Masivo!
Vamos cogele, ritmo, cintura, rodillas al piso
Baja y pasa el limbo
[2x]
Esto esta como, como pa, como pa', como pa' rumbiar
Pa' pasarla caliente, con toda mi gente
Nos favorece el sol, un bronceado y el calor
No puede estar mejor!
Zu-zu-zumba!
Esto esta como, como pa, como pa', como pa' rumbiar
Pa' bailarlo caliente, de espalda y de frente
Nos favorece el sol, un bronceado y el calor
No puede estar mejor!
Zu-zu-zumba!
Subela y bajala y por debajo pasala
Suelta la cadera y mueve todo lo que tienes ahí
Sigue, siguelo así que el party no tiene fin
Activao, brinca la casa candela gasta las suelas
Funde esa tela, si que me paso que?
Suena, la rumba es buena que hay muchas nenas
Mira la escena que.
Oh eh oh!
Mano arriba no la dejes caer
Oh eh oh!
Seguimos hasta el amanecer
Vamos cogele, ritmo, cintura, rodillas al piso
Baja y pasa el limbo
[2x]
Y Esto esta como, como pa, como pa', como pa' rumbiar
Pa' pasarla caliente, con toda mi gente
Nos favorece el sol, un bronceado y el calor
No puede estar mejor!
Zu-zu-zumba!
Y Esto esta como, como pa, como pa', como pa' rumbiar
Pa' bailarlo caliente, de espalda y de frente
Nos favorece el sol, un bronceado y el calor
No puede estar mejor!
Zu-zu-zumba!
Bailando así es que me gusta, como la cintura al ritmo se ajusta
Que me tiene loco toda esta soltura
Su movimiento es una dulzura
No importa las bameras, se forma el sal pa' fuera
Aquí cabe todo el que quiera
No lo pare ahora..
Dime oh eh oh!
Mano arriba no la dejes caer
Oh eh oh! Seguimos hasta el amanecer
Vine llegando de Aruba, gozando la temperatura
Yo te vi bailando limbo
Me barriste puesto en la esquina
Dj par de bocina
Si todos llegaran por el ritmo
Esto esta como, como pa, como pa', como pa' rumbiar
Pa' pasarla caliente, con toda mi gente
Nos favorece el sol, un bronceado y el calor
No puede estar mejor!
Zu-zu-zumba!
Esto esta como, como pa, como pa', como pa' rumbiar
Pa' bailarlo caliente, de espalda y de frente
Nos favorece el sol, un bronceado y el calor
No puede estar mejor!
Zu-zu-zumba!
Ma-Ma Masivo!
Ma-Ma Masivo!
Ma-Ma Masivo!
Daddy Yankee you!
Ma-Ma Masivo!
Ma-Ma Masivo!
Ma-Ma Masivo!
Daddy Yankee you!
TÍTULO; HIJOS TOXICOS,.
TÍTULO; HIJOS TÓXICOS,.
Hijos tóxicos, por Edurne Uriarte. Edurne Uriarte, periodista y politóloga Edurne Uriarte es periodista y colabora con nosotros en esta sección, ...
Hablamos a veces de niños o
adolescentes dictadores, de esos chicos que convierten a sus padres en
angustiados sirvientes dedicados a satisfacerles todos sus caprichos.
Que trastocan la deseable relación de guía y autoridad de los padres
con los hijos por otra de sometimiento a estos. Pero no hablamos de otro
tipo de abuso sobre los padres que es el de los hijos tóxicos. Hijos
que normalmente han superado la adolescencia, que incluso han formado
su propia familia, y que dirigen, o boicotean, la vida sentimental de
sus padres. Porque sí, por el alma de pequeño dictador que
desarrollaron en su infancia, porque les conviene o, bastantes veces,
porque hay un dinero de por medio que temen tener que repartir con la
nueva relación de su padre o de su madre.
Un profesor argentino de
sonoro apellido vasco me contó hace unos días en Buenos Aires una de
esas historias de hijos tóxicos, la de su propia familia. Su
abuelo, un vasco nacido no lejos de mi pueblo, emigró a Argentina allá
por los 30 del siglo pasado, hizo una considerable fortuna y se casó con
su abuela. Pero, cinco hijos y más de 20 años de matrimonio después, se
enamoró de otra mujer y se separó de su abuela. Y ahí entraron en
acción los hijos tóxicos, tan frecuentes en estas historias de desamor.
Todos, los cinco, dejaron de hablar a su padre y jamás
volvieron a dirigirle la palabra. Y casi tan terrible como lo anterior,
pasaron los 30 o 40 años siguientes, los que vivió su abuela,
alimentando su nostalgia y su victimismo. Ella jamás rehízo su vida, la gastó lamentando su desdicha y maldiciendo su abandono.
Décadas de autocompasión y de desperdicio vital, sostenidas por la
intolerancia y el rencor de sus hijos hacia el padre. Solo uno de los
nietos, el profesor argentino de esta historia, decidió establecer, a
sus 12 años, una relación con su abuelo. Fue el único que se sobrepuso
al odio de sus padres.
No le pregunté qué fue de
su propio padre y de los demás hijos tóxicos, si alguno de ellos ha
tenido la desfachatez de tener más de un amor en su vida, o de haberse
separado. Probablemente sí, los hijos tóxicos son tan
incoherentes como los demás. Como una mujer que contaba satisfecha hace
algún tiempo la manera en que ella y sus hermanos habían saboteado todas
las nuevas relaciones de su padre viudo. Ella se acaba de divorciar,
pero, eso sí, ha heredado una importante fortuna que su padre no hubo de
repartir con ninguna mujer.
No dudo de que aquel emigrante vasco murió con la tristeza
de sus hijos ausentes, que aquella mujer abandonada hizo de la amargura
su vida. Y que ese otro hombre saboteado fue un ser débil y vulnerable
probablemente sometido a sus hijos desde que estos eran niños. En parte eligieron su historia, en parte fueron víctimas de los demás. Pero lo seguro es que no recibieron demasiada ayuda de la sociedad y de la cultura de nuestro tiempo. Tan
comprensiva con los derechos ilimitados de los hijos sobre los padres y
que ha convertido en naturales y aceptables desgraciadas historias de
rencor, intolerancia y mezquindad como las que acabo de relatar. Las de los hijos tóxicos.
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