sábado, 19 de marzo de 2022

El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida - Estanislao Martín gana las primarias de Extremeños y vuelve a la secretaría general. / La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - La Parzonería (Guipúzcoa) ,. / RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO -EL BOTIJO - Yo estaba allí,.

     TITULO: El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA -  La noche encendida - Estanislao Martín gana las primarias de Extremeños y vuelve a la secretaría general,.

 
Resultat d'imatges de la noche encendida con pedro ruiz 
  La noche encendida,.
 
  'La noche encendida' no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia, sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.




Estanislao Martín gana las primarias de Extremeños y vuelve a la secretaría general,.

Se ha impuesto al otro candidato, José Julio Tiemblo Pérez, alcalde de Madrigal de la Vera entre 1995 y 2003


foto / Estanislao Martín

Estanislao Martín Martín vuelve a ser secretario general del partido regionalista Extremeños tras imponerse a José Julio Tiemblo Pérez, quien fuera alcalde de Madrigal de la Vera entre 1995 y 2003, en el VI Congreso que la agrupación ha celebrado este sábado en Burguillos del Cerro.Estanislao Martín Martín ha presentado su candidatura a las secretaría general de Extremeños bajo el lema 'Semos', de cara al sexto congreso de la formación, que se celebrará en Burgillos del Cerro (Badajoz) el día 12 de marzo.

"Semos asina, semos pardos, del coló de la tierra". Las palabras del 'Miajón de los castúos' de Luis Chamizo han servido a Martín para presentar su candidatura, y es que "nadie puede apropiarse de la cultura, el patrimonio y la historia de nuestra región", ha afirmado en referencia al uso de la nacencia del propio Chamizo en la otra candidatura, "renacencia" que comparece a dicho congreso.

De este modo, el que fuera secretario general de la coalición durante varios periodos, y actual presidente honorífico de la misma ha señalado que no entiende la necesidad de "renacer" de una formación que está muy viva y que tiene que respetar sus más de 30 años de historia porque pretender reinventarse sin contar con su pasado y su presente, o renunciando a ellos, es olvidar el sacrificio, esfuerzo y trabajo de decenas de personas que han dedicado sus vidas a la defensa de nuestra región.

Así, medio centenar de militantes de Extremeños se reunieron este pasado jueves en Saucedilla (Cáceres) para arropar a Estanislao Martín Martín en la presentación de su candidatura y donde ha vuelto a llamar a la unidad, promoviendo el trabajo conjunto con el fin de fortalecer el partido ante una situación especial en la que "hay que aprovechar la tendencia regionalista que está arrasando en el resto de España".

Al acto acudieron representantes de varias agrupaciones locales del norte de Extremadura, y de otros puntos de la región, que manifestaron su voluntad de trabajar por una candidatura de unidad que, encabezada por Estanislao Martín, agrupara componentes de ambas opciones, algo que la candidatura de José Julio Tiemblo ya ha rechazado, pero que Martín pretende mantener hasta el mismo día del congreso, según ha informado este viernes la propia candidatura en una nota de prensa.

Por tanto, bajo el lema 'Semos', Estanislao Martín pretende defender la identidad del regionalismo extremeño, ya que "solo lo que ya somos y lo que fuimos puede explicar lo que seremos", sin renunciar un ápice a toda la historia que nos precede.

Cabe recordar que Martín contó en este acto de presentación con el apoyo del candidato local a las últimas elecciones, Iñaki Campos; así como la actual secretaria general, Lorena Rodríguez Lucero, e históricos del partido como José Luis Fernández y Raúl Medina.

Por último, Martín recalcó que "no vuelve ahora al partido para intentar nada, pues nunca se fue y siempre ha estado para quien lo necesitara", sentenció.

TITULO:  La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA -El señor de los bosques - La Parzonería (Guipúzcoa)  ,.

  La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - La Parzonería (Guipúzcoa)  , fotos,.

La Parzonería (Guipúzcoa),.



El veterano actor Fele Martínez acompaña a Vicente Sevilla a La Parzonería. La Parzonería es un territorio de la comarca del Goyerri en Guipúzcoa que formado por montes de pastizales donde los pastores vascos, desde la Edad Media, comparten hierba y agua para su ganado. Las laderas de la Parzonería están salpicadas de hayas e





 impresionantes robles. Además de unas curiosas setas de color esmeralda que nacen en retos de madera, Fele Martínez y Vicente Sevilla descubren la ortiga membranosa, una ortiga que había desaparecido de la zona y que ha vuelto a crecer recientemente. La Parzonería es un territorio de ganadería de vacas y ovejas. Estos rumiantes provocan metano, un gas que deteriora la capa de ozona. Féle comprueba que la tecnología se pone al servicio de la naturaleza al conocer un aparato que mide y controla las emisiones que producen estos animales. Después del paseo por este bosque de Guipúzcoa, nos espera la cocina de Aizpea para dar vida a su receta: Merluza con almejas en salsa verde.


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Yo estaba allí,.

Me pasa esto al leer diversas opiniones sobre la Transición de la dictadura a la democracia en España o apelaciones a ella como responsable de todo mal acaecido desde entonces y, sobremanera, de toda esta triste realidad que asola sueños y esperanzas hoy más que nunca.



Si no fuera porque sí estuve en ella, activo, participante, clandestino y a la luz; si no fuera, insisto, porque guardo –y que la vida me los conserve- muy ingratos pero también aún más enriquecedores recuerdos de ese periodo de mi juventud y de la historia de España, bien podría a veces sentirme como un subproducto del franquismo, digno de ser arrinconado en el más execrable rincón de la ciudadanía y su hacer político democrático.



Curiosamente, salvo contadas y discutibles excepciones, esta interpretación de la Transición como pacto de silencio u olvido, rendición de la izquierda –impura por supuesto- y confabulación lampedusiana –cambiar todo para que nada cambie- no viene de la mano de aquellos que perdieron la incivil guerra, ni tan siquiera de sus hijos, entre los que me cuento, sino de quienes ya siendo “hijos de la transición”, prefieren autoproclamarse, desde una izquierda nada argumentadora (perdonen el oxímoron), “nietos de la guerra”.



No fue fácil para la izquierda, principalmente para el Partido Comunista de España (PCE), partidario de la ruptura democrática y no de la reforma política, dilucidar entre sus bases, en sus células, entre jóvenes y viejos e históricos militantes, la disyuntiva entre la prioridad de democracia/dictadura y monarquía/república. Porque conviene recordar, y no olvidar, que lo existente hasta la formación de las Cortes resultantes de las elecciones generales legislativas del 15 de junio de 1977, que devinieron en constituyentes y eran las primeras celebradas en España desde la segunda República, era una dictadura, por más dictablanda que alguno la quiera pintar.



Claro que, todo es cuestión del posicionamiento de cada uno en cada circunstancia o situación. Los hay que siempre están a gusto. De estos nunca faltan, como el antiguo bachillerato unificado, son polivalentes.

Obviamente, por suerte, prevalecieron en toda la izquierda las tesis que defendían la prioridad de la democracia, aunque fuese monárquica, sobre que las que hacían de la república condición sine qua non.

¿Fue una traición? En absoluto, como no lo fue la asunción de la bandera bicolor sobre la tricolor. Aún vivían muchos de los que, bajo la bandera tricolor, habían visto entrar al general Franco en Asturias para sofocar y reprimir la revolución de 1934. Revolución por cierto hecha contra la legitimidad democrática y republicana surgida del 14 de abril y por la que, por cierto, nadie hasta ahora ha pedido perdón ni disculpas. Porque digo yo –sabiendo que molesto- que memoria, como conciencia, histórica habrá que tener para todo y, así, ir, aunque sea poco a poco, aboliendo la tan arraigada ley del embudo.

No obstante, y volviendo al asunto principal, no debemos olvidar cómo uno de los principales objetivos de la Transición era tener presente la historia, sí, claro que sí, cómo no, pero para no volver a repetirla, para alejarnos en común de la cainita tradición de este país y lograr la plena reconciliación nacional. Por eso a la hora de enfrentar cada dificultad que saltaba en el camino –y no fueron pocas, ¡a ver esa memoria!- estaba presente el “debe ser” (obligación) y cada cual abandonaba algo de su propio “debe de ser” (probabilidad o suposición).

Hasta es posible que, quizás sin saberlo, muchos, si no todos, tuviesen presente el último discurso de don Manuel Azaña como Presidente de la República Española, el conocido como “discurso de las tres P: Paz, Piedad, Perdón”. ¿Lo conocerán estos que ahora niegan el valor de la Transición? Por eso pienso, como escribió hace años Gregorio Marañón en El País, que al igual que “el 14 de abril, que nació tan esperanzadoramente, no precisó otra fecha del pasado para asentar su legitimidad. Tampoco la precisa la democracia surgida de las Cortes Constituyentes de 1977, en un acto de pleno ejercicio de soberanía nacional.

No creo pues que, desde posiciones progresistas y de izquierda, se deba vilipendiar la Transición, no sin tener muy presente que, contra lo que pueda o se quiera hacer parecer, la democracia no fue una graciable concesión de nadie, sino una conquista de los demócratas de centro, derecha e izquierda hecha desde los despachos, sí, pero más y por más largo tiempo también desde las fabricas, desde las universidades, desde las más variadas asociaciones y colegios profesionales, desde los sindicatos, desde la calle. Y no por un día, ni dos, ni tres, ni desde la muerte del dictador, sino fraguada y trabajada desde mucho antes en unas muy difíciles circunstancias. Olvidar esto es ofender la memoria, muerta y viva, de muchas personas luchadoras por la democracia a alto coste personal y familiar.

Que se han hecho, que hemos hecho, muchas cosas mal, cierto. No seré yo quien las niegue. Sobre todo porque, si algo me duele es, sobremanera, que la izquierda siga siendo el peor enemigo de la izquierda, incapaz de la mínima autocrítica y, a veces, demasiadas veces, en exceso pegada a los usos y costumbres que critica en su discurso.

Hay cosas, políticas, corruptelas y corrupciones, materiales e intelectuales, que puedo esperar de cierta derecha, pero que a la izquierda ni se las olvido ni se las perdono, por la sencilla razón de que me dañan más, me debilitan más, me defraudan más, me dejan más en soledad y orfandad política y social. Y una de ellas es la negación del valor histórico de la Transición española de la dictadura a la democracia.

Menos frivolidad, por favor, que muchos camaradas y compañeros, o no, se dejaron la vida por ella y muchos no la llegaron ni a vislumbrar. 

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