluvia de adjudicaciones en el sector no cesa. Sólo en el último mes el grupo ha anunciado tres nuevos hitos en Estados Unidos en el área medica. Su filial Turner Construction, que acaba de ser galardonada como la mayor constructora del país en el ámbito sanitario, va a ampliar los hospitales de Rochester y Westschester, en el área de Nueva York. Turner se ha convertido en la principal punta de lanza de la española en el mercado norteamericano y su experiencia en el desarrollo de instalaciones destinadas al diagnóstico, tratamiento e investigación en el ámbito oncológico está más que consolidado.

 

Así pues, entre los últimos proyectos que se ha adjudicado Turner destaca especialmente la construcción de una planta farmacéutica en Colorado por cerca de 680 millones de euros. El cliente será Agilent Technologies y la instalación servirá para desarrollar oligonucleótidos sintéticos, secuencias cortas de ADN que han demostrado ser de vital importancia para tratar enfermedades cardiovasculares y tumores.

Y este proyecto es solo el principio. Poniendo el foco en los hospitales especializados en el tratamiento oncológico estadounidenses, Turner ha construido centros como el Olathe Health Cancer Center de Kansas, el D.H. Koch Center for Cancer en Manhattan, que cuenta con 23 plantas y se ocupa de los últimos tratamientos de cáncer hematológico y radioterapia, o el Dales & Frances Hughes Cancer Center de Pensilvania. Este último es un centro de primer nivel que alberga servicios de diagnóstico y radioterapia gracias a los dos aceleradores lineales de los que dispone, utilizados para suministrar rayos X de alta energía a la región del tumor para destruir las células cancerosas sin afectar a los tejidos circundantes. Se trata, además, de una instalación sostenible, pues Turner diseñó el proyecto conforme a las normas LEED Silver e incluyó un tejado verde sobre la cámara del acelerador lineal.

El mejor escudo reside en la investigación y el personal sanitario es el máximo exponente de nuestra defensa, pero también se trata de un desafío que requiere la colaboración del conjunto de la sociedad. La construcción también puede desempeñar un papel clave, como demuestra el ejemplo del Grupo ACS, que se ha convertido en uno de los mayores expertos mundiales en el ámbito sanitario.

La calavera del Papa Clemente VI,.

En unos tiempos en los que someterse a una trepanación del cráneo era sinónimo de muerte, al Papa Clemente le fue practicada una y vivió para contarlo. Muchos dijeron: «¡Milagro!»,.

Un retrato del papa, obra de Calixte Serrur
 
foto / Un retrato del papa, obra de Calixte Serrur,.

En unos tiempos en los que someterse a una trepanación del cráneo era sinónimo de muerte, al Papa Clemente le fue practicada una y vivió para contarlo. Muchos dijeron: «¡Milagro!».

Nadie dudó jamás de la palabra de Francesco Petrarca, el lírico y humanista italiano y universal que tanto influiría, siglos después, en Lope de Vega, Luis de Góngora, Francisco de Quevedo o William Shakespeare. ¿Y qué dijo Petrarca...? Nada menos que dio fe de un hecho insólito: Clemente VI, el Papa número 198 de la Iglesia Católica cuyo pontificado se extendió en la década de 1342 a 1352, llamado de seglar Pierre Roger de Beaufort, fue sometido a una trepanación del cráneo... ¡y con rotundo éxito! Así, como suena. Por increíble que parezca, en pleno siglo XIV, e incluso antes, se perforaba ya la cocorota de propios y extraños, como acreditaba el cirujano italiano Rogerio en su «Practica Chirurgiae», publicado hacia 1180: «Perfórese enseguida –escribía el galeno– el lado de la hendidura con un trépano, o sea con un instrumento de hierro, y háganse tantos agujeros como parezcan convenientes; entonces, con una sierra, pasando de un agujero a otro, incídase en dicho cráneo de modo que la incisión llegue hasta el extremo de la hendidura».

Pero no fue Rogerio quien operó a Clemente VI por razones obvias, pues vivió dos siglos antes que él, sino con toda probabilidad el celebérrimo Guy de Chauliac, de la escuela de Montpellier, nacido en la aldea francesa del mismo nombre cuando ésta tenía tan solo 140 habitantes y pertenecía a la Diócesis de Mendes, en el ocaso del siglo XIII. Chauliac fue presbítero y estudió Cirugía en Tolosa de Francia, Montpellier, Bolonia y París. Hoy se le considera como una lumbrera de la Edad Media y uno de los más gloriosos precursores de la moderna cirugía. Y no es para menos. La trepanación del cráneo de Clemente VI se efectuó poco antes de que fuera elevado al solio de Pedro, lo cual resultó decisivo para que Chauliac figurase en el primero y privilegiado lugar de la nómina de cirujanos del Romano Pontífice y de sus sucesores Inocencio VI y Urbano V.

Refinados gustos

Perforar el cráneo de cualquier ser humano con garantías de éxito, como le sucedió a Chauliac con Clemente VI, constituía ya entonces una verdadera hazaña de la ciencia cuando no, para hombres tan piadosos como ellos, un auténtico milagro impetrado del Cielo. Pero las huellas indelebles de Chauliac en el cráneo del Romano Pontífice tuvieron además una innegable utilidad post mortem: gracias a ellas, pudo reconocerse tras no pocos esfuerzos el esqueleto del difunto una vez profanada su tumba por un grupo de vándalos hugonotes en 1562.

Previamente, el 6 de diciembre de 1352, Clemente VI había rendido su alma ante el Altísimo. En cumplimiento de su último deseo, sus restos se inhumaron en la Abadía benedictina de San Roberto de la Chaise-Dieu, donde había ingresado a la temprana edad de once años para hacer su profesión religiosa.

En el mismo coro del monasterio se construyó a tal efecto una suntuosa tumba de mármol blanco recubierta con una fina capa de oro. Clemente VI no fue un Papa modélico, que digamos, a juzgar por la opinión de muchos de sus contemporáneos, quienes le acusaron con razón de nepotismo, pues la mayoría de los cardenales que designó eran parientes suyos, incluido el futuro Papa Gregorio XI; y, por si fuera poco, no faltaron tampoco quienes le tildaron de incurrir en pecado de simonía ante la imperiosa necesidad de financiar sus exquisitos gustos y las más refinadas artes y letras. El mismo Petrarca, que disfrutó de los privilegios del pontífice, constituye un buen ejemplo de ello.

Erigido cardenal en 1338 por Benedicto XII, a quien sucedió en el pontificado, Clemente VI confió siempre en su cirujano favorito, cuyo tratado de cirugía fue estudiado en toda Europa durante casi dos siglos. Con razón escribía Chauliac: «Somos como niños subidos en los hombros de un gigante, y desde esta altura podemos ver todo lo que ve el gigante y un poco más». Chauliac se encaramó así hasta la misma cabeza de la Iglesia, la afeitó antes de practicar la trepanación, como era su costumbre, y describió las fístulas de líquido cefalorraquídeo en las fracturas que observó, registrando incluso los efectos de la hipertensión arterial intracraneal sobre el ritmo respiratorio de su egregio paciente.

El mismísimo Francesco Petrarca no pudo dar crédito jamás a lo que le contaron sobre su preciado mecenas, limitándose a ejercer de notario de la Historia y de la cirugía en particular: Clemente VI, en efecto, vivió para contarlo en una época en la que una trepanación constituía la antesala de la muerte.

 

TITULO: El escarabajo verde -  Buitre negro,.

 Buitre negro,.

 Buitre negro

foto / En pleno campo o en los bosques se suceden situaciones que solo los expertos en temas peligrosos pueden resolver. Los buitres negros forman parte de los cuerpos de emergencia de la naturaleza. Ellos son controladores de plagas, vigilantes de la salud de todos los ecosistemas naturales.

TITULO:  Días de cine clásico - Cine -  La decisión de Sophie , Miercoles - 15, 22, 29 - Noviembre  ,. 

 La decisión de Sophie

Este Miercoles - 15, 22, 29 - Noviembre a las 22:00 en La 2 TVE , foto,.

Reparto,.Meryl Streep, Kevin Kline, Peter MacNicol, Rita Karin, Stephen D. Newman,.

 Verano de 1947. Stingo, un joven aspirante a escritor, se instala en una pensión familiar de Brooklyn. Su tranquilidad se verá pronto turbada por la terrible discusión de una pareja que vive en el piso de arriba. Cuando conoce a los amantes queda cautivado por su encanto y simpatía. Ella, Sophie Zawistowska, es una hermosa emigrante polaca y católica. Él, Nathan Landau, un encantador y desequilibrado científico judío. Poco a poco, Stingo se convierte en su mejor amigo. Sophie, hija de un ilustre profesor polaco, sobrevivió al campo de exterminio de Auschwitz, pero vive atormentada por su pasado,.

TITULO:  Un país para escucharlo -   Francisca de Pedraza, la mujer que dijo "no" a la violencia de género en el Siglo de Oro ,.  

 Un país para escucharlo ,.

Este martes - 21, 28 - Noviembre , a las 23:00 por la 2, foto,.

 Francisca de Pedraza, la mujer que dijo "no" a la violencia de género en el Siglo de Oro,.

Fredeswinda Gijón y Borja Rodríguez rescatan en Madrid la historia de «la primera mujer que obtuvo una sentencia favorable de violencia de género», aseguran,.

 Carolina Lapausa y Elena Rey se alternan en el papel de Francisca durante la gira del montaje

Carolina Lapausa y Elena Rey se alternan en el papel de Francisca durante la gira del montaje,.

A día de hoy, mucho le debe Francisca de Pedraza a Ignacio Ruiz de no haber quedado en el pasado. Fue él, catedrático de Historia, el principal responsable de que su vida y lucha no cayeran para siempre en el olvido. Se empeñó en desempolvar los escritos y otorgarle valor a un personaje que, en 2018, terminaría dando el salto al cómic de la mano de Almudena del Mazo en una obra, Mujer y media, que nos mostraba cómo «decir no en la España del Siglo de Oro». Pero más que al profesor, Francisca se debe mucho a sí misma, a sus ganas de no doblegarse en unos tiempos en los que acatar el destino que marcase el marido de turno era lo que tocaba. Con ella lo intentaron, pero fue imposible: su larga batalla judicial –en la documentación de aquella odisea radica el éxito del trabajo de investigación–, con constantes reveses, ha quedado ahora como ejemplo de aquellas mujeres que nunca dieron las cosas por sentadas y que lograron victorias que hoy sí.

Y es en ella en quien se fijó Borja Rodríguez para levantar la Francisca que llega al Teatro Quique San Francisco de Madrid. «La historia de la primera mujer que obtuvo una sentencia favorable de violencia de género», presentan de un texto que dirige Fredeswinda Gijón. Pero, ¿quién fue realmente la protagonista de la trama? «Una pobre niña», suspira el autor sobre esta alcalaína. «En 1624 la vida de una mujer no le pertenecía a ella, así que, como huérfana –resume la directora–, pasó de ser propiedad de la Iglesia a pertenecer a un hombre». Pero más allá de esos «encierros», fue su ansia por «separarse de su marido» lo que llamó la atención de Gijón: «Me atrajo que intentara tener una vida que no conocía, vivir fuera de las paredes del convento o de las garras de su pareja».

Su periplo por los tribunales eclesiásticos fue rescatado por la Universidad de Alcalá de Henares: «La mandaban a casa, le echaban todo atrás», explican, cuando acudía a denunciar a su esposo. Por el contrario, «a él [Jerónimo de Jaras] le daban una palmadita en la espalda y le decían que la tratase amorosamente, como está en los escritos», comenta la directora. Pero Francisca de Pedraza no se daba por vencida. «Volvía una y otra vez sobre sus denuncias. ¡Cómo no me voy a enamorar de esta mujer!». A cinco juicios se tuvo que enfrentar hasta que, con la ayuda de la propia Universidad de Alcalá, ganó el último. «Le dio tal paliza que le arrancó el feto. Un horror para los alcalaínos que lo vieron. Por suerte, sobrevivió, que hay un montón que no lo hicieron (ni lo hacen hoy) . Es terrible que exista un malnacido de este tipo, pero también un sistema que lo amparase», cuenta Rodríguez. Huye el equipo de plantear la obra como un clásico, y juegan con el «espejo», dicen: «Contemporaneizamos la obra con testimonios actuales. Le va a venir bien a mucha gente porque al ver el espectáculo eres consciente de que conoces a muchas Franciscas», continúa Gijón.

 

Ganas de salvación

Con ello, el montaje aprovecha los vacíos en su historia para darle vuelo sobre las tablas. La Francisca de Gijón y Rodríguez sueña a través de los libros, en ellos conoce todo ese mundo que no está dentro de los muros de sus «cárceles». «Lo que nos sorprende dramatúrgicamente es lo que intuimos», subraya un autor que escribe «en los márgenes de su biografía». Son las ganas de salvarse –apunta la directora– lo que permite «fantasear y ficcionar»: «Hay detalles en su historia que la hacen soñar. Habla del mar como un horizonte de libertad». Francisca ve en los océanos el punto más lejano al que poder escaparse; y pese a que nunca lo ha visto, «sabe mucho de conchas y mariscos porque es su vía de escape», a la que se agarra incluso en los peores momentos con su esposo.

Advierte Rodríguez que el inesperado viaje de la protagonista interpela al propio espectador, «que viene a ver una obra sobre un maltrato y se encuentra con un canto a la vida». Porque esa también ha sido una de las obsesiones de Gijón: «No mostrar el horror y la dureza, y tampoco he querido romantizar la violencia». «Seguimos normalizando la violencia en la sociedad –interviene el autor–. Llevamos muchos años, desde el amor cortés, en los que la mujer es posesión del hombre, y eso es un fallo de raíz». El problema, denuncia la directora, «es que no se empatiza con las historias y las víctimas porque muchas veces solo vemos números. Tal vez necesitamos que nos las nombren más. Un número o un porcentaje deshumaniza el problema».

  • Dónde: Teatro Quique San Francisco, Madrid. Cuándo: hasta el 12 de noviembre. Cuánto: desde 14 euros.

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