Soltando amarras, foto .
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Mientras Froilán le pone morros a otro cursillo de vela, la prensa que sigue a los Reyes en sus vacaciones en Mallorca vive una de espías,.
Ni el año del búfalo ni el del dragón... Este podría ser el año de Froilán. El sobrino mayor del Rey (y del reino) ha llegado a su mayoría de edad y está que lo tira. Ayer acudió en Mallorca al clásico curso de vela en Calanova, pero más que a navegar estaba a otra cosa. Igual que Woody Allen en 'La última noche de Boris Grushenko', la pregunta que Froilán, a sus 18 años recién estrenados, haría sobre el más allá no es si existe o no existe, sino... «¿Hay chicas?».
Su madre, la infanta Elena, lo llevó ayer de buena mañana, junto con su hermana Victoria, al tradicional curso marinero, una actividad que vienen realizando cada verano desde que eran niños. Pero Felipe Juan Froilán, Pipe para su familia, no está en edad de atar cabos sino de soltar amarras... Los morros que le ponía ayer a la navegación a vela eran evidentes. Y para colmo, las tentaciones abundan. Porque al hijo de la infanta Elena (digno sobrino del conquistador y aventurero Álvaro de Marichalar) las jóvenes de su edad se lo rifan. Le sonríen, se le acercan... Y él, que ahora mismo está sin novia (aquella Carlota ya es historia), se deja querer.
Este será el primer verano de su mayoría de edad. Toda una prueba de fuego para la tormentosa relación entre Froilán y los paparazzi. Tras su paso por un internado estadounidense, el joven se ha reformado y ahora saca buenas notas. Queda por ver si esa transformación abarca también a su carácter inquieto y rebelde, responsable de una serie de episodios (la patada a su prima en la boda de su tío Felipe, la vez que se disparó en el pie o cuando llamó 'puto chino' a un oriental) que han hecho correr ríos de tinta y generado toneladas de chascarrillos y memes.
Llamar al servicio de Prensa de Casa Real tampoco sirve de mucho porque la respuesta suele ser siempre la misma: «No tenemos noticia», «no nos consta»... Cogerse los Reyes las vacaciones y entrar ellos en el limbo es todo uno. Su argumento es siempre el mismo: los monarcas no tienen por qué dar explicaciones de sus actos privados durante sus días libres. Puede ser, pero lo cierto es que la falta de información genera incertidumbre; la incertidumbre, especulaciones; las especulaciones, bulos... Y los bulos, un delirio colectivo.
Qué día y a qué hora aterrizó doña Letizia en Palma es un misterio insondable que ha motivado ya más polémica, porfías y apuestas que una discusión sobre si hay vida inteligente en otros planetas. Por no hablar de la cena que celebró la Familia Real en Puerto Portals el domingo por la noche, y que reunió por primera vez en muchos años en un acto de este tipo a los Reyes actuales con los eméritos... Eso ya fue una especie de aparición sobrenatural a la que solo tuvieron acceso unos pocos elegidos (o avisados). Tal vez el que debería cubrir las vacaciones de la Familia Real a partir de ahora en Mallorca sea J. J. Benítez.
Mi proxima peli me va a costar el divorcio,foto,.
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Lo mismo me convierto en el hombre más envidiado de España y en el más odiado por mi mujer,.
Teclear su nombre en Google supone encontrarse miles de personas que se llaman como usted... ¡hasta en la trama Gürtel! Un amigo mío diría que con ese apellido no llegaría a nada.Pues mire dónde iba Superlópez con capa y antifaz... ¿No va a ir un López donde se proponga? Superlópez nos abrió camino.Película, luego la serie... ¿algún apellido vasco en sus genes?¿Y sabe bailar sevillanas?No, pero me las invento. Llevo 40 años inventándome los pasos.Su mujer no es vasca, ¿no?Belleza andaluza total y más sevillana que el Giraldillo.Va ser la envidia de muchos porque se convertirá en la nueva pareja de la 'pornostar' Amarna Miller en su próxima película...¡Me va a costar el divorcio! Es una peli convencional, pero en casa es un tema tabú. Lo mismo me convierto en el hombre más envidiado de España y en el más odiado por mi mujer.¿Tiene algo de señorito andaluz?Que me gusta mucho disfrutar de mi tiempo libre, aunque creo que eso va más allá de señorito andaluz. Y el jamón y las gambas, pero eso no se circunscribe solo a la parte noble de Andalucía.¿De qué se pone tibio aparte de estos manjares?¡De agua de mar! Literalmente. Hago surf, pero soy tela de malo y me caigo mucho. Me entra el agua por las orejas, la nariz... Tengo yodo para reventar.¿Con qué político se tomaría la última copa de su vida?Con José Mujica (expresidente de Uruguay) me tomaría un mate al pie de las cataratas del Iguazú para que me contara cómo vive.Usted abandera junto a su 'compadre' Alfonso Sánchez (el doctor Rober Almenar en 'Allí abajo') el «enterismo», pero ¿qué es?Es estar haciendo esta entrevista a las once de la mañana con los deditos llenos de gambas y una copita de Tío Pepe en el paseo de las Delicias de Madrid viendo a la gente pasar, trabajar, correr para recoger a los niños, ocuparse de las caquitas de su perro... El enterismo es estar aquí con más peso que Robert de Niro en 'Taxi Driver' a las once de la mañana con las manitas llenas de tapas.¿Y está reñido con los atuendos veraniegos de chanclas y bañador?Un enterista nunca podría ir en chanclas, con una riñonera y un pantalón de pata larga (risas).¿Y Arturo Pérez-Reverte su obra de teatro 'Patente de corso' está basada en sus artículos sería un buen enterista?Es un grandísimo enterista. Es un hombre disfrutón que sabe que sus momentos de escritura son sagrados.¿Cuál ha sido la persona más rara con la que le han confundido?Conmigo mismo. La persona está totalmente convencida de que me parezco, pero cree que no lo soy. Es una situación tan surrealista (risas).¿En quién se reencarnaría?En un rockero como Jimi Hendrix, Mick Jagger, Jim Morrison... Si encima de las tablas me vuelvo loco ante 400 personas, imagínese ante 60.000 en Wembley y cantando.¿Qué hace de cine y qué hace de serie B?De cine, cocinar. De serie B, poner un enchufe o hacer un agujero. Por cada agujero que hago en mi casa para colgar un cuadro hay cuatro más. El de la ferretería de abajo me regala ya los botecitos para taparlos. Cualquier día sube él a hacerlos.Cocinillas entonces como su personaje en 'Allí abajo', ¿cuál es su plato estrella?Me gusta mezclar e investigar. Mi abuelo era el cocinero en el hotel que tenía en Sevilla con sus hermanos y de él he heredado a saber si la comida tiene sal metiendo la mano en el vapor que suelta. Me quedan muy ricas las cosas tradicionales, la paella y la fideuá me salen extraordinarias. Y el otro día hice un salmorejo de papaya que estaba exquisito.Luce entradas. ¿Se haría un Bono?¿Por qué no? Pero esto se ha frenado: empezó con 24 años y a los 36 se paró. El otro día me decía un colega que era el nota con más entradas y que mejor disimula.¿QUÉ HACE PARA SENTIRSE BIEN?
Viajar, porque me crea un anonimato peculiar, pero no porque ahora sea una persona conocida. Eso ocurría ya antes. Viajo y me comporto de otra manera, me relaciono de otra forma, estoy más tranquilo, soy más feliz, no me estreso...
«A mí me ha encasillado la televisión»
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Edu Soto participa en el rodaje de la segunda temporada de 'Víctor Ros'. El actor y humorista interpreta a León Cavestany, un estafador «simpático»,.
Los 38 grados de Guadalajara no son una excusa para detener la maquinaria de la televisión ni en agosto. La ciudad castellana ambienta estos días la Linares (Jaén) de principios del siglo XIX en la segunda temporada de 'Víctor Ros', que ahora mismo está grabando TVE. Edu Soto (Mataró, Barcelona, 1978) aparece con bombín, abrigo grueso, chaleco y corbata, pero el calor no le borra la sonrisa. El humorista y actor interpreta a León Cavestany, un buhonero que «normalmente está estafando a la gente».Su personaje es un 'vendehúmos'.Vende cachivaches, lociones crecepelo. Normalmente estafando a la gente. Pero es muy simpático y le quitará dramatismo a la serie. Aunque no diría que es un personaje cómico, es muy sufridor.¿Le da el toque humorístico?Suaviza la trama, le da alegría. Pero no está escrito para reírte a carcajada limpia.¿Y esa ropa en pleno verano?En el teatro ya me ha tocado más veces hacer papeles de época. Es una ropa magnífica porque como nunca voy vestido así te hace caminar diferente e incluso gesticular de otra forma.La serie tuvo problemas para renovar.Bastante sufrimiento tenemos los actores por trabajar vestidos de invierno en pleno agosto como para preocuparme por eso. El premio para un actor es estar en un sitio que le apetece y yo tenía un poco entumecido el músculo de la ficción.¿Cuesta entrar en una serie ahora mismo?La tele es un medio que arriesga poco, a mí donde se me han dado oportunidades ha sido en el teatro. He hecho Shakespeare, Valle Inclán. En la tele, si te ven con un perfil cómico, no te sacan de ahí y a mí me han ubicado en formatos de entretenimiento, que también me gusta, pero no encontraba hueco en las series.¿Se siente encasillado?A mí me encasillaron, pero yo he tenido paciencia. Ya han pasado 10 años desde Buenafuente y también me lo he currado para meterme en otros sitios. Tú eres el que tienes que demostrar que ya no estás en esa casilla.«Me atrevo con todo»Ahora es Edu Soto y no 'El Neng'.No sé si ha pasado a mejor vida o a peor, no lo he hablado con él (carcajada). Es bonito que te llamen por tu nombre porque he estado muchos años con 'El Neng'.¿Le gustaría ser recordado como actor dramático?La comedia y el drama son dos cosas muy parecidas que se trabajan desde el mismo sitio. Es mucho más difícil hacer comedia, su 'tempo' no te lo enseñan en ningún lado. En 'Víctor Ros' no se me está exigiendo hacer reír.¿Hay algo con lo que no se atreva ahora mismo?Yo me atrevo con todo porque lo que más me gusta es aprender. Así que si me ofreces un programa de cocina te voy a decir que sí y luego ya me llevaré las manos a la cabeza (risas).¿Y una tertulia con políticos?Me gustaría tenerlos delante para hacerles unas cuantas preguntas. Les diría que dejaran de actuar y que nos lo dejen a nosotros, que intenten solucionar los problemas de verdad porque lo único que tienen son muchas ansias de poder.¿Qué político tiene más dotes de actor?Yo es que creo que solo saben hacer su papel, no los veo como buenos actores porque no me los he creído y hay muy poca gente que les crea. Hablan de una manera antinatural y montan todo un circo para llegar a La Moncloa.
TITULO:EL HORMIGUERO jueves -11- agosto - LA REFINADA MAQUINA DE BAVIERA,.
Maria Elisabeth Schaeffler, la refinada máquina de Baviera, foto.
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La heredera del grupo fabricante de rodamientos y componentes de automóvil ha pasado de estar al borde de la ruina a convertirse en la mujer mas rica de Alemania con una fortuna estimada de 25.000 millones de euros,.
Hace pocos años nadie habría apostado un euro por Maria Elisabeth Schaeffler. La heredera del grupo fabricante de rodamientos y componentes de automóvil Schaeffler ha pasado de estar al borde de la ruina por un arriesgado negocio al estallar la crisis financiera de 2008 a convertirse en la mujer mas rica de Alemania con una fortuna estimada de 25.000 millones de euros que comparte con su hijo Georg. Fanática de la ópera en sus ratos libres, Maria Elisabeth Schaeffler es una mujer disciplinada, con voluntad de hierro y gran olfato para los negocios que ha logrado convertir el legado de su marido Georg, fallecido en 1996, en un imperio.
Alta y elegante, a sus 75 años sigue siendo una mujer atractiva que aparece fotografiada en las revistas del corazón en abrigo de pieles y con una copa de champán en la mano en algún evento social. Su fortuna ha sabido trabajársela. «La empresa es mi vida», declaró en una de sus contadas entrevistas al diario económico 'Handelsblatt'. Aunque su vida no ha sido siempre así. Nacida como María Elisabeth Kurssa en la Praga ocupada durante la Segunda Guerra Mundial, al término del conflicto los bienes de su familia fueron expropiados por la Checoslovaquia comunista y tuvo que refugiarse en Viena, donde pasó su infacia y juventud. Su madre y su padre, asesor fiscal y después director general de una aseguradora, le dieron una educación conservadora y estrictamente católica. Siempre quiso ser médico y con 19 años pudo comenzar los estudios universitarios.
Tres años después contrae matrimonio con Georg Schaeffler, 24 años mayor que ella y que poco antes acababa de fundar la empresa que lleva su nombre junto a su hermano Wilhelm en la localidad bávara de Herzogenaurach, una pequeña ciudad que cuenta hoy con poco mas de 20.000 habitantes. Allí quiso recuperar sus estudios de medicina, pero en vez de ello y motivada por su esposo comienza a participar en la gestión de la firma familiar. Se informaba detalladamente sobre la marcha de los negocios y temas industriales, asistía a reuniones técnicas y poco a poco fue aprendiendo a manejar los entresijos de la firma.Tragedia familiarMaria Elisabeth Schaeffler sufrió un duro revés familiar cuando Christian, el pequeño de sus dos hijos, falleció a los nueve años debido a un trágico accidente en su domicilio. Jugando en la bañera cayó en el agua un secador de pelo encendido. Y tras sufrir el segundo golpe con la muerte su esposo decide tomar personalmente las riendas del negocio familiar: «Mi marido insistió siempre en que debía conducir la empresa hacia el futuro». Y lo hace con decisión, empeño y cierto aire maternal al sentirse responsable de sus empleados: «A muchos los conozco desde hace décadas». En 2008 y coincidiendo con el estallido de la crisis financiera mundial, el grupo Schaeffler compra el fabricante de neumáticos Continental. La operación llevó al borde de la ruina al holding alemán, cuyos beneficios se hundieron casi un 90%, mientras miles de puestos de trabajo se vieron amenazados. Sus empleados confiaron en ella. En el momento mas agudo de la crisis ocho mil personas marcharon por Herzogenaurach para expresar su apoyo a la empresa y su matriarca. «Uno de los momentos mas conmovedores de mi vida», confiesa la empresaria, que no solo consiguió capear el temporal de la crisis y convertir la compra de Continental en un éxito, sino hacer crecer su grupo. Hoy emplea a 86.000 personas en 180 filiales repartidas por el mundo y factura 12.200 millones de euros al año.
Maria Elisabeth no piensa en retirarse. «Si un día pienso que debo cambiar mi vida lo haré de manera muy consciente, pero mientras tenga la sensación de que me necesitan pienso seguir activa», afirma la multimillonaria, que gestiona la empresa junto a su hijo de 51 años, al que le une una estrecha relación. «Confieso que fui una madre severa. Yo misma tuve una madre severa. Pero Georg ya pasa de los 50 y eso ya no es así», asegura la matriarca, que se define «severamente disciplinada por mis padres, lo que hoy agradezco» y para quien la pequeña ciudad del norte de Baviera donde reside y se encuentra la central de su imperio «se ha convertido en mi hogar, aunque nunca he dejado de ser vienesa».
Entre tanto también ha dado un nuevo giro a su vida personal. Hace dos años, cumplidos los 73, decidió acabar con la vida solitaria de una viuda y contrajo de nuevo matrimonio con Jürgen Thumann, antiguo presidente de la Confederación de la Industria Alemana. «Soy feliz de tener a mi lado un marido que no solo me quiere, sino que me apoya igualmente con su asesoramiento», afirma la empresaria de mas éxito en Alemania.
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