AJEDREZ - EL JEREZ ANTE UN DESAFIO DE PESO,.fotos,.
Vázquez Bermejo espera sacar un buen resultado para la vuelta ante un rival con un presupuesto 14 veces mayor,.
El Jerez inicia esta tarde un nuevo desafío a la lógica. El equipo de Vázquez Bermejo prueba su milagro de cada temporada mucho más allá de las fronteras extremeñas. En el corazón de Barcelona nada menos. Ahí, en plena zona de resaca de la fiesta por el campeonato azulgrana empieza otro sueño templario. Otro destino lejano y ante un rival poderoso en todos los niveles, el Europa. Los verdinegros se miden a un equipo histórico y con un presupuesto catorce veces mayor que el suyo. Cuando a Vázquez Bermejo se le pregunta por la eliminatoria lo resume de forma muy gráfica. «75.000 euros contra un millón de euros. Eso son palabras mayores».Por eso, el Jerez se desplazó con el paquete más económico. Viajó en autobús el viernes por la noche y se alojó en el Hotel Les Torres de la localidad Sant Esteve Sesrovires. Todo lo contrario a los lujos que se puede permitir su rival. «El Europa lo tiene ya todo preparado para viajar la vuelta en avión», subraya el preparador templario. La expedición verdinegra llegó a mediodía y por la tarde entrenó en el campo del Rubí, ya que el estadio del Europa, ubicado en el barrio de Gracia, cae en pleno radio de acción de las celebraciones del Barcelona. «No hemos podido entrenar en su campo por el Barcelona. No ha sido una sesión fuerte, sólo para recuperar del cansancio del viaje y estirar un poquito», apunta Vázquez Bermejo. Sobre las 21.30 horas, la plantilla entraba al hotel para la cena y posteriormente retirarse a las habitaciones.
Pedro Oliva, duda
El Jerez tendrá la duda hasta última hora de Pedro Oliva y forzará a
Juan Germán, con molestias. «Pedro ha entrenado y las sensaciones han
sido buenas, aunque no ha sido un entrenamiento fuerte. Juan Germán
tiene un golpe y lo tiene inflamado. Está cojo, pero como no es una
cuestión muscular todo depende de lo que pueda aguantar y éste ya te
digo yo que puede con todo. Otro futbolista no jugaría en esas
condiciones», expone el preparador del Jerez. El Europa, por su parte,
sólo tiene la baja de Javi Sánchez, lesionado.Para José Antonio Vázquez Bermejo la pelea por el ascenso a Segunda B «es un premio» y aunque afirma que posiblemente les ha tocado el grupo más difícil, asegura que no llegan a la cita con los brazos caídos y que saldrán al terreno de juego a «complicarle las cosas al rival». «Hemos llegado hasta aquí -añade- y vamos a disfrutarlo. Es lo que hay. Siempre lo mismo, nos ha tocado el rival más difícil de todos los extremeños, del grupo más fuerte y el equipo más fuerte, y el desplazamiento más largo». El técnico verdinegro expone que pese al potencial del Europa, con un presupuesto muy superior al del Jerez, «hay un abismo», intentarán conseguir un resultado digno que les deje con opciones de cara al encuentro a disputar en la Ciudad Deportiva Manuel Calzado Galván. «Nos han dicho durante el entrenamiento que el Europa tiene jugadores de Segunda B, pero que juegan aquí por dinero, pagan bien y mejor que en categoría superior», cuenta.
El presidente del Jerez Club de Fútbol, Manuel Sánchez de San Vicente, consciente también de la dificultad de superar a un equipo de gran nivel y mayor presupuesto, apuesta por ese deseo y esperar que el equipo templario consiga un resultado que posibilite que, a la vuelta de una semana, se viva una gran fiesta de fútbol en el Municipal jerezano con el apoyo masivo de la afición. En Jerez de los Caballeros hay ganas de que la suerte se vista de verde y negro y se reviva la gesta que el propio Vázquez Bermejo lideró en la temporada 98-99 consiguiendo el ascenso del Jerez a la categoría de bronce en la que permaneció durante 7 temporadas consecutivas. Tal y como incide el técnico de Valle de Santa Ana, sería la mejor recompensa al mérito de una plantilla que con «humildad y seriedad», subraya, ha vuelto a meterse en estos playoffs sin que ésta fuese una meta a lograr, pensando tal solo en el partido de la jornada siguiente. «Hemos sido honrados todo el año y por eso hemos sido terceros. Sabemos que esta eliminatoria será complicada, pero vamos con ilusión».
Vázquez Bermejo quiere que su equipo disfrute este momento, pues considera que el trabajo que han hecho sus jugadores a lo largo de toda la temporada es «impresionante». No quiere protagonismo para sí mismo, pero afronta con ilusión esta fase de ascenso en el seno del club al que, de modo indiscutible, ha estado ligada su carrera como futbolista y también como entrenador.
El Europa, uno de los fundadores de la Liga española marca el destino del Jerez en la fase de ascenso.
TÍTULO: EL JUEGO OCA - EL AÑO DE LA MARMOTA,.
EL JUEGO OCA - EL AÑO DE LA MARMOTA,. fotos,.
Como hace casi un año ante el Langreo, el Mérida no pasa del empate a cero y volverá a jugarse el ascenso a domicilio,
Mérida se pareció ayer mucho a Punxsutawney... y el equipo de Alcázar a Bill Murray. Cada 2 de febrero, esa pequeña población de Pennsylvania determina la duración del invierno según el comportamiento de una marmota, y a Murray le tocó atraparse en el tiempo y repetir constantemente ese maldito día una y otra vez. La película le viene al pelo a este proyecto del Mérida, que anoche reparó en que ya ha vivido algo muy similar. Concretamente hace once meses.Entonces, en la final por el ascenso a Segunda B, le tocó abrir la eliminatoria en casa ante un rival del norte que también acabó segundo, y no logró pasar del empate sin goles. En un estadio semilleno. En un duelo equilibrado. Ante a un equipo cuyo orden defensivo superaba con creces a su pegada arriba. Anoche, en otra final por el ascenso a Segunda B, con otro rival del norte (también primero), y en el mismo estadio semilleno, volvió a empatar a cero porque el contrario fue más fiable en defensa que inquietante en ataque. Ya ven, a Langreo y Laredo le separan pocas sílabas. Como a aquella y esta situación.
Aquella historia terminó en pesadilla, y el Mérida tiene ahora la oportunidad de revivir el día sabiendo qué pasó, cómo y por qué. Por ejemplo, en un partido muy similar al del año pasado, anoche el equipo de Alcázar fue mejor y mereció algo más. Pero entre el orden y la fiabilidad defensiva del Laredo y la precipitación en ataque de los locales, se quedó en nada. Bueno, se quedó en mucha incertidumbre de cara a la vuelta.
Y con incertidumbres comenzó el choque. Ambos conjuntos se tiraron muchos minutos de tanteo para descifrar los puntos fuertes y débiles de cada cual. En ese tramo, que duró casi media hora, el Mérida amagó con un disparo y un cabezazo de Cristo y el Laredo con tres córners. Ya está. Conocidos ambos, el que dio un paso hacia adelante fue el Mérida, que terminó los últimos diez minutos de la primera parte arañando, tanto en posesión y control como en llegadas al área. La más clara, un mano a mano de Joaqui Flores que se estropeó por una mala decisión: en lugar de tirar, el extremo de Cerro Reyes optó por pasársela a Cristo al segundo palo, un Cristo que llegaba forzado.
No le había salido mal la apuesta a Alcázar: prefirió a Borja Romero en lugar de a José Carlos en el lateral derecho, a Iván Matas que a Javi Chino en el pivote defensivo y a Cristo en lugar de Toni para, en lugar del ya habitual 4-4-2, sorprender con un 4-1-4-1. Lo que en ocasiones frenó al Mérida durante la fase regular fueron las pérdidas de balón en la salida que derivaban en goles en contra y la falta de paciencia ante defensas cerradas. Lo primero lo arregló ayer con sobresaliente: apenas perdió balones en la construcción de la jugada y, si lo hacía, estaba atento para enmendarse. De hecho, Manu fue un mero espectador: ninguna parada. Lo segundo, en cambio, no fue capaz de resolverlo: otra vez, ante una defensa numerosa y ordenada, se precipitó y fue víctima de la ansiedad por querer llegar más, y de forma más clara, a la meta de David Moral, el mejor del Laredo de largo anoche.
No obstante, no afrontó el partido el campeón cántabro con la idea de meterse atrás. Todo lo contrario: adelantó defensa y presionó la salida de balón del Mérida. Pero con el pasar de los minutos, los de Alcázar le fueron ganando terreno. Tanto, que acabaron arañando la primera parte y empezaron mordiendo la segunda. Cristo la tuvo en la cabeza en el 47' y Jesús Perera la tuvo en la testa en el 53'. Fueron las más claras de unas cuentas. El arreón con el que encaró la segunda parte el Mérida obligó a Chiri a cambiar su 4-4-2 por un 4-2-3-1 con la entrada de Barrasa. Necesitaba contener. Pero se olvidó de asustar.
Paulatinamente, el Laredo fue cansándose (de ahí su intención de ralentizar el partido perdiendo tiempo) y el Mérida creciéndose. Alcázar metió más dinamita con Camps (por Cristo, que se marchó disconforme), Toni (por Perera, que apenas entrenó durante la semana)... y Troiteiro (por Borja Romero). Volvió el mediapunta del Mérida entre una ovación atronadora, pero jugó más lejos del área de lo esperado. Y ahí no fue decisivo. Procesó fútbol más que filtró pases.
Aunque las llegadas y los amagues no pararon, es cierto que las ocasiones claras fueron evaporándose. Hasta tal punto que el Laredo acabó el partido mucho mejor que el Mérida: lo dormió y lo llevó a su terreno. Y ahí el Mérida se desquició. Tanto, que Iván Matas vio una rigurosa segunda cartulina amarilla en el descuento que le impedirá jugar la vuelta.
Como hace un año, un Mérida un puntito mejor que su rival tendrá que jugarse el ascenso a domicilio, en el norte, con la necesidad de hacer al menos un gol. Los casi 12.000 espectadores acabaron coreando el «que sí, joder, que vamos a ascender». El Mérida, como Murray, ya se sabe la historia. Ahora tendrá que saber cambiarla.
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