¡Buenos días, Javi y Mar!, CADENA 100
Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate.
EN PRIMER PLANO - A FONDO - DAVID GISTAU,.
fotos," Yo no soy doci ni con los politicos ni con los editores no me he arrugado nunca",.
Finales de
septiembre de 2011 d.C., todo Madrid está ocupado por bares que expenden
bebidas alcohólicas a los ciudadanos que deciden salir a torrarse en
las calles. ¿Todo? No. Un pequeño bar en el Paseo de la Castellana
resiste ahora y siempre al embate de los sedientos, y nos lo encontramos
cerrado. Precisamente aquel en el que nos habíamos citado con David Gistau (Madrid,
1970) con la esperanza de emborracharle para que se prestara a posar
desnudo en un reportaje fotográfico. Con nuestro plan arruinado por
elementos a los que no contábamos enfrentarnos decidimos sentarnos con
él en el muy decente y señorial Embassy, rodeados por señoras del barrio
de Salamanca que toman el té con el meñique estirado mientras conversan
con nietos que lucen un corte de pelo a la manera del casco de Darth
Vader. Si no existe un grupo de Facebook de esto, debería. En este
contexto se nos antoja difícil ejecutar nuestra idea inicial, así que le
arrancamos la promesa de un futuro posado integral y aprovechamos la
trayectoria profesional de Gistau para hablar sobre ella. Corresponsal,
reportero de viajes, guionista de televisión, recaló en La Razón muy joven, donde empezó a distinguirse por su estilo humorístico, polémico y desacomplejado. Desde 2005 trabaja en El Mundo
como cronista, reportero y columnista. Con esta fructífera carrera en
mente iniciamos con este gran escritor, excelente periodista y mejor
conversador una larga entrevista en la que dialogaremos sobre
periodismo, literatura, fútbol, política, boxeo, zoofilia, sodomía y
rock and roll.
Cuando
empezaste, al hacerlo tan joven, te consideraban un columnista
prodigio. Ahora, ya pasados los años, ¿cómo definirías una columna?
No
es fácil, porque la columna es muy flexible. Aparte, cada autor tiende a
inventarse el género. Lo que ha fijado más la columna en los últimos
años es el argumento político. Además, este género, la columna española,
creo que es propio de nuestra prensa, no lo he visto en ninguna otra
parte. Es una suerte de género híbrido entre literatura y actualidad. Y
esa es la decisión que tienes que tomar de entrada: si la columna va a
bascular más hacia la literatura o hacia el periodismo. Por decirlo en
breve, creo que es un acercamiento muy personal a la actualidad con
licencias literarias que no tiene ningún otro género del periódico. Es
un descenso del escritor al periodismo, o al revés: el tránsito y ascenso del periodista a la literatura. En mi caso, prefiero que sean periodísticas.
Las
columnas periodísticas tienen tanto de ejercicio literario como de
tribuna de opinión. ¿No hay algunos columnistas que pecan de hablar
demasiado de sí mismos en lugar de aquello que ven?
Para
mí eso no es un defecto. La criba la hacen los lectores, y cada uno se
queda con los que consigue convencer. A mí no me parece mal lo que haga
nadie. Mi columna es ajustada a lo que pretendo o soy. Hay otras que son
“yoístas”, hay pajas literarias, o líricas, basadas en ti mismo. Se
caen las torres gemelas y tú haces una columna sobre el grano que te ha
salido en la frente. Eso ocurre, pero uno de mis columnistas preferidos
era Francisco Umbral y él hacía eso. Y si él lo hacía, está bien.
Ahora que con Internet la información circula
con mucha rapidez, casi en tiempo real y desde muchos puntos de vista,
¿no te parece que la columna es el último refugio que le queda a la
prensa tradicional?
Absolutamente. Los periódicos van a desaparecer como formato papel y van a recuperar urgencia cuando
estén en el soporte de Internet. Pero los periódicos han perdido
completamente la premura, la urgencia de la información. Y cuando no
tienen exclusivas, lo que los puede distinguir de la televisión y la
radio, aparte del prestigio del papel, que se conserva, es la
interpretación. Eso ya lo dijo Montanelli hace muchos
años: el periódico va a quedar para los cuatro gatos a los que les
gusta leer la interpretación y establecer complicidad con un autor,
mientras que la información llegará por otros cauces más urgentes. Lo
que tiene el periodismo escrito es la capacidad de hacer con la
escritura tanto la interpretación como el puro placer de escribir o
leer. Es la única ventaja que tiene sobre un picadillo radiofónico o un
informativo de televisión. Y eso a mí me beneficia, porque como soy del
género opinativo-interpretativo-pseudoliterario, encontraré siempre
hueco en un periódico.
¿Crees que el lector de opinión es más crítico o prefiere una interpretación masticada de la actualidad?
Supongo que hay de todo, aunque a veces también me lo pregunto porque he conocido
lectores de columnas que buscan que amplifiquen sus propias opiniones,
sintiéndose prolongados por una firma con la que establecen una
complicidad por decir lo mismo; hay otra gente que está dispuesta a
confrontarse con un columnista que desafía sus propias convicciones y
luego, por último, gente que disfruta del talento sin importarle tanto
si el columnista prolonga o no sus propias convicciones. Lo que está
clarísimo es que, cuando el lector establece una complicidad con la
columna a diferencia de lo que ha leído en la parte de información,
donde dominan la actualidad y los hechos, cuando busca ese cuadradito
del periódico donde está esa firma lo que busca es, precisamente, esa
firma; el acontecimiento le importa menos. Los que me leen me van a leer
igual escriba de Gadafi o del Real Madrid. Esa es la
gran diferencia con el lector de información, que lo que quiere es
comprender cómo es el mundo, quiere saber los hechos, mientras que el
lector de una columna lo que quiere es renovar esa pequeña complicidad
que tiene cada mañana. Aunque, como ya he dicho, no sé si la gente lo
lee para sentirse prolongada o confrontada.
¿Queda información en los grandes medios o ya es todo opinión?
Claro
que hay información. El director de mi periódico, por ejemplo, se
cabrea muchísimo las mañanas que no tiene información y saca a la gente a
buscarla. Si no le traes información se enfada, se desespera. Es como
un tiburón, necesita seguir nadando para respirar. Un periódico no se
nutre solamente de información o de opinión, está calibrado para que
haya de todo. No conozco un solo periodista que no dé importancia a la
información, me parecería una barbaridad. Lo que sí conozco son
periodistas-columnistas que no se la dan, que creen que con el hecho de
acumular unas cuantas firmas se salva el día. Pero editores, directores,
redactores-jefe o jefes de sección, que tienen una imagen mucho más
real de lo que es de verdad un columnista, saben que sin información
estás muerto.
Hablando de tu director, entrevistamos a Juan Pedro Quiñonero y lo definió como “inquietante, temible y siniestro”. ¿Coincides con él en algo?
Siniestro no. Hay un mito que rodea a Pedro J, como a toda la gente con poder y con éxito. Parece que cuando sale de su despacho va a sonar la Marcha Imperial,
como cuando Darth Vader pasa por el puente de mando de la nave. Es una
persona complicada de trato, es muy complicado establecer con él una
relación más allá de la profesional, no es el típico coleguita que te da
una palmada en la espalda, pero no es siniestro. Temible sí lo es,
porque cualquier periodista capaz de crear opinión y que tenga un
periódico tan influyente en la vida social por supuesto que es temible,
pero tan temible como el propio periodismo cuando es trascendente. ¿Y lo
otro qué era?
Inquietante.
Eso ya parece una interpretación casi sexual (risas). De
todas formas, como le veo todos los días, tengo una imagen de él mucho
menos espectacular, no lo tengo convertido en una especie de personaje
mitológico.
Entonces, ¿no te imaginas la respiración de Darth Vader cuando pasa?
Bueno, reconozco que
no es un tipo de trato fácil. Pero me parece que es, con sus defectos,
el último de una estirpe de periodistas: el periodismo de autor, el gran
estimulador y motivador de una redacción, el gran hacedor de periódicos
antes de que se conviertan en una gran corporación y una mera cabecera…
para bien y para mal, porque el periódico nunca se emancipará de Pedro
J. y el día que decida jubilarse el periódico desaparecerá. Pero es una
gran personalidad de nuestro periodismo y de nuestra cultura, con todos
los defectos y esa parte poco empática que tenga. Y con la aceptación de
que no se puede estar en la gran vida de la influencia siendo Heidi. No
he conocido a un solo hombre poderoso que sea absolutamente bueno, no existe. Dicho esto, creo que Quiñonero exageró un poco, no es para tanto.
Hace unas semanas Arcadi Espada arremetía contra Juan José Millás por un artículo que éste escribió en abril cuando Zapatero declaró que no se presentaría como candidato. ¿Ahí ves opinión, un intento de desmontar la imagen positiva de Zapatero que quiere transmitir Millás o un ataque personal?
Esto
en particular no lo recuerdo, pero lo que sí está claro es que Arcadi
ha decidido que tiene que patrullar la profesión para repartir o negar
permisos de circulación. No sé quién le ha investido con ese poder; que
lo haga, que nos masacre o nos autorice. Pero este caso en concreto no
lo he leído. Millás, muy crítico con Zapatero no suele ser, no sé si iba por ahí la cosa.
Más
bien todo lo contrario. Escribió un artículo en abril sobre la
despedida de Zapatero en el que enumeraba las acciones positivas de su
gobierno y Arcadi, bastante tiempo después, lo desmonta punto por punto.
Sí,
un “Deconstructing Millás”. Como ya te digo, no lo vi, pero lo que está
claro es que el personaje de Arcadi es eso: el gran gurú y patrulla
profesional que nos tiene a todos vigilados. Bueno, si le gusta… Además,
Pedro J en eso fue muy cabrón porque le dio un blog que consiste no
sólo en vigilar la profesión, sino en vigilar a los propios compañeros. Todo el que escriba un artículo en El Mundo,
que sepa que Arcadi está mirando desde su garita dispuesto a lanzarle
un trueno como Zeus en cuanto se te vaya una esdrújula sin acentuar. Es
el papel que ha elegido para estar en la profesión y además se lo han
potenciado en el periódico dándole un blog que es como la policía de
asuntos internos. Pues que sea feliz, pero a mí no me gustaría; no me
siento capaz de dedicarme exclusivamente a dar lecciones a los demás.
Además de tu columna, has escrito alguna novela. ¿Te interesa la literatura actual o prefieres releer clásicos?
La
actual no mucho. Y me da miedo este desinterés porque pienso que, a lo
mejor, me pierdo cosas, pero es que no me fío de los suplementos
literarios, de la parte industrial de la cultura. Intento leer lo que
merece la pena, pero además últimamente en la lectura me he vuelto muy
pesado, leo casi exclusivamente historia y apenas novela. Me va por
rachas, pero no me fío de las novedades, no me gusta perder el tiempo.
No me apetece abrir un libro y, a las cuarenta páginas, darme cuenta de
que el suplemento literario de El País o El Mundo me
ha engañado porque lo que querían era vender a un autor que es amigo de
alguien o que forma parte de la industria. Intento esperar a que el
tiempo haga un poco de criba.
Las
vanguardias artísticas y culturales nacieron entre las dos guerras, un
clima muy revuelto. Ahora el ambiente, salvando las distancias, también
lo está, ¿puede esto propiciar una generación con talento?
No
lo sé, no estoy siguiendo el advenimiento de ningún movimiento
especialmente brillante, al menos en la literatura. Para mí, que soy
consumidor de cultura popular, el fenómeno cultural más importante de
los últimos años son las series de televisión, más que el cine y la
literatura. Lo que más me ha enganchado como una forma nueva de contar
historias ha sido la HBO. Ellos han dejado la principal huella cultural
de la década. Y si crees que por el hecho de estar en un país en el que
se ha caído la sensación o prosperidad ahora está germinando por ahí una
suerte de Siglo de Oro literario que viene de los escombros de nuestra
sociedad, yo no lo veo por ningún lado. Y si, desde luego, la mayor
expresión de inteligencia en la actualidad como consecuencia de esta
época turbulenta ha sido el 15M, mi confirmación es que no hay nada que
esperar. Sacarán sus novelitas los que las han sacado siempre y te
interesará o no, pero que vaya a quedar una gran impronta cultural en la
literatura española como consecuencia del desmoronamiento de la España
post-transición o algo parecido… de momento no lo veo. ¿Qué ha llegado
últimamente? ¿Estos de la Nocilla?
¿Qué piensas de la generación Nocilla?
No
lo he leído, pero un amigo del que me fío me dijo: “No entres nunca en
un libro de esos”. Y le he hecho caso. No he leído una sola línea.
Ahora que has mencionado las series de televisión, ¿cuáles te han gustado más?
Las que le gustan a todo el mundo: desde Los Soprano a The Wire pasando por Roma o El ala oeste de la Casa Blanca. También ha habido muchas series cáusticas que me han gustado, como Me llamo Earl o Shameless. Si tuviera que decir quién es el narrador que más me ha impresionado en los últimos años diría que es Aaron Sorkin, guionista de El ala oeste de la Casa Blanca en televisión, de Algunos hombres buenos y La red social en el cine… me parece que la gran explosión del talento narrativo en los últimos años ha estado en las series. Los Soprano, por ejemplo, es una mezcla de tantas cosas… ahí está hasta Balzac; no ves nada parecido en la literatura.
O los diálogos de Deadwood, que parecen shakespearianos.
O la de Juego de tronos, que parecía una bobada cuando empecé a verla y es una mezcla de El señor de los anillos
con sodomizaciones, lo que la hace mucho más divertida, intrigas
palaciegas con puntos shakespearianos… lo más divertido está ocurriendo
en televisión. Pero en España no tanto. Tengo entendido que van a hacer
una versión de Cheers, así que imagínate los españoles dónde estamos.
Es curioso lo de adaptar la cultura americana aquí. Porque antes mencionabas Me llamo Earl, que es una serie para los que hemos consumido mucha cultura basura americana…
¡Para nosotros!
Exacto.
Porque si no es imposible encontrarle la gracia. Y ahora hacemos aquí
una serie americana y la estropeamos, que es lo que ocurrirá con Cheers.
Además es una serie muy antigua, y adaptar un mito como ese es condenarte a estrellarte. Pasó con Las chicas de oro. Una serie española que me ha gustado en los últimos años es Crematorio,
no estaba nada mal. Y además era muy española y muy oportuna, porque
hasta el lugar donde ocurría, con la gran corrupción de la costa
valenciana… ese personaje de Pepe Sancho es una emanación de la España que nos tiene obsesionados
en los últimos ocho o nueve años, con las grandes operaciones
judiciales y las grandes redadas. Ahí sí veías una serie con apego. Y me
dijeron que la novela, que la tengo comprada, también es buena. Pero si
lo demás es como Hispania, esta versión de los romanos… yo es
que soy muy escrupuloso con ese tema porque me gusta mucho la historia
de Roma. Acepto que esta gente usó lo de Roma como un pretexto para
hacer una serie de adolescentes, pero no ves ese rigor intelectual
plasmado en una serie, como la Roma de la HBO. Pero claro, establecer comparaciones es ofensivo, es como compararme a mí con Tom Wolfe, siempre perderé.
También puede depender del público al que vayan dirigidas.
No
sé, porque las series americanas de las que hemos hablado antes tienen
en España un público gigantesco, y tampoco seamos esnobs, no son series
complicadas. Ver El ala oeste de la Casa Blanca no es complicado, es muy divertido, y no te cuento Juego de tronos, que se están dando por culo todo el día; no son series herméticas, es cultura popular, no de una élite. Lost era pura cultura popular, puro entretenimiento, en el espíritu de los 80, como esta película reciente, Super 8,
que es un homenaje a esas películas spielberguianas que eran mero
entretenimiento. Otra cosa es que también tienes a gente a quien le
gusta ver a Pilar Rubio en Piratas. Pero vamos, no quiero tener un discurso esnob. No creo que ver El ala oeste de la Casa Blanca te convierta en élite intelectual. Es puro entretenimiento.
Pero entretenimiento bien hecho, bien producido.
Sí,
con buenos guiones, historias bien construidas, apegadas a la
actualidad, con personajes creíbles… pero es cultura popular. Es que yo
soy consumidor de cultura popular, no tengo una visión especialmente
elevada de la cultura, me gusta lo que le gusta a cualquiera.
Quizá la mayor expresión cultural en el conjunto del siglo XX haya sido el rock. Y a ti te gusta.
Me encanta, es la única música que escucho.
Lo digo porque te he leído que la movida madrileña no era la promovida por el ayuntamiento, sino que eran Obús y Barón Rojo.
Y los heavies y los mods de Moncloa.
Eso era la movida madrileña. Tampoco tuve tiempo de vivirla. Si la
fecháramos, sus comienzos me pillarían con unos 14 años. Yo estaba más
en la calle a finales de los 80. Y creo que había una parte muy bien
institucionalizada y dirigida por la política cuando España buscaba como
una loca cambiar su imagen. El gran advenimiento de personajes de Pedro Almodóvar,
aparte del talento, que algunos lo tienen y otros no, es que España
está saliendo de la transición y convienen a la búsqueda de modernidad
del país, que el alcalde de Madrid de entonces, Tierno Galván,
lo comprende y lo promueve muy bien, y hay algo cultural y
contracultural más o menos interesante, pero inducido por los poderes,
porque un tipo cantando en bata de guata nos viene muy bien en ese
momento para olvidar a Millán Astray.
Pero luego está la movida real, la espontánea, la que emana de la calle
sin ayudas de un ayuntamiento ni subvenciones. Y eso es el rock de
Obús, Barón rojo, Leño, Ñu y los grandes conciertos cuando vienen a visitarnos Iron Maiden o AC/DC y las tribus urbanas alrededor del fútbol, la Moncloa, los mods que han visto Quadrophenia y se lo han creído, las bandas de skins que aparecen de repente, las movidas del fútbol que empiezan en el 82…
Cuando se decía que el heavy era violencia.
El
heavy tuvo una conexión muy fugaz con el fútbol. Había un grupo de
heavies del barrio del Pilar que al principio coquetearon con los rollos
del fútbol, pero en seguida se apartaron porque los conceptos heavies
nunca han sido violentos. Recuerdo de aquellos años, que yo iba a todo,
un muerto. Fue en el campo del Rayo Vallecano, en un concierto de Scorpions,
y fue un chaval al que mataron dos americanos de la base de Torrejón.
Dos americanos que acababan de llegar a Madrid, que creían que venían a
un país peligroso y se fueron al concierto armados. Hubo el típico
tumulto y mataron a un chico. Pero aparte de ese acto de violencia
producido por militares americanos, jamás vi violencia. Al contrario, el
heavy era una hermandad. En las discotecas igual, como la Canciller y
la Osiris, donde veías a tipos que llevaban guitarras de madera para
bailar cabeceando… fueron años muy divertidos. Y las tribus urbanas
igual. Llegabas a Moncloa y te pasaban Lambrettas que parecían sacadas
de Quadrophenia. También me he hecho más viejo, y tendemos a creer que la ciudad se ha hecho menos divertida y que antes era cuando molaba.
¿Eras heavy, entonces?
Tuve
una época heavy, pero no heavy reglamentaria. Me gustaba mucho el
ambiente. Además, el colegio al que iba era muy especial. Soy medio
francés y mi colegio lo fundaron en los años 70, con el franquismo aún
en pie, una serie de familias francesas que querían crear un oasis de
educación francesa en Madrid. Parecido al Liceo, pero más pequeño e
íntimo, controlado por algunas familias… seguía el espíritu de la
Ilustración. Culturalmente era muy a contrapelo para los cánones
españoles de entonces. Se creó un ambiente muy libre y progre, y lo que
se llevaba era el heavy. Era ese rollo de progre casi forzado en el que
los profesores compartían la complicidad hasta el punto de que te pedían
un condón. Pero qué me pides, si yo no tengo. Entonces nuestro plan era
ir a Osiris. Nunca me he convertido en un estereotipo, en un personaje
completamente identificado con un movimiento, pero la música que
escuchaba, y que aún escucho, es rock duro.
¿Qué te parece que Metallica saque un disco con Lou Reed?
Me parece una mezcla rara. Lou Reed me gusta mucho, me gustaba la Velvet underground,
y Metallica me gustaba, pero no tanto; pero como diría un cocinero,
tengo curiosidad por ver el maridaje cómo queda y escucharlo. El otro
día, hablando por Twitter con unos tipos muy aficionados a la música
heavy, uno me dijo que lo había escuchado y que le había parecido muy
bueno. A veces, cuando dos grupos tan distintos se juntan para hacer
algo es el abrazo de los dos ahogados, nunca se sabe quién necesita más
al otro pero, desde luego, si estuvieran en su época dorada nunca se les
hubiera ocurrido juntarse.
Lo
he escuchado y la sensación que da es que el peso de la composición lo
lleva Lou Reed, pero pasado por la producción de Metallica.
Es decir, Metallica ha hecho con Lou Reed lo que Pitingo ha hecho con el flamenco y el soul. Hablando de Metallica, yo siempre he sido más de Motörhead. Lou Reed me encanta, hay canciones suyas, como Heroine o Perfect day,
que son las canciones que llevo escuchando toda la vida. Pero la mezcla
con Metallica la veo rara. Tengo en el iPod un disco de cuando cantaba
con David Bowie, pero lo veo como estilos más compatibles.
¿A día de hoy sigues escuchando a Motörhead?
Sí,
hace poco me compré un recopilatorio suyo donde salían unas 80
canciones. Me sigue gustando. Me doy cuenta de que debería estar
escuchando otra cosa, pero me gusta. Te recomiendo Nashville pussy, que los conocí por unas versiones de AC/DC que hicieron, y como me gustó cómo las hicieron, busqué más cosas de ellos.
Nashville
Pussy son buenísimos. El año pasado estuvieron tocando en Madrid con
los Supersuckers, y veías el cartel y pensabas que no puede haber
mejores nombres para unos grupos de rock.
Además te los imaginas bastante rednecks, como una degeneración de los Lynyrd Skynyrd. Pero son un grupo muy divertido, los vi en Madrid y las guitarristas están buenísimas.
Son
muy rednecks, de hecho el cantante tiene un grupo paralelo de cowpunk
que se llama Nine Pound Hammer. Pertenece a ese estilo que mezcla el
punk rock con el country.
No
conocía eso, pero suena estupendo. Lo buscaré. Respecto a Obús, me fui
con ellos hace poco de viaje. Me metí en la furgoneta con ellos y me
llevaron a un concierto en Valencia.
¿Y no escribiste una crónica?
Llamé
al tipo que les lleva y le dije que les quería dedicar una página del
periódico… no se lo creía, porque era la época de su regreso y nadie les
hacía ni puto caso. En Valencia tocaron en un parking delante de mil
tíos. Y cuando les dije que les haría una contraportada en El Mundo no se lo podían ni creer. Y me encantó. Parando a comer… además Fortu es cocinero. Me sentía como el de la película Casi famosos,
que se va de gira. Un ambiente impresionante. Fortu se acababa de hacer
un tatuaje y tenía que llevar el pie elevado, tuvimos que parar en un
galpón de Rivas para recoger la pirotecnia del concierto y nos dieron
como una caja de dinamita que llevábamos detrás, y los tíos tirando
cigarrillos. Son geniales. Paco es un tío mucho más serio, con su
chaletito en Rivas… es un señor de 50 que vive como tal, y va a dar
conciertos como quien va a cambiar una rueda a un taller; pero Fortu es
un personaje entrañable. Muy buena gente, queriendo vivir como una
estrella del rock, pero siendo de un barrio de Madrid, teniendo ya una
edad. Parece Ozzy Osbourne, es
un despropósito. Igual que en Estados Unidos hicieron un reality con
los Osbourne, aquí tendrían que hacer la versión castiza con Fortu,
sería divertidísimo. Tenéis que entrevistar a Fortu, o mejor hacerle un
reportaje. El 5 de noviembre me parece que hacen un concierto en La
Riviera, por el aniversario de algo, y voy a ir a verlos, seguro.
Antes hemos hablado de que tu educación fue francesa. ¿Esto ha hecho que ames a los autores franceses o les has cogido manía?
Siempre
me ha gustado leer, desde pequeñito. Pero en mis aficiones a la lectura
me ha influido muchísimo mi padre. Fue, junto con un profesor de lengua
española que tuve en ese colegio, que fue mi gran Pigmalión, quien
formó mis apetitos. Cuando eres niño, supongo que todo lo que viene
impuesto harta, pero los franceses me gustan. Estoy enamorado de Camus o del Cándido, o el optimismo de Voltaire desde
que era un niño. Lo que ocurre es que, desde que dejé el colegio, he
ido perdiendo el francés y, aunque lo hago, ahora es un esfuerzo para mí
leer en ese idioma, pero me prohíbo leer un autor francés traducido al
español porque me parece un pecado. Hace poco, por ejemplo, leí a Céline,
pero representa un esfuerzo, y eso es lo que, en los últimos tiempos,
me ha distanciado de los autores franceses; me resulta más fácil leer a
un autor inglés traducido o a un español. Pero no les cogí manía, la
literatura francesa ha sido clave en mi formación. Es muy pedante
decirlo, pero La cartuja de Parma o El rojo y el negro de Stendhal
son libros determinantes en mi formación como persona. Y los recuerdo
como los primeros placeres de lectura. El 80% de los primeros libros que
disfruté fueron franceses, y luego Graham Greene. Bueno, y antes de eso Robert Louis Stevenson y Emilio Salgari,
como cualquier otro chaval. Con el tiempo me he dado cuenta de que
todos los aspectos culturales que, siendo español, me hacen sentir
extranjero, son franceses. Hay una parte francesa en mí que me impide
sentirme completamente español para muchas cosas.
TITULO: REVISTA XL SEMANAL - PORTADA ENTREVISTA - ¡ ATENCIÓN Y OBRAS ! - CINE - Vuelo 370 Malaysia Airlines. ¿Dónde está mi familia?,.
¡ATENCIÓN Y OBRAS ! - CINE,.¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.
REVISTA XL SEMANAL - PORTADA ENTREVISTA -Vuelo 370 Malaysia Airlines. ¿Dónde está mi familia?,.
Vuelo 370 Malaysia Airlines. ¿Dónde está mi familia?, fotos.
El vuelo 370 de Malaysia Airlines desapareció el 8 de marzo de 2014. Casi tres años después, la búsqueda oficial se ha suspendido, pero para quienes perdieron a sus seres queridos la lucha continúa. Lo hará siempre. Ghyslain Wattrelos no ha podido enterrar a su mujer y a dos de sus hijos.
Mil días, todo iguales entre sí. En el instante en que supo que había perdido a su mujer y a sus hijos, de 13 y 17 años, para Ghyslain Wattrelos el tiempo se detuvo. Desde entonces dedica cada minuto a buscar la verdad. El 4 de diciembre desembarcó, junto con otros seis familiares de víctimas del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, en Madagascar. Las olas habían llevado hasta allí unos restos que podrían pertenecer al avión siniestrado.Madagascar está en el centro de la búsqueda. Varios restos han sido localizados allí. Ghyslain y otros familiares se desplazaron hasta allí para pedir ayuda
Ghyslain no es el único que continúa, incansable, su investigación. También están Grace, Nathan, Tang, Ng, Jiang Hui y Baishan, chinos y malasios que han perdido a un padre, a una madre, a una esposa, a un marido, a un hijo… 239 personas desaparecidas, entre pasaje y tripulación.Wattrelos dejó su trabajo como ejecutivo en Lafarge [multinacional francesa de materiales de construcción] para dedicarse a investigar qué pasó. «Tengo un hijo de 23 años que ha perdido a su madre, a su hermano y a su hermana. Le debo respuestas». Wattrelos escucha atento y observa los gestos del inspector malasio, el señor Khan, que se ha reunido con ellos en Madagascar. «La verdad es que es extraño que este hombre haya venido hasta aquí -murmura Wattrelos-. Parece que Malasia está cambiando de estrategia. Se está dando cuenta de que no tendrá ayuda para avanzar en la investigación. Australia, Estados Unidos, Gran Bretaña… estoy convencido de que estos países nos ocultan información».
La noche del 8 de marzo de 2014, el vuelo MH370 cortó todas sus comunicaciones apenas dos horas después de despegar de Kuala Lumpur con dirección a Pekín, pero los satélites de la compañía británica Inmarsat siguieron detectando unos ‘pings’ o señales del avión durante las siguientes cinco horas. Inmarsat es una empresa de servicios de satélite con cobertura en casi todo el planeta. Entre sus clientes destacan las agencias gubernamentales. Los pings son simples señales técnicas que no permiten determinar la trayectoria exacta de un vuelo (es solo un mensaje de ‘estoy encendido’), pero gracias a estas señales se definió un perímetro de búsqueda. Cuando mencionamos Inmarsat, Wattrelos esboza una sonrisa irónica. «Esa compañía está ligada a los servicios de inteligencia y retienen información», dice.
El perímetro de búsqueda se estableció cerca de las costas de Australia. Que los primeros restos del avión aparecieran próximos a África era explicable por las corrientes marinas. Sin embargo, de la treintena de restos ya inventariados, solo tres han sido oficialmente atribuidos al Boeing desaparecido. Y esos tres fueron encontrados alrededor de isla Mauricio, la isla Reunión y la isla de Pemba, en aguas de Tanzania.“Australia, Estados Unidos, Gran Bretaña… Estos países nos ocultan información. Estoy convencido de que el avión fue abatido por un estado”, dice el padre de las víctimas
Este flaperón encontrado en la isla Reunión en 2015 es uno de los tres restos identificados como parte del Boeing siniestrado
Este último fragmento, un flaperón exterior derecho, fue objeto de una atención especial: estaba en posición retractada y eso significa que el MH370 no habría intentado amerizar, sino que se habría estrellado descendiendo en espiral a gran velocidad. Era una pista, pero insuficiente para respaldar ninguna teoría en concreto. Solo hay una cosa sobre la que todos los expertos parecen estar de acuerdo: lo qué sucedió en el vuelo MH370 aquella noche fue un acto deliberado. ¿Pero de quién y por qué?Trabajando en ello
En el hotel de Madagascar, el señor Khan pone a disposición de los familiares de las víctimas mapas cubiertos por puntos blancos, los lugares en los que flaperones, alas y alerones podrían encallar, según los datos del oceanógrafo australiano Charitha Pattiaratchi. En agosto de 2014, su trabajo indicó ya una posible concentración de restos alrededor de la isla Reunión. El descubrimiento del flaperón un año después le dio la razón.Blaine Gibson es un abogado estadounidense que, en su faceta de aventurero, se ha obsesionado con la búsqueda del MH370 y ayuda a las familias
Blaine Gibson también refuerza los datos del profesor. Este antiguo abogado estadounidense, ahora aventurero y hombre de negocios, es un apasionado del misterio del MH370: «Cuando el flaperón se encontró en isla Reunión, en julio de 2015, supe que el avión se había estrellado al oeste del océano Índico -explica-. Desde entonces busco sin descanso».Los mensajes de otros
Al francés Ghyslain Wattrelos le llegan nuevos mensajes constantemente. «Las familias estamos en contacto permanente -cuenta-. Pero recibo, además, muchos mensajes de gente desconocida. Uno me dice que tiene información confidencial; otro me aconseja que desconfíe de alguien…».Wattrelos tiene que levantarse temprano al día siguiente. Quiere viajar a Toamasina, una ciudad portuaria al este de Madagascar. Le espera una nueva noche de insomnio. Desde el 8 de marzo de 2014 no duerme. Le da igual, dice que dormitará en el avión. Es el único sitio en el que encuentra algo de serenidad. En Toamasina encadenará conferencias de prensa, reuniones con el alcalde, con los pescadores. «Hay que crear una cadena para encontrar los restos», repite. Su motivación sigue intacta. Wattrelos se acuerda del día en que puso el pie en Madagascar por primera vez. fue hace 30 años, en un viaje de enamorados con su mujer. Su teléfono lo interrumpe.
Es Blaine Gibson. Acaban de descubrir un trozo de pecio en Riake Beach, a 122 kilómetros de allí: su estructura en nido de abeja indica que es la de un Boeing 777. El 16 de agosto apareció otro resto similar cerca. «Esperemos que estos trozos no acaben en malas manos -dice Wattrelos-. Me niego a que se lo entreguen a las autoridades malasias. Nunca sabes en quién puedes confiar». Cada vez está más convencido de que no solo cuenta con aliados en esta búsqueda. «Un avión no desaparece así como así -reflexiona-. En mi opinión, fue abatido por un Estado que actualmente se niega a reconocerlo».“Tengo un hijo de 23 años que ha perdido a su madre, a su hermano y a su hermana. Le debo respuestas”
Lo que se sabe
El vuelo 370 de Malaysia Airlines salió desde Kuala Lumpur con destino a Pekín el 8 de marzo de 2014. Se perdió su rastro en el radar dos horas después del despegue. Además, alguien desconectó deliberadamente los sistemas de comunicación. El aparato cambió de ruta y siguió volando al menos siete horas en un rumbo opuesto al inicial. Cayó al océano Índico en algún lugar al oeste de Australia. Se han peinado 120.000 kilómetros cuadrados de mar. Se han recuperado varias piezas en la costa de África, arrastradas por las corrientes miles de kilómetros, aunque solo se han confirmado tres pedazos, entre ellos un flaperón que no estaba configurado para aterrizar, lo que refuerza la teoría de que el avión cayó al mar después de agotar su combustible.CUATRO TEORÍAS PARA NO DORMIR
LO QUE SE ESPECULALa implicación del piloto: ¿el bueno o el malo?
La Policía encontró en casa del piloto malasio Zaharie Ahmad Shah (abajo) simuladores de vuelo con datos sobre cinco pistas de aterrizaje en el Índico; entre ellas, la de la base militar de EE.UU. en Diego García. Esto ha dado lugar a teorías sobre la implicación de los servicios secretos americanos e israelíes, pero los expertos no las consideran.Otra teoría es que el comandante o su copiloto pudieran querer quitarse la vida, pero nada indica que sufrieran un trastorno. Por otro lado, hay expertos que señalan que el piloto podría haber desviado su ruta a causa de un incendio u otro problema a bordo y habría intentando llevar el aparato a un lugar seguro para aterrizar. No regresó a Kuala Lumpur porque había que cruzar montañas de más de 2000 metros.
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