Cultura
«Debe ser agotador ser Paris Hilton»
-foto--Leonor Watling estrena la próxima semana la comedia romántica con trasfondo gastronómico 'Amor en su punto', rodada en Dublín
Leonor Watling (Madrid, 1975) no estrenaba película desde
hace dos años. 'Amor en su punto', de Teresa de Pelegrí y Dominic
Harari, le permite desenvolverse en su perfecto inglés, en el papel de
una española en Dublín que conquista el corazón de un crítico
gastronómico. El filme, que llega a los cines la próxima semana, se
presentó en el pasado Festival de Málaga.
- ¿Es usted cocinillas?
- Cuando estoy de vacaciones. Me encanta cocinar pero no
soy buena. Me gusta mucho la comida, por mi trabajo tengo la fortuna de
que me llevan a comer a sitios maravillosos. Sé que al final, con
suerte, acabaré en Arzak, ja, ja.
- ¿Cómo se prepara para una comedia romántica?
- Leyendo el guion. Las comedias son como encajes de ganchillo, debes saber muy bien el guion y estar atenta con tu compañero.
- Siendo hija de británica y español, ¿le resulta más fácil rodar en el extranjero?
- Supongo que hay códigos que entiendo mejor. Al mismo
tiempo, siempre estoy fuera de lugar, hay algo que no termina de
encajar. Yo soy mucho más española que inglesa, he nacido y me he criado
aquí, pero mi sentido del humor es muy británico. Ni aquí ni allí
termino de tener todos los códigos. De todas formas, Irlanda es muy
parecida a España, me sentí muy cómoda. Soy casi irlandesa con esta
mezcla disfuncional de española y británica, católica y bebedora, ja,
ja.
- ¿Le siguen sorprendiendo cosas de este país con esa mirada suya?
- Sí. Yo pido perdón cuando me pisan, y cuando hay una cola
la hago, soy muy británica en eso. En Inglaterra en cambio soy
mediterránea y me acerco demasiado a la gente.
- 'Amor en su punto' se ha rodado en Dublín y en inglés.
¿Ese es el futuro del cine español? ¿Abrirse a los mercados
internacionales?
- Es natural. Obedece a una necesidad económica, para
levantar una película necesitas coproductores extranjeros. Es una
consecuencia buena, como la apertura al cine latinoamericano, porque
parecía que había un muro invisible y en dos o tres años veremos un boom
de películas de allí. Es lo mejor que le podía pasar al cine español.
- ¿Los actores españoles están obligados a mirar fuera para trabajar?
- Tenemos la tendencia de mirar fuera desde siempre. No
conozco a ningún actor que no se muera por rodar en Buenos Aires o
Toronto. Además, si España está mal, ¿cómo no va a estarlo el cine? Es
como decirle a un enfermo de cáncer que tiene mal el hígado. Hablar de
crisis del cine no tiene sentido, ¿en comparación con qué? ¿Con la
educación, la medicina? Claro que está malito, todos estamos enfermos.
Antes en la música no te hacía falta salir fuera, podías estar de gira
por España y salían bolos por todas partes. Ahora te tienes que ir a
Latinoamérica, que quizás es lo que deberíamos haber hecho desde el
principio.
- ¿En su grupo, Marlango, han notado esa crisis?
- Es que lo de antes era antinatural, había tanto dinero...
Nosotros hemos trabajado mucho con ayuntamientos, casi siempre en
teatros. Creo que solo hemos dado dos conciertos gratuitos en toda
nuestra vida. Te contrataban para las fiestas y no discutían tu caché.
Que fuera a verte gente que no pagaba y a la que solo le gustaba una
canción tuya era malo para todo el mundo. Si con tu primer disco a los
20 años tienes un hit y te pasas dos años de gira tocando para gente a
la que no le importa tu música es malo. Ahora tenemos que aprender todos
que, si te gusta una banda, tienes que pagar. Es tu responsabilidad que
vaya a tu ciudad, una cuestión de educación. Y no tenemos costumbre de
eso.
- En 'Amor en su punto' los hombres se asustan cuando las mujeres quieren tener hijos ¿Tópico?
- La realidad está llena de tópicos, situaciones que a base
de repetirse se convierten en norma. Las comedias tienen que hacer
hincapié en los tópicos, de ahí viene la hilaridad. Y sí, hay un tema
biológico por el que los hombres pueden tener hijos hasta los 80 años y
una mujer no. Es algo biológico, no pasa por la intelectualidad ni por
el feminismo. Claro que también hay mujeres que no quieren tener hijos.
- ¿Comprende que haya feministas que abominen de esos tópicos?
- Hay una escritora inglesa muy graciosa, Caitlin Moran,
que tiene un libro buenísimo, 'Cómo ser mujer'. Y escribe: «No hay
ninguna mujer que no sea feminista». Puede que ella misma no se haya
dado cuenta, pero vota, tiene carné de conducir, puede abrirse una
cuenta en el banco... Un montón de cosas que disfruta porque ha habido
mujeres que se han peleado hasta la muerte. No separaría el feminismo
del hecho de ser mujer. Pasa como en las manifestaciones, que solo sale
la foto del que rompe el escaparate. Aquí se fotografía a la feminista
pirada. El problema no es que haya un cine porno muy machista, sino que
solo exista eso. Si 'Amor en su punto' le parece cansina a alguien
porque la mujer quiere clavar un cimiento en su relación, igual el
problema no es con la película.
- ¿Cree todavía en el poder de las movilizaciones?
- Sí, sobre todo a nivel personal. Son un recurso de la
civilización antes de romper el status quo y poner una guillotina en la
plaza. Salir a gritar a la calles es un derecho. Es importante porque
así sientes que no estás solo, que no solo te quejas en una charla de
bar. No te lo estás inventando, hay mucha más gente como tú. Y eso es
importante para el alma. ¿Utilidad real? No lo sé. La marea blanca
consiguió que no se privatizara la sanidad, ¿no? Tienen que ir juntas la
necesidad física y emocional de sentirte acompañado y la labor dentro
del sistema.
- Salir a la calle y no quedarte en el retuiteo.
- Yo respeto todo. Estoy en un momento de mi vida, con
hijos pequeños, en el que no necesito salir a la calle, no me apetece
esa energía. Me expreso de otras maneras, retuiteando por ejemplo, sí.
Quiero sentirme parte de una comunidad, ahora que los medios de
comunicación están zumbadísimos. No sé quién decía el otro día que ya no
hay capitalismo, hay sadismo. ¿Sabes? El ser humano es un bicho muy
fascinante. Esto puede seguir así, o venir una inyección de dinero y
volver a la modorra de la comilona, o estallar.
- ¿Detesta más la parte glamurosa del cine o de la música?
- Detesto otras cosas, los recortes en sanidad, por
ejemplo. Depende de cuánta importancia le des al glamour. Si para ti es
fundamental, me muero de pereza. Hoy me he puesto glamurosísima, y tiene
una parte divertida, porque estás presentando una película. Pero si
eres Paris Hilton y todo tu trabajo es esto tiene que ser desquiciante,
agotador. La alfombra roja es un juego, una cáscara, está vacía- El cantante uruguayo afincado en Madrid Jorge Drexler regresará a Barcelona el próximo 19 de julio para actuar en el festival Bona Nit Barcelona (Poble ...l cantante uruguayo afincado en Madrid Jorge Drexler regresará a Barcelona el próximo 19 de julio para actuar en el festival Bona Nit Barcelona (Poble Espanyol), después de haber agotado las entradas en la presentación de su nuevo disco, 'Bailar en la cueva', en el Palau de la Música Catalana. El intérprete se une a un cartel en el que ya figuran reclamos como José González, Erlend Oye (de Kings Of Convenience y The Whitest Boy Alive), Pompeya y Raydibaum. El autor de 'Todo se transforma' pondrá punto y final al festival con su directo que servirá para presentar su último trabajo discográfico, en el que pasa revista a su intensa relación con Latinoamérica a través de 11 temas (algunos de ellos con la colaboración de artistas como Caetano Veloso, Bomba Estéreo y Eduardo Cabra).
El músico explicó a este diario que con su nuevo álbum cierra una trilogía. 'Amar la trama' era un compacto con la vocal abierta, "con el aaaa en el centro del pecho, a de suspiro, emoción, alegría". La aplicación 'ñ' era un trabajo cerebral, "que nació de la cabeza". Y este nuevo "surge directamente de los pies, usando el cuerpo como un diapasón, haciéndolo vibrar". Su compacto es una celebración de la danza y de la música como parte de nuestra identidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario