DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES - LA CEGUERA DEL GUADIANA, fotos.
La ceguera del Guadiana.
El río que nutre Las Tablas de Daimiel se ha vuelto a secar. La tierra de su nacimiento es del Estado, pero los agricultores que la ocupan desde hace décadas piden dinero a cambio de marcharse. «Es la mafia del agua», denuncian los naturalistas.
Abierta la veda a la agricultura, los regadíos proliferaron sin medida a costa del expolio incontrolado del acuífero. Una mañana de 1984, los Ojos aparecieron huecos. Era el síntoma inequívoco del estado crítico del océano que late bajo tierra. Siete años más tarde, un nuevo revés aguardaba al mágico paraje. El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura tachaba de error histórico que se hubiera asignado a aquellas cavidades el nacimiento del Guadiana, y dictaminaba que esos terrenos secos eran privatizables y cultivables. En 1994, el Supremo revocaba la escandalosa sentencia y devolvía los Ojos al Estado. «Tanto si era río, como si era laguna, como si constituía zona mixta de río y laguna, la conclusión es incuestionablemente la misma, a saber: que el cauce o lecho es siempre de dominio público, pues los ríos y las lagunas lo son», rezaba el fallo, firme e inapelable. «No cambia la conclusión anterior» que haya o no agua en la zona desde hace tiempo, matizaba, por si las moscas, el texto.
«Aquí los 'aguatenientes' están organizados, apoyados, y tienen muchos privilegios»
El entonces presidente de
Castilla-La Mancha, José Bono, se apresuró a aplaudir la resolución, que
calificó de «punto de inflexión histórico para que nadie pueda decir
sin pasar vengüenza que el río es suyo». De esta manera, la mayor
instancia judicial respaldaba la decisión de la Confederación
Hidrográfica del Guadiana (CHG) de deslindar el nacimiento y una franja
de cuarenta kilómetros -empresas y particulares habían abierto pozos
ilegales sin control para extraer el carbón de turba de la zona-, que le
enzarzó con los agricultores afectados en una larga cuita judicial por
la titularidad de esos terrenos. Solventado el enfrentamiento con la
declaración irrefutable del Dominio Público Hidráulico, el fallo no se
llevaría, sin embargo, a ejecución. Poner el cascabel al gato -en este
caso, al río- y desalojar a sus ocupantes supondría un choque de trenes
entre el Estado y las casi omnipotentes comunidades de regantes y el
sindicato agrario Asaja. Salvados por un diluvio
En 2009, cuando los cultivos florecían y Las Tablas de Daimiel agonizaban de sed, las turberas entraron en un pavoroso proceso de combustión que aniquiló especies animales y vegetales, contaminó el entorno y provocó algunos accidentes humanos. Todo parecía irremediablemente perdido. Solo un invierno pletórico en precipitaciones podría obrar el milagro. Contra todo pronóstico, en aquella estación se superaron los 500 litros de lluvias por metro cuadrado, 100 por encima de la media anual. El cielo se ocupó de sofocar el incendio interno de La Mancha y de aliviar un acuífero caprichoso que no soltó lágrima hasta 2012, el año en que volvió a abrir sus Ojos verdes.La buenanueva alentó a la Confederación, responsable del río y del embalse subterráneo, a desempolvar la sentencia del Supremo de 1994 y a empezar a amojonar el terreno público del río. Así lo explica, al menos, el presidente de la entidad estatal, José Díaz Mora. «La doble inscripción de esas tierras no origina más que tensiones y se pueden seguir generando posibles ventas e intercambios que pudren la situación. Por eso estamos intentado marcar sobre el terreno lo que es Propiedad Pública Hidráulica», explica. El procedimiento, complejísimo desde el punto de vista administrativo, abrirá previsiblemente en las próximas semanas un largo camino judicial. Porque el colectivo afectado no piensa quedarse de brazos cruzados. Se sienten tratados como «okupas». «Tenemos documentos que acreditan que estas tierras estaban catastradas como de cultivo desde primeros del siglo pasado. Algunas van ya por la undécima inscripción en el Registro de la Propiedad. No pueden venir y decirnos 'márchate de aquí y búscate las habichuelas», sostiene con vehemencia el agricultor Jesús Pozuelo, quien cultiva cereal y hortalizas «en el linde con el cauce» del Guadiana.
Hernández, miembro del patronato del parque de Daimiel durante años, encaja el movimiento de ficha de la Confederación, treinta años después de que sentenciara el Supremo, en la «necesidad de presentar alguna iniciativa que, por un lado, justifique ante Europa que acata la Directiva Marco del Agua y, por otro, que haga olvidar a la Unesco su amenaza de retirar la catalogación de Reserva de la Biosfera a La Mancha Húmeda». El Guadiana implora un nuevo diluvio que enmiende los efectos de la codicia y la negligencia. En definitiva, la ceguera.
TITULO: DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - SIETE RECORDS NACIONALES EN LA PISCINA DE GRANADILLA,.
DESAYUNO - CENA - JUEVES - VIERNES - SIETE RECORDS NACIONALES EN LA PISCINA DE GRANADILLA,fotos.
Siete récords nacionales en la piscina de La Granadilla
La clasificación provisional queda de la siguiente manera: 1º Jerez Natación Máster, con 1369 puntos. 2º Tenerife Masters, con 749 y 3º Murcia, con 691, (masculino). Jerez encabeza la femenina, seguido por Tenerife y CN Badajoz1. La conjunta la comanda Jerez, con 2.285 puntos, seguido de Tenerife Masters y CN Badajoz.
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