DESAYUNO DE SABADO-foto,
Su nombre está ligado a la temporada 2013. No en vano, ha
sido uno de los mejores de la campaña. Un torero revelación pese a
llevar nueve años como matador de alternativa. Entró en los carteles de
la Feria de Abril de Sevilla de casualidad, sustituyendo a 'El Juli', y
se convirtió en el triunfador del serial al cortarle las dos orejas a un
bravo ejemplar de Miura.
A partir de ahí, Manuel Escribano (Gerena, Sevilla 1984)
toreó un número importante de festejos tanto en España como en Francia, y
pisó plazas como las de Pamplona o Bilbao. Sin embargo, en septiembre,
en Sotillo de Aranda, sufrió una grave cornada y tuvo que someterse a
una dura intervención tras la rotura de la vena ilíaca. Tras un largo
periodo de convalecencia, hace apenas unos días volvió a torear con la
esperanza y la ilusión puesta en su vuelta a los ruedos.
-Enhorabuena por la temporada. Se refieren a usted como 'el torero revelación'. ¿Le gusta?
-Ha sido una temporada muy buena para mí y me hubiese
gustado redondear mucho más, pero voy poco a poco y siempre hacia
delante. Irán llegando más cosas y cada vez mejor. Estoy contento y es
bonito que te llamen 'torero revelación' porque, quieras o no, he sido
el matador que ha marcado un poquito la frescura y la novedad de la
temporada.
-Un torero relevación que cuenta con nueve años de
alternativa en los que las cosas no han ido como esperaba. Pero le
llaman para una sustitución, en Sevilla, con la de Miura, y llega el
triunfo. Un antes y un después en su carrera.
-Fue una tarde que, aunque para esa en concreto no estaba
preparado, sí que lo estaba para todo lo que viniera. Siempre he sido
muy constante, me mantengo en mi lucha y la preparación y el trabajo lo
tenía hecho para afrontar los compromisos, y por eso salió todo bien.
Tuve la suerte de que embistió la corrida, me tocó ese toro y todas las
circunstancias se dieron. A veces los toreros se encuentran con tardes
como esa y debes estar a la altura, con la preparación adecuada para
poder aprovecharla y sobre todo para marcar un antes y un después en tu
carrera.
-Se hizo justicia y a partir de esa tarde empezaron a
surgir los contratos, una recompensa no solo al esfuerzo de ese día,
sino a la constancia de los nueve años de matador de toros de
alternativa, ¿no?
-Sí, en tardes en las que se triunfa así, de manera tan
rotunda, la recompensa llega y en este caso lo hizo con la llamada de
los empresarios y mi incursión en las ferias importantes de plazas que
nunca había pisado. El toreo debería ser así. Los triunfos deberían
servir para algo y tras toda una vida dedicada al toro, el esfuerzo debe
ser recompensado. Y la recompensa de los matadores es verse anunciado
en las ferias. Muchas plazas me han abierto sus puertas y me han dado la
oportunidad de conocerme, de poder disfrutar y de que el aficionado
disfrute conmigo.
-¿Los triunfos se saborean mejor cuando han costado tantos años de esfuerzo?
-La satisfacción siempre está ahí cuando cuajas una
temporada como esta. Pero si es cierto que en casos como el mío, después
de todo lo que he pasado, los años en los que he aguantado carros y
carretas, y que me haya llegado esto... Pues lo he disfrutado el doble y
estoy muy satisfecho. No estoy conforme, porque el torero no puede ser
conformista y siempre debe exigirse más, pero sí que estoy satisfecho
por todo el trabajo que ha costado.
-Aparte de la tarde de Sevilla, ¿con qué otros festejos de este año se queda?
-Después de Sevilla destacaría Bilbao, que es de las ferias
en las que más me ha gustado torear y donde más a gusto me he sentido.
Viví esa tarde con mucha intensidad.
-La cruz de la moneda vino en septiembre, con una grave
cornada y una importante intervención quirúrgica tras seccionarle la
vena ilíaca. ¿Los contratiempos se llevan peor cuando se está cuajando
una temporada como la suya?Se asume con naturalidad pero no es fácil, ninguna cornada
lo es y menos del tipo de la que yo he tenido, que estuve a punto de la
muerte y pasé momentos tan malos. Los toreros tenemos que recuperarnos
pronto aunque no sea fácil, una situación tan dura no se supera con
facilidad, pero tenemos esa capacidad. No me lo he tomado mal, no es lo
que más me ha traumatizado. He pasado situaciones peores y no
precisamente por heridas de toro y a veces es mejor que te pare un toro a
estar parado. Después de una temporada tan completa, vino la cornada,
pero si me sucedió es porque tendría que hacerlo, no hay que darle más
importancia. Los matadores recibimos cornadas y la mala suerte que he
tenido es que haya sido más fuerte de lo normal, pero no hay que
agobiarse con ello.
-¿Ha sido paciente durante la convalecencia?
-Los médicos se han asombrado mucho de mi recuperación,
incluso ya he podido torear en el campo. Han dicho que la evolución ha
sido impresionante. Siempre he sido muy activo y estaba loco por volver a
mi vida cotidiana, pero he respetado muchísimo todos los plazos y las
recomendaciones de los médicos, las he seguido y creo que ahí está la
clave de mi progreso. Gracias a ello al cabo de los dos meses de
sucederme algo tan grave, he podido ir al campo y regresar a los
entrenamientos.
-Hace apenas unos días ha vuelto a torear. ¿Cómo se ha sentido?
-Me falta mucho para estar al cien por cien, porque todavía
me canso mucho toreando y me quedo con poco aire, pero tarde tras tarde
iré notando la evolución. Aún me siento un poco rígido y duro pero
dentro de la normalidad.
-¿Piensa ya en la próxima temporada?
-Todavía es pronto, pero me gustaría estar en Valencia,
tengo en su feria puestas mis perspectivas para iniciar la próxima
campaña.
-¿Habrá justicia y mantendrá el sitio que se ha ganado este año, respetando sus triunfos?
-Es lo que queremos, intentaremos y en lo que vamos a
trabajar. Pero espero no estar donde estuve el año pasado, sino por
encima, más consolidado y poder entrar en todas las ferias, triunfar y
no bajarme de ese nivel que quiero y busco.
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