Como el mejor Clint Eastwood ?Sin Perdón?, el vencedor sólo podía ser uno: Sebastian Vettel. El tetracampeón del mundo no dio pie a que ...
Las claves de la carrera
Como el mejor Clint Eastwood ‘Sin Perdón’, el vencedor sólo
podía ser uno: Sebastian Vettel. El tetracampeón del mundo no dio pie a
que nadie le arrebatase una victoria que empezó a firmar el viernes.
Esta carrera no tuvo más historia que la que Vettel quiso escribir, al
menos en cuanto al ganador se refiere. El alemán, además, consiguió un
nuevo récord para su cuenta personal: el de victorias consecutivas en
una sola temporada, con ocho, con lo que supera las marcas de Ascari y
Michael Schumacher. Aún le queda en Brasil la de victorias consecutivas
absolutas, que con nueve tiene el propio Ascari desde 1953, y el de
victorias en una sola temporada, que con trece tiene el mismo Schumacher
desde 2004. El podio lo completaron Romain Grosjean y Mark Webber, que
hasta los metros finales no decidieron quién iba a compañar en el cajón
inmediatamente siguiente al de Vettel.
Con Lewis Hamilton en cuarta posición y Fernando Alonso en
quinta, el español cumplió con el único título que se podía lograr esta
temporada: el subcampeonato. El piloto español sumó su tercera medalla
de plata en una temporada, igualando la marca de Nigel Mansell y de
Graham Hill. El puesto más doloroso en cualquier competición deportiva,
pero el único que tenía entre sus posibilidades, según él mismo confesó
al finalizar la prueba. Alonso se las vio y deseó para resistir en una
quinta posición que tampoco tuvo nada fácil. La prueba del español
comenzó como peor podía hacerlo: perdiendo una posición. Alonso se veía
adelantado por un Sergio Pérez con ganas de reivindicarse ante McLaren,
equipo que le ha expulsado sin más explicaciones para 2014. El debut del
‘safety car’ en el circuito de Austin por un accidente de Adrian Sutil
complicó aún más la concentración de las primeras vueltas... y fue
prácticamente lo único interesante de la prueba hasta los giros finales.
Peleas en la zona media
Con Vettel escapándose por delante, Grosjean cómodamente
detrás y Hamilton luchando por aguantar a Webber, el mayor interés
recayó en las peleas de la zona media. En esas, cómo no, estuvo Fernando
Alonso. El piloto español primero tuvo que aguantar detrás de un Nico
Hülkenberg que está empeñado en hacerse notar en esta recta final de
campeonato, a ver si algún equipo se da cuenta de la calidad que
atesora. El escaso ritmo mostrado por el alemán al principio provocó un
‘tren’ con Pérez y Alonso intentando quitárselo de encima. No sería
hasta las primeras -y a la postre únicas- paradas en boxes, cuando, al
límite, pudo ganarle la plaza al de McLaren. No hay que darle todo el
mérito a Alonso: Jean Eric Vergne, sin querer, al estorbar a Pérez y
Gutiérrez le dio una ventaja valiosísima al piloto español, que no tuvo
que volver a preocuparse por el dúo mexicano. Hülkenberg fue su primer
objetivo, y la incesante persecución a la que le sometió encontró su
éxito pocas vueltas después.
Al igual que hizo con Gutiérrez al inicio de la prueba,
Alonso esperó a estar a rueda del otro Sauber y, en la zona más virada
del circuito, le enseñó como trazar por dentro en una curva. El ritmo de
Alonso al final de la carrera fue muy superior porque todo lo que había
conservado nada más salir de boxes con los neumáticos duros le estaba
dando una ventaja providencial de cara a las últimas vueltas, a
diferencia de otros, como Hamilton, cuya sangría de tiempo hizo soñar al
español con el cuarto puesto. Era un objetivo demasiado optimista, y
Alonso llegó a las últimas vueltas mirando más hacia el retrovisor que
hacia adelante: Hülkenberg no estaba dispuesto a rendirse.
Por delante, todo decidido: Vettel se llevaba la victoria,
pero Grosjean y Webber aún tenían algo que decir. Su pelea no se decidió
hasta la última curva, cuando el australiano tiró la toalla. Mientras,
su compañero Vettel sacaba a relucir su nueva firma: unos espectaculares
donuts que hicieron las delicias del público norteamericano. Austin ha
dejado el récord de Vettel, el subcampeonato de Alonso y una marca más:
los primeros puntos de uno de los grandes protagonistas del fin de
semana, Valtteri Bottas, que se reivindica gracias a su octavo puesto
final.
En una semana, despedida y cierre del Mundial 2013, con
sólo el subcampeonato de marcas en juego. Ferrari ha cedido más terreno
frente a Mercedes, y son quince puntos de desventaja los que tiene el
conjunto italiano frente al alemán. ¿Podrá contar la Scuderia con una
buena actuación de Massa, visto que la de Alonso se presupone, en su
casa? ¿O veremos de nuevo una gris actuación del brasileño, ahora que ya
tiene asiento asegurado para 2014?,.
- La lucha hace que un país crezca, y en Senegal se practica una de las luchas más auténticas del mundo. Por historia, religión o misticismo.La lucha hace que un país crezca, y en Senegal se practica una de las luchas más auténticas del mundo. Por historia, religión o misticismo. El objetivo es simple: derribar al contrario. Está permitido golpear, pero nunca por debajo del ombligo. Nadie lleva guantes, tampoco protector bucal. El adversario ha perdido cuando su cabeza, espalda o nalgas tocan la tierra, una arena de la que antes del combate, el marabú, líder espiritual, ha expulsado a los malos espíritus para evitar que lleve por el camino del deshonor a los contrincantes. Cada luchador canta y baila antes del choque para intimidar a su rival. Ambos son jaleados por sus seguidores. Las 50.000 localidades del estadio Demba Diop de Dakar pueden llenarse para ver una de las batallas. Una reverencia a los jueces y listos para comenzar.En este ambiente triunfa Juan Espino, estibador del Puerto de Las Palmas de Gran Canaria. Tiene 33 años, pesa 140 kilos, mide 196 centímetros de altura y es un ídolo de masas en Senegal, un país que se paraliza con su deporte nacional: la lucha 'laamb', en el idioma wolof. Allí los luchadores ganan cientos de miles de euros mientras que más de la mitad de la población está por debajo del umbral de la pobreza. «Son tratados como héroes. No es comparable con nada», asegura Espino Él es el primer y único luchador no nacido en el país con licencia para poder pelear allí. Es conocido como 'el león blanco'. Y nadie ha sido capaz de tumbarle. Aún le queda pelear contra los diez mejores pero los promotores de 'laamb' le ven allí dentro en poco menos de un año. Allí, además, ha sido nombrado embajador de interés cultural. En Dakar es una eminencia. Copa portadas de periódicos, programas de televisión, ejerce de hombre-anuncio y es recibido con escolta y a pie de pista en el aeropuerto.Es un trotamundos de la lucha. 'El Trota II', como se le conoce en honor a su padre y del cual reniega tras ser condenado por narcotráfico, se distingue por la cantidad de deportes de combate que practica por todo el planeta. Puntal en Gran Canaria, luchador en Corea, personaje en Brasil y figura en Senegal. Practica cerca de 16 modalidades de lucha distinta: jiu jitsu, valetudo, ssirum, celta o grappling, entre otras. Es sin duda un luchador universal y cuenta con un palmarés inabarcable.Hace tiempo que decidió que la canaria no sería su única lucha. Siempre busca sensaciones nuevas. Hace unas semanas regresó de Estado Unidos, donde durante un mes ha estado entrenándose con el 'American Top Team', un prestigioso equipo de Miami que practica varias modalidades de lucha. Tiene en proyectos entrenarse, invitación y reclamación mediante, en Mongolia, como anteriormente hizo en Japón, Turquía o Rumanía. Juan encuentra motivación en los retos y desafíos que continuamente se marca.«Afortunadamente, puedo vivir perfectamente de lo que ingreso como deportista profesional y eso me da una gran libertad a la hora de elegir, dentro de la disciplina que debo seguir en entrenamientos, disciplina y hábitos de vida. El coste personal es altísimo, pero compensa», reconoce. 'El Trota II' se ha acostumbrado a regresar a casa en silencio, en medio de la indiferencia, pero cargado de medallas que en otros países son motivo de homenajes.
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