sábado, 18 de enero de 2014

ENREDATE, DAMA O ALFIN,./ MUÑECAS Y ESPADAS,.

TÍTULO: ENREDATE, DAMA O ALFIN,.

Apertura de alfil de dama

Chess zhor 26.png
Chess zver 26.png a8 rd b8 nd c8 bd d8 qd e8 kd f8 bd g8 h8 rd Chess zver 26.png
a7 pd b7 pd c7 pd d7 e7 pd f7 pd g7 pd h7 pd
a6 b6 c6 d6 e6 f6 nd g6 h6
a5 b5 c5 d5 pd e5 f5 g5 h5
a4 b4 c4 d4 pl e4 f4 bl g4 h4
a3 b3 c3 d3 e3 f3 nl g3 h3
a2 pl b2 pl c2 pl d2 e2 pl f2 pl g2 pl h2 pl
a1 rl b1 nl c1 d1 ql e1 kl f1 bl g1 h1 rl
Chess zhor 26.png
Apertura de alfil de dama. Posición principal
La Apertura de alfil de dama (ECO D02) está íntimamente ligada al Sistema Colle. En realidad consiste en sacar el alfil blanco de casillas negras antes de jugar e3, pero este hecho modifica totalmente las ideas estratégicas, ya que es necesario jugar h3 para ocultar el alfil en h2 cuando sea atacado, y no es necesario aplicar el plan de avanzar el peón de rey. Además, el alfil ya está apuntando al flanco de dama. Por lo demás, las blancas han de desplegar sus piezas como en el Sistema Colle: d4, Cf3, e3, Ad3, 0-0, Cbd2 casi independientemente de lo que jueguen las negras. En lugar de c3, y puesto que se va a atacar el flanco de dama, quizá sea mejor directamente c4, junto con b4 y c5, aunque hay que buscar las mejores condiciones para hacer esto.,etc,.

 TÍTULO: MUÑECAS Y ESPADAS,.



Mi hijo Alex ha esperado a que pasaran unos días después de Reyes para decirme, con guasa: “No te imaginaba regalando barbies”. Y es que Maya, la pequeña de la familia, ha escrito este año sus cartas a Papá Noel y a los Reyes pidiendo barbies y su madre me había advertido que la niña las tendría fuera cual fuera mi opinión, sin imaginar que yo estaba más que dispuesta a pasar por el aro, así que la sorprendí con las tres que pedía. Cuando yo tenía muchos menos años, me negaba a comprar barbies. 

Me parecían un juguete sexista, que representaba una manera de ser mujer que me producía rechazo. En casa sabían que conmigo no podían contar para hacer esos sueños realidad. Claro que lo mismo me sucedía con espadas, pistolas... Ya me encargaba yo de dejar claro a Papá Noel y a los Reyes que no podían dejar esos juguetes, aunque no siempre con éxito. El tiempo a veces cura ciertas tonterías, como esta. Porque es evidente que jugar con barbies no convierte a las niñas en estúpidas dispuestas a perpetuar el rol de mujer objeto. Igual que jugar con una espada no hace que un niño se vuelva psicópata. Alex se ríe recordando que, cuando tenía seis o siete años y pedía las armas de las Guerra de las Galaxias, yo le respondía con insoportables discursos sobre la maldad de las armas. Mea culpa tanta estupidez. Menos mal que su padre no me hacía demasiado caso y pasaba del enfado que me cogía cuando los Reyes Magos aparecían con un arco y unas flechas, una pistola galáctica o una espada y un escudo de “romanos”. Ahora Maya juega con Barbies, le encantan los vestidos rosas y se coloca todo tipo de lazos en el pelo.
Maya estaba empeñada en tener una caja de maquillaje, que los Reyes trajeron sin rechistar. Con sus seis años, es la primera de la clase, lee en dos idiomas a la perfección y escribe cuentos, prueba de que ni Barbie ni la caja de maquillaje le afectan a las neuronas. Y no hay niño, ni siquiera su hermano, que se atreva a rechistarla. Tiene una seguridad aplastante y con dos palabras pone a cada uno en su sitio. Tengo un par de sobrinas que también se ríen de mí por mi manía a Barbie, porque ellas de pequeñas jugaban con la muñeca y es evidente que tampoco les ha “afectado”. Son chicas estupendas, buenas estudiantes antaño y hoy estupendas profesionales.
Vamos, que los lazos y el vestido rosa no impiden pensar y ser lo que quieren. De la misma manera que Alex, que se divertía jugando a la Guerra de las Galaxias, es una persona pacífica, dispuesto a ayudar a quien lo necesita, a proteger a los débiles, incapaz de hacer daño a una mosca. Estaba equivocada. Mis prejuicios me impedían ver la realidad: la pulsión que sienten los niños por ciertos juguetes y que lo importante no es el juguete sino la educación que reciban. Sé que muchas de mis amigas me llamarán para ponerme “verde”. Creerán que los años me están volviendo blanda y que ya no soy capaz de negar nada a los pequeños de la casa. Y es verdad que los juguetes son parte de la educación, pero les aseguro que mi experiencia me ha enseñado que jugar con barbies o espadas no tiene efectos secundarios. Palabrita del Niño Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario