La noche encendida,.
'La noche encendida' no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia, sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc.
Encerrados sin ascensor: cuando las barreras convierten tu casa en una cárcel,.
- Daniel ha tenido que dejar su piso tras no conseguir la instalación del ascensor y mudarse a casa de su suegra
- En España se calcula que hay 100.000 personas con movilidad reducida que no pueden salir nunca a la calle
El edificio de cuatro alturas se levanta en el número 3 de una estrecha calle del barrio del Raval de Elche, en Alicante. Daniel Agulló vivía en un tercero sin ascensor aunque la altura equivale a un cuarto. Hace apenas 15 días tuvo que irse de su piso tras seis meses sin poder bajar a la calle: "Estoy
de 'okupa' en casa de mi suegra porque en mi casa no puedo estar". Hace
cuatro años una lesión medular por una hernia le paralizó la pierna
izquierda. Entonces todavía podía defenderse con muletas, pero en
febrero la paraplejia le afectó también a la derecha y ahora tiene que
ir en silla de ruedas. "Antes podía bajar una o dos veces por semana con ayuda" pero ya no, explica este hombre de 42 años que ha intentado sin éxito que sus vecinos accedan a instalar un ascensor.
Ahora, en casa de la madre de su mujer puede bajar a la calle, pero la vivienda está en Santa Pola. "No estoy ni siquiera en mi ciudad para estar en mi entorno", lamenta Agulló, quien explica que para desplazarse a su ciudad, a más de 16 kilómetros, depende del transporte público en el que no siempre es fácil moverse en silla de ruedas.
La Ley de Propiedad Horizontal establece que para llevar a cabo la instalación de un ascensor o de cualquier otro elemento para la supresión de barreras arquitectónicas es necesario "el voto favorable de la mayoría de los propietarios, que, a su vez, representen la mayoría de las cuotas de participación" frente a los 3/5 que se necesitaban antes de la reforma de 2013.
Es decir, que a un vecino que no quiere instalar el ascensor solo se le puede exigir que pague de derrama esas doce mensualidades como máximo. El resto lo tiene que aportar la persona que haya promovido la instalación, lo que en la práctica hace inviable esta vía. "Esto a efectos prácticos está muy bien cuando es una obra pequeña, como una rampa, pero el problema viene normalmente con el ascensor, que puede costar de media unos 70.000 euros", explica a RTVE.es la directora de la Fundación Mutua de Propietarios, Laura López Demarbre.
En el caso del edificio de Daniel Agulló solo quieren ascensor cuatro vecinos de los doce. Pero además del coste -en este caso de unos 72.000 euros- hay otro problema. Las obras para su instalación afectarían a la superficie de las viviendas porque no hay espacio suficiente en las zonas comunes y habría que detraer de las propiedades privadas determinada superficie. Es uno de los motivos que han alegado los vecinos que se oponen y que han ganado el primer juicio tras la demanda de Agulló. La sentencia, conocida el pasado 20 de junio, es recurrible.
Tiene solo 39 años y desde 2013 padece la enfermedad de Sudeck, una dolencia crónica que le afecta a las rodillas y le causa un dolor muy intenso. "Malo. Yo me tengo que ver en una silla de ruedas, sí o sí", responde con una entereza que asombra cuando se le pregunta por el pronóstico. "Era superactiva, tenía dos trabajos, para mí el deporte era lo más, pero luego llega la vida y te lo quita y te tienes que adaptar mental y físicamente", subraya para insistir en la idea de que uno no sabe cuándo va a necesitar que su edificio sea accesible. Cree que falta "empatía" entre sus vecinos e insiste en que la instalación de un ascensor es un "beneficio para todos" porque se revalorizan los pisos.
Se sienten, aseguran Nuria y su madre, atrapadas en un "círculo" del que ven muy difícil salir. No pueden asumir el coste de las obras y es difícil vender un cuarto sin ascensor para mudarse a una casa accesible. La relación con los vecinos está completamente deteriorada y ahora mismo la única salida es jugar a la "lotería" de que le concedan un piso de alquiler con opción a compra público.
La mudanza es muchas veces la única salida. Según el estudio de COCEMFE, el 22% de las personas con movilidad reducida han tenido que cambiar alguna vez de domicilio por este motivo. Lorena Blanco dejó su piso de alquiler en Sant Joan de Despí, en Barcelona, después de seis años viviendo en él cuando tuvieron que amputarle la pierna con poco más de 30 años: "Me mudé directamente porque el sitio de la escalera era inviable, no había posibilidades". Un estudio de marzo de 2018 de la Fundación Mutua de Propietarios sobre la accesibilidad de las viviendas en España señalaba que un 63% de los edificios no son accesibles de la calle al portal y un 22% carece de ascensor.
"Las barreras físicas se salvan. Si hay uno o dos escalones y me echas una mano... El problema son las barreras mentales (...) La única solución es hacer campañas de concienciación en las aulas". Quien habla así es Mariana, que prefiere no dar su apellido. Esta profesora de Secundaria de 54 años que tuvo que dejar de dar clases va en silla de ruedas y vive en Alicante. Su edificio tenía ascensor pero en los últimos años ha tenido que pelear para que pongan un elevador en la piscina y arreglen la rampa del portal porque tiene una inclinación que no la hace accesible: "Yo tengo que llevar escolta para salir y entrar de casa", denuncia.
TITULO: Documentales - Las recetas de Julie -Los libros del verano: 'best sellers' y novelas policiacas,.
La muerte del comendador (II). Haruki Murakami (Tusquets).
Largo pétalo de mar. Isabel Allende. Plaza & Janés. La escritora chilena indaga y recrea el viaje del Winnipegg, el barco que llevó a 2.200 exiliados republicanos hasta Chile. Neruda hace una bonita aparición igual que muchas de las mujeres fuertes que acompañaron a Isabel Allende en su educación.
Llamarás un domingo por la tarde. Jvier Cid (Plaza & Janés). Aquella bestia de la noche que fue Martín Lobo se reencuentra con sus lectores nueve años después de su primera novela.Ahora llega más descarnado, más sabio y más dispuesto a reírse de sí mismo, aunque siga atado al mismo anhelo de amor y seguridad de toda la vida.
Una historia de España. Arturo Pérez-Reverte (Alfaguara). El novelista recupera sus artículos en prensa sobre Historia de España, los hila en un libro y les encuentra un sentido: negar el tremendismo tanto como la autocomplacencia. El resultado, eso sí, tiende a la melancolía de las oportunidades perdidas.
Una jaula de oro. Camilla Läckberg (Maeva). ¿Se acuerdan de aquella obsesión por las novelas negras escandinavas de hace una década? La moda pasó pero quedó Camilla Läckberg, con sus thrillers de vidas perfectas y suequísimas que un día se rompen y descubren a vengadoras de lo más inesperadas.
Pecho frío. Jaime Bayly (Alfaguara). Las novelas de Bayly han cambiado en muchas cosas desde la época de La noche es virgen, pero se mantienen igual en la esencia.Ya no hay tanta transgresión, pero queda ese aire de autoparodia para narrar el mar de dudas que es la búsqueda de la identidad sexual.
Antes de los años terribles. Víctor del Árbol (Destino). También hay best sellers que hacen frontera con el periodismo.Del Árbol, ganador del Premio Nadal, escribe aquí sobre los niños y los señores de la guerra que tratan de sobrevivir en África y del lastre que no les deja superar sus dramas.
Si esto es una mujer. Noemí Trujillo y Lorenzo Silva (Destino). La gracia de la novela policiaca consiste en esto: una investigación criminal, aparentemente indescifrable, nos sirve para desvelar todo lo que no nos gusta de nuestra vida en sociedad. La detective Manuela Mauri es nuestra guía en un viaje que hace parada en un vertedero.
El hijo del italiano. Rafel Nadal (Planeta). Cerca de mil marineros italianos se refugiaron en Caldes de Malavella (Girona) en 1944.Su historia, casi olvidada, sirve para que Rafel Nadal construya una novela de búsqueda personal con paisaje histórico, escrita con el aspecto de una gran producción histórica.
El carrusel de las confusiones. Andrea Camilleri. (Salamandra). «A las cinco y media de aquella mañana...» Si sólo puede quedar uno, de Francia, Maigret; de Grecia, Jaritos; de Suecia, Wallander; y de Italia, desde 1994 y hasta siempre, Montalbano. (Y de aquí que lo resuelvan entre Carvalho y Romano).
El último barco. Domingo Villar (Siruela). «La mujer alta dejó de leer, se tumbó boca arriba y notó que le vencía el sueño». Leo Caldas, un inspector tranquilo, terco y compasivo, investiga una desaparición. Aunque Villar alumbra novelas negras por fuera y cuentos de amor a su tierra gallega por dentro.
Falcó, Eva y Sabotaje. Arturo Pérez-Reverte (Debolsillo). «La mujer que iba a morir hablaba desde hacía diez minutos en el vagón de primera clase». Una trepidante y adictiva trilogía, recién publicada en bolsillo, que nos traslada de la España rota del 36 al París del Guernica, pasando por Tánger.
La ceguera del cangrejo. Alexis Ravelo (Siruela). «Por qué José Ángel Fuentes Medina compró una navaja de las pensadas para matar y por qué le dio el uso para el que había sido concebida...». Una investigación con enigmas, persecuciones y violencia. Y con un núcleo irradiador: el pintor César Manrique.
La red púrpura. Carmen Mola (Alfaguara). «La pantalla muestra un espacio casi vacío, desangelado. Solo hay una silla de madera en el centro de la estancia y un monitor grande en una pared tosca, de ladrillo». Si todos los libros son un producto, éste funciona como un reloj suizo. Truculento y tremendo.
Los señores del humo. Claudio Cerdán (Ediciones B). «Harrelson Levy era el rey Midas. Sabía transformar el barro en oro». Un policía retirado, un proxeneta y un mercenario buscan a un asesino en Madrid. Si Ellroy o Winslow quisieran retratar la España corrupta de 2013 no podrían parir un novelón mejor.
Prohibido fijar cárteles. Paco gómez Escribano (Milenio). «El Lejía se dio cuenta a tiempo de que seguir siendo un yonqui no le iba a llevar a ninguna parte». Una novela barriobajera y mordaz donde todo, o casi todo, pasa en el bar del Chino, un garito con sabor a antiguo. Un hardboiled de Canillejas.
Relatos. Patricia Highsmith (Anagrama). Este tocho de la magnífica colección Compendium -háganse con todos los que puedan: están Carrère, Nabokov, Carver, Dahl...- reúne los primeros cinco libros de cuentos de la escritora. Para que todo encaje debe colocarse junto con las cinco novelas de Tom Ripley.
Serie Bruna Husky. Rosa Montero. (Seix Barral). «Bruna despertó sobresaltada y recordó que iba a morir». Si usa ebook, una buena compra es el pack con las tres novelas de esta detective replicante, también devorables en papel. Montero trasciende el género desde los Estados Unidos de la Tierra, en 2109.
«No termino de creerlo. Trabajamos desde hace meses para conducir a Dylan a la victoria y todo se fue a pique a un kilómetro de meta», señaló Teunissen. «Como me sentía bien, me dije que lo iba a intentar. Pensaba hacer un 'top 5', para que el equipo estuviera representado. No imaginaba ganar. Vi la apertura, me di cuenta de que Sagan era menos rápido que yo. Lancé mi bicicleta en la meta pero no estaba seguro de haber ganado. ¡Es tremendo!», analizó.
La principal víctima del día fue el danés Jakob Fuglsang, quien se vio afectado por la primera caída del Tour, a 18 kilómetros de meta. El vencedor del Criterium del Dauphiné, uno de los favoritos a la victoria final, se reintegró al pelotón antes de los últimos 10 kilómetros. Las cámaras le mostraron con contusiones, un hilo de sangre bajando desde su ceja por la cara y el maillot rasgado a la altura del hombro derecho. El veterano corredor del Astana debió recibir tres puntos de sutura en la ceja y se sometió a unas radiografías que descartaron una fractura en la rodilla derecha. «El médico me acaba de llamar y fue bastante tranquilizador», declaró antes el director general del Astana, Alexandre Vinokourov.
Este domingo se disputa la contrarreloj por equipos (27,6 kilómetros), la única de esta edición de la ronda gala entre el Palacio Real y el Atomium. Para los favoritos será la primera oportunidad de abrir brecha con sus rivales.
El Deceuninck-Quick Step del francés Julian Alaphilippe, el Jumbo del holandés Steven Kruijswijk o el Bahrein-Merida del italiano Vincenzo Nibali y del australiano Rohan Dennis son otras escuadras con muchas posibilidades este domingo. El equipo Movistar del colombiano Nairo Quintana y de los españoles Alejandro Valverde y Mikel Landa confía en no dejarse mucho tiempo y limitar los daños.
Ahora, en casa de la madre de su mujer puede bajar a la calle, pero la vivienda está en Santa Pola. "No estoy ni siquiera en mi ciudad para estar en mi entorno", lamenta Agulló, quien explica que para desplazarse a su ciudad, a más de 16 kilómetros, depende del transporte público en el que no siempre es fácil moverse en silla de ruedas.
“Estoy de 'okupa' en casa de mi suegra porque en mi casa no puedo estar“Daniel, que trabajaba en el aeropuerto de Alicante en mantenimiento de equipos de incendios, es uno de los miles de españoles que viven "encarcelados" en sus viviendas por falta de instalaciones accesibles, como explica el presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE), Anxo Queiruga. Este organismo publicó en junio un informe elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios que señala que de los 2,5 millones de personas con movilidad reducida que hay en España, 1,8 millones -el 74%- precisan de ayuda para salir de sus casas de familiares y amigos, mientras que otros 100.000 no pueden salir nunca.
La Ley de Propiedad Horizontal establece que para llevar a cabo la instalación de un ascensor o de cualquier otro elemento para la supresión de barreras arquitectónicas es necesario "el voto favorable de la mayoría de los propietarios, que, a su vez, representen la mayoría de las cuotas de participación" frente a los 3/5 que se necesitaban antes de la reforma de 2013.
Doce mensualidades de límite si no hay acuerdo
Si no hay mayoría, las obras todavía pueden ser obligatorias (artículo 10.1.b) siempre que en el edificio viva una persona con discapacidad o mayor de 70 y siempre que el importe repercutido anualmente de las mismas "una vez descontadas las subvenciones o ayudas públicas, no exceda de doce mensualidades ordinarias de gastos comunes".Es decir, que a un vecino que no quiere instalar el ascensor solo se le puede exigir que pague de derrama esas doce mensualidades como máximo. El resto lo tiene que aportar la persona que haya promovido la instalación, lo que en la práctica hace inviable esta vía. "Esto a efectos prácticos está muy bien cuando es una obra pequeña, como una rampa, pero el problema viene normalmente con el ascensor, que puede costar de media unos 70.000 euros", explica a RTVE.es la directora de la Fundación Mutua de Propietarios, Laura López Demarbre.
En el caso del edificio de Daniel Agulló solo quieren ascensor cuatro vecinos de los doce. Pero además del coste -en este caso de unos 72.000 euros- hay otro problema. Las obras para su instalación afectarían a la superficie de las viviendas porque no hay espacio suficiente en las zonas comunes y habría que detraer de las propiedades privadas determinada superficie. Es uno de los motivos que han alegado los vecinos que se oponen y que han ganado el primer juicio tras la demanda de Agulló. La sentencia, conocida el pasado 20 de junio, es recurrible.
"La mayoría de las veces tengo que bajar la escalera sentada"
Nuria Rodríguez avanza lentamente con sus dos muletas hasta el salón de la casa de sus padres, en Parla, un municipio al sur de Madrid, hasta sentarse al lado de la ventana del cuarto piso. Como Daniel, lleva años intentando que la comunidad de vecinos acceda a la instalación de un ascensor. Un proyecto que costaría unos 100.000 euros y que solo apoyan dos vecinos de 16. En este caso, el hueco de la escalera es amplio, pero la familia de Nuria no puede asumir el coste si el resto solo paga las doce mensualidades de tope que marca la ley.Tiene solo 39 años y desde 2013 padece la enfermedad de Sudeck, una dolencia crónica que le afecta a las rodillas y le causa un dolor muy intenso. "Malo. Yo me tengo que ver en una silla de ruedas, sí o sí", responde con una entereza que asombra cuando se le pregunta por el pronóstico. "Era superactiva, tenía dos trabajos, para mí el deporte era lo más, pero luego llega la vida y te lo quita y te tienes que adaptar mental y físicamente", subraya para insistir en la idea de que uno no sabe cuándo va a necesitar que su edificio sea accesible. Cree que falta "empatía" entre sus vecinos e insiste en que la instalación de un ascensor es un "beneficio para todos" porque se revalorizan los pisos.
“Para mí el deporte era lo más, pero luego llega la vida y te lo quita y te tienes que adaptar mental y físicamente“Nuria todavía puede salir de casa -lo hace todas las tardes para ir a trabajar a una empresa de empleo especial donde contesta reclamaciones al teléfono- pero cada vez que lo hace es una "odisea" salvar los 68 escalones que separan la casa de sus padres de la calle. "Siempre, para subir y bajar tiene que ser con ayuda y ahora la mayoría de las veces tengo que bajar la escalera sentada", explica. Su madre le ayuda a bajar sus pertenencias mientras que su padre le acerca el coche a la puerta cuando se va y se lo aparca por las noches cuando regresa.
Se sienten, aseguran Nuria y su madre, atrapadas en un "círculo" del que ven muy difícil salir. No pueden asumir el coste de las obras y es difícil vender un cuarto sin ascensor para mudarse a una casa accesible. La relación con los vecinos está completamente deteriorada y ahora mismo la única salida es jugar a la "lotería" de que le concedan un piso de alquiler con opción a compra público.
La mudanza es muchas veces la única salida. Según el estudio de COCEMFE, el 22% de las personas con movilidad reducida han tenido que cambiar alguna vez de domicilio por este motivo. Lorena Blanco dejó su piso de alquiler en Sant Joan de Despí, en Barcelona, después de seis años viviendo en él cuando tuvieron que amputarle la pierna con poco más de 30 años: "Me mudé directamente porque el sitio de la escalera era inviable, no había posibilidades". Un estudio de marzo de 2018 de la Fundación Mutua de Propietarios sobre la accesibilidad de las viviendas en España señalaba que un 63% de los edificios no son accesibles de la calle al portal y un 22% carece de ascensor.
Eliminación de las doce cuotas y fondo de accesibilidad
El problema, sin embargo, no es cuando se vive de alquiler sino cuando se es propietario de una de estas viviendas. El presidente de COCEMFE, Anxo Queiruga, reclama por ello que se modifique la ley de propiedad horizontal para eliminar el tope de las doce mensualidades y se ponga en marcha un fondo estatal de accesibilidad para sufragar este tipo de obras en el caso de que haya vecinos que económicamente no puedan afrontarlas y se nieguen por ello a apoyar estas remodelaciones. "Lo que no es aceptable es que alguien viva encarcelado en su casa", señala a RTVE.es.“Las barreras físicas se salvan, el problema son las mentales“Pero no siempre es un tema económico. "Hace falta empatizar, ponerse en el lugar del otro. Se necesita sensibilización y concienciación", añade Queiruga, que explica que muchas veces las comunidades de vecinos rechazan este tipo de obras porque no las consideran estéticas y priman "si es feo o no es feo el impacto de la obra".
"Las barreras físicas se salvan. Si hay uno o dos escalones y me echas una mano... El problema son las barreras mentales (...) La única solución es hacer campañas de concienciación en las aulas". Quien habla así es Mariana, que prefiere no dar su apellido. Esta profesora de Secundaria de 54 años que tuvo que dejar de dar clases va en silla de ruedas y vive en Alicante. Su edificio tenía ascensor pero en los últimos años ha tenido que pelear para que pongan un elevador en la piscina y arreglen la rampa del portal porque tiene una inclinación que no la hace accesible: "Yo tengo que llevar escolta para salir y entrar de casa", denuncia.
TITULO: Documentales - Las recetas de Julie -Los libros del verano: 'best sellers' y novelas policiacas,.
Los libros del verano: 'best sellers' y novelas policiacas,.
LEER Y GOZAR
Muchos lectores aprovechan los meses estivales para recobrar las
lecturas atrasadas o disfrutar del tiempo de vacaciones con un buen
título entre manos. La Esfera de Papel propone más de un centenar de opciones de muy distintos géneros literarios
y disciplinas entre la intensa producción editorial de 2019. Novela,
ensayo, Historia, teatro, poesía, biografía, pensamiento, 'best-seller',
infantil y juvenil, arte... Una selección para todos los gustos, las
edades y las preferencias.
Best sellers (por Luis Alemany)
Sakura. Matilde Asensi (La Esfera de los Libros). Hace años, un millonario japonés dejó caer el rumor de que iba a ser incinerado con un lienzo de VanGogh. ¿Lo hizo de verdad? Asensi, de regreso tras cuatro años de silencio y con toda su obra reeditada, monta un escape room en torno a ese misterio.La muerte del comendador (II). Haruki Murakami (Tusquets).
Largo pétalo de mar. Isabel Allende. Plaza & Janés. La escritora chilena indaga y recrea el viaje del Winnipegg, el barco que llevó a 2.200 exiliados republicanos hasta Chile. Neruda hace una bonita aparición igual que muchas de las mujeres fuertes que acompañaron a Isabel Allende en su educación.
Llamarás un domingo por la tarde. Jvier Cid (Plaza & Janés). Aquella bestia de la noche que fue Martín Lobo se reencuentra con sus lectores nueve años después de su primera novela.Ahora llega más descarnado, más sabio y más dispuesto a reírse de sí mismo, aunque siga atado al mismo anhelo de amor y seguridad de toda la vida.
Una historia de España. Arturo Pérez-Reverte (Alfaguara). El novelista recupera sus artículos en prensa sobre Historia de España, los hila en un libro y les encuentra un sentido: negar el tremendismo tanto como la autocomplacencia. El resultado, eso sí, tiende a la melancolía de las oportunidades perdidas.
Una jaula de oro. Camilla Läckberg (Maeva). ¿Se acuerdan de aquella obsesión por las novelas negras escandinavas de hace una década? La moda pasó pero quedó Camilla Läckberg, con sus thrillers de vidas perfectas y suequísimas que un día se rompen y descubren a vengadoras de lo más inesperadas.
Pecho frío. Jaime Bayly (Alfaguara). Las novelas de Bayly han cambiado en muchas cosas desde la época de La noche es virgen, pero se mantienen igual en la esencia.Ya no hay tanta transgresión, pero queda ese aire de autoparodia para narrar el mar de dudas que es la búsqueda de la identidad sexual.
Antes de los años terribles. Víctor del Árbol (Destino). También hay best sellers que hacen frontera con el periodismo.Del Árbol, ganador del Premio Nadal, escribe aquí sobre los niños y los señores de la guerra que tratan de sobrevivir en África y del lastre que no les deja superar sus dramas.
Si esto es una mujer. Noemí Trujillo y Lorenzo Silva (Destino). La gracia de la novela policiaca consiste en esto: una investigación criminal, aparentemente indescifrable, nos sirve para desvelar todo lo que no nos gusta de nuestra vida en sociedad. La detective Manuela Mauri es nuestra guía en un viaje que hace parada en un vertedero.
El hijo del italiano. Rafel Nadal (Planeta). Cerca de mil marineros italianos se refugiaron en Caldes de Malavella (Girona) en 1944.Su historia, casi olvidada, sirve para que Rafel Nadal construya una novela de búsqueda personal con paisaje histórico, escrita con el aspecto de una gran producción histórica.
Novelas policiacas (por Leandro Pérez)
De otro lugar. Óscar Montoya (Alianza de Novelas). «En el Levante, el agua del grifo es intragable, no se puede beber. Menos mal que casi nunca bebo agua». El irónico y peculiar inspector Tojeira se enfrenta a policías corruptos y fachas en Alicante y Vitoria a principios de los 80. Muy entretenida.El carrusel de las confusiones. Andrea Camilleri. (Salamandra). «A las cinco y media de aquella mañana...» Si sólo puede quedar uno, de Francia, Maigret; de Grecia, Jaritos; de Suecia, Wallander; y de Italia, desde 1994 y hasta siempre, Montalbano. (Y de aquí que lo resuelvan entre Carvalho y Romano).
El último barco. Domingo Villar (Siruela). «La mujer alta dejó de leer, se tumbó boca arriba y notó que le vencía el sueño». Leo Caldas, un inspector tranquilo, terco y compasivo, investiga una desaparición. Aunque Villar alumbra novelas negras por fuera y cuentos de amor a su tierra gallega por dentro.
Falcó, Eva y Sabotaje. Arturo Pérez-Reverte (Debolsillo). «La mujer que iba a morir hablaba desde hacía diez minutos en el vagón de primera clase». Una trepidante y adictiva trilogía, recién publicada en bolsillo, que nos traslada de la España rota del 36 al París del Guernica, pasando por Tánger.
La ceguera del cangrejo. Alexis Ravelo (Siruela). «Por qué José Ángel Fuentes Medina compró una navaja de las pensadas para matar y por qué le dio el uso para el que había sido concebida...». Una investigación con enigmas, persecuciones y violencia. Y con un núcleo irradiador: el pintor César Manrique.
La red púrpura. Carmen Mola (Alfaguara). «La pantalla muestra un espacio casi vacío, desangelado. Solo hay una silla de madera en el centro de la estancia y un monitor grande en una pared tosca, de ladrillo». Si todos los libros son un producto, éste funciona como un reloj suizo. Truculento y tremendo.
Los señores del humo. Claudio Cerdán (Ediciones B). «Harrelson Levy era el rey Midas. Sabía transformar el barro en oro». Un policía retirado, un proxeneta y un mercenario buscan a un asesino en Madrid. Si Ellroy o Winslow quisieran retratar la España corrupta de 2013 no podrían parir un novelón mejor.
Prohibido fijar cárteles. Paco gómez Escribano (Milenio). «El Lejía se dio cuenta a tiempo de que seguir siendo un yonqui no le iba a llevar a ninguna parte». Una novela barriobajera y mordaz donde todo, o casi todo, pasa en el bar del Chino, un garito con sabor a antiguo. Un hardboiled de Canillejas.
Relatos. Patricia Highsmith (Anagrama). Este tocho de la magnífica colección Compendium -háganse con todos los que puedan: están Carrère, Nabokov, Carver, Dahl...- reúne los primeros cinco libros de cuentos de la escritora. Para que todo encaje debe colocarse junto con las cinco novelas de Tom Ripley.
Serie Bruna Husky. Rosa Montero. (Seix Barral). «Bruna despertó sobresaltada y recordó que iba a morir». Si usa ebook, una buena compra es el pack con las tres novelas de esta detective replicante, también devorables en papel. Montero trasciende el género desde los Estados Unidos de la Tierra, en 2109.
TITULO: Documentales - En busca de esplendores secretos -Creta, los orígenes del laberinto,.
foto / A través de la evocación de personajes mitológicos como Teseo, Ariadna o el Minotauro, visitaremos algunos de los monumentos más antiguos de la isla de Creta, y desvelaremos secretos del mito ancestral del laberinto.
TITULO: LA BICICLETA - Teunissen, primer maillot amarillo ,.
LA BICICLETA - Teunissen, primer maillot amarillo ,. , fotos,.
Teunissen, primer maillot amarillo,.
El corredor holandés del equipo Jumbo se impuso al sprint a Sagan y Ewan en la etapa inaugural en Bruselas,.
El primer maillot amarillo fue para Mike Teunissen. El holandés del equipo Jumbo privó al eslovaco Peter Sagan de la victoria en la primera etapa del Tour de Francia, este sábado frente al castillo real de Laeken, en Bruselas. En el final de la etapa de 194,5 kilómetros, con salida y meta en Bruselas, Teunissen, conocido por trabajar para su líder, Dylan Groenewegen, superó al sprint a Sagan (Bora) y al australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal). Una caída a 1,5 kilómetros de la línea de meta descartó del sprint a Groenewegen, que cedió el protagonismo a su compañero de equipo, de 26 años, vencedor este año de los Cuatro Días de Dunkerque.«No termino de creerlo. Trabajamos desde hace meses para conducir a Dylan a la victoria y todo se fue a pique a un kilómetro de meta», señaló Teunissen. «Como me sentía bien, me dije que lo iba a intentar. Pensaba hacer un 'top 5', para que el equipo estuviera representado. No imaginaba ganar. Vi la apertura, me di cuenta de que Sagan era menos rápido que yo. Lancé mi bicicleta en la meta pero no estaba seguro de haber ganado. ¡Es tremendo!», analizó.
La principal víctima del día fue el danés Jakob Fuglsang, quien se vio afectado por la primera caída del Tour, a 18 kilómetros de meta. El vencedor del Criterium del Dauphiné, uno de los favoritos a la victoria final, se reintegró al pelotón antes de los últimos 10 kilómetros. Las cámaras le mostraron con contusiones, un hilo de sangre bajando desde su ceja por la cara y el maillot rasgado a la altura del hombro derecho. El veterano corredor del Astana debió recibir tres puntos de sutura en la ceja y se sometió a unas radiografías que descartaron una fractura en la rodilla derecha. «El médico me acaba de llamar y fue bastante tranquilizador», declaró antes el director general del Astana, Alexandre Vinokourov.
Lunares para Van Avermaet
Cuatro corredores, Natnael Berhane, Xandro Meurisse, Mads Würtz y el campeón olímpico, Greg Van Avermaet, formaron la primera escapada del día. Van Avermaet pasó el primero por el Muro de Grammont para vestirse con el primer maillot de la montaña. Conseguidos los puntos para la prenda de lunares rojos, Van Avermaet se descolgó y dejó solo al trío de escapados, que empezó a tenerlo difícil a 70 kilómetros de meta, cuando se produjo una brutal aceleración de los compañeros de Sagan en cabeza del pelotón. El francés Stéphane Rossetto se atrevió a probarlo posteriormente a 58 kilómetros de meta y aguantó hasta que quedaron nueve kilómetros para la llegada.Este domingo se disputa la contrarreloj por equipos (27,6 kilómetros), la única de esta edición de la ronda gala entre el Palacio Real y el Atomium. Para los favoritos será la primera oportunidad de abrir brecha con sus rivales.
El Movistar, a limitar los daños
El conjunto Ineos del colombiano Egan Bernal y del defensor del título, Geraint Thomas, parte como favorito para la crono de este domingo gracias a sus grandes rodadores (Jonathan Castroviejo, Michal Kwiatkowski o Gianni Moscon) y pese a que nunca se ha impuesto en una etapa de este tipo en el Tour. Thomas se cayó este sábado al final de la etapa pero no sufrió daños, según el Ineos. «Pudo volver a montarse en la bici y terminar la etapa. Al regreso al bus, ha dicho que está bien», señaló la formación británica.El Deceuninck-Quick Step del francés Julian Alaphilippe, el Jumbo del holandés Steven Kruijswijk o el Bahrein-Merida del italiano Vincenzo Nibali y del australiano Rohan Dennis son otras escuadras con muchas posibilidades este domingo. El equipo Movistar del colombiano Nairo Quintana y de los españoles Alejandro Valverde y Mikel Landa confía en no dejarse mucho tiempo y limitar los daños.
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