EL CORTACESPED - Miguel Blay, la sólida y elegante belleza de un «artista total ./ EL BAR DE LA ESQUINA , LA BALADA DEL CAFÉ TRISTE. Carson McCullers,.
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Miguel Blay, la sólida y elegante belleza de un «artista total»
'Eclosión', esculpida en mármol
de Carrara en 1905 y premiada en París y en España, es la pieza estelar
de la exposición. Museo del Prado,.
Con una veintena de obras, el Prado reivindica el genio del olvidado escultor en el 150 aniversario de su nacimiento,.
Solidez y belleza. He aquí, en dos vocablos, expresado todo el ideal
que encierra el programa que ha de cumplir un escultor». Así lo aseguró
Miguel Blay y Fábrega (Olot, 1866-Madrid, 1936) al ingresar en la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1910. Olvidado hoy,
desconocido por el gran público, Blay fue uno de los escultores más
relevantes en la España de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Con
una pequeña exposición que el Prado exhibe en dos salas, el museo
reivindica su genio y celebra el 150 aniversario del nacimiento del
artista. El otro gran escultor de su tiempo, Mariano Benlliure, definió a
Blay como «el príncipe de la elegancia y la corrección».
Formado en París y Roma, retratista de la aristocracia y autor de
esculturas como 'La canción popular', situada en la fachada del Palau de
la Música de Barcelona, acabó Blay siendo quizá más reconocido fuera de
España gracias a sus obras para espacios públicos de Buenos Aires,
Montevideo, San Juan de Puerto Rico, Santiago de Chile y Panamá.
El museo público rescata ahora su memoria y reivindica su obra y su
gran talento con la exposición 'Solidez y belleza. Miguel Blay en el
Museo del Prado'. Recorre su trayectoria a través de una veintena de
obras fundamentales del artista, entre ellas las 14 que atesora el museo
que dirige Miguel Zugaza y que han sido restauradas para la ocasión.
«Fue un artista total, un gran dibujante, además de un excelente
escultor, y merece el homenaje que supone esta exhibición», asegura
Leticia Azcue Brea, jefa de Conservación de Escultura y Artes
Decorativas del Museo del Prado y comisaria de la muestra. Una
exposición que refleja cómo Blay participó de las diversas corrientes de
la escultura de su época: el realismo, el modernismo y el simbolismo.
Cuenta también su evolución hacia los grandes monumentos públicos,
algunos realizados en colaboración con Mariano Benlliure. Como el que se
alza en la ciudad de Panamá en homenaje a Vasco Núñez de Balboa y cuyos
bocetos exhibe el Prado.
Junto a grupos escultóricos como 'Al ideal' o 'Eclosión', premiados
en varias Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, la muestra acoge
dibujos, varias medallas y una pequeña agenda de notas de 1902. En ese
cuadernito se pueden apreciar las preocupaciones económicas de este
artista, padre de cinco hijos y muy comprometido con su familia y su
oficio.
Emoción
Una de las piezas mas sutiles y conmovedoras es 'Miguelito', retrato
póstumo en un busto de su quinto hijo, muerto con siete años, y que Blay
realizó mortificado por el inmenso dolor de la pérdida y basándose en
las fotografías que también están en la muestra. «Buscó siempre
transmitir con serenidad y equilibrio las emociones, la naturalidad y la
belleza en todas sus etapas creativas, y lo hace con unas piezas
expresivas, emocionantes y que transmiten sentimiento», resume la
comisaria. Una emoción que comunica también con el mármol 'Niña
desnuda', enmarcado en el simbolismo, o unos dibujos que conectan con la
obra de coetáneos como Ramón Casas.
En sus años parisinos Blay pasó por la famosa Académie Julian y por
el taller del escultor Henri Chapu y trató a Rodin. «Hizo propia su
preocupación por el desnudo, pero su evolución fue muy diferente; Blay
es más severo y elegante, frente a un Rodin más pasional», apunta la
comisaria. Se aprecia bien en 'Eclosión', pieza estelar de la muestra,
de «íntima ternura, gran belleza e intenso sentimiento», y una de la más
premiadas y reconocidas de su carrera.
Esculpida en mármol de Carrara, la realizó en París en 1905 y
pertenece al Prado. Es una delicada representación de una pareja de
jóvenes amantes sentados sobre unas rocas junto a un tronco florido,
«que se rozan en el primer momento de su amor», según apunta la
comisaria. Para Azcue, 'Eclosión' resume «todo lo que el artista ha
conocido y reinterpretado en París». Expuesta durante décadas en los
jardines de la Biblioteca Nacional, sufrió un notable deterioro del que
quedan huellas tras su restauración.
En la capital francesa obtuvo Blay la medalla de honor en la
Exposición Universal de 1900, también concedida a su amigo y colaborador
Mariano Benlliure, y fue nombrado Caballero de Honor de la Legión
Francesa en 1901.
De regreso a España, abrió estudio en Madrid en 1906 y logró ser
reconocido como un escultor. Fue miembro de la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando, profesor de la Escuela Superior de Pintura,
Escultura y Grabado de Madrid y, de 1925 a 1932, director de la Academia
de España en Roma, ciudad en la que había ampliado su formación
juvenil. Realizó encargos privados y oficiales, y destacados monumento
en varios países latinoamericanos.
TITULO:EL BAR DE LA ESQUINA , LA BALADA DEL CAFÉ TRISTE. Carson McCullers,.
EL BAR DE LA ESQUINA - foto,.
The ballad of the sad café. Carson McCullers Penguin Books. A balada do café triste. Tradución de Salomé Rodríguez Vazquez. Edicións Barbantesa
Una balada era un canto cortesano en el siglo XIV. La musicalidad la
creaba la propia escritura del poema repitiendo un estribillo al final
de cada tres estrofas. Los anglosajones la convierten en una canción que
cuenta la vida de una persona o de algún hecho concreto.
Carson McCullers cuenta cómo nació y murió un café en un deprimente
pueblo del sur de los Estados Unidos. Lo cuenta con la voz de un
narrador distanciado que oye las historias de la buena gente del campo y
que imagina lo que ocurre en el interior de la casa donde existió el
café. No sabe qué sintieron los personajes, simplemente narra los
hechos, describe los escenarios, reconstruye la forma de vida de los
protagonistas.
¿Qué tiene un pueblo alejado de la civilización? ¿Cómo viven los
habitantes de un lugar sin conciencia de cultura, sin posibilidad de
habitar? La literatura de Carson McCullers es de las resumidas,
narradora del alcoholismo, la homosexualidad, el racismo. Sin embargo,
aunque escriba alrededor de estos temas, profundiza en las pulsiones del
ser humano, construye grandes metáforas para entender los mecanismos
que nos mueven.
En este caso, empieza creando una atmósfera desoladora, muerta, una
calle vacía de gente y llena de polvo cuya casa principal está tapiada.
El lector se pregunta cómo es posible que exista un pueblo así. Y ella
lo va a contar, eso es lo que dice durante todo el relato, que lo va a
contar, pero que antes hay que conocer a Miss Amelia, la dueña de esa
casa tapiada, a la buena gente del campo ávida de algún acontecimiento
dramático que rompa el ciclo del tiempo, los cambios de turno en la
fábrica de algodón, la densidad pegajosa del pantano. Sólo un jorobado,
capaz de mover las orejas, envuelto en un chal verde para sobrevivir a
su naturaleza fría, sería capaz de abrir una brecha en un universo tan
cerrado.
El narrador cuenta ese acontecimiento, el momento en que con el
pueblo en máxima tensión, esperando a que el cielo y la atmósfera den la
señal para un linchamiento, se ve preguntado a nivel individual, ¿tú
cómo te llamas?, ¿tú estás casado? Ese tú deshace la masa y la
contestación necesariamente lleva a sentarse y compartir. Una casa
cerrada a los de fuera se convierte en un café donde los desheredados de
repente sienten que son alguien.
¿Pero qué dirige la historia? Una pulsión irracional, incontrolable,
el amor. Y el narrador avanza que va a contar el amor como una relación
imposible entre el amado y el amador.
En personajes cargados de emociones, pero sin sentimientos por su
falta de humanidad, el amor como pasión y como respuesta a la soledad
impuesta es lo único que puede hacer cambiar las cosas, como montar un
café en la casa que representa la propia intimidad.
Carson McCullers canta la comunicación como la única forma de ser
humano. Por supuesto la falta de dignidad, el no ser nadie por el color
de la piel o por sólo sobrevivir están denunciados en esta balada que
cuenta el hecho extraordinario, la gesta de crear un café en la nada.
Carson McCullers escribe literatura si atendemos a la diferencia que ya hacen algunos entre narrativa y literatura.
EJERCICIO DE LECTURA CREATIVA
Leer este relato apuntando los rasgos físicos, los objetos
personales, la forma de vestir, la forma de hablar, los miedos, los
deseos, las habitaciones, la forma de moverse de los tres personajes
principales: Miss Amelia, primo Lymon y Marvin Macy. Con estos rasgos
que utiliza Carson McCullers para construir los personajes, definirlos,
cómo son, qué les pasa, qué resortes los mueven en la vida.
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