jueves, 27 de noviembre de 2014

REVISTA QUO. PORTADA, VERDADES Y MENTIRAS DE LA VIDA Y LA MUERTE,./ EL CAJÓN,. Silvana Faria, la musa secreta de Gabo

TÍTULO: REVISTA QUO. PORTADA, VERDADES Y MENTIRAS DE LA VIDA Y LA MUERTE,.

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Hay quien después de haber tenido una experiencia cercana a la muerte, aseguran haber visto las mismas señales, luces y seres de éter. Personas en distintas partes del mundo con la misma visión ¿Coincidencia o verdadera vida en el más allá?. Acompáñame hoy, para descubrir este misterio.
Durante muchos años ha sido motivo de estudio y debate una característica común de las ECM (experiencias cercanas a la muerte), y es que la mayoría de las personas que han pasado por esta situación describen sobre todo 2 cosas. Una luz al final de un túnel y una sensación similar a flotar sobre el propio cuerpo.

Un equipo medico ha tratado de dar sentido científico a estas señales.

Esas visiones en el umbral de la muerte son algo más que conocido por miles de testimonios de los que han vuelto a la vida tras una muerte clínica, e incluso el cine y la literatura nos ha traído esas imágenes, y hay miles de foros y blogs donde la gente cuentas sus experiencias, pero la pregunta es: ¿si estas visiones no fueran el umbral del cielo o la muerte y fuera un simple mecanismo de respuesta físico?
  

El equipo de la doctora Zalika Klemenc-Ketis, de la universidad de Maribor (Eslovenia), intenta dar una nueva respuesta científica a estas experiencias.

Para ello, analizaron los casos de 52 personas que habían sufrido un ataque cardíaco, de los cuales 11 habían experimentado estas percepciones (experiencias cercanas a la muerte o ECM).

En casi todas estas dos características aparecían:

1. Flotan sobre su cuerpo físico, observando todo el acontecimiento y perciben que poseen otro cuerpo. Suelen presenciar su cuerpo inerte en la cama o quirófano. Escuchan y ven cómo se les declara fallecidos.

2. Se van elevando y atraviesan por un oscuro túnel. A veces es un movimiento por una escalera o un vacío oscuro, el cual se traviesa con relativa rapidez y muchas veces con la sensación de estar flotando.

Pero, ¿Por qué se ve una luz al final de un túnel o se experimenta alegría?

La conclusión fue en que en estos casos de ECM suele darse un denominador común: un aumento de dióxido de carbono en la sangre que es provocado por el paro cardíaco. La privación de oxígeno también fue determinada como otra de las causas de las ECM.

La falta de oxígeno en el cerebro podría ser la causante de estas experiencias. Otros estudios añaden también tras causas: aumento de dióxido de carbono en sangre y la anoxia.

Pero la verdad es que la doctora no descarta que ese túnel se vea por efecto del subconsciente: “Hay que seguir estudiando este tipo de casos, todavía estamos en el comienzo”, explicó, en palabras recogidas por Livescience, la doctora Klemenc-Ketis, ya que su equipo no pudo determinar con exactitud si la existencia de esos niveles de dióxido de carbono se debían únicamente al paro cardíaco o también a una condición preexistente en el individuo estudiado.

De igual manera tampoco se pudo determinar si estas ECM estaban relacionadas con una de las causas más aceptadas desde el punto de vista científico: la anoxia (muerte neuronal por falta de oxígeno en el cerebro).
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TÍTULO: EL CAJÓN, SILVANA DE FARIA,.

-fotos--Silvana Faria, la musa secreta de Gabo ,.
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Silvana Faria, la musa secreta de Gabo

Era bella, elástica, con una piel tierna del color del pan y los ojos de almendras verdes, y tenía el cabello liso y negro y largo hasta la espalda [...]. 'Esta es la mujer más bella que he visto en mi vida', pensé, cuando la vi pasar con sus sigilosos trancos de leona, mientras yo hacía la cola para abordar el avión de Nueva York en el aeropuerto Charles de Gaulle de París».
Así comienza El avión de la bella durmiente, uno de los cuentos más célebres de Gabriel García Márquez. Trata del encuentro entre el autor y una mujer que, a medida que transcurre la jornada, acaba por convertirse en su musa. Un encuentro que no fue ficticio, sino real, y se produjo el 2 de octubre de 1990.El Nobel tenía entonces 63 años y estaba esperando para embarcar a Nueva York cuando una deslumbrante brasileña de 26 años se sentó a su lado. La mujer tiene hoy 50 años, vive en Londres y es abuela, pero mantiene el mismo aire felino.
Se llama Silvana de Faria. «Llegué al aeropuerto a las 9 de la mañana para recoger a mis padres, que venían de Brasil -explica-. El vuelo llegaba con retraso y el aeropuerto estaba atestado. Solo había un asiento libre y me senté». A su lado, Gabo. Hablaron sin parar hasta las 4 de la tarde, «mirándonos a los ojos todo el rato», asegura Silvana, que no fue hasta el final cuando se percató de quién era su interlocutor: «'¡Ya sé quién es. Es Gabriel García Márquez!', le dije. Me sentí avergonzada», asegura. Justo entonces el avión que estaba esperando aterrizó. «'Tengo que irme', le dije. Pero me agarró del brazo con firmeza y me dio esto». Silvana saca un papel del bolso, y ahí está, escrito con tinta roja: GABO. MEX. Fax 5686043. Tel. 5682947. Ap. postal 20736. México, 01000. «'¡Por favor, escríbame!', me pidió». Pero Silvana se olvidó de él. Solo después de la muerte de Gabo, en abril, Silvana leyó sus cuentos y se tropezó con el relato del aeropuerto. «Entonces volví a escuchar su voz y tuve la sensación de que en ese momento estaba contemplándome -afirma-. Y sentí que estaba enviándome un mensaje».
Las otras inspiradoras del Nobel
Mercedes Barcha
Esposa y asesora Estuvo casada con Gabo más de 50 años y fue quien tuvo los arrestos para 'encerrarlo' durante 18 meses, ocho horas diarias -encargándose ella de todos los asuntos para mantener a flote el hogar-, para que él se dedicara en exclusiva a escribir Cien años de soledad, su obra cumbre. Mercedes siempre fue la primera lectora de sus trabajos.
María Luisa Elío
La entusiasta pamplonesa «Para Jomí García Ascot y María Luisa Elío». Esa es la dedicatoria que aparece en Cien años de soledad. Los destinatarios son un matrimonio de españoles exiliados en México. Pero la auténtica destinataria es ella, íntima amiga de Gabo, pamplonesa de nacimiento y que acabó convirtiéndose en una destacada figura de las letras y el cine mexicano.
Luisa Santiaga Márquez
La madre narradora Su madre contó a Gabo, desde que era niño, las anécdotas de su vida. Con ellas, el escritor construyó su universo literario. Aparecen de una forma u otra en todas sus obras, pero El amor en los tiempos del cólera está basada, en concreto, en un amor de juventud de su madre.

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