-foto-Miguel Ángel Revilla estrena su programa de entrevistas en Telecinco. "He intentado no entrar en debates con Pasqual Maragall y Julio Anguita, pero no sé si lo habré conseguido",.
Cuando Miguel Ángel Revilla (Salceda, Cantabria, 1943) le llevó la
lata de anchoas a Zapatero, Andreu Buenafuente empezó a llevarle a su
programa. Era cuestión de tiempo que el expresidente de Cantabria
tuviera uno propio. Ya lo tiene, se llama 'Este país merece la pena' y
se estrena hoy, a las 13.00 horas, en Telecinco. Revilla recorre España
buscando el perfil más solidario de sus invitados: el juez Elpidio
Silva, el exgimnasta Gervasio Deferr, el presidente de Ciutadans, Albert
Rivera...
- Se ha hecho esperar.
- Ya me extrañaba que lo fueran a estrenar, porque desde junio que lo grabamos… Hicimos muchas horas y no sé cómo lo habrán editado. No lo he visto todavía.
- Dice que este país «merece la pena». Pero está de capa caída.
- España es un país en decadencia, mira si no el caso del 'pequeño Nicolás', es una cosa inaudita.
- ¿Tiene una foto con él?
- A mí no me ha cazado en ningún lado (risas). ¡Y mira que me hago fotos con gente a lo largo del día, eh!
- ¿Veremos al Revilla cañero?
- Me he ganado a pulso esa imagen después de dar mucha caña con todos los casos de corrupción, y ahora la idea es resarcirme. España no se merece esto que está pasando, porque es un pueblo que merece la pena, que está lleno de gente extraordinaria que se levanta cada día con el ánimo de sacar adelante a los suyos. Quería dar esa imagen desde el programa, que se viera que la corrupción no es la tónica general del país.
- ¡Menudos invitados!
- He tenido que hacer una especie de terapia personal, porque tengo tendencia a hablar demasiado y en este programa el protagonista no soy yo. No quería entrar en debates con invitados como Pasqual Maragall o Julio Anguita, pero no sé si lo habré conseguido.
- Cada vez que sale en televisión, se dispara la audiencia.
- No sé por qué. Para mí es una sorpresa. Eso ha ocurrido desde que no soy presidente. Yo pensaba que a lo mejor era noticia por el cargo que tenía o por ir en taxi a La Moncloa, pero cuando dejé de ser presidente fue cuando más me empezaron a llamar desde los medios de comunicación, porque saben que digo lo que pienso y no debo nada a nadie.
El «diagnóstico» de Podemos
- En lo de levantar audiencias coincide con Pablo Iglesias.
- Podemos no dice nada distinto a lo que yo digo en los libros que he escrito. En lo que no estoy de acuerdo con ellos es en sus soluciones. Creo que ellos pensaban que no iban a tener opciones de Gobierno y ahora están empezando a cambiar, porque son muy preocupantes las cosas que dicen sobre no pagar la deuda. ¡Sería un desastre! Pero su diagnóstico es clavado al mío.
- Sigue en la pelea.
- Tengo ya casi 72 años y no ando bien de salud, pero en Cantabria volveré a presentarme en mayo. A nivel nacional es tiempo de otras personas, con otra edad.
- ¿Es cierto que no cobró nada por este programa?
- Yo nunca he cobrado nada por ir a televisión. En este programa me pagaron un poquito, pero lo doné a una fundación.
- Por cobrar, no, pero por ir mucho a la tele sí le critican.
- ¡Y ahora quieren ir todos! Yo ya iba al programa de Buenafuente hace cinco años. La gente debe de saberlo todo de los políticos, y si tienes la posibilidad de que se haga a través de un medio de comunicación creo que es positivo.
- ¿Qué programas le gusta ver?
- Todos los de 'National Geographic', los de animales, los adoro. También sigo los debates claro, soy un asiduo del programa de Jesús Cintora, en Cuatro.
TÍTULO: VIAJANDO CON CHESTER,
El exjugador del FC Barcelona, Johann
Cruyff, y el fundador de Telepizza, Leopoldo Fernández Pujals,
emprenden camino acompañados de Risto Mejide para charlar sobre sus
diferentes trayectorias profesionales, marcadas en ambos casos por
astronómicas cifras de dinero.
Su trayectoria no se quedó ahí. Años después entró a formar parte de Jazztel. “Cuando llegué me di cuenta de que éramos pequeñitos y que no podíamos competir con las grandes. Vi que la facturación de ADSL crecía y crecía y decidimos meternos ahí para hacer negocio. Y ha salido bien”. Tanto es así que ahora que la compañía ha sido vendida a la francesa Orange, y por ello, Leopoldo recibirá más de 400 millones de euros por la venta.
Con una trayectoria plagada de éxitos, Fernández Pujals se ha forjado una opinión muy clara y concisa acerca de gobiernos, políticas económicas y neoliberalismos: “No conozco la reforma laboral de España, en Jazztel no hemos despedido a nadie acogiéndonos a esta ley. Yo soy liberal y creo que el problema de la crisis y la brecha social radica en la formación. En las escuelas deberían formar a futuros empresarios y emprendedores, para que hagan lo que yo he hecho. Las diferencias entre ricos y pobres no las ha de solucionar el estado”.
Y cómo no, también tiene su propia opinión sobre el partido político del momento, Podemos: “El discurso de Pablo Iglesias me recuerda al que escuché en 1959 de la boquita de Fidel Castro. El comunismo reparte pobreza, punto. Categóricamente te lo digo yo, y si no, ve a Cuba. Y no hables con la casta totalitaria de izquierdas, habla con el pueblo”.
- Se ha hecho esperar.
- Ya me extrañaba que lo fueran a estrenar, porque desde junio que lo grabamos… Hicimos muchas horas y no sé cómo lo habrán editado. No lo he visto todavía.
- Dice que este país «merece la pena». Pero está de capa caída.
- España es un país en decadencia, mira si no el caso del 'pequeño Nicolás', es una cosa inaudita.
- ¿Tiene una foto con él?
- A mí no me ha cazado en ningún lado (risas). ¡Y mira que me hago fotos con gente a lo largo del día, eh!
- ¿Veremos al Revilla cañero?
- Me he ganado a pulso esa imagen después de dar mucha caña con todos los casos de corrupción, y ahora la idea es resarcirme. España no se merece esto que está pasando, porque es un pueblo que merece la pena, que está lleno de gente extraordinaria que se levanta cada día con el ánimo de sacar adelante a los suyos. Quería dar esa imagen desde el programa, que se viera que la corrupción no es la tónica general del país.
- ¡Menudos invitados!
- He tenido que hacer una especie de terapia personal, porque tengo tendencia a hablar demasiado y en este programa el protagonista no soy yo. No quería entrar en debates con invitados como Pasqual Maragall o Julio Anguita, pero no sé si lo habré conseguido.
- Cada vez que sale en televisión, se dispara la audiencia.
- No sé por qué. Para mí es una sorpresa. Eso ha ocurrido desde que no soy presidente. Yo pensaba que a lo mejor era noticia por el cargo que tenía o por ir en taxi a La Moncloa, pero cuando dejé de ser presidente fue cuando más me empezaron a llamar desde los medios de comunicación, porque saben que digo lo que pienso y no debo nada a nadie.
El «diagnóstico» de Podemos
- En lo de levantar audiencias coincide con Pablo Iglesias.
- Podemos no dice nada distinto a lo que yo digo en los libros que he escrito. En lo que no estoy de acuerdo con ellos es en sus soluciones. Creo que ellos pensaban que no iban a tener opciones de Gobierno y ahora están empezando a cambiar, porque son muy preocupantes las cosas que dicen sobre no pagar la deuda. ¡Sería un desastre! Pero su diagnóstico es clavado al mío.
- Sigue en la pelea.
- Tengo ya casi 72 años y no ando bien de salud, pero en Cantabria volveré a presentarme en mayo. A nivel nacional es tiempo de otras personas, con otra edad.
- ¿Es cierto que no cobró nada por este programa?
- Yo nunca he cobrado nada por ir a televisión. En este programa me pagaron un poquito, pero lo doné a una fundación.
- Por cobrar, no, pero por ir mucho a la tele sí le critican.
- ¡Y ahora quieren ir todos! Yo ya iba al programa de Buenafuente hace cinco años. La gente debe de saberlo todo de los políticos, y si tienes la posibilidad de que se haga a través de un medio de comunicación creo que es positivo.
- ¿Qué programas le gusta ver?
- Todos los de 'National Geographic', los de animales, los adoro. También sigo los debates claro, soy un asiduo del programa de Jesús Cintora, en Cuatro.
TÍTULO: VIAJANDO CON CHESTER,
Domingo a las 21.30 horas
-foto-Risto Mejide y su Chester viajan este domingo con dos 'poderosos caballeros'
Johan Cruyff y Leopoldo
Dicen que el dinero no cambia a las personas, pero sí
todo lo que está a su alrededor. O que ser rico no da la felicidad,
aunque ayude a conseguirla. 'Viajando con Chester' emprende camino esta
semana con dos invitados que saben mucho de dinero y de sacarle rentabilidad
a sus carreras profesionales para comprobar qué hay de verdad en estos
dichos populares. El icónico jugador y entrenador del FC Barcelona,
Johan Cruyff, y el fundador de Telepizza, la primera gran cadena de
comida rápida española, Leopoldo Fernández Pujals, se sientan este
domingo a las 21.30 h, en dos sofás muy diferentes conectados por un
'poderoso caballero'.
Johan Cruyff: "Soy un hombre que más o menos sabe lo que vale cada uno, así que yo domino el dinero en el vestuario"
Ha sido uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos, y por si fuera poco, agrandó su leyenda siendo el entrenador del mejor FC Barcelona de todos los tiempos (con permiso de Pep Guardiola). Johan Cruyff viaja con Risto y Chester con la misma premisa de control y dominio de la situación que le gustaba ejercer en el terreno de juego. No en vano, tiene clara la clave de su éxito: “El mejor será siempre quien domine el balón, porque sólo hay un balón en el campo. Si lo tengo yo, no lo tienes tú, y mientras lo tengo yo, yo decido lo que está pasando. Estoy bastante orgulloso porque ahora veo que muchos de aquellos jugadores son entrenadores y repiten el proceso”.
Cruyff fue, en todos los términos, un hombre revolucionario que supo ver la visión empresarial del deporte rey. Fue de los primeros jugadores en tener un manager que se encargara de su representación y sus contratos. “Cogí a mi suegro. Me aconsejó, me dijo que no estaba recibiendo un trato justo por parte del Ajax. Yo tenía un contrato de juveniles, pero jugaba siempre en el primer equipo. Fuimos a hablar un día con la junta y les dije que no se estaban portando bien, que no me pagaban el sueldo del primer equipo. No era justo”.
Con fama de pesetero¸ durante meses mostró su disconformidad a no recibir dinero por lucir publicidad de una marca deportiva que le usaba como imagen: “Estamos hablando de hace 40 años, en ese momento la publicidad en el fútbol y en el deporte era muy poca. Y entonces llegaron las grandes empresas que querían que lleváramos la camiseta sin pagarnos. Yo les dije, ‘Tú vende la camiseta, pero sin mi cara; con mi cara, hay que pagar’. Como no nos pusimos de acuerdo, en vez de las tres rayas del logotipo oficial, quité una y jugaba con dos. Tenía una camiseta diferente a la de todos”.
Su afán por controlar la situación económica se mantuvo también en sus años como entrenador. Cruyff negoció los sueldos de jugadores clave como Guardiola o Stoichkov. “Yo soy el jefe del vestuario. Y en el vestuario se sabe todo. También lo que gana cada uno. El número 10 no puede ganar más que el número 1. Soy un hombre que más o menos sé lo que vale uno, así que yo domino el tema del dinero en el vestuario. Siempre, toda la vida lo he hecho”.
Leopoldo Fernández Pujals: "Las diferencias entre ricos y pobres no las ha de solucionar el estado"
Es el empresario modelo. El hombre hecho a sí mismo que hizo una gran fortuna gracias a la excelente mezcla de mucho trabajo, esfuerzo y una idea visionaria. Después de años haciendo pizzas hasta altas horas de la madrugada, el hispano-cubano Leopoldo Fernández Pujals alumbró la que sería la cadena española líder en comida rápida, la pionera Telepizza: “Tuvimos muchas peticiones de franquicias y nos extendimos por toda España. Salimos a Bolsa, las acciones se dispararon y no paramos de crecer. Decidí vender la compañía y me pagaron 370 millones de euros. Así me hice rico”.
Johan Cruyff: "Soy un hombre que más o menos sabe lo que vale cada uno, así que yo domino el dinero en el vestuario"
Ha sido uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos, y por si fuera poco, agrandó su leyenda siendo el entrenador del mejor FC Barcelona de todos los tiempos (con permiso de Pep Guardiola). Johan Cruyff viaja con Risto y Chester con la misma premisa de control y dominio de la situación que le gustaba ejercer en el terreno de juego. No en vano, tiene clara la clave de su éxito: “El mejor será siempre quien domine el balón, porque sólo hay un balón en el campo. Si lo tengo yo, no lo tienes tú, y mientras lo tengo yo, yo decido lo que está pasando. Estoy bastante orgulloso porque ahora veo que muchos de aquellos jugadores son entrenadores y repiten el proceso”.
Cruyff fue, en todos los términos, un hombre revolucionario que supo ver la visión empresarial del deporte rey. Fue de los primeros jugadores en tener un manager que se encargara de su representación y sus contratos. “Cogí a mi suegro. Me aconsejó, me dijo que no estaba recibiendo un trato justo por parte del Ajax. Yo tenía un contrato de juveniles, pero jugaba siempre en el primer equipo. Fuimos a hablar un día con la junta y les dije que no se estaban portando bien, que no me pagaban el sueldo del primer equipo. No era justo”.
Con fama de pesetero¸ durante meses mostró su disconformidad a no recibir dinero por lucir publicidad de una marca deportiva que le usaba como imagen: “Estamos hablando de hace 40 años, en ese momento la publicidad en el fútbol y en el deporte era muy poca. Y entonces llegaron las grandes empresas que querían que lleváramos la camiseta sin pagarnos. Yo les dije, ‘Tú vende la camiseta, pero sin mi cara; con mi cara, hay que pagar’. Como no nos pusimos de acuerdo, en vez de las tres rayas del logotipo oficial, quité una y jugaba con dos. Tenía una camiseta diferente a la de todos”.
Su afán por controlar la situación económica se mantuvo también en sus años como entrenador. Cruyff negoció los sueldos de jugadores clave como Guardiola o Stoichkov. “Yo soy el jefe del vestuario. Y en el vestuario se sabe todo. También lo que gana cada uno. El número 10 no puede ganar más que el número 1. Soy un hombre que más o menos sé lo que vale uno, así que yo domino el tema del dinero en el vestuario. Siempre, toda la vida lo he hecho”.
Leopoldo Fernández Pujals: "Las diferencias entre ricos y pobres no las ha de solucionar el estado"
Es el empresario modelo. El hombre hecho a sí mismo que hizo una gran fortuna gracias a la excelente mezcla de mucho trabajo, esfuerzo y una idea visionaria. Después de años haciendo pizzas hasta altas horas de la madrugada, el hispano-cubano Leopoldo Fernández Pujals alumbró la que sería la cadena española líder en comida rápida, la pionera Telepizza: “Tuvimos muchas peticiones de franquicias y nos extendimos por toda España. Salimos a Bolsa, las acciones se dispararon y no paramos de crecer. Decidí vender la compañía y me pagaron 370 millones de euros. Así me hice rico”.
Su trayectoria no se quedó ahí. Años después entró a formar parte de Jazztel. “Cuando llegué me di cuenta de que éramos pequeñitos y que no podíamos competir con las grandes. Vi que la facturación de ADSL crecía y crecía y decidimos meternos ahí para hacer negocio. Y ha salido bien”. Tanto es así que ahora que la compañía ha sido vendida a la francesa Orange, y por ello, Leopoldo recibirá más de 400 millones de euros por la venta.
Con una trayectoria plagada de éxitos, Fernández Pujals se ha forjado una opinión muy clara y concisa acerca de gobiernos, políticas económicas y neoliberalismos: “No conozco la reforma laboral de España, en Jazztel no hemos despedido a nadie acogiéndonos a esta ley. Yo soy liberal y creo que el problema de la crisis y la brecha social radica en la formación. En las escuelas deberían formar a futuros empresarios y emprendedores, para que hagan lo que yo he hecho. Las diferencias entre ricos y pobres no las ha de solucionar el estado”.
Y cómo no, también tiene su propia opinión sobre el partido político del momento, Podemos: “El discurso de Pablo Iglesias me recuerda al que escuché en 1959 de la boquita de Fidel Castro. El comunismo reparte pobreza, punto. Categóricamente te lo digo yo, y si no, ve a Cuba. Y no hables con la casta totalitaria de izquierdas, habla con el pueblo”.