sábado, 18 de enero de 2014

QUE HAY DE NUEVO,LA CONCUBINA QUE PUEDO REINA ( Y LO HIZO) / SI TIENES 5 COSAS Y MINUTOS,./ QUE HAY DE NUEVO, EL ARTE DE SOBREVIVIR, SEGÚN FACEBOOK,.

TÍTULO:  QUE HAY DE NUEVO,LA CONCUBINA QUE PUEDO REINA ( Y LO HIZO) JUNG CHANG,.

Jung Chang-foto

Jung Chang (Chino simplificado: 张戎, Chino tradicional: 張戎; pinyin: ZhāngRóng; Wade-Giles: Chang Jung, nacida el 25 de Marzo de 1952) es una escritora británica nacida en China quien reside hoy en Londres, más conocida por la autobiografía de su familia Wild Swans, la cual ha vendido más de 10 millones de copias alrededor del mundo, pero ha sido prohibida en China continental.
La biografía de 832 páginas de Mao Zedong, Mao: La historia desconocida, la cual escribió junto con su marido, el historiador británico John Halliday, fue publicada en Junio de 2005 y es una descripción muy crítica de la vida y trabajo de Mao Zedong en China.

Vida en China

Chang nació el 25 de Marzo de 1952 en Yibin, Provincia de Sichuan, China. Sus padres eran miembros del Partido Comunista Chino, y su padre era muy apasionado por la literatura. De niña, Jung desarrolló rápidamente un apego por la lectura, la escritura y la composición poética.

Al ser sus padres cadres del partido, en un principio, la vida era relativamente buena para su familia. Sus padres trabajaban duro y su padre llegó a ser un propagandista exitoso a nivel regional. Su rango oficial era “funcionario nivel 10”, indicando que era uno de los aproximadamente 20.000 más importantes cadres o ganbu en el país. El Partido Comunista proveía a su familia una vivienda en un complejo amurallado y resguardado, una empleada doméstica y un chofer, además de una nodriza y una niñera para Chang y sus tres hermanos. Este nivel de privilegio, considerando lo relativamente pobre que era China en los años 50, era extraordinario.

Chang escribió que originalmente su nombre era Er-hong (二鴻 "Segundo Cisne"), el cual suena parecido a la palabra china para “rojo tenue”. Como los comunistas eran “rojo profundo”, ella le pidió a su padre que le cambiase el nombre cuando tenía 12 años, especificando que quería “un nombre que tenga un tono más militar”. Ella sugirió “Jung”, que significa “asuntos militares”.

La Revolución Cultural

Chang escribió que originalmente su nombre era Er-hong (二鴻 "Segundo Cisne"), el cual suena parecido a la palabra china para “rojo tenue”.1 Como los comunistas eran “rojo profundo”, ella le pidió a su padre que le cambiase el nombre cuando tenía 12 años, especificando que quería “un nombre que tenga un tono más militar”. Ella sugirió “Jung”, que significa “asuntos militares”.
Como muchos de sus compañeros, Chang decidió unirse a los Guardias Rojos a sus 14 años, durante los primeros años de la Revolución Cultural. En Wild Swans, ella expresó que en ese momento se encontraba “entusiasmada por hacerlo” y “feliz de utilizar la banda roja en mi brazo”. En sus memorias, Chang afirma que se negó a participar en los ataques en contra de sus profesores y otros chinos, y que dejo los Guardias Rojos luego de notar que estos eran muy violentos.
Los fracasos del Gran Salto Adelante llevaron a sus padres a oponerse a las políticas de Mao Zedong. Ellos fueron objeto de represalias durante la Revolución Cultural, al igual que muchos otros altos funcionarios del partido comunista. Cuando el padre de Chang criticó a Mao en forma directa, Chang escribió en Cisnes Salvajes que esto los expuso a represalias por parte de los simpatizantes de Mao. Sus padres fueron humillados públicamente – se les echo tinta sobre sus cabezas, fueron forzados a llevar pancartas denunciándolos alrededor de sus cuellos, arrodillarse en grava y pararse en la intemperie bajo la lluvia – esto, seguido de su encarcelamiento y enfermedades mentales y físicas como resultado del tratamiento que recibió su padre. Sus carreras fueron destruidas y su familia fue obligada a dejar su hogar.
Antes de la denunciación y encarcelamiento de sus padres, Chang había apoyado incondicionalmente a Mao en incluso se criticaba a ella misma por sus momentos de duda.2 No obstante, al momento de su muerte, el respeto que tenía hacia Mao, había desaparecido. Chang escribió que cuando se enteró de la muerte de Mao, tuvo que hundir su cabeza en el hombro de otro estudiante para pretender que estaba afligida. Ella explicó su cambió de opinión sobre Mao con los siguientes comentarios:
Los chinos que guardaban luto por Mao parecían estar genuinamente afligidos por su muerte. Pero me preguntaba cuantas de esas lágrimas eran genuinas. La gente había practicado la actuación a tal punto que la confundía con sus verdaderos sentimientos. El llorar por Mao fue, tal vez, un acto programado más en sus vidas programadas.3 Chang's depiction of the Chinese people as having been "programmed" by Maoism would ring forth in her subsequent writings.}}
La representación de que la gente china había sido “programada” por Mao por parte de Chang, resonaría en sus posteriores trabajos literarios.

Estudio del Inglés

La interrupción del sistema universitario por parte de los guardias rojos llevo a Chang, al igual que muchos de su generación, a alejarse de la tormenta política de la academia. Fue así que paso muchos años como campesina médica descalza (doctor campesino de medio tiempo), trabajadora siderúrgica y electricista, pese a que no recibió ningún tipo de entrenamiento formal debido a las políticas de Mao, las cuales no requerían instrucción formal como requisito para ese tipo de trabajos.
Las universidades eventualmente reabrieron y ella obtuvo un cupo en la Universidad de Sichuan para estudiar inglés, para luego convertirse en profesor ayudante allí. Luego de la muerte de Mao, pasó un examen que le permitió estudiar en occidente, y su aplicación para irse de China fue aprobada una vez que su padre estaba “políticamente rehabilitado”.

Vida en Gran Bretaña

Antecedentes Académicos

Chang dejó China en 1978 para estudiar en Gran Bretaña con una beca del gobierno, pasando primero por Soho, Londres. Luego se mudó a Yorkshire donde estudió lingüística en la Universidad de York con una beca de la universidad misma mientras vivía en Derwent College. Recibio su Ph.D. en lingüística de la Universidad de York en 1982, convirtiéndose así en la primera persona de la República Popular de China en recibir un Ph.D. de una universidad británica. En 1986, ella y Jon Halliday publicaron Mme Sun Yat-sen (Soong Ching-ling), una biografía de la viuda de Sun Yat-Sen
También ha sido investida Doctor Honoris Causa por la Universidad de Buckingham, la Universidad de York, la Universidad de Warwick y la Open University. También impartió clases durante un tiempo en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos en Londres, antes de retirarse en los años 90 para concentrarse en sus obras literarias.

Nuevas Experiencias

En el año 2003, Jung escribió un nuevo prefacio para Wild Swans, describiendo sus primeros años en Gran Bretaña y explicando por qué escribió el libro. Habiendo vivido en China en los años 60 y 70, el Reino Unido le pareció emocionante. Luego del shock cultural inicial, rápidamente llegó a amar al país, espcialmente su diversidad de culturas, literatura y arte. Incluso encontró coloridos escaparates dignos de escribir sobre ellos en sus cartas: Hyde Park y Kew Gardens la llenaban de inspiración. Aprovechó cada oportunidad que tuvo para ver obras de teatro de Shakespeare, tanto en Londres como en York. No obstante, aún tiene un lugar especial en su corazón para China, indicando en una entrevista con Harper Collins, “Siento que tal vez mi corazón aún está en China”.4
Chang vive en la zona Oeste de Londres con su esposo, el historiador británico Jon Halliday, que se especializa en historia Soviética. Chang visita China continental regularmente para ver a su familia y amigos, con permiso de las autoridades chinas, pese a realizar investigaciones para su biografía de Mao allí.

Celebridad

La publicación del segundo libro de Jung Chang, Cisnes Salvajes, la convirtió en una celebridad. Su estilo literario único, mediante el cual usa una descripción personal de la vida de tres generaciones de mujeres chinas para mostrar los muchos cambios por los que pasó el país, resultó ser muy exitoso. Se vendieron grandes cantidades de ejemplares y la popularidad del libro lo llevo a ser traducido a varios idiomas y a ser vendido en todo el mundo.

Publicaciones

Wild Swans

El bestseller internacional es una biografía de tres generaciones de mujeres chinas en la China del siglo 20 – su abuela, su madre y ella misma. Chang presenta un vivo retrato de la agitación política y militar de China en este periodo, desde la boda de su abuela con un señor de la guerra, a las experiencias de su madre Jinzhou durante la ocupación Japonesa durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa y sus propias experiencias de los efectos de las políticas de Mao de los años 50 y 60.
Wild Swans fue traducido a 30 idiomas y vendió 10 millones de copias, recibiendo halagos de autores como J.G. Ballard, al igual que criticismo por parte de Kaz Ross de la Universidad de Tasmania.5 It is banned in mainland China, though two pirated versions are available, as are translations in Hong Kong and Taiwan.
El último trabajo de Chang, una biografía de Mao, fue escrito en colaboración con su esposo Jon Halliday y presenta a Mao en una forma extremadamente negativa. La pareja viajó alrededor del mundo para realizar la investigación necesaria para el libro que les tomó 12 años escribir.6 Entrevistaron a cientos de personas que habían conocido a Mao, incluyendo a George Bush, Henry Kissinger y Tenzin Gyatso, el Dalai Lama.6
Dentro de su criticismo a Mao, Chang y Halliday indican que pese a haber nacido en el seno de una familia campesina rica, a él no le interesaba el bienestar del campesinado chino. Ellos hacen responsable a Mao por la hambruna desatada por El Gran Salto Adelante y afirman que él exacerbó la hambruna al permitir que la exportación de grano continúe, aún cuando China no tenía suficiente grano para alimentar a toda su población. También afirman que Mao mandó arrestar y asesinar a muchos de sus opositores políticos, incluyendo a algunos de sus amigos cercanos, e indican que fue un líder más tiránico que lo que anteriormente se pensaba.
Mao: La historia desconocida se convirtió en un bestseller, con ventas que tan solo en el Reino Unido alcanzaron las 60.000 unidades en seis meses.7 Académicos y comentaristas escribieron reseñas variadas, algunos elogiándolo grandemente, mientras que otros tuvieron duras críticas8 to serious criticism.9 Mientras que las publicaciones mediáticas en general tendieron a elogiar al libro, académicos especializados en el tema cuestionaron la veracidad factual de las conclusiones de Chang y Halliday, y señalaron el uso selectivo de evidencia. El Sidney Morning Herald reporto que mientras solo algunos comentaristas “cuestionaban el tema”, “algunos de los más importantes estudiosos de la historia moderna de China” se habían referido al libro como “una grave distorsión de los hechos”.10 7

Lista de Trabajos

  • Jung Chang and Jon Halliday, Madame Sun Yat-Sen: Soong Ching-Ling (London, 1986); Penguin, ISBN 0-14-008455-X
  • Jung Chang, Wild Swans: Three Daughters of China (London, 1992); 2004 Harper Perennial ed. ISBN 0-00-717615-5
  • Jung Chang, Lynn Pan and Henry Zhao (edited by Jessie Lim and Li Yan), Another province: new Chinese writing from London (London, 1994); Lambeth Chinese Community Association, ISBN 0-9522973-0-2.
  • Jung Chang and Jon Halliday, Mao: The Unknown Story (London, 2005); Jonathan Cape, ISBN 0-679-42271-4
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  •  TÍTULO:  SI TIENES 5 COSAS  Y MINUTOS,.

    1--1 -Minuto- Valentino, cara B,.
    2--3-Minutos Chicas con futuro,
    3--10-Minutos Miss Marvel ¡ Salaam!.
    4-- 30 Minutos Mariposas por una buena causa
    5-- 2 -Horas Tres ( Personas ) en una,.
 TÍTULO: QUE HAY DE NUEVO,  EL ARTE DE SOBREVIVIR, SEGÚN FACEBOOK,.

El próximo 22 de febrero se cumplirán 225 años del nacimiento de uno de los más ingeniosos y carismáticos filósofos de la historia del pensamiento: Arthur Schopenhauer (1788-1860). Con el objetivo de conmemorar esta señalada fecha, la editorial barcelonesa Herder, que ya ha publicado importantes obras de y sobre el autor de Danzig (entre las que cabe destacar Senilia, escrito que aún se encontraba inédito en lengua española), nos ofrece un librito de envidiable presentación a través del que podremos conocer algunos de los dictados más importantes de Schopenhauer.
¿Quién perseveraría en la vida como es, si la muerte fuera menos terrible? Y ¡quién podría soportar siquiera el pensamiento de la muerte, si la vida fuera una alegría! […] La verdad es que las dos son inseparables, en cuanto que forman una equivocación de la que salir es tan difícil como deseable.
Es bien conocida la clásica semblanza de tono pesimista que del filósofo suele darse. Desde luego, el pensamiento de Schopenhauer no se caracteriza -al menos en su contenido más explícito- por su alabanza de la vida y sus encantos; más bien todo lo contrario. Son numerosos los fragmentos en los que invita a vivir en el más absoluto recogimiento, alejado de otros seres humanos (que las más de las veces solo traen problemas); él mismo confesaba en 1833 que “vivo como un anacoreta, entregado total y exclusivamente a mis estudios y mi labor”. Dos años más tarde escribía a su hermana Adele, con quien mantuvo una relación un tanto díscola, que “los hombres no significan nada para mí, en ninguna parte”.
Se habrá mostrado cómo la idea del ser en el tiempo es la idea de un desventurado estado, cómo el ser en el tiempo es el mundo, el reino del azar, del error y la maldad, […] cómo el querer vivir es la verdadera perdición, […] la vida no es sino una muerte pospuesta.
Tampoco los aparentes goces de la existencia parecían convencer a este tozudo pensador de que la vida fuera mejor que la inexistencia, por mucho que, hay que decirlo, disfrutara de ellos en más de una ocasión, al menos en su juventud junto a alguno de sus amigos más íntimos. A pesar de su acomodada posición social y económica, o gracias a ella, le fue posible emprender numerosos viajes de infancia junto a sus padres que le hicieron abrir los ojos ante el horroroso espectáculo en que el mundo puede llegar a convertirse. Sus testimonios, además, quedaron recogidos en sus diarios de viaje (publicados por Trotta recientemente en excelente edición).
El tedio no es ni mucho menos un mal que pueda subestimarse: acaba pintando en el rostro verdadera desesperación. Hace que seres que se aman tan poco entre sí como los hombres, no obstante, se busquen tanto, y se convierte así en la fuente de toda sociabilidad.
Aunque muchas de sus sentencias suenen más bien a invectiva o reprimenda, el núcleo central de la filosofía schopenhaueriana puede encerrar, y de hecho tal era su cometido al redactar sus escritos, una enseñanza que permita desengañarnos de la vida (Baltasar Gracián fue siempre uno de los autores en los que el alemán reconoció un fuerte influjo), que nos ayude a habitar este terrible infierno que constituye la existencia con todos sus dolores y sufrimientos diversos… pero también los placeres. Pues hay que recordar que para Schopenhauer el placer no supone más que el mecanismo del que se vale la voluntad para engancharnos a su infinita y funesta dinámica (lo que los hinduistas llaman samsara): el querer solo encierra desgracias, nuestros impulsos más hondos nos empujan a satisfacer necesidades del todo estúpidas que, una vez tras otra, vuelven a aparecer en el transcurso de la vida. Nuestro continuo empeño, lo que a fin de cuentas nos permite permanecer ocupados en la existencia, no es más que el intento de dar satisfacción a unos deseos que siempre se vuelven infinitos.
Lo que ocupa a todos los seres vivos y los mantiene en movimiento es el afán de existir. Con la existencia, sin embargo, cuando se tiene por segura, los hombres ya no saben qué hacer; por ello, la segunda cosa que los mantiene en movimiento estriba en el afán de librarse del peso de la existencia, hacer que no se note, “matar el tiempo”, es decir, escapar al tedio. 
Y es precisamente en este sentido en el que Schopenhauer puede venir en nuestra ayuda -aunque pudiera parecer todo lo contrario-. La estrategia, absolutamente gracianesca (como ya hemos apuntado), consiste en destapar los aspectos más incómodas de la vida para vivir no a la manera estoica (que Schopenhauer criticó duramente en la segunda parte de su obra principal), que parece conformarse con asumir las monstruosidades de la existencia y establecer una suerte de convivencia con ellas; más bien, el pensador de Danzig propone consumir nuestro tiempo como si el yo que somos careciera de la más mínima importancia, como si nuestro cuerpo fuera un fenómeno que está de paso y que, en algún momento, dejará de existir. Esta forma de proceder, consistente en ser capaces de reconocer -dicho llanamente- que en realidad nada importa, arriba, en su extremo, a la muerte por inanición, a “dejarse ir”.
La muerte es, además de todo, la gran oportunidad de dejar de ser yo; feliz aquel que la aprovecha. Durante la vida, la voluntad humana carece de libertad: sobre la base de su carácter imperturbable, su obrar se desarrolla con necesidad, atado a la cadena de los motivos.
Pero no nos pongamos tan serios. Schopenhauer fue hombre que disfrutó de su buen apetito, de su lucidez mental y de su entereza física hasta poco antes de su muerte. Murió en paz, recostado en uno de los sillones de su casa de Frankfurt; fue su ama de llaves quien puso el grito en el cielo cuando contempló el cadáver. Se dice que no sufrió y que su rostro presentaba un semblante nada forzado, incluso risueño.
Y quizás este sea el mejor resumen que de su obra nos legó: que la vida no es sino un negocio en el que tenemos las de perder, y que, si bien la severidad con la que a veces nos trata pone contra las cuerdas a nuestro ánimo, no hay motivos para que, de cuando en cuando, mostremos una mirada entre desafiante y confiada al destino y reconozcamos que nuestra derrota no es más que el definitivo triunfo…

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