-fotos. EL DESAYUNO DEL VIERNES, LAS INVITADAS DE LUGNER,.
- A Richard Lugner, un magnate austriaco de la construcción, le gusta presumir el día del Baile de la Ópera de Viena. El hombre acude todos ...FIESTA EN LA ÓPERA
Las invitadas de Lugner
El multimillorario austriaco ha pagado 250.000 euros para tener a-foto Kim Kardashian en su palco del Baile de la Ópera de Viena,.A Richard Lugner, un magnate austriaco de la construcción, le gusta presumir el día del Baile de la Ópera de Viena. El hombre acude todos los años acompañado de un bellezón. Este año no fue menos. A su vera, anoche, en el mejor palco, estuvieron la Miss Mundo de 2011, la venezolana Ivian Sarcos, y la mujer con la que pensaba dar el golpe ante la prensa, Kim Kardashian, un capricho que le está desquiciando.Kardashian, una de las guapas oficiales de Estados Unidos, viene de recibir una petición de matrimonio en San Francisco. Su novio (y padre de su hija), el rapero Kanye West, alquiló un estadio para decirle -retransmitido en directo por televisión- si quería casarse con él mientras el cielo se iluminaba de fuegos artificiales y él le ofrecía un diamante de 15 quilates diseñado por Lorraine Schwartz.Después de este derroche, los 250.000 euros del octogenario Lugner están bien, pero no lo suficiente como para mostrarse muy cariñosa. Kardashian ha dejado claro que con él solo iba a compartir el momento del baile. Hasta rechazó los dos coches de lujo que le ofreció para moverse por Viena y exigió una limusina.Aunque la mujerona estadounidense debe saber que antes que ella pasaron por el palco damas igual o más imponentes, como es el caso de Joan Collins, Raquel Welch, Faye Dunaway, Sara Ferguson, Gina Lollobrigida, Jacqueline Bisset, Pamela Anderson, Carmen Electra y la mismísima Sofía Loren. Y hasta Ruby Rompecorazones, la joven que tuvo contra las cuerdas a Berlusconi.
- -foto-Conchi Bellorín ha pasado por una auténtica pesadilla en este último año. Una lesión de rodilla le ha tenido desde febrero de 2013 sin pisar ...JUDO
Conchi Bellorín retoma el camino olímpico
La judoka pacense ha pasado un año muy duro por la lesión hasta el punto de plantearse la retirada, pero reaparece este sábado dispuesta a «comerme el mundo»
Conchi Bellorín ha pasado por una auténtica pesadilla en este último año. Una lesión de rodilla le ha tenido desde febrero de 2013 sin pisar los tatamis. La judoka pacense lo ha pasado tan mal en todos los aspectos que incluso pensó en retirarse. Pero Conchi Bellorín es una luchadora y como ella misma sostiene «puede más el amor por el judo». Ahora aleja todas esas dudas y con la serenidad por la experiencia adquirida se agarra a un deporte que da sentido a su vida para emprender otro sueño olímpico.Con Río 2016 en el horizonte, la judoka olímpica recupera la ilusión por competir. Reaparecerá este sábado en Badajoz, su casa, en el Campeonato de Extremadura Absoluto. «Mis sensaciones son magníficas. Es algo esperado desde que me lesioné. Ha sido un año muy duro por la pérdida de la beca, problemas de dinero, abrir el centro deportivo... y llegas a pensar hasta qué punto puedes seguir. Al final el poder de un deporte que me encanta y ese sentimiento dentro de mí de que puedo exprimirme más como deportista me hacen plantearme volver al tatami. Tengo unas ganas que me como el mundo».Hace justo un año que se rompió el ligamento lateral anterior de su rodilla derecha en el Gran Prix de Dusseldorf 2013, el mismo torneo en el que en la edición de 2014 de esta misma semana ha participado su alumna más aventajada, Ángeles López, en su estreno en un grande con el equipo nacional absoluto. Conchi Bellorín se operó el 19 de abril. Todo un año en blanco que le ha apartado de la competición y por tanto de las ayudas económicas que todo deportista de disciplinas minoritarias necesita para subsistir en alto nivel. «Se ha alargado bastante tiempo para lo que era en sí la lesión», asume resignada.Un periodo de inactividad que le ha llevado a considerar seriamente poner fin a su carrera deportiva. «Ha sido un año muy difícil por muchas situaciones. En el tema personal lo valoras muchas veces si seguir en la competición. Plantearte un objetivo como los Juegos es un dineral y no hay apoyos económicos». Pero precisamente en la experiencia olímpica vivida en Londres 2012 encontró una motivación para mantenerse en pie sobre el tatami. «He llegado a pensar en dejarlo, no seguir en la competición. Ha sido muy duro, pero al final puede más el amor por el judo y sé como deportista que dentro hay Conchi para exprimirla más y mejorar, para conseguir mejores objetivos y resultados que hasta ahora. Lo creo así y por eso quiero seguir compitiendo».Con el objetivo de Río 2016Es esa meta de 2016 la que abre una nueva puerta para reemprender su carrera. «Voy a intentar la clasificación olímpica». Conchi Bellorín lo tiene claro. «Mi objetivo es estar en Río 2016». Pero retomar el camino olímpico no es tan sencillo. Al estar todo un año sin competir ha salido del ránking español, es como empezar desde cero y sin recibir ayudas. «Pierdes el tren completamente. No estoy en el equipo nacional de cara a Río. Para entrar tengo que hacer competiciones internacionales. Y al no competir no he tenido beca en 2013 porque no ningún resultado. Afronto todo sin recursos». Pero existe una vía para la esperanza. «Por suerte en judo el ciclo olímpico empieza en junio de 2014 y hay que ponerse a tono para la competición. Quería reaparecer en Extremadura. No hay mejor sitio que mi tierra y arropados por los míos del Estudio Motriz Conchi Bellorín. Se merecen que reaparezca con ellos».Y es que en este delicado año ha encontrado su mejor apoyo en la puesta en marcha del Centro de Evolución Deportiva Kaizen en Cáceres, un proyecto que dirige con Raquel Hernández desde octubre de 2013. También del cariño de los suyos, ese equipo de trabajo que es como su gran familia. Junto a su socia y entrenadora, la psicóloga Rosa Redondo y el fisioterapeuta José Moreno, además de los discípulos que siguen sus pasos en la escuela de judo Estudio Motriz Conchi Bellorín, integrada en el centro deportivo. «En este parón creímos la oportunidad de montar el centro deportivo y la verdad es que va bastante bien. En Kaizen apostamos por el trabajo individual centralizado tanto en alto rendimiento como no». En Kaizen, Bellorín moldea futuros campeones y siembra futuro. «Va a ser mi futuro laboral porque el judo no me va dar un puesto de trabajo».
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