La Hora Musa - Un grabado de premio y el verano musical ,. . Martes -30- Julio ,./ Cachitos de hierro y cromo - Carlos Rivera: Tengo muchas ganas de cantar en este lugar mágico ,. Martes -30- Julio ,

TITULO: La Hora Musa - Un grabado de premio y el verano musical ,. . Martes -30- Julio ,.

'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,
a las 22:55 horas, en La 2 martes - 30  - Julio , fotos.

Un grabado de premio y el verano musical,.

Cacerescaparate

Se puede llegar a creer que después de lo sucedido el pasado jueves en el Congreso de los Diputados el mundo va a descarrilar y el tiempo se va a parar. Caos y destrucción. No es cuestión de banalizar las dificultades para formar un gobierno estable, pero conviene tomar resuello y asomarse a la ventana para ver que el sol vuelve a salir todos los días, con sus ilusiones, con sus frustraciones, con sus esperanzas y sus penas. Porque, oigan, los políticos lo tendrán difícil, dicen, pero los demás también tenemos que batirnos el cobre para seguir con la cotidianidad. La vida sigue y ni el verano inclemente consigue apagar la actividad de Cáceres y sus gentes.
Ayer mismo el diseñador y muralista Jesús Mateos Brea, formado en la escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco, recibió en San Lorenzo del Escorial (Madrid) el primer premio del XX Certamen de Grabado de la ciudad con la obra Phoenicopterus Ruber, perteneciente al proyecto Taxidermias. Es un importante galardón que se enmarca en una trayectoria que últimamente no le ha dado más que alegrías. Tras el Premio Jóvenes Creadores de la Calcografía Nacional y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando la dicha le ha perseguido: ha pasado todo el mes de junio becado en la Academia Taller del Prado en Madrid, editando su propia obra que, además, será expuesta en octubre en la galería del Taller. Además, ha sido uno de los finalistas del 47º Premio Internacional de Arte Gráfico Carmen Arozena. En agosto estará en Mallorca con una beca de la Fundación Miró.

Jesús Mateos Brea con su grabado Phoenicopterus Ruber.

Quizás sea muy grandilocuente decir que el arte nos salva la vida, pero está claro que puede ayudarnos a hacerla mejor. El colegio público Prácticas de Cáceres realizó el curso pasado una actividad colectiva para conmemorar el día de la Paz. Alumnado, padres y profesores elaboraron 1.000 grullas de papiroflexia, una tradición nipona de buenos deseos, para después enviarlas al Memorial de la Paz de Hiroshima, en donde se recuerda la II Guerra Mundial y se hace una reflexión sobre la necesidad del pacifismo. Esta misma semana responsables del memorial enviaban las fotos de las 1.000 grullas cacereñas, que, después de formar parte de este recinto, serán recicladas para convertirse en material de papel como postales conmemorativas.

Hiroshima recibe las grullas hechas por niños cacereños,.

La cultura puede convertirse en un maravilloso antídoto para pasar el verano en ciudades como Cáceres. El Paseo Alto, donde sí sopla el viento y uno puede solazarse con las vistas del skyline de la ciudad, se convierte en un refrescante rincón para las noches tórridas. El chiringuito situado en esta atalaya continúa con sus actuaciones musicales, que se desarrollan en jueves. Eugenio Simoes al piano y Álex Ordoñez al bajo llenaron de jazz esta estancia en donde el verano se hace más llevadero.

El jazz llenó el chiringuito del Paseo Alto el pasado jueves por la noche.

Otro oasis veraniego es el jardín del museo Pedrilla, en donde la histórica cita con la música sigue concentrando a un fiel público. El pasado viernes fue tiempo para Pascuala Ilabaca y Fauna, una artista que, según informa la Diputación, que es la entidad que organiza esta cita, además de cantar, toca el acordeón y compone una música «arraigada en los sonidos tradicionales» aunque con aires de jazz, pop y rock, así como con influencias de lugares como India o México.
Otro de los motores culturales de la ciudad, la fundación Helga de Alvear, también mantiene su pulso cultural y continúa ofreciendo sus actividades incluso en verano. El pasado jueves llevó a cabo la visita guiada 'Conectando: Repeticiones, repeticiones, repeticiones'. En la visita del jueves, tratando de observar la actual exposición 'La Perspectiva esencial' desde un nuevo punto de vista, se tomó como hilo conductor esta forma que tienen diversos artistas de crear y producir sus trabajos. Yayoi Kusama, Peter Roehr, Josef Albers, Robert Ryman, Yves Klein, Ignasi Aballí, Carl André y Hanne Darboven formaron parte de la selección de esta guía.

La fundación Helga de Alvear continúa con sus guías.

El Palacio de la Isla acoge la exposición 'La ingeniería civil', una muestra formada por fotografías con la que se pretende reivindicar el valor de las obras públicas y su interés para la sociedad. Como pasa en otros recintos de la ciudad, el Palacio de la Isla cierra sus puertas por la tarde, así que esta muestra puede verse desde las 8,30 de la mañana hasta las 15,00 horas. Todavía queda tiempo: estará abierto hasta el próximo 30 de agosto.

Exposición 'Ingeniería civil' en el Palacio de la Isla.

Si alguien quiere color y fantasía para animar este verano de fuego, continúa instalada en la fundación Mercedes Calles la exposición titulada 'Ágatha Ruiz de la Prada en Cáceres', en la que muestra 25 vestidos y 16 fotografías. Se trata de la colección de otoño-invierno de 2019-2020. La fundación abre todos los días y el miércoles la entrada es gratuita.
La Biblioteca Pública Rodríguez Moñino también cierra por las tardes en verano. Ahora su horario se extiende desde las 8 hasta las 15,00 horas. Los miércoles están especialmente animados en esta biblioteca, y durante los meses de julio y agosto se desarrolla la actividad 'Cuentos de Colores'. Diferentes artistas y propuestas culturales llenan el salón de actos de este lugar para la cultura en una actividad gratuita y que está enfocada al público infantil, ese que disfruta de los días más largos del año.

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 Martes - 30 - Julio  a las 22:00 horas en La 2, foto.

 

Carlos Rivera: «Tengo muchas ganas de cantar en este lugar mágico»

El cantante llega a Medellín con su gira Guerra.

Carlos Rivera, Cantante,.

El artista mexicano actúa esta noche en el Teatro Romano de Medellín, en su primera vez en la región

El Teatro Romano de Medellín vibrará esta noche con el ritmo de Carlos Rivera. El cantante mexicano, de 33 años, llega a Extremadura con su gira Guerra. Y eso es precisamente lo que promete: una guerra adaptada hoy a la intimidad de un escenario lleno de historia. La suya es la de un artista hecho a sí mismo, pero que siempre tendrá en Simba parte de su esencia. Con el protagonista de 'El Rey León' llegó a España para el musical, ahora también pone voz al personaje en la versión latina del 'remake'. Hace dos años, con el cine animado lograba emocionar también en 'Recuérdame', tema central de Coco. Si bien, en todo este tiempo no sólo ha trabajado la ficción, también su propia carrera.
- ¿Qué ha cambiado en estos años?
- Ha pasado mucho, pero también es mucho lo aprendido. He tratado de crecer en todos los sentidos y siempre será especial cuando lo que se canta es tu música. Hace seis años que dejé el musical en España, ahora llegó la película. Parece que Simba se niega a abandonarme.

«Cuando vi dónde íbamos a cantar y las fotografías me pareció maravilloso»

«Mis fans me decían que ojalá algún día fuera a Extremadura. Ya llegó ese día»

- ¿Es la primera vez en Extremadura?
- Sí y, de hecho, estoy muy contento porque era una de las regiones que aún me hacía falta visitar. Es una emoción poder cantarle al público extremeño ya que muchos de mis fans me han seguido por otras partes de España y siempre me decían que ojalá algún día fuera a Extremadura. Ya ha llegado por fin ese día. Tengo muchas ganas de cantar en ese lugar tan mágico.
- ¿Qué significa para usted cantar en el Teatro Romano de Medellín?- Es especial. Creo mucho en la energía y seguro que allí debe haber algo guardado muy bonito que tengo ganas de disfrutar. Tengo muchas ganas de llevar ahí mi música y lo que yo hago. También de dejar allí una parte de mi energía para los siguientes.
- ¿Conoce la región?
- No, realmente no la conozco. Cuando vi dónde íbamos a cantar y las fotografías me pareció un lugar maravilloso. Es muy bonito saber que vas a un espacio milenario y con tanta historia para hacer llegar tu música. Ojalá tenga tiempo de hacer turismo.
- Hablamos de lo que va a encontrar pero, ¿qué encontrará el público?
- Es un concierto también especial. No será el típico concierto donde el artista canta canciones. Yo soy un artista que soy cantante y compositor, pero también he hecho teatro musical y me gusta aportar todo lo aprendido al espectáculo más allá de lo que es un simple concierto. Además de mis músicos vienen mis bailarines, que también son cantantes y acróbatas. Lo que hacemos es un espectáculo que tiene algunos elementos de la guerra, de ahí el nombre de la gira, pero que se lleva hacia una explicación de la guerra de la vida que todos luchamos.
- ¿Cómo es el espectáculo?
- Esta es la segunda etapa de la gira por España y es como una obra de teatro. Es un tren de emociones y esperamos poder repetir todo lo que hemos logrado generar en otros sitios.
- Todo ello adaptado al teatro romano, ¿no?
- Sí, porque es diferente y tenemos ganas de ver cómo sucede todo en ese espacio.
- Al público extremeño aún no lo conoce, ¿cómo es el español?
- Llevo ocho años en España, desde que llegué a hacer el primer musical de 'El Rey León' y conozco mucho al público. En los dos primeros años como Simba me vio un millón de personas y después de eso vino la ilusión de quedarme con mis canciones. Estar aquí es como estar en casa. Es mi segundo hogar y hay una conexión especial cuando canto aquí. Hemos llenado sitios bastante grandes, con grandes actuaciones en el Wizink Center de Madrid o en Sevilla, también en México. Eso es algo maravilloso que te hace sentirte querido y también respetado.
- Este teatro es más pequeño que todos esos sitios, pero eso lo hace más especial y cercano.
- Sí, me gusta mucho esto. En México tenemos unos sitios parecidos llamados palenques donde la gente está mucho más cerca. Quiero pensar que es algo parecido y disfrutarlo porque me gusta mucho la cercanía con la gente y esa intimidad. Muchos irán al concierto y les pasará que conocerán más canciones de las que creían. Me suele pasar. Va a pasar algo especial en el teatro, ocurre una magia con el público que va a mis conciertos y sé que aquí se va a repetir.