TITULO: DESAYUNO CENA FIN SABADO - La matemática del espejo -Maria de Medeiros ,.

DESAYUNO CENA FIN SABADO - La matemática del espejo - Maria de Medeiros , fotos,.

Maria de Medeiros,.

Maria de Medeiros: "La mitad de Brasil está lobotomizada",.

(Lisboa, 1965) Tras pasar por el festival Cine por mujeres de Madrid, la actriz y directora Maria de Medeiros recibe este viernes el Premio Especial 60º Aniversario del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX).

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( Desayuno)

En el FICX de Gijón se proyecta su película 'A nuestros hijos', sobre la hija de una represaliada de la dictadura militar brasileña que desea tener descendencia con su pareja, que es otra mujer. ¿Por qué cree que interesan las historias de familias?

El deseo es mucho más grande que la necesidad. El deseo es quizás lo más creativo que existe. Porque el deseo encuentra siempre formas. Y quizás toda la historia del arte es contar las formas increíbles que tiene el deseo de cumplirse,.

( Cena) Bar Coto | BENETUSSER

¿Hasta qué punto la película está en sintonía con esa frase de 'Cuentos de Tokio' (1953) que dice que "los hijos siempre decepcionan a los padres"?

Es verdad que la transmisión entre generaciones es compleja y que esta transmisión se va produciendo, pero no siempre de la manera que quisiéramos. Tiene formas muy tortuosas.

¿En qué sentido?

Antes de esta película yo había hecho un documental, 'Repare bem', que me había propuesto la Comisión de Amnistía y Reparación en Brasil, bajo mandato de Lula, cuando se estaba haciendo ese proceso de reparar a las víctimas de la dictadura militar: permitir a esas personas, que después de 40 años seguían siendo clandestinas administrativamente, que obtuvieran sus documentos administrativos correctos y a veces también ayudas económicas. Y entrevisté a una mujer extraordinaria que se llama Denise Crispim, que ha tenido un periplo de superviviente alucinante: tuvo su bebé rodeada de metralletas en la cárcel, su marido fue asesinado después de ser una de las personas más torturadas de Brasil, luego ella consiguió huir a Chile, pero entonces, de nuevo, el golpe militar, en este caso de Pinochet... Escapó después a Italia y uno de los momentos más fuertes de su relato es cuando cuenta que su hija, nacida en esas circunstancias, criada como italiana, a los 15 años empieza a ser abordada por los neofascistas. De alguna forma eso está un poquito presente también aquí, en esta película. Y la relación de esta generación con la de sus hijas, que es extremadamente individualista y va a lo suyo. La de su madre se ha dejado la piel, y muchas veces la vida, por una idea de lo colectivo. Y ambas se confrontan. En ese sentido, hay un sentimiento, un miedo a ser defraudado, muy fuerte.

¿Cómo eran las torturas a las que sometían los militares durante la dictadura?

Es increíble la relación que hacían esas mentes absolutamente perversas entre mujeres y animales. Cogían a Denise en mitad de la noche -ella con 21 años, embarazada- y la llevaban con los ojos vendados no sabía a donde. De repente le quitaban la venda y la echaban a una jaula en la que había un felino grande, un jaguar o un león. Y cuando el animal se ponía furioso para atacar, la sacaban y la volvían a poner. Una cosa de locos. O todas esas historias de las cucarachas que venían con el líquido amniótico cuando las mujeres lo perdían.

¿Cree en la historia como movimiento pendular?

Soy una idealista. Me gusta más creer en la dialéctica de que vamos mejorando. Pero, sin duda, ahora se da toda esta ola de extrema derecha y de fascismo. Es una ola que viene para apagar la memoria y que puede instalar la alienación absoluta. Por eso creo que la gran resistencia es recordar. Siempre.

¿Cómo ha sido su experiencia como madre?

Respeto las elecciones de todos, pero para mí haber tenido dos hijas fue sin duda un aprendizaje increíble. Y un abrirse desde una visión egoísta. Es una aventura extraordinaria, porque ellos te enseñan mucho y tú aprendes mucho sobre ti mismo también. Entonces la recomiendo hasta como aventura individualista. Se manifiesta de formas distintas y, por ejemplo, hacer una película es una forma de maternidad o paternidad. Porque también te vuelves una fiera para defenderla.

Paradójicamente, ésta es una época en la que cada vez cuesta más tener hijos.

Esta película nació de una obra de teatro de Laura Castro, que es la actriz que hace de hija, escribió a partir de su experiencia personal de madre de tres hijos con otra mujer. Yo ignoraba todos esos procesos. Y he visto que es necesario luchar mucho para ser madre o padre como pareja homosexual. O sea, es una lucha con la medicina, con la técnica, con la moral, con la sociedad, con los papeles. Pero lo que sentí justamente es que ahí estaba algo que contaba la fuerza del deseo. Y que la vida puede venir no sólo como está establecido en los estándares de la familia tradicional, sino que la familia se elige por deseo, no tiene que ser una imposición. Y que la vida también se realiza a pesar de las normas.

Otra película suya, 'Capitanes a abril', habla de la Revolución de los claveles en su país.

Hay una relación muy grande entre nuestra historia personal y el contexto histórico en que vivimos. Y en 'Capitanes de abril', más que contar la dictadura quise contar la revolución. Porque fue una revolución absolutamente atípica, casi única en la historia del mundo: hecha por militares muy jóvenes y muy experimentados -porque venían de una guerra terrible en África- y totalmente hecha con una visión humanista. Fue una revolución para acabar con la guerra. Además de que entregaron el poder directamente a los civiles. Para mí era muy importante contar que eso es posible, que lo han hecho los portugueses, que no se ha vuelto a hacer desde entonces y que yo había tenido la suerte de vivir eso de muy cerca en mi infancia.

¿Cómo fue eso?

Mis padres conocían prácticamente a todos esos militares. Sobre todo mi madre, que era periodista política y los entrevistaba. De niña asistía a las reuniones para escribir la Constitución que se hacían en un hotel cerca de donde vivíamos. Y al llegar al final de la adolescencia me di cuenta del privilegio increíble de haber vivido eso de cerca, de haber tenido acceso a todos los documentos inéditos de los militares. Se me hizo una obligación, casi un deber moral, contarlo. Pero contarlo como una liberación de la dictadura. No me interesa mucho dar espacio a los fascistas, me interesa contar cómo se sale de eso..

Antes hablaba de Brasil. ¿Qué le parece lo que sucede políticamente en aquel país?

Me parece una aberración. Tengo la sensación de que la mitad de Brasil está lobotomizada. Como si hubiesen tenido un lavado de cerebro. Todo viene por el lenguaje de fanatismo religioso que impera. Y quizás no fue evaluado el peligro que eso representaba en borrar la relación con la realidad. Las personas viven en una realidad paralela y es un trabajo que llevó décadas y que permeó en las clases bajas, hasta el punto de que la gente está en un estado de alienación que defiende su propia destrucción.

¿Qué opina del empoderamiento femenino?

Las mujeres estamos empoderadas de forma muy relativa. Porque donde está el poder, que es donde está el dinero, no están las mujeres. Y, sobre todo, hay una cosa que me que me da mucha pena: que algunas de las mujeres que llegan a los puestos de poder más grande son las que tienen un discurso completamente machista. Se ve ahora en Italia. Hay mujeres que han entendido que para llegar donde está el verdadero poder tienes que ser más machista que los hombres. No es tanto una cuestión de hombres o mujeres, sino de una visión machista y patriarcal que debe ser cuestionada para llegar a una forma de pensar el mundo menos binaria y violenta. No el "existo porque aplasto"

¿Cómo valora que se 'cancelen' películas como 'Pulp Fiction', en la que usted actuó, por el hecho de que estaba detrás Harvey Weinstein?

Me parece que ahí hay un riesgo totalitario. Para mí, Quentin [Tarantino] es un autor feminista. Ha escrito personajes como los de 'Jackie Brown', 'Kill Bill', 'Death Proof'... No hay que caer en los maximalismos.