DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -PERE ESTUPINYA ESCRITOR, fotos.
Pere Estupinyà: «El sexo no es imprescindible para ser feliz»
«El sexo está sobrevalorado, no es tan trascendente». Lo
dice el bioquímico y escritor Pere Estupinyà, que ayer visitó Bilbao
para presentar su último libro, 'S=EX2. La ciencia del sexo' (Ed.
Debate), en el que analiza la sexualidad humana desde los más diversos
puntos de vista. «La clave es el deseo. Si tienes poco deseo, no creo
que vayas a ser rematadamente infeliz por carecer de relaciones
sexuales. La comida es diferente, pero el sexo no es imprescindible para
ser feliz», afirma el autor del libro.
Estupinyà ha hecho una revisión de la bibliografía más
reciente sobre sexualidad humana para elaborar un documento en el que
concluye, entre otras cuestiones, que el análisis de la actividad
cerebral mediante resonancia magnética permitiría prever la capacidad de
dos personas para formar una pareja estable, si no fuera por la
existencia de los condicionantes sociales y de otro tipo que diferencian
a los humanos de otros animales. «Hay genes específicos relacionados
con la infidelidad, y si siguiéramos al pie de la letra la lectura de
las resonancias magnéticas podríamos concluir qué hombres y mujeres son
más compatibles entre sí. La cuestión -matiza- es que en nuestras
decisiones intervienen otros factores de tipo educativo, psicológico y
social. El componente químico es muy importante, pero no el único»,
argumenta.
El comportamiento sexual, según explica, está determinado
por hormonas como la serotonina, un neurotransmisor que participa en
cantidad de funciones cerebrales, como la regulación del deseo sexual,
el control del apetito y el mantenimiento de la vigilia.
¿Podrá algún día un análisis de sangre determinar la pareja
ideal de una persona? «La neuroimagen permite ver las diferencias entre
parejas de separados y parejas que permanecen unidas. Lo demás, de
momento, es ciencia ficción», explica.
Repetir los mismos errores
La sexóloga bilbaína Lurdes Lavado no comparte ese criterio
de dar tanta relevancia al papel que desempeña la química en las
relaciones humanas de pareja. «Las conductas de las personas no pueden
explicarse solo desde la biología. Más allá de otros condicionantes,
influyen muchísimo, por ejemplo, las vivencias propias, que nos llevan a
repetir conductas erróneas como elegir el mismo tipo de pareja aunque
nos haya ido mal con ella», matiza.
La resonancia magnética permite a los especialistas médicos
ver los órganos como si estuvieran seccionados en lonchas, en cortes
longitudinales. En el caso del análisis de la actividad cerebral, esta
herramienta sirve para comprobar qué zonas del cerebro se ponen en
marcha en función de la actividad que se está realizando. Si el paciente
al que se le practica la resonancia está leyendo, las zonas del cerebro
que se verán activadas serán distintas de las que se le 'encenderán' a
otro que, por ejemplo, esté manteniendo relaciones sexuales. «Todo esto
se sabe desde hace ya muchos años, lo que pasa es que ahora podemos
verlo con la resonancia magnética, pero no es nada nuevo», refiere el
jefe de Neurología del hospital de Cruces, el catedrático Juan José
Zarranz. «El comportamiento humano es tan infinitamente complejo, que
puede que lo que veas en la máquina sea lo contrario de lo que ocurre en
realidad».
TITULO: TIERRA DE TOROS - LECCION MAGISTRAL DE TOREO AL NATURAL,.
TIERRA DE TOROS,.
Programa presentado por Juan Bazaga dedicado al mundo del toro en nuestra región. Estamos atentos cada semana a la actualidad taurina,.
LECCION MAGISTRAL DE TOREO AL NATURAL,.
TIERRA DE TOROS,.
Programa presentado por Juan Bazaga dedicado al mundo del toro en nuestra región. Estamos atentos cada semana a la actualidad taurina,.
LECCION MAGISTRAL DE TOREO AL NATURAL,.
José Tomás reaparece en Jerez con una lección magistral de toreo al natural
El diestro madrileño cortó tres orejas y un rabo en el que fue el último festejo de la feria del Caballo de Jerez de la Frontera,.
El diestro madrileño José Tomás, que cortó tres orejas y un rabo, reapareció hoy en ruedos españoles impartiendo una lección magistral de toreo al natural, en el que fue último festejo de la feria del Caballo de Jerez de la Frontera.
Ficha del festejo
Seis toros de Núñez del Cuvillo, de correcta, armónica y pareja
presentación. Salvo el desclasado y rajado quinto, toda la corrida tuvo
nobleza, entrega y calidad ante los engaños, en mayor o menor grado. El
segundo, "Lanudo" de nombre, fue premiado con la vuelta al ruedo en el
arrastre.José Tomás, de verde esmeralda y oro: estocada (dos orejas y rabo); estocada (oreja).
José María Manzanares, de azul marino y oro: estocada (dos orejas); trasera desprendida y tres descabellos (silencio tras aviso).
Los tres toreros salieron a hombros al final del festejo.
Juan José Padilla fue atendido en la enfermería de una contusión en la región parietal derecha.
EL Rey Juan Carlos asistió a la corrida desde una barrera, acompañado de la Infanta Elena y de su nieta Victoria Federica.
Tercer y último festejo de abono de la Feria del Caballo, con cartel de "no hay billetes", en tarde ventosa y con lluvia desde la lidia del tercero.
José Tomás, naturalmente
La lluvia y el viento no hicieron que la de hoy fuera la mejor tarde,
ni para los toreros ni para el público, para disfrutar de un festejo
que había despertado tanta expectación como el de la vuelta a los ruedos
españoles de José Tomás.Pero, terminada la corrida, todo el mundo dio por bien empleado el esfuerzo y las incomodidades después de haber sido testigos de una buena tarde de toros y, sobre todo de una auténtica lección de toreo al natural impartida por el gran torero madrileño.
La cátedra tomasista se vivió especialmente con el segundo de la tarde, un ejemplar con clase, al que José Tomás toreó siempre con la mano izquierda, creando y cuajando una faena de sublime intensidad, sencillamente clásica.
Y es que el diestro de Galapagar se limitó a mostrar la auténtica esencia de la más profunda y honda tauromaquia, sin importarle, con ese seco y sereno valor que atesora, que el viento descontrolara su muleta en más ocasiones de la cuenta y no le permitiera macizar algunas series.
Aun así, hubo varias decenas de naturales de una brutal autenticidad, con los talones del torero asentados en la arena y dejándose ir tras la embestidas con la cintura en muletazos largos y profundos, cada vez más y mas templados, ralentizando cada arrancada con los simples vuelos del engaño.
Ese toreo esencial, sin aditivos ni colorantes, fue el que marcó las diferencias de la tarde, y no sólo porque José Tomás cortara el rabo del toro tras una gran estocada, sino porque ya no se volvió a ver, ni de lejos, una faena similar en el resto de la corrida, a pesar del desmedido corte de trofeos.
El mismo José Tomás lo logró sólo en momentos aislados ante el quinto, un toro sin clase y rajado, al que sujetó con inteligencia y sin brusquedad alguna, pero que no agradeció tan buen trato del madrileño, que le cortó finalmente una oreja tras otro espadazo.
El torero reaparecido, el que centró hoy todas las miradas del mundo del toro y de los medios de comunicación, salió finalmente a hombros junto a sus dos compañeros de cartel, a los que el público jerezano premió con dos orejas en uno de los toros de sus lotes, aunque de las segundas de poco peso específico.
A José María Manzanares le correspondió la pareja de toros más completa de la buena corrida de Núñez del Cuvillo, especialmente su primero, con el que tardó demasiado tiempo en acoplarse entre tirones y dudas.
Sölo una serie estimable a final de obra y una espectacular y letal estocada en la suerte de recibir pudieron ameritar ese doble corte de trofeos. En cambio, al alicantino se le vio desbordado y sin ideas ante la más exigente bravura del sexto.
Por su parte, el local Juan José Padilla protagonizó el momento más duro de la tarde, al ser volteado aparatosamente cuando banderilleaba a su primero. Cayó inerme en la arena el jerezano, que fue trasladado así a la enfermería, de donde salió minutos después sin lesiones aparentes.
Quizá por las secuelas del percance, le costó centrarse con ese mismo toro, manejable por el lado izquierdo, pero Padilla salió mucho más decicido con el cuarto, otro de los grandes ejemplares de la corrida.
Le banderilleó con más acierto en esta ocasión y logró ligar una soberbia serie con la derecha, con las dos rodillas en tierra, en la que estuvo a la altura de la calidad del "cuvillo", pero para darse luego a un toreo populista que sus paisanos le premiaron con creces.
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