TÍTULO: A MUERTO, BLAS PIÑAR, 95 AÑOS,.
Muere-foto- Blas Piñar a los a los 95 años, un icono de la ultraderecha española
El referente y valedor de la dictadura franquista fallece en su casa de Madrid
- “¡Caudillo Blas Piñar!”
- El heredero del franquismo en la Transición,.
- Icono de la extrema derecha en España. Heredero del franquismo durante la Transición. Blas Piñar López, fundador de Fuerza Nueva, ha muerto en su casa de Madrid a los 95 años, en la madrugada de este martes. Habitual en los homenajes al dictador Francisco Franco,
el fallecido siempre defendió el golpe de Estado del 18 de julio de
1936. Los achaques de salud le impidieron permanecer en activo, pero en
sus últimos años continuó escribiendo para revistas vinculadas a
formaciones ultras. Su último artículo lo redactó el pasado viernes. La
familia ha deseado, según ha explicado a este periódico, que el último
adiós se le dé en un acto "íntimo". Será enterrado en Toledo.
"Nos sentimos orgullosos de la noble cruzada española contra el comunismo en 1936",
gritaba ante más de 8.000 personas en la conmemoración al 20-N de 1991.
Un acto al que acudía de manera puntual. La última vez, en 2010.
"Franco está, a la vez, ausente y presente. Ausente porque concluyó su
vida en el tiempo, y presente, aunque no le vemos ni oímos, porque, sin
embargo, la verdadera memoria histórica, que es colectiva, nos lo hace
cercano", firmaba en 2012 en un artículo de la web Francisco Franco, tras suspenderse un homenaje al dictador
programado en un edificio público. "Hasta el final ha mantenido sus
ideas. No las traicionó. Se consideraba un patriota, defensor de la
tradición y del bando nacional. En ese sentido fue ejemplar. No hizo
como otros, como Fraga, que se adaptó al nuevo régimen", ha recordado
uno de sus 43 nietos, Blas Piñar Pinedo.
Piñar López nació en Toledo el 22 de noviembre de 1918. "Fue una
persona marcada por la Guerra Civil. Su padre, militar del bando
nacional, estuvo en el Alcázar de Toledo", ha explicado su nieto.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Madrid, en 1940 obtuvo el
doctorado y en 1944 ingresó por oposición en el Cuerpo de Notarios. Su
carrera profesional le llevó hasta Cieza, un municipio murciano de
35.240 habitantes, donde vivió un breve periodo; hasta que en 1949 se
trasladó a la capital de España para ejercer hasta su jubilación en
1988. "Fuerza Nueva entiende que si España es una nación no se compone
de nacionalidades", declaraba en 1979 en un artículo en EL PAÍS.
Enemigo acérrimo del Estado de las autonomías, Piñar recurrió a los
Reyes Católicos para defender la "unidad" del país. "Fernando e Isabel
la rehicieron [España] y ha llegado intacta hasta nosotros", aseguraba
el icono de la ultraderecha, elegido diputado por Madrid en 1979. En la
Cámara Baja aterrizó amparado por las siglas de Unión Nacional, coalición que integraba a Fuerza Nueva.
Durante toda esa primera legislatura de la etapa democrática, el líder
de la ultraderecha votó en contra de cada uno de los Estatutos de
Autonomía que se aprobó.
Carrera profesional
- Blas Piñar, en 1940, un año después del final de la Guerra Civil, se doctora en Derecho. Y en 1944 ingresa por oposición en el Cuerpo de Notarios.
- El líder de la ultraderecha durante la Transición ejerció, desde el 4 de enero de 1957 hasta 1962, como director del Instituto de Cultura Hispánica, creado en 1946, antecedente del ICI (Instituto de Cooperación Iberoamericana).
- Piñar fue miembro del Instituto de Estudios Jurídicos, vocal del
Consejo Rector del Centro de Estudios Universitarios y miembro del
Instituto de Derecho Comparado.
- En 1966 le nombran presidente de la Junta de Fundadores del semanario político Fuerza Nueva, publicada entre enero de 1967 y 1982.
El dirigente ultra, que además reclamaba la recuperación de la
soberanía sobre Gibraltar —a la que denominaba la "España irredenta"—,
presenció en el Congreso el intento de golpe de Estado del coronel Tejero el 23 de febrero de 1981. Este asalto al Parlamento lo apoyaría uno de sus hijos, el general de brigada Blas Piñar Gutiérrez, que firmó en 1981 el Manifiesto de los 100,
un panfleto de respaldo a los golpistas del 23-F. "Me seguiré
esforzando por mantener la esperanza de que el Ejército quiera, sepa y
pueda reaccionar antes de que sea demasiado tarde para España", escribió
Piñar Gutiérrez en 2008 tras pasar a la reserva.
La herencia familiar de Piñar López no acaba ahí. Casado con Carmen
Gutiérrez Duque, tuvo ocho hijos: tres varones y cinco mujeres. Una de
ellas, Valle Piñar, concurrió sin éxito a las elecciones de 2011 como
candidata a la alcaldía de Madrid. La descendiente del icono ultra se
presentó a los comicios con Alternativa Española (AES). En esa misma
cita electoral, Blas Piñar aparecía como número 25 en la lista de la
formación por Toledo. Además, dos de sus nietos, Miguel y Santiago
Menéndez Piñar, irrumpieron en 2004 en la obra de teatro Me cago en Dios en el Círculo de Bellas Artes y patearon al actor Fernando Incera sobre el escenario; y agredieron a Íñigo Ramírez de Haro, autor del libreto.
"España ha sido conformada por el catolicismo, y sin la unidad en
torno a él quiebran, como dijo Menéndez y Pelayo, las otras unidades",
afirmaba Blas Piñar, destacado miembro de Acción Católica y del régimen
totalitario. Nombrado consejero nacional del Movimiento por Francisco Franco
en 1971, fue procurador en Cortes durante cinco legislaturas de la
dictadura. En 1968 le concedieron el título de hijo predilecto de
Toledo.
A pesar de que votó en 1976 en las Cortes en contra de los proyectos
de Ley sobre Asociaciones Políticas y Reforma Política; al amparo de
estas, en octubre de ese año, Blas Piñar fundó Fuerza Nueva. Este
partido se disolvió en 1982 y cuatro años después se reconstituyó como Frente Nacional. Una formación a la que se sumó para presentarse a las elecciones europeas de 1987 y 1989. Pero no consiguió escaño.
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TÍTULO: LIBROS MARÍA DUEÑAS, ESCRITORA,.= MISIÓN OLVIDO ,.
MISIÓN OLVIDO,.
Incapaz
de recomponer sus propios pedazos, la profesora Blanca Perea acepta a
la desesperada lo que anticipa como un tedioso proyecto académico. Su
estabilidad personal acaba de desplomarse, su matrimonio ha saltado por
los aires. Confusa y devastada, la huida a la insignificante universidad
californiana de Santa Cecilia es su única opción.
El campus que la acoge resulta, sin embargo, mucho más seductor de lo
previsto, agitado en esos días por un movimiento cívico contrario a la
destrucción de un paraje legendario a fin de construir en él un enorme
centro comercial. Y la labor que la absorbe —la catalogación del legado
de su viejo compatriota Andrés Fontana, fallecido décadas atrás— dista
enormemente de ser tan insustancial como prometía.
A medida que se afana en vertebrar la memoria de aquel hispanista
olvidado, junto a ella va ganando cercanía Daniel Carter, un colega
americano veterano y atractivo que no ocupa el sitio que debería ocupar.
Entre ambos hombres, uno a través de sus testimonios póstumos y otro
con su complicidad creciente, Blanca se verá arrastrada hacia un
entramado de sentimientos encontrados, intrigas soterradas y puertas sin
cerrar.
¿Por qué nadie se preocupó nunca de rescatar lo que Andrés Fontana dejó a
su muerte? ¿Por qué, después de treinta años, alguien tiene interés en
que todo aquello se destape al fin? ¿Qué tiene que ver la labor
inconclusa del viejo hispanista con todo lo que está ocurriendo ahora en
Santa Cecilia? ¿Qué le movió a desempolvar la historia no contada de
las misiones del Camino Real? Antes de encontrar respuestas, Blanca aún
tiene mucho que entender.
Una novela luminosa, un tributo a las segundas oportunidades, la reconciliación y la reconstrucción.
El reencuentro con la autora que nos cautivó entre costuras y nos volverá a seducir con una misión inolvidable.
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