viernes, 25 de marzo de 2022

Comando actualidad - Abandonados por los bancos ,. Jueves - 7- Abril ,. / LAS GAFAS ROJAS - El Navalmoral complica su situación ,. / EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS - Finlandia huye del miedo y se acerca a la OTAN, Jueves -7- Abril ,.

 

TITULO: Comando actualidad -  Abandonados por los bancos, Jueves  - 7- Abril  ,.

 Abandonados por los bancos - Jueves -  7 - Abril  23.40 - después de  ‘Néboa’, en La 1 / foto,.

 Abandonados por los bancos,.

El abandono bancario se ceba con los clientes que menos utilizan internet,.

No hay rastro de oficinas en un 52% de los pueblos, donde la población que utiliza aplicaciones financieras es mínima,.



Cuando el pasado 29 de noviembre la Seguridad Social abonó la pensión mensual de jubilación, más la paga extra de fin de año, centenares de miles de perceptores no pudieron actualizar su cartilla de ahorro ni retirar el dinero en efectivo para iniciar holgadamente este mes navideño. Tuvieron que trasladarse a otro municipio cercano donde su banco tenía abierta una sucursal; dispusiera de un cajero; o directamente esperar a que el 'ofibus' se acerque en los próximos días a su localidad. Esa es la realidad bancaria a la que se han tenido que acostumbrar a vivir en 4.244 localidades de toda España. Porque en el 52,2% de los pueblos no hay rastro de bancos.

En plena época digital, este problema de abandono no sería grave si no fuera porque en esos municipios excluidos financieramente del sistema residen precisamente los segmentos de población menos habituados no ya a operar con internet, sino simplemente a tener un acceso habitual y fluido a la red. La proliferación de las aplicaciones bancarias que permiten ver los movimientos de las cuentas, realizar transferencias o gestionar un recibo, no es precisamente la vía en la que los clientes bancarios de mayor edad están acostumbrados a vivir: se encuentran doblemente abandonados sin sucursal ni un acceso habitual a los portales de sus respectivas entidades financieras.

Apenas un 7,5% de los usuarios bancarios con más de 60 años es exclusivamente digital; un 21,6% intercala el uso de las redes con el trato habitual en las oficinas; pero es un 71% el que solo se relaciona con su banco a través de la ventanilla, según las últimas estadísticas del Observatorio del IEB de 2017. Estos datos contrastan con los que revelan que un tercio de los menores de 40 años no pisa la oficina de su entidad financiera casi nunca. Unos -los jubilados- son los que habitualmente residen en los pueblos pequeños, donde cada vez se cierran más sucursales; y otros -los jóvenes trabajadores- viven en medianas o grandes urbes, donde la exclusión financiera es mínima.

A pesar de estos contrastes, la estrategia de toda la banca pasa por fomentar el uso de sus portales de internet y de ir cerrando poco a poco oficinas. Y lo hacen allí donde es menos rentable mantenerlas abiertas, en los pueblos; frente a las integraciones de las ciudades, donde su masiva presencia se solapa en muchas esquinas. El Banco de España ya alertaba en la revista financiera del pasado mes de mayo que esta dinámina de clausuras «dificulta el acceso al efectivo al segmento de población que lo usa como medio de pago principal y único». Además, el supervisor recordaba que el cierre de sucursales en España desde hace una década ha sido muy superior al de otros países, aunque sigue siendo «uno de los territorios con mayor número de oficinas por habitante».

Los expertos avisan de que el problema no es tanto el cierre de oficinas como la falta de digitalización

Poco a poco, la exclusión va atrapando a más población. Hasta finales del año pasado eran 1,3 millones de españoles los que no tenían acceso a una oficina, esto es, un 2,7% de los 47 millones de habitantes del país, según el último informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE). Desde el inicio de la crisis, la población sin acceso a sucursales en sus municipios ha aumentado un 44%; un periodo en el que el número de oficinas se ha reducido en un 42%, hasta las 27.000 actuales.

El mapa bancario muestra una compleja realidad territorial en la que, por ejemplo, el mayor porcentaje de población financieramente excluida reside en pueblos muy pequeños. El 83% de los que no disponen de oficinas tienen menos de 500 habitantes. Y en el caso de los municipios con menos de 100 vecinos censados, un 98,8% de esos lugares -prácticamente la totalidad- no disponen de sucursal.

Las comunidades autónomas donde más impacta esta realidad es en aquellas con localidades más pequeñas, como ocurre en Castilla y León, donde el 80% están separadas del sistema bancario tradicional. También es relevante el porcentaje de municipios sin presencia física de entidades en Aragón (58%), Navarra (56%) o La Rioja (50%). Ninguna región se libra de esta realidad, aunque las cifras son muy inferiores en casos como Baleares, donde solo un 3% de los municipios no tiene banco; o Canarias (un 4,5%).

Goteo de iniciativas

El IVIE califica en su informe como «problema social» esta ausencia de sucursales. E insta para solucionarlo a las administraciones «erradicando la exclusión digital», que es el origen de esta realidad, junto a la necesidad de que la banca «facilite el acceso financiero». Todas las entidades lo hacen con distintas propuestas que intentan evitar perder una parte de sus clientes que pueden ser los más estables financieramente hablando al disponer de rentas indefinidas, como ocurre con muchos jubilados de los pueblos.

En la presentación de su último plan estratégico CaixaBank anunciaba que, frente al cierre o transformación de oficinas urbanas, mantendría el millar de sucursales que tiene en municipios de menos de 10.000 habitantes.

La exclusión financiera es más fuerte en provincias muy poco pobladas, como las del interior

Una de las opciones que manejan los bancos es la de la utilización de los autobuses que funcionan como oficinas móviles, que se van desplazando de municipio en municipio. En otros casos sus empleados cambian su centro de trabajo para atender las necesidades de diferentes municipios de una misma comarca. Y también se valen de la figura del agente financiero, que les permite seguir presente en una zona sin tener una oficina al uso.

Incluso el presidente de la patronal (AEB), José María Roldán, propuso en abril una solución para que estos ciudadanos puedan seguir accediendo a los servicios de sus diferentes sucursales a través de acuerdos de colaboración con los que las entidades lleguen a esas localidades en las que ya ninguna de ellas disponen de oficinas.

La alternativa mira hacia la red de cajeros: aumenta un 3% en tres años

Los bancos han encontrado en los cajeros automáticos el aliado para mantener cierto contacto que han ido perdiendo con buena parte de sus clientes; y los usuarios hallan en estos terminales los puntos necesarios para obtener el efectivo sin tener que entrar a la sucursal. La red de cajeros es cada vez más extensa en cantidad pero también en calidad, y sobre todo por la heterogeneidad de lugares donde cada vez es más fácil encontrar uno de estos aparatos.

Hasta el pasado mes de junio, había disponibles 51.506 cajeros repartidos por toda España, lo que supone un 3,2% más que a finales de 2015. De esta forma, la red de terminales acumula ya casi tres años de ascensos continuos después de la grave crisis que también les afectó y que provocó una reducción en los puntos disponibles hasta hace tres años. Desde entonces, la recuperación ha sido continua.

El número de terminales activos se encuentra aún muy lejos de los máximos alcanzados en plena etapa de crecimiento económico. En 2008, cuando la recesión casi comenzaba a llamar a las puertas de la economía española, la red se situaba por encima de los 61.714. Era la época en la que la banca abría una oficina en cada nuevo barrio o urbanización que se construía, con su correspondiente cajero. Desde entonces, la sangría ha sido relevante. En siete años, las entidades han clausurado la actividad de un 20% de sus cajeros, lo que supuso la desaparición de casi 12.000 terminales, según el Banco de España.

Desde 2015 hasta ahora, el número de cajeros ha crecido en torno a unos 1.600. Y lo ha hecho en un contexto en el que se han cerrado 4.200 sucursales. La nueva realidad del parque de puntos de retirada de dinero en efectivo es que los nuevos que se habilitan se encuentran en centros comerciales, estaciones de tren, aeropuertos y todo un abanico de lugares ajenos a la sucursal.

Al mismo tiempo que se ha incrementado la red de cajeros lo ha hecho el número de operaciones que los clientes han ejecutado en estos apartados. A finales de 2017 se habían registrado 933 millones de extracciones de dinero, lo que supuso un 1% más que el año anterior. Entre 2009 y 2013 su uso cayó de forma considerable. Además, el año pasado se sacaron 122.473 millones de euros en billetes, un 3,5% más que el año anterior.

  TITULO: LAS GAFAS ROJAS - El Navalmoral complica su situación,.

LAS GAFAS ROJAS -  El Navalmoral complica su situación ,. , fotos,.

El Navalmoral complica su situación,.



Los moralos pierden ante El Valle, el Cáceres vence al colista y hoy juegan el Grupo López Bolaños y el Jerez,.



Un triunfo en casa y una derrota fuera para los dos representantes extremeños del grupo IV de Segunda B que jugaron ayer. Hoy les toca el turno a los otros dos para completar la vigesimoquinta jornada. El Grupo López Bolaños defenderá la tercera plaza en Torrejón de Ardoz (12.00 horas) y el Jerez Futsal recibirá al Simancas (12.30) para intentar,.

TITULO:  EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS - Finlandia huye del miedo y se acerca a la OTAN , . Jueves -  7  - Abril,.

 

El Jueves -7 - Abril   a las 23:30 en La 2,./ foto.


Finlandia huye del miedo y se acerca a la OTAN,.

Tras las amenazas de Rusia aumenta sustancialmente el apoyo a la integración en la Alianza Atlántica. El país recupera el espíritu de las tres guerras que libró en el siglo XX con su vecino,.



Cuando las tropas soviéticas invadieron Finlandia en noviembre de 1939, mientras los proyectiles sembraban de fuego las ciudades heladas del país de los mil lagos y las protestas se extendían ante las embajadas de la URSS, el entonces ministro de exteriores de Stalin, Vyacheslav Molotov, aseguró que lo que lanzaban los aviones soviéticos eran paquetes de comida y no bombas de racimo. Con su característico humor negro, los finlandeses apodaron a las RRAB-3 como «las cestas de pan de Molotov», y pensaron que nada mejor para acompañar tan explosivo almuerzo como un cóctel. Las pequeñas bombas incendiarias caseras ya se habían utilizado unos años antes en la Guerra Civil española, pero fueron los finlandeses los que las bautizaron con un nombre que pasará a la posteridad: el 'cóctel molotov'.

Ahora que las cervecerías de Ucrania se convierten en fábricas de este ilustre combinado, es fácil buscar paralelismos entre el enorme coraje que los ucranianos están demostrando ante a agresión rusa y la valentía y astucia de los finlandeses de entonces para pararle los pies a la poderosísima Unión Soviética. Pero en Finlandia, la Guerra de Invierno, convertida hoy en mito nacional, no solo despierta recuerdos de resistencia, sino que también pone de manifiesto algo obvio: la amenaza comparte con ellos una frontera de 1.300 kilómetros.

Finlandia no es el único país de la Unión Europea que linda con Rusia pero, a diferencia de sus vecinos bálticos de Estonia, Letonia y Lituania, Finlandia no es miembro de la OTAN. En las últimas semanas, Moscú ha vuelto a amenazar a Helsinki y Estocolmo con «graves consecuencias» si optan por unirse a la Alianza Atlántica. El pasado miércoles, la embajada rusa en Finlandia publicaba en Twitter un inquietante mensaje pidiendo a sus compatriotas y a los finlandeses rusófonos -unos 80.000 en el país- que les contacten para denunciar casos de discriminación o incitación al odio que hayan podido sufrir. A nadie se le escapa en Finlandia que Moscú ya utilizó la excusa de «proteger a la minoría rusa» para atacar Ucrania.

62% de apoyo

Pero las amenazas no han desatado el pánico entre los finlandeses sino que, de hecho, han conseguido justo lo opuesto a lo que se proponían: Si hace cinco años solo el 19% de los finlandeses apoyaba la adhesión a la OTAN, la cifra ha crecido hasta el 62% esta misma semana, según una encuesta realizada para la radiotelevisión pública. Muchos miembros de la minoría rusoparlante sí que se han puesto en contacto con la embajada, pero para denunciar los crímenes de guerra de Rusia.

«Es el típico comportamiento ruso y estamos acostumbrados a él», reconoce por teléfono Alexander Stubb, que lideró el gobierno finlandés entre 2014 y 2015, y que también ha sido ministro de Exteriores y de Economía. El aliento del vecino en la nuca no se percibe, por el momento, como una amenaza inminente. «Pero, a largo plazo, los finlandeses hemos comprendido que la situación de la seguridad en Europa ha cambiado radicalmente. Ahora nos enfrentamos a una Europa que se ha dividido en dos: por un lado una Rusia aislada y agresiva, que es autoritaria y totalitaria y nada le frena para intentar conseguir sus intereses; y, por otro, una alianza de democracias con diferentes tipos de adhesión a la Unión Europea y a la OTAN. Esta división nos va a obligar a repensar nuestra seguridad», asume el exprimer ministro.

La solicitud para sumarse a la Alianza, en opinión de Stubb, «no va a ser cuestión de días o de semanas, pero tampoco lo será de años, sino más bien de meses», y tampoco requerirá de un plebiscito: «un referéndum sería un riesgo de seguridad porque tendríamos un montón de trols rusos interfiriendo con la información, como se vio en las elecciones de EEUU en 2016 o con el Brexit. No queremos asumir ese riesgo político».

Algo sabe Finlandia de cómo lidiar con Rusia. Fue parte del imperio ruso durante más de dos décadas, sólo en el siglo XX peleó tres guerras contra sus poderosos vecinos y perdió parte de su territorio -que hoy en día sigue siendo ruso-, y sobrevivió a la Guerra Fría usando una política a la que bautizaron como la «finlandización», que, básicamente, consistió en intentar no irritar al gigante soviético. 'Realpolitik' pura y dura que consiguió que Finlandia mantuviera su soberanía.

Durante mucho tiempo, explica Tommi Nieminen, periodista del principal diario finlandés, el Helsingin Sanomat, «ha habido una brecha generacional entre los políticos que nacieron en los años 50 o 60 y que tuvieron que aprender a lidiar con los rusos con pragmatismo, que miraban a occidente pero que querían tener las mejores relaciones posibles con Rusia, y las generaciones más jóvenes que queremos ser un país completamente occidental y olvidarnos de Rusia. Hoy ese pragmatismo se ha roto». Si quedaba algo de duda, la invasión rusa de Ucrania ha terminado por despejarla. Aunque no hay pánico, la preocupación entre los finlandeses es muy real, destaca Nieminen. «No se habla de otra cosa. La otra noche estuve en una fiesta de cumpleaños y ese fue el único tema de conversación. Sobre todo preocupa lo que Rusia pueda hacer después de la guerra de Ucrania», reconoce el reportero.

«Está donde está»

Como otros países europeos, Finlandia se ha volcado con Ucrania pero, como recuerda Minna Huotilainen, profesora de Ciencias de la Educación en la Universidad de Helsinki, «los finlandeses siempre hemos tenido una relación muy especial con Rusia. No podemos mover el país, está donde está. Hay cerca de 30.000 rusos viviendo en Finlandia, son nuestros estudiantes, amigos y colegas». Su universidad se ha movilizado para acoger en sus programas a estudiantes y docentes ucranianos.

«Las generaciones más jóvenes queremos ser un país occidental y olvidarnos de Rusia»

Tommi Nieminen | Periodista del Helsingin Sanomat

Ese pragmatismo o realismo es el que ha hecho que, a diferencia de otros países, Finlandia no recortara el gasto en Defensa después de la Guerra Fría. El servicio militar sigue siendo obligatorio para los hombres (voluntario para las mujeres), que luego pasan a la reserva de un país que apenas supera los 5,5 millones de habitantes. «En Finlandia siempre hemos prestado mucha atención a nuestra seguridad nacional. Tenemos uno de los ejércitos más fuertes de Europa. Nuestra cooperación con la OTAN ya es muy intensa y creo que lo será aún más en el futuro», reconoce la Directora General del Departamento de Rusia y Europa del Este del ministerio de Exteriores finlandés, Marja Liivala. Las amenazas rusas sobre la OTAN, asegura, «las hemos escuchado muchas veces en el último año, así que no es nada nuevo. Pero en Finlandia vamos a tomar nuestras propias decisiones de seguridad basadas en nuestros intereses».

Aunque Finlandia, como el resto de países europeos, ha cerrado su espacio aéreo a Rusia, la frontera terrestre sigue abierta, aunque el tránsito entre ambos países ha descendido un 90%, principalmente por la pandemia, reconoce Liivala, pero ahora también por la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia. «La relación, por supuesto, se ha alterado mucho. Ahora mismo, toda la cooperación e interacción bilateral y regional que teníamos, especialmente en el mar Ártico y la región báltica, está suspendida o congelada debido al ataque de Rusia», explica la funcionaria.

«La situación en Europa ha cambiado radicalmente. Nos va a obligar a repensar nuestra seguridad»

Alexander Stubb | Exprimer ministro de Finlandia

«Tenemos uno de los ejércitos más fuertes de Europa. Nuestra cooperación con la OTAN ya es muy intensa»

Marja Liivala | Ministerio Exteriores finlandés

Donde sufren diariamente esa reducción en el tránsito fronterizo es en ciudades como Lappeenranta, a solo 30 kilómetros de Rusia y que, antes de la pandemia, recibía bastante turismo del país vecino. Cuando el sector empezaba a recuperar tímidamente algo de vigor, la crisis de Ucrania ha asestado un nuevo golpe. «Los turistas rusos gastaban 1 millón de euros diarios en la región, y eso se ha perdido», explica por correo electrónico Kimmo Jarva, alcalde de esta pintoresca localidad. Pero muchos, más que a las pérdidas económicas, temen las pérdidas personales. En Lappeenranta, que tiene una población de 73.000 habitantes, viven 3.000 rusos y otros muchos tienen parientes al otro lado de la frontera. «Muchos están preocupados por si la frontera se cierra y no pueden seguir viendo a sus familiares», lamenta el regidor.

Frontera singular

«Comparado con el resto de Finlandia, la frontera es un sitio singular para vivir en muchos aspectos», opina Eeva Sederholm, directora del diario local, el Etelä-Saimaa. Sederholm reconoce que, «aunque no hay pánico, hace dos semanas que los finlandeses acabaron con las existencias de pastillas de yodo en las farmacias», algo que también ha pasado en otros países. Además, «muchos vecinos se han asegurado de tener suficientes provisiones para sobrevivir un par de días sin electricidad, como las autoridades llevan recomendando desde hace años», afirma la periodista.

El alcalde Jarva coincide en que «la gente reacciona de forma diferente, y algunos sienten más la necesidad de prepararse que otros. Hay personas que han buscado dónde están los refugios más cercanos y han comprado medicinas y provisiones para varios días». Sin embargo, añade, la preocupación de los vecinos de Lappeenranta no se diferencia mucho de la del resto de europeos: «la gente está más preocupada por el aumento de los precios del gas, la gasolina y la comida que por cualquier otra cosa».

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