REVISTA CAMPO, PARA ESTAR EN EL CAMPO HAY QUE INVERTIR CADA AÑO,.

TÍTULO: REVISTA CAMPO, PARA ESTAR EN EL CAMPO HAY QUE INVERTIR CADA AÑO,.

Villanueva de la Serena inició a finales de julio, justo tras las fiestas patronales de 'Santiaguito', la campaña de recolección de tomate. Una campaña que se presenta con varios alicientes en lo positivo. Entre ellos, la subida de los kilos contratados respecto al año pasado en un 14 por ciento. Agronómicamente, el cultivo se está comportando bien en el campo y no debería haber problemas en la recepción por parte de las industrias, aunque realmente será en las próximas semanas cuando se produzca el verdadero aluvión en las entregas.foto,.

En este caso, el auténtico termómetro de la campaña tomatera en la localidad lo marca la actividad de la cooperativa agrícola San Isidro, que este año ha cerrado un contrato de 114 millones de kilos de tomate, lo que supone 11 millones más que el año pasado.

De estos 114 millones de kilos, 85 se han contratado con la industria Transa de Villanueva, 18 con Tomates del Guadiana de Santa Amalia, 6 con Agraz de Badajoz y 5 con Impralsa de Miajadas. Son un centenar de socios-agricultores los que se encargan de aportar la materia prima sembrada en una superficie de unas 1.360 hectáreas, lo que supone casi 150 hectáreas más respecto al año pasado.

En definitiva, por lo que se aventura, podría haber excedente de tomate. En este sentido, el gerente de la cooperativa San Isidro confía en la buena disposición de las fábricas de cara a aumentar en un momento dado la contratación, ante los buenos resultados productivos que se están dando.

Las variedades tempranas están funcionando bien y se espera que las tardías también lo hagan aunque, como advierte Gómez, «el tomate tardío tiene más problemas en campo y más riesgos potenciales, pues los remates de cosecha son del 15 de septiembre al final de mes y ahí ya no está garantizado que el tiempo pueda acompañar tan bien como ahora». En este sentido, el gerente espera que en lo que queda de campaña «no haya apenas cambios, no haya ni lluvias ni tormentas, ni que suban mucho las temperaturas, ya que eso provoca que aborten muchas flores y que el cuaje del tomate no sea el correcto».

Sobre los precios, Gómez reconoce que «ha fluctuado poquito en los últimos años, entre los 76 y 78 euros por tonelada, por lo que la subida de costes no se amortiguan en realidad, por tanto sólo nos queda agarrarnos a buenas producciones para buscarle rentabilidad al cultivo». Todo el tomate recolectado por los agricultores villanovenses y que va a Transa, se lleva directamente y se descarga en la industria. Por su parte, el que va a las otras industrias se deposita en cubas en la cooperativa, para su transporte.