TITULO:
A Crush, la pasta te aplasta - Un, dos, tres, a leer esta vez- La odisea ,.
El viernes-13- Noviembre a las 22:00 por La 1, foto,.
Un, dos, tres, a leer esta vez- La odisea,.
Programa dedicado a 'La odisea' de Homero, presentado por Luis Larrodera y con la colaboración de Llum barrera, Eduardo Aldán, Pepe Viyuela, Manuel Sirriá, Asunción Díaz y el ilusionista Sergi Buka.
TITULO: PUERTA CON PUERTA CANAL EXTREMADURA -El Don Benito quiere seguir creciendo en Talavera,.
El Don Benito quiere seguir creciendo en Talavera,.
Los de Juan García llegan motivados tras el primer triunfo, pero también su rival, que viene de lograr una buena remontada contra el Socuéllamos,.
La competición no espera a nadie y el Don Benito tendrá que tratar de sumar hoy en Talavera antes de recuperar la tarea pendiente frente al Extremadura el próximo sábado. Delante estará un equipo que querrá defender su feudo para llegar al parón con la mayor tranquilidad posible. «La temporada exige estar a un nivel competitivo muy alto si quieres cumplir los objetivos», reconocía Juan García en declaraciones al Diario HOY sobre estos dos exigentes partidos que los rojiblancos tienen por delante.
Aunque manda el calendario y, por tanto, lo primero es centrarse en un Talavera que viene de remontar en el derbi regional que les medía al Socuéllamos. «Remonta en un campo muy complicado, también ganó fuera de casa en Mérida, por lo que atesora dos victorias de mucho valor», afirma el técnico pacense sobre su rival de esta tarde. «Un equipo que se ha hecho prácticamente nuevo, pero que lleva trabajando mucho tiempo y su entrenador trabaja muy bien», añade, al tiempo que pone en valor la figura de Chaco en ese último partido frente al Socuéllamos, «un jugador que tira del carro, pero tiene compañeros detrás que han hecho posible que llegue una victoria de mucho valor».
En cualquier caso, Juan García se queda con el colectivo de un Talavera que cree que les va a poner muy difícil el partido. Algo en lo que coincide también desde el lado contrario con el entrenador del cuadro cerámico, Víctor Cea. «El Don Benito es un equipo trabajado que tienen claro a lo que juega y lo desarrolla bien», dice Cea, «no nos van a poner un partido fácil de resolver, ya lo pudimos ver el día del Badajoz y el otro día sacó el partido adelante con uno menos, que tiene muchísimo mérito».
Trinidad, Xiscu y Tete, bajas
En el capítulo de ausencias, el entrenador rojiblanco no podrá contar hoy con Xiscu Martínez, que fue expulsado la pasada semana y tendrá que cumplir un partido de sanción. También serán baja los lesionados Trinidad y Tete, que no llegan a tiempo para este partido, sí se espera que puedan entrar ya en la convocatoria Selim y Chinchilla.
TITULO: Trastos y tesoros - CANAL EXTREMADURA -En busca de la victoria para despejar las dudas del inicio ,.
En busca de la victoria para despejar las dudas del inicio,.
El Extremadura quiere su primer triunfo ante un Villarrobledo cuyo objetivo es salvar la categoría,.
La derrota ante el Badajoz ha dejado al Extremadura en una situación delicada. Los de Manuel Mosquera no saben aún lo que es ganar esta temporada y necesitan una victoria para acercarse a los puestos altos de la clasificación.
El objetivo es colarse entre los tres primeros, pero el inicio no ha sido bueno y quieren reconducir la situación antes de que sea tarde. Manuel Mosquera cree que «no es un drama» el perder un partido y empatar otro en casa, a la vez que explica que aún es pronto para llegar perfectamente a los primeros puestos.
La siguiente parada para intentar iniciar una buena racha de resultados es Villarrobledo. El equipo castellanomanchego es último en el subgrupo con un solo punto, al igual que los azulgranas. Eso sí, dicho punto fue conseguido en el único partido que ha jugado como local el equipo de Miguel Aroca.
En la convocatoria de Manuel Mosquera para el encuentro vuelven a faltar Fran Cruz y Sebas Coris, que no viajaron ayer. El entrenador gallego tendrá que volver a alinear la misma defensa de la pasada semana, con Owona y Dani Pérez como centrales, y aún queda la duda de si volverá a jugar con Nando Copete y Rubén Mesa en el ataque o si Pastrana volverá a partir de inicio.
La buena noticia es que Jose García y Liam Ayad ya tienen ficha y podrán jugar ante el Villarrobledo. Ambos futbolistas no fueron inscritos en el plazo correspondiente y han tenido que perderse los dos primeros partidos. En la lista de convocados también entran Viera y Samed, jugadores del filial. Con estas incorporaciones Manuel Mosquera tiene más fondo de armario por si el partido se complica, algo con lo que no pudo contar ante el Badajoz.
El Villarrobledo también busca su primera victoria después de caer derrotado la pasada jornada ante el Don Benito.
El domingo -15- Noviembre a las 21:30 por La Sexta, foto,.
Casi 200 personas donaron sangre en la colecta del hospital, de la que se sacaron 166 bolsas,.
La Hermandad de Donantes de Sangre de Mérida y el Banco de Sangre de Extremadura agradecen a los emeritenses la generosidad que demostraron el pasado 27 de octubre, cuando se convocó una colecta extraordinaria en el Hospital de Mérida.
De todos los donantes que se acercaron a la zona de Consultas Externas se obtuvieron 166 bolsas, con 22 rechazos, lo que significa que 188 ciudadanos se acercaron a poner su brazo para dar vida mediante la donación.
Esta colecta se llevó a cabo para mejorar las reservas de sangre en previsión de posibles dificultades que puedan surgir para realizar las colectas programadas en algunas localidades, como ocurrió durante la primera ola de la pandemia. El Banco de Sangre envió un SMS a las personas que donan sangre habitualmente en Mérida. También se invitó a los profesionales del hospital.
Por otra parte, en la colecta que se llevó a cabo el pasado 5 de noviembre en el centro de salud urbano II, en la barriada de San Luis, se obtuvieron otras 62 donaciones de sangre.
Se recuerda que puede donar sangre cualquier persona sana, de entre 18 y 65 años, que se encuentre bien de salud y pese un mínimo de 50 kilos.
TITULO:
CAFE
GIJON - MANZANAS VERDES - A por tres puntos más antes del parón ,.
CAFE GIJON,.
CAFE GIJON,.
Café Gijón - foto,.
MANZANAS VERDES - A por tres puntos más antes del parón ,.
MANZANAS VERDES - A por tres puntos más antes del parón , fotos,.
A por tres puntos más antes del parón,.
El Villanovense, sin bajas, recibe al Socuéllamos con el objetivo de sumar un triunfo ante un rival que aún no ha ganado,.
Llegar al primer parón con 7 puntos y con la confianza que da una victoria. Ese es el objetivo que persigue hoy el Villanovense, que recibe en su estadio esta tarde a un Socuéllamos que aún no ha logrado sumar su primer triunfo. «Es cierto que no han ganado ningún partido, pero solo han perdido un partido como nosotros, no creo que estén ansiosos por la primera victoria, aunque sí con muchas ganas de poder lograrla», argumentaba en la previa Javier Álvarez de los Mozos, entrenador del Villanovense, cuestionado sobre la posible ansiedad del cuadro manchego.
Algo que corroboraba el técnico visitante, Manolo Martínez, también durante la previa. «A nivel interno cada partido lo enfocamos como si no hubiese otro más, sí es cierto que el calendario ha sido muy difícil para empezar», reconocía. En cualquier caso, ambos harán borrón y cuenta nueva de lo que haya pasado hasta ahora, con el único matiz de no repetir errores.
El equipo serón llega a este partido sin bajas, aunque el entrenador burgalés ya avanzaba que podría haber cambios en el once inicial respecto a partidos anteriores, aunque no serán numerosos. «Hay que hacer una valoración general de lo que han sido los tres partidos y puede que haya algún cambio, pero es algo que no decido hasta el último momento. Tampoco entiendo que vaya a ser necesaria una revolución, puede haber algún cambio por el partido, pero sin más», explicaba.
En ese sentido, Cristo podría volver a ser titular como único delantero o acompañando a Wilson Cuero, que ya salió de inicio en Melilla. Menos cambios se esperan en la línea defensiva, mientras que en el centro del campo podría introducir alguna variante con hombres como Viñuela, que ya tuvo algo más de media hora de juego en Melilla.
Sobre el rival, para De los Mozos es un equipo «muy parejo a nosotros en la forma de jugar, muy intenso, con buenos futbolistas en todas las líneas, pero sobre todo del centro del campo para arriba». Mientras que Manolo Martínez ve al cuadro serón como «un equipo rocoso atrás, que deja pocas opciones al rival. Vienen de una derrota, pero no creemos que les pueda afectar porque compitieron bien».
TITULO:
LA AVENTURA DEL SABER TVE -Diario en una enfermera en la trinchera ,.
Diario en una enfermera en la trinchera,.
Fátima se enfrenta cada noche en la UCI a la cara más amenazante del coronavirus: «Del cansancio, ni hablo ya»,.
foto / Siempre he padecido de la garganta y de niña, con 7 u 8 años, me dieron muchas inyecciones de penicilina. Jamás lloré. Miraba a las enfermeras mientras lo hacían y animaba a los otros niños». Si aquello no marcó el destino de Fátima Trinidad (madrileña, 51 años) sí lo encaminó. Desde marzo combate el virus en primerísima línea, en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid). De allí salió el otro día Emiliano, «un chico de 46 años, sin antecedentes de riesgo», doscientos cinco días ingresado por culpa del coronavirus. «Siempre tuvo con él las fotos de sus dos hijos. Nos ha dado muchos sustos, pero ya está en planta». A él dedica Fátima unas líneas sentidas y discretas en 'La última mirada. Las emociones de una enfermera en tiempos de pandemia' (La Esfera de los Libros), un desahogo en prosa –hay también algunos versos– que esta sanitaria de Navalcarnero escribió durante su particular 'encierro': dos meses en la habitación 225 de un hotel para no contagiar a sus padres, ya mayores, y a sus dos hijas adolescentes, que cuidaron de los abuelos. El 28 de abril tenía que haber viajado a Londres con su pareja, «dos enamorados celebrando su tercer aniversario juntos», pero la celebración fue a distancia: «En uno de los pocos respiros que el trabajo me da hice un pedido por Internet, tres orquídeas, una por cada año que llevabamos. Luego 'engalané' la mesa de mi habitación con unos cubiertos de plástico y una servilleta blanca y cenamos 'juntos'».
El relato, a modo de diario desordenado, narra sus momentos más duros –«empiezo a tener pesadillas, es casi imposible probar bocado»– y episodios que todavía le arrancan el llanto: «A Carola le di la mano antes de administrarle medicación para que un ventilador mecánico respirase por ella. 'Todo va a salir bien', le dije. Y le fallé. Salí a la calle a gritar, a llorar»–. Los relatos ceden muchas veces el protagonismo a sus compañeras de turno, como esa que acompañó a su abuelo en la cama: «Tiene 84 años y disfruta jugando al fútbol; sus piernas, enclenques. Su nieta cuenta que la morfina le ayuda a descansar: 'Niña vete, que te van a regañar', le decía. Ella enfermó cinco días después de que se fuera su 'yayo'». El libro es también un continuo reconocimiento a los sanitarios que, como ella, se han puesto «equipos agujereados porque no había más» – «¡mamá, mamá, os están aplaudiendo en los balcones!, irrumpen mis hijas en la habitación»–; a esos «valientes» que apenas han acabado la facultad y ve todavía «temblar» cuando llega un paciente crítico; a la celadora del servicio de urgencias que se jubiló entre vítores de sus compañeros –«la Policía y los bomberos han hecho sonar sus sirenas y le han entregado un ramo de flores blancas»–; a esa otra compañera que «dormía con mascarilla para no contagiar a su niño de pecho»–; a Carmen e Isabel, sanitarias también, con quien dió su primer paseo, el 18 de mayo –«sin ellas los días habrían sido mucho peores»–; a su perra Oliva, que se puso malita –«no sabes por qué sales muy poco a la calle. Tu compañía incondicional hace más felices a los míos en tu ausencia. ¡Cuídalos por mí, zalamera!»–... Estas que siguen son algunas páginas de ese 'diario' que nos enfrenta con la realidad más dura de esta pandemia.
«Hoy se pone en marcha el teléfono gratuito de apoyo psicológico para los madrileños. Mientras salgo despavorida hacia la calle voy identificando un punto solitario para realizar la primera llamada. Después, en abril, vendrán otras tantas. Tras una breve locución escucho una voz calmada que quiere que todo lo que me atormenta disminuya. En algunas llamadas se han enfrentado a mis crisis de ansiedad: dolor de pecho, dificultad para respirar, dolores musculares, llanto inconsolable que me impide pronunciar una frase sin interrupciones...».
«Llego al hotel, y aquí permaneceré hasta el 30 de mayo. Me traslado dejando atrás mi hogar para proteger a mi mami, enferma de Alzheimer, y a mi padre octogenario. Se quedan a cargo de su cuidado mis dos hijas adolescentes, tremendamente responsables y adorables (...) Vivo en una habitación en la que todo es blanco: paredes, mobiliario, ropa de cama, ropa de baño. Hay un pelín de color en unas tímidas cortinas beige con sosas hojas azules (...) He vivido en soledad sesenta días y os he añorado cada minuto. Me observan las fotos de las personas que dais sentido a mi vida, para apaciguar mi dolor y tristeza. Me habéis observado dormir, escribir y comer cuando las fuerzas para cruzar un interminable pasillo, bajar y subir dos pisos por unas escaleras adornadas con pulcra sencillez marmórea –nunca toqué su pasamanos– y llegar al oprimente comedor, no me alcanzaban».
«No será un turno de noche más. Hoy mi mejor amiga cumple años y cumple vida porque hace unos meses le operaron del corazón (...) Es extraño trabajar a tu lado el día de tu cumpleaños y no poder abrazarte. Has restado horas de sueño para elaborar un delicioso bizcocho sin gluten. Lo saboreamos hacia las tres de la madrugada. Juntas brindamos con vasos de refresco con cafeína para que esto acabe pronto».
«Ha sido mi primer Día de la Madre en soledad. No abrazar a mis hijas y a mi madre me colma de tristeza. La noche anterior trabajo en otro de esos turnos sin final, pero guardo las ganas de llevarles una sorpresa dulce. Me dirijo a un obrador magnífico en Madrid que elabora productos libres de gluten. Mi mami, una de mis hijas y yo somos celíacas. Tienen preparadas mis porciones de 'selva negra' y tarta de queso. Deposito la sorpresa dulce y desaparezco antes de tocar algo más que la puerta de entrada a casa».
«Hoy será un turno de trabajo diurno muy especial porque realizo mi primera extubación (retirar a un paciente el tubo orotraqueal que le ayuda a respirar, conectado a un ventilador mecánico) con éxito. Es el tercer intento, en los dos anteriores fracasó (...) He visto el delirio invadiendo tu cabeza y tu mirada. Te observaba, te sonreía a través de mis capas de mascarilla. Tomaba una de tus manos para extraerte de tu infierno de alucinaciones. No podías contarme el trayecto de tu viaje, un tubo en la garganta te impedía gritar lo que veías durante días, de quién huías, hacia dónde ibas. Me paralizaba tu mirada. Sin decirme nada, me lo decías todo».
«Una de nuestras pacientes va a recibir una videollamada de su familia y amigos. Lleva más de 45 días ingresada en la UCI. Disponemos de una tablet comprada por el hospital que enfundamos con folder de un solo uso. La imagen no es completamente nítida, pero la seguridad es mucho más importante. La vorágine de sentimientos la aturde: 'Comadre, ponte buena para poder abrazarte', le dicen. Nombra a las personas que van apareciendo en la pantalla. El tiempo en UCI no es gratuito, y no recuerda nada de los días previos a su ingreso ni de los siguientes. A mi compañera y a mí nos llama poderosamente la atención su serenidad. Su familia y amigos derraman lágrimas que ella tiene encerradas sin saber cuándo las dejará salir. La videollamada concluye con una frase: 'Son ángeles, les debo la vida'».
«Estamos desarrollando síntomas de estrés postraumático. Esas imágenes del hospital nos trastornan, se han quedado grabadas en una memoria imborrable, sin reseteo posible. Empezar a sentir una especie de fobia social nos preocupa. Observar la normalidad que la mayoría de la población percibe, nos enfada. En la UCI sigue habiendo pacientes ingresados desde marzo. Son ajenos para la mayoría. Para nosotros son cercanos. Una compañera llora desconsoladamente en una papelería junto a su hija de corta edad. La pequeña toma su mano y, con sumo cariño, le dice: 'Mami, vámonos, ya compraremos mi libro otro día'. Otra compañera, en plena calle, comienza con dolor de pecho, bloqueo mandibular, dificultad respiratoria, llegando a presentar 'flashbacks' que le hacen retroceder en el tiempo. La tercera compañera tardará unos años en cumplir tres décadas. Sus palabras dudan al contar que lleva semanas durmiendo junto a su madre, las pesadillas son persistentes».
«En la primera quincena de agosto he descansado. Ese tiempo me ha servido para recuperarme física y, bastante, emocionalmente. Los intrusos cada vez tienen menos fuerza. Las pesadillas han desaparecido. Hago varios intentos infructuosos por mantenerme informada, no me siento con fuerzas para escuchar o leer lo que no debería estar sucediendo. El último ingreso de un paciente con Covid-19 positivo de la primera oleada se produjo a primeros de abril. El primer ingreso de un paciente con el mismo diagnóstico de la segunda oleada será el día de mi incorporación (...). Hemos sentido una decepción generalizada, un 'vuelta a empezar'».
«Pongo música en el coche y llego más tranquila al turno»
Fátima atiende a la entrevista una tarde pasadas las seis. Acaba de levantarse de un sueño poco reparador, como lo es casi siempre cuando uno vive al revés. A las ocho comienza el turno de noche. Otro más. «Del cansancio ya ni hablo. Hace cuatro meses que no abrazo a mis padres y he entrado en un bache de enfado. Veo actitudes irresponsables de la gente, a los políticos echándose los trastos a la cabeza... Nos han decepcionado. Entras al hospital y escuchas: '¡70 de saturación!'. Y piensas: 'Otra vez...'. Me siento como si estuviera en un ascensor que no cambia nunca de planta. Pero vas sacando los turnos como puedes. Trabajo con enfermeros que jamás han estado en la UCI y les veo temblar. Entonces pienso que lo último que necesitan es mi enfado, mi desánimo, e intento transmitirles vitalidad». Fátima no puede entretenerse porque la hora se le echa encima así que se encamina al coche –vive en Navalcarnero y trabaja en Alcorcón–. Agarra el volante que ha sido testigo de tantos llantos estos meses y pone música. «Me encanta el jazz, la música clásica, también el rock. La música me hace volar y me ayuda a entrar tranquila al turno». Otro más de esos que dice «sin final».
Juan Castilla, psicólogo clínico
- ¿Cómo se aguantan otras 12 horas de turno cuando una ya no puede más?:
- «Porque es una profesión muy vocacional de servicio al otro, 'primero ayudar al necesitado, luego yo. El compañerismo también juega un gran papel»
- Cuenta Fátima que algunos de sus compañeros no han sido capaces ni de abrir el libro porque dentro se cuentan episodios duros:
- «Es normal, porque muchos ya lo viven, para qué recrearse más... Lo ideal sería que cada sanitario hiciera su libro o diario emocional para poder canalizar todo lo que viven y poder exteriorizarlo... Ayuda mucho»
- ¿Cómo se 'anestesian' los sanitarios ante tanto dolor ajeno? ¿Es bueno que se 'anestesien'?:
- «Pues con la experiencia y una buena gestión emocional , que se debería estudiar en las universidades y colegios. En los tiempos del Covid es todo más complejo. No hay tiempo para casi nada, todo es muy rápido, pero el que no dé tiempo para pensar mucho sirve para 'sobrevivir'. En todo caso, no es bueno trabajar anestesiado porque despersonalizas, y que los pacientes sean números 'Covid o no Covid' no es sano a medio plazo, aunque es comprensible. Es el mecanismo de defensa más automático»
- ¿Cuál es el principal cuidado que necesitan quienes nos cuidan?:
- «Lo primero y esencial es que se les escuche, pero el principal cuidado que necesitan es la protección en su puesto de trabajo: mejores ratios, más medios de protección, mayor control de focos y más rastreadores para ayudar a los más vulnerables y a la población de riesgo, para no saturar los recursos asistenciales... También hay que planificar el estrés postraumático que conllevará esta situación. A los sanitarios les pasará factura»,.
No hay comentarios:
Publicar un comentario