miércoles, 18 de diciembre de 2013

MIERCOLES, CINE, REGRESO BOUNTIFUL. / BALONCESTO, AMAYA VALDEMORO, SE RETIRA,./ Diana descansa en paz,.

  1. TÍTULO:  MIERCOLES, CINE, REGRESO BOUNTIFUL,.

    Reparto
    Regreso a Bountiful
    Geraldine Page, John Heard, Carlin Glynn, Richard Bradford, Rebecca De Mornay, Kevin Cooney, Norman Bennett, Harvey Lewis, Kirk Sisco, Dave Tanner, Gil Glasgow, Mary Kay Mars,.
     
     Años cuarenta. La anciana Carrie Watts (Geraldine Page) vive en un pequeño apartamento de Houston, con su hijo Ludie (John Heard) y su nuera Jessie Mae (Carlin Glynn). Hastiada de una vida marcada por las penurias y la tristeza, la señora Watts decide volver al pueblecito donde nació, se casó y cuidó a su hijos. Se trata de Bountiful, en Texas, muy cerca del Golfo de México. Un día, sin previo aviso, Carrie se escapa y emprende el viaje.
     
    TÍTULO: BALONCESTO, AMAYA VALDEMORO, SE RETIRA,.
  2. -foto--Amaya Valdemoro se retiró oficialmente de las canchas rodeada de ... a la que ha sido la mejor jugadora en la historia del baloncesto español.
    Amaya Valdemoro se ha despedido del balonecesto en activo. La alero, que el pasado 30 de junio conquistó la medalla de oro en el Campeonato de Europa, ha sido 258 veces internacional. José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto, con la que Amaya ya está colaborando en el departamento de 'Baloncesto y mujer' y pensando en la posible organización del Mundial de 2018, presidió el emotivo acto junto al alcalde de Alcobendas, Ignacio García de Vinuesa, y Ana Muñoz, directora general del Consejo Superior de Deportes. La rueda de prensa, celebrada en el Espacio 2014 de Alcobendas, la ciudad natal de la jugadora, ha estado cargada de emotividad, con un vídeo que ha repasado algunos de los momentos más importantes de su carrera, alternados con imágenes de familiares.
    Y otro en el que grandes deportistas españoles expresaban su admiración por la "mejor jugadora española de todos los tiempos", como se encargó de subrayar su compañera de selección Elisa Aguilar. Además de Pau Gasol, también han expresado su admiración Ona Carbonell, Joel González, Marc Márquez, Patricia García, Ander Mirambell, Nani Roma, Ana Peleteiro, Javier Gómez Noya, María José Rienda, la selección femenina de waterpolo, José Luis Abajo 'Pirri', Cayetano Martínez de Irujo, Sergio Rodríguez y Alba Torrens.

    Los dos últimos años, un calvario

    Luchando siempre contra la emoción que la embargaba, Valdemoro se ha dirigido a todas las personas que le han acompañado a lo largo de su trayectoria deportiva y a todas ha agradecido su apoyo y aliento. "A los fisios, a los médicos, a mis clubs, a mis excompañeras, a mi familia, a mis amigos, a la selección, a todos", ha dicho. "Los dos últimos años han sido un auténtico calvario. Gracias por aguantarme y darme el ánimo suficiente para continuar", ha indicado..
    El colofón al acto lo ha puesto la propia Amaya con una nota de humor al afirmar: "Me han dicho que no voy a vestir nunca más la camiseta de la selección. Y no es verdad porque me la voy a poner ahora mismo". Tras lo cual ha sacado una camiseta del bolso y se la ha puesto entre los aplausos de todos. José Luis Sáez le ha entregado la insignia de oro y brillantes de la federación.
    1. La Policía de Londres ha archivado la investigación sobre la posibilidad de que soldados de la corona británica, especializados en infiltrarse ...-foto
       
      Diana descansa en pazLa Policía de Londres ha archivado la investigación sobre la posibilidad de que soldados de la corona británica, especializados en infiltrarse en las líneas enemigas, asesinaran a la princesa Diana y a sus acompañantes –Dodi Al-Fayed y su chófer, Henri Paul– el 31 de agosto de 1997, en París. Scotland Yard ha tomado esta decisión tras consultar los documentos del regimiento de operaciones especiales del Ejército británico y entrevistarse con varias personas.
      El comunicado de Scotland Yard precisa que recibió el 16 de agosto «material relacionado» con estas tres muertes, que ha analizado el alcance de los indicios y ha llegado a la «conclusión de que, aunque es posible que se hayan hecho comentarios sobre la implicación del SAS (fuerzas de élite) en las muertes, no hay pruebas creíbles» para sostener tal teoría. La Policía descarta así la apertura de una cuarta investigación sobre el accidente.
      El origen de estas pesquisas es la confesión de un soldado (conocido como N.) a su familia: a Diana, dijo, la mató su regimiento. El testimonio fue obtenido por una televisión durante el juicio a otro militar, con el que compartía casa, por tener un arma en su habitación. Para desacreditar la declaración de su compañero de vivienda, el abogado del acusado logró una carta de los suegros de N., que nunca ha sido identificado, en la que pedían ayuda a su regimiento.
      El soldado N. atormentaba a sus hijos encaramándolos a la copa de los árboles y los dejaba allí para inculcarles capacidad de resistencia, los llevaba cubiertos bajo una lona en su coche para que nadie los identificase y le decía a su mujer que los miembros del SAS tienen un código secreto para hacer ‘desaparecer’ a quien les moleste. En este caso, a su esposa, con quien su relación iba de mal en peor.
      En la carta manuscrita, los suegros contaban a los jefes de N. que, entre sus locuras, figuraba la de decir que el SAS mató a Diana. La televisión británica que obtuvo una copia de la carta, ofrecida como testimonio en el tribunal militar, la entregó a la Policía después de dar la noticia y el comunicado de ayer confirma que las pesquisas sobre este comentario del soldado N. no justifican la reapertura del caso.
      Las tres investigaciones anteriores sobre la muerte de Lady Di llegaron a la misma conclusión: fue el resultado de un accidente de tráfico al que el conductor Henry Paul contribuyó por hallarse en estado de ebriedad. Había ingerido alcohol y medicamentos antidepresivos antes de ponerse al volante y estrellar el vehículo en uno de los postes bajo el Pont de l’Alma, en la ruta que va junto al río Sena, en el centro de la capital francesa.
      Los temores de la princesa
      En la investigación judicial francesa los fiscales descartaron los cargos contra los ‘paparazzi’ que perseguían el vehículo antes del choque. Sin embargo, posteriormente, los tribunales galos fallaron que tres fotógrafos fueron culpables de invadir la privacidad de Diana y Dodi Al Fayed y los multaron con un euro simbólico. Luego se abrió una encuesta judicial en el Reino Unido, habitual cuando un ciudadano británico muere, en territorio nacional o en un país extranjero, en circunstancias misteriosas.
      El juez responsable de la encuesta pidió a Scotland Yard que realizase su propia investigación. Un exjefe de la Policía, sir John Stevens, la encabezó. Se entrevistó con el príncipe Carlos, después de que los medios de comunicación divulgasen una carta a su mayordomo, Paul Burrell, escrita por Diana diez meses antes de morir. En ella, la princesa contaba que era un momento peligroso en su vida, que su exmarido quería deshacerse de ella y que temía que manipulasen los frenos de su coche.
      La investigación de la Policía británica llegó a la conclusión de que fue un accidente en el que la ebriedad del conductor tuvo un papel decisivo. Entonces, en 2007, comenzó la encuesta judicial, que fue pública y en la que comparecieron múltiples testigos. Se dio así satisfacción a Mohamed Al Fayed, padre de Dodi, acompañante de Diana aquella noche, que aireó su versión de lo ocurrido. El duque de Edimburgo habría ordenado el asesinato de su exnuera, madre del futuro rey británico.
      Sus lacayos –que, según los comentarios del soldado N. a su familia, serían el SAS– habrían deslumbrado al conductor del coche con un fogonazo de luz al entrar en el túnel y colocado como obstáculo adicional un Fiat Uno que circulaba a paso de burra, de tal modo que el chófer perdió el control de su Mercedes al esquivarlo y se estrelló. Murieron así los pasajeros que no llevaban el cinturón de seguridad (sobrevivió el guardaespaldas Trevor Rees, que sí lo tenía puesto). El jurado de la encuesta judicial también llegó a la conclusión en 2008 de que fue un accidente, del que culpó al conductor y a los paparazzi. Ahora, por fin, una vez cerradas todas las teorías de la conspiración, parece que Diana podrá descansar en paz.

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