lunes, 5 de agosto de 2019

MAS QUE COCHES - Coche - porsche 924 - Hamilton gana el GP de Hungría gracias a una jugada de estrategia ,./ Para Todos La 2 -Misterio bandari ,. / Gigantes de La 2 - Anny Cazenave ,.- Jueves -8- Agosto ,./ ¡ Atención obras ! - ¿Era un héroe o un idiota?,.

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MAS QUE COCHES - Coche -  porsche 924 - Hamilton gana el GP de Hungría gracias a una jugada de estrategia , fotos,.
 
Hamilton gana el GP de Hungría gracias a una jugada de estrategia , .

Una gran decisión" estratégica de Mercedes permitió al británico Lewis Hamilton ganar este domingo el Gran Premio de Hungría, 12ª prueba del Mundial de Fórmula 1, la última antes de la tregua de mitad de temporada.
El holandés Max Verstappen (Red Bull), que salió desde la pole position, fue segundo por delante de Sebastian Vettel (Ferrari), que completó el podio.
El triunfo del piloto inglés se debió a un acierto estratégico: Hamilton paró dos veces para cambiar neumáticos, por una sola ocasión de Verstappen, que se quedó con unas gomas muy dañadas al final de carrera y vio como el piloto de Mercedes le adelantaba en la vuelta 67 de 70.

AFP / Andrej ISAKOVIC El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) celebra parado sobre su auto el triunfo en el Gran Premio de Hungría, en el circuito Hungaroring, cerca de Budapest, 4 de agosto de 2019
"Siento haber dudado de vuestra estrategia", reaccionó por radio Hamilton nada más pasar la bandera de cuadros y lograr la octava victoria de la temporada. "Fue una gran decisión. Os agradezco haberla tomado". Resultat d'imatges de porsche 924- 62 puntos de ventaja sobre Bottas -
AFP / Jonathan WALTER Hamilton gana el GP de Hungría
En el Mundial de pilotos, Hamilton se afianza en el liderato, pasando de una ventaja de 41 puntos a 62 sobre el segundo clasificado, su compañero en Mercedes Valtteri Bottas. Con este triunfo, Hamilton también se saca la espina de lo ocurrido hace una semana en el Gran Premio de Alemania, donde corrió enfermo y cometió varios errores que le relegaron al noveno puesto en la carrera de 'casa' para Mercedes.
La alegría no fue completa para la marca alemana, ya que su segundo piloto, el finlandés Bottas, dañó su alerón delantero en la salida, lo que le obligó a pasar por boxes y partir del último puesto.
Remontó hasta el octavo, insuficiente para la ambición de Mercedes, sobre todo porque se suma también a la decepción en Alemania hace una semana, donde tuvo que abandonar tras un accidente.
El finlandés ya sólo tiene siete puntos de ventaja en la clasificación del Mundial sobre Verstappen, tercero en el campeonato y que en Hungría sumó también el punto adicional tras firmar la mejor vuelta en carrera.
Al pie del podio quedaron el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y el español Carlos Sainz Jr, que completó una gran carrera con su McLaren, quedando por delante del francés Pierre Gasly (Red Bull) y del finlandés Kimi Räikkönen (Alfa Romeo Racing).
Bottas, el británico Lando Norris (McLaren) y el tailandés Alexander Albon (Toro Rosso) completaron el Top 10.
- '8,8 o 8,9 sobre 10' -
En Hungaroring, circuito corto y tortuoso, poco propicio a los adelantamientos, Hamilton no había podido, mediada la carrera, superar a Verstappen, tras el paso por los stands de los dos pilotos.
Esto llevó a su escudería a trazar un plan B: El británico cambió una segunda vez de neumáticos, un lujo que su rival holandés no podía permitirse.
Con gomas más frescas y rápidas, el cinco veces campeón mundial, autor de una brillante remontada a pesar de sus dudas iniciales sobre esta jugada de estrategia, superó fácilmente el piloto de Red Bull. Fue su octavo triunfo de la temporada.
El artesano del triunfo fue James Vowles, el jefe de estrategia de las Flechas de Plata, que le acompañó en el podio para recibir el trofeo de constructores.
Hamilton, de 34 años, señaló que ha completado su "mejor primera parte de la temporada en F1", poniéndose "un 8,8 o 8,9 sobre 10" de puntuación.
El gran dominador de la F1 añadió que espera "dar un 10 sobre 10 en la segunda parte de la temporada".
La competición regresará con el Gran Premio de Bélgica el 1 de septiembre.


TITULO: Para Todos La 2 - Misterio bandari,.

 

Misterio bandari

Las mujeres bandari se desplazan todos los jueves al Panjshambe Bazar de la ciudad de Minab (costa del golfo Pérsico iraní) para comprar. :: juan antonio muñoz
/FOTOS:
fotos / Las mujeres bandari se desplazan todos los jueves al Panjshambe Bazar de la ciudad de Minab (costa del golfo Pérsico iraní) para comprar.

Para los occidentales, Irán es un país marcado por la oscura ortodoxia de los ayatolás. Juan Antonio Muñoz viajó hasta el estrecho de Ormuz para acercarse a una tribu de mujeres cuyo rostro enjaulado tiene poco que ver con los rituales del islamismo radical,.

Resultat d'imatges de para todos la 2 ,.
Las aventuras de Juan Antonio Muñoz (Madrid, 1959) comenzaron a los cuatro años a bordo de un Land Rover de juguete. El pasillo de su casa fue un mapamundi en el que recorrió todos los lugares que cabían en la mente de un crío. Dice que lo suyo debió ser alguna mutación genética que le dejó cierto cromosoma de viajero inquieto. «En mi familia no había antecedentes de ningún tipo». Apenas cumplida la mayoría de edad se embarcó en un viaje en una moto vespa hacia el desierto marroquí. No ha regresado. De hecho, vive en el país vecino desde hace casi dos décadas.
Ha pateado el territorio magrebí tantas veces que lo conoce como la palma de la mano. Y en estos años ha ido documentando los cambios de su sociedad. «Aún guardan raíces, eso que todo el mundo busca cuando va por allí. Pero las mujeres bereberes ya no se tatúan, vas a los mercados y ya no percibes las diferencias de unas tribus con otras, de unos peinados con otros... Llegará un día en que todos calzaremos los mismos vaqueros, camisetas y zapatos», lamenta Muñoz.

Con la colaboración de la Sociedad Geográfica Española
Esa percepción de que la uniformidad se impone en todas partes ha multiplicado su obsesión por la que podríamos llamar fotografía antropológica. Por atrapar imágenes que «en breve solo serán historia». Desde hace muchos años, Juan Antonio dedica los tiempos libres de su ajetreada profesión de guía, organizador de rallies en el desierto y hostelero en Marruecos a viajar a lugares en los que descubre que alguna tribu o cultura puede vivir sus últimas generaciones.
Como les pasa a otros viajeros, lo siente como «una droga. Vivo gracias a esto. Cuando deje de tener el sueño de sentarme delante de un mapa, y lo que supone de trasladarte y soñar, tiraré la toalla». Mientras eso ocurre, apuesta por pasarse muchas horas delante de bibliografías de todo tipo o libros antiguos, de esos que «te hacen soñar mucho más que el mejor plano por satélite porque te hacen sentirte todavía explorador. Alguien que se acerca al espíritu de Stanley o Livingstone».
La última de esas ensoñaciones le llevó a Irán. Aunque el motivo ya estaba en su imaginario. La gran calidad de sus trabajos fotográficos (www.juanantoniomunoz.com) le ha permitido cumplir encargos como el libro 'Grandes maravillas de Irán' (1998). Fotos de Persépolis, la gran plaza de Naghsh-i Jahan (Plaza Real) de Isfahán... Antes de regresar le regalaron un libro en el que su mirada inquieta de halcón gráfico se posó en una imagen, aparentemente menor. La de una mujer con el rostro cubierto por una especie de máscara de colores. Nada que ver con los habituales chador, hijab o con los más carcelarios burka. «Esa imagen nunca me abandonó y siempre ha estado latente en mi subconsciente».
La visión que proyecta Irán (o Persia) en Occidente es el monocorde discurso de la república de los ayatolás, de su supuesta y permanente rivalidad con Occidente. Un fundido en negro de tópicos que arranca con la imagen de sus mujeres más tradicionales ataviadas de negro de la cabeza a los pies. Nada que ver con la realidad de un país con muchas sociedades dentro de su territorio.
¿En el peor momento?
De hecho, a Muñoz se le ocurrió viajar al país cuando las amenazas de Donald Trump de iniciar una guerra por las desavenencias con los programas nucleares tronaban más fuertes. «Antes de ir me decían: ¡Ten cuidado con todo!... Otros al llegar, me insistían: ¡Mejor sal de aquí! Pero en el país todo fueron facilidades. Un lugar de gente muy amable en un ambiente bastante relajado».
Una de esas realidades aún más desconocidas en un país del que lo ignoramos casi todo es la de las comunidades bandari, un grupo tribal que habita en la franja costera junto al estrecho de Ormuz (Golfo Pérsico). En su lengua, bandari se traduce por 'gente del puerto'. Y, efectivamente, los grupos que quedan se desparraman en el tramo litoral de la región de Hormozgán. Vista en un mapa, esta zona está más cerca de países como Oman o Bahrein que de Teherán. Y, como el paisaje hace al paisanaje, ha dado lugar a una gran mezcla racial.
Las tribus bandari viven entre la capital de la región, Bandar Abbas (enclave de la Armada iraní) y en pueblos de las islas Qeshm, Hengham y Hormoz. Pero son sus mujeres las que despiertan todo tipo de leyendas por su tradición centenaria de cubrirse el rostro. Además de con una buena documentación previa y la garantía inicial de un contacto fiable, el imprescindible 'embajador' local, Juan Antonio solo concibe una manera de llegar a la gente. «Dejar que las cosas vengan solas y se descubran».
Comenzó así una expedición en los asientos de un modernizado Peugeot 405 con las 'armas' de la curiosidad y algunas nociones de árabe. Fue así como pudo ir cruzando algunas 'puertas' mentales, hasta lograr que le franquearan también las físicas. Ese cerrojo se abrió en el pueblo de Minab, famoso por ser el lugar de máxima concentración de mujeres bandaris en las compras de los jueves. El Panjshambe Bazar es conocido como el mayor mercado abierto de la costa de Irán.
Y de esta forma pudo ir destejiendo, o al menos intentarlo, el hilo de las enigmáticas bandari, con las que «los ojos y las manos son su único vínculo con el mundo exterior». Lejos de despejarse, las incógnitas aumentaron. Unos le decían que es una tradición de los tiempos de los portugueses (colonizaron la zona hacia 1500), cuyas mujeres se cubrían para evitar las quemaduras solares. Al parecer, el color cetrino de la piel se asociaba con los esclavos. Si esta hipótesis fuera válida para el caso actual de las bandari, este fotógrafo y escritor no dejaba de preguntarse: «¿Mantener la belleza, ante quién?». Al parecer, solo se descubren en el interior de sus hogares.
Otras teorías dicen que estas tribus pudieron incluso usarlos para esconderse de los esclavistas lusos. Y más fuentes se remontaban a los tiempos de las tropas de Alejandro Magno (siglo IV antes de Cristo), cuyos protectores faciales pudieron ser la inspiración. Las teorías crecen cuanto más se intenta indagar. Y este centro estratégico en las rutas comerciales que unían la antigua Persia con Arabia, Pakistán y África y la Ruta de la Seda hace muy difícil establecer con certeza su origen.
Libro de familia facial
Más allá del papel ritual, en cada máscara (llamada 'boreghehs') hay toda una declaración de principios. Algunas son muy elaboradas y ornamentadas, reflejando la clase social de la familia. Los colores indican el estado de la mujer que lo porta. Rojo si está casada, naranja si ya es una novia prometida. En muchos casos, el centro de este protector sobresale de los laterales, dando un aspecto de máscara pájaro. Muñoz recuerda haber inmortalizado algunas similares en Burkina Faso o Malí.
La fascinación por estas atareadas mujeres que acuden al mercado a proveer a sus familias de pescado, frutas y verduras se completa con vestidos muy coloridos, «parecidos a los saris de las indias». Otra prueba más del cruce de culturas que supuso el estrecho de Ormuz.
Juan Antonio Muñoz había acudido a la llamada de un ritual del que había oído que daba sus últimos latidos. Pero se trajo una percepción muy distinta. «Leí hace tiempo que las mujeres mayores son las únicas en llevar 'boreghehs', y que en poco tiempo desaparecería esa tradición. La sorpresa ha sido comprobar que las jóvenes también los utilizan». En algunas familias, las niñas lo empiezan a llevar a partir de los nueve años.
Pero, junto a la rareza de esta tribu, llama la atención el método de trabajo de este documentalista gráfico: todas las imágenes son 'robadas'. Frente a los que pagan sin mayor miramiento o despliegan sus mejores dotes diplomáticas para pedir permiso y disparar, Muñoz solo hace 'clic' «cuando ellas no lo saben. No son posados. Son momentos únicos capturados en un momento que considero irrepetible».
Lo hace siempre así y el resultado, espectacular, llena su página web de autenticidad y misticismo. Argumenta que «una foto fija nunca es una expresión que me interese. Trato de buscar algo que aporte enriquecimiento interno». Así, las bandari desfilan por su cámara mientras atienden a sus niños, cargan con las tortas de pan o rebuscan en el gran mercado de Panjshambre Bazar la ropa o la comida con la que cubrirán las necesidades de sus familias.
Es el interior de comunidades que podrían vivir sus últimas generaciones antes de diluirse en la uniformidad global. Juan Antonio Muñoz dice sentirse como el documentalista del cambio climático, pero aplicado a los seres humanos. «Tribus que se derriten como los hielos o los lagos de la taiga siberiana». Desfiles de auténtica humanidad que podrían acabar como ese desierto cercano al que no dejó de acercarse. Aquí no tuvo que disimular para 'robar' imágenes de una naturaleza muerta. Tan bella como inquietante.
Este madrileño (1959) afincado en Marruecos desde hace 20 años centra su vida en rescatar para su archivo de fotos aquellas comunidades y escenarios al límite de la absorción por el planeta global. Ha recibido el Trofeo Maroc 2015 de la Oficina de Turismo de Marruecos.
años tenía Juan Antonio Muñoz cuando cruzó por primera vez la frontera marroquí en una moto vespa. Desde entonces la ha convertido en su segunda casa. Además de hoteles, organiza rallies en el desierto. Tiene uno de los archivos gráficos más completos de los mercados y tradiciones magrebíes.
Visitó Persia por primera vez en 1998 para fotografiar sus grandes monumentos. Ahora persigue tribus aisladas.

TITULO:  Gigantes de La 2 - Anny Cazenave  ,. - Jueves -8- Agosto ,.

  Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2  Jueves -8- Agosto  ,.  - 23:50 de Televisión Española. Presentado por Mari Cruz Soriano,.

Anny Cazenave,.

foto - Anny Cazenave: «En la cuenca mediterránea vendrán más olas de calor y sequía»,.

Anny Cazenave: «En la cuenca mediterránea vendrán más olas de calor y sequía»

Experta en cambio climático, esta científica francesa utiliza satélites para medir el aumento del nivel del mar y sus predicciones alarman,.


Nunca ha subido a un barco, no bucea y la ciudad donde vive no tiene costa, pero Anny Cazenave es una de las mayores expertas en océanos del mundo. Desde hace varias décadas se ha especializado en constatar cómo el cambo climático afecta los niveles del mar. Su mirada sobre las aguas del mundo es cenital. Mira desde varios puntos más allá de la atmósfera. Los satélites le cuentan con precisión absoluta cada milímetro que suben las principales masas acuosas de la Tierra. «Me gusta el mar y también nadar pero yo trabajo con el ordenador», dice Cazenave, investigadora del Laboratorio Espacial de Estudios Geofísicos y Oceanográficos francés, con sede en Toulouse (Francia). «Utilizamos satélites, cuyas mediciones se basan en altímetros con los que se infiere la topografía de los mares con bastante precisión. Podemos calcular subidas de un centímetro con radares que están en órbita a miles de kilómetros».
Desde hace 26 años, esta técnica empleada por Cazenave, miembro de la Academia Francesa de Ciencias y ganadora del Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA, le ha permitido demostrar que los océanos están sometidos a dos procesos que amenazan con la vida que albergan y con la sostenibilidad del planeta. El primer fenómeno es el calentamiento y el segundo, la acidificación del agua. Ambos tienen la misma causa: las emisiones de gases de efecto invernadero producidos por la actividad de humana.

 -¿Mientras más lejos, mejores vistas?

-Sí, absolutamente. Tienes una visión global. Los satélites nos permiten cubrir regiones a las que no podríamos llegar de otro modo.

-¿Qué sucede en los océanos?

-El exceso de calor y energía que se almacenan en los océanos hace que el agua se caliente y, por lo tanto, se expanda, lo que aumenta el nivel del mar. Por otra parte, el dióxido de carbono permanece en la atmósfera porque la vegetación y los océanos sólo tienen capacidad para absorber la mitad de los gases producidos. Como consecuencia, los mares se están volviendo cada vez más ácidos, lo que puede observarse en la destrucción de vida. Por ejemplo, la de los corales o los moluscos.

-¿Estos hechos no son suficientes para convencer a los escépticos?

-La comunidad científica siempre trata de divulgar y comunicar sus observaciones, con informes que se emiten periódicamente. Los escépticos me dan igual, cada vez son menos. Todos estamos viendo con nuestros propios ojos cómo cambia el clima y cómo surgen eventos cada vez más intensos y destructivos. Olas de calor, tormentas, tornados.

-¿Cuáles son los resultados de las mediciones del nivel del mar?

-Los satélites cubren los océanos mundiales en un periodo de diez días, y con esos datos construimos una curva de la evolución de la subida del nivel del mar, precisa a niveles milimétricos. Hemos observado que la subida media es de diez centímetros desde principios de los noventa. Pero el fenómeno se está acelerando. En el futuro, dependiendo de los gases de efecto invernadero y el deshielo de los glaciares, se espera una subida de un metro para finales del siglo.

-¿Hay ciudades que corren el riesgo de desaparecer?

-Quizás no desaparecer, pero sí es verdad que algunas ciudades del litoral e islas de los trópicos donde hay muchos atolones, que tienen una altitud de un metro o dos sobre el nivel del mar, tendrán problemas. Quizás desplazándose o construyendo defensas, los humanos terminarán adaptándose. Pero depende mucho de la economía de la región.

-Cuando se acelere el cambio climático, qué será mejor: ¿vivir donde sea menor su efecto pero no exista la tecnología para contrarrestarlo, o donde sí la tengan pero la amenaza sea más grave?

-Es un problema muy complejo. El nivel del mar es solo un efecto del cambio climático. Pero hay muchos más. Estamos en la cuenca mediterránea. Las predicciones establecen que aquí vendrán más olas de calor y sequía. Esta región será más y más seca, mientras otros lugares tendrán mayores precipitaciones. Cada zona se enfrentará con consecuencias diferentes. Hay estudios que indican que los países más pobres se resentirán más porque su seguridad alimentaria es más vulnerable al impacto del cambio climático y la meteorología extrema. Todo el planeta se verá afectado pero los pobres, como siempre, sufrirán más.

TITULO:  ¡ Atención obras !-¿Era un héroe o un idiota?,.

 

¿Era un héroe o un idiota?,.

En la cámara del joven había una película llena de autorretratos, décadas antes de que se inventara el 'selfi'. / FOTOS: CHRIS MCCANDLESS
En la cámara del joven había una película llena de autorretratos, décadas antes de que se inventara el 'selfi'. / foto,.

La muerte de una joven que quiso emular al malogrado Chris McCandless reabre el debate sobre la búsqueda de aventuras a las bravas en un entorno hostil,.


Christopher McCandless es, para miles de jóvenes en todo el mundo, un icono. Un héroe que se buscaba a sí mismo en mitad de la naturaleza, en la última frontera de América, y encontró la muerte. Su aventura quedó plasmada en 1996 en el libro 'Into the wild' ('Hacia rutas salvajes'), de Jon Krakauer, recomendado en muchos colegios de todo Estados Unidos, y la película homónima de Sean Penn en 2007. Para muchos habitantes de Alaska, en cambio, Chris es el joven inconsciente que se internó en un paraje desierto y hostil sin mapa, hacha, botiquín ni la más remota idea de cazar o pescar y se dejó morir de hambre, pese a que estaba a 30 kilómetros de la carretera plagada de turistas del Parque Nacional de Denali. Para ellos, es el causante de que decenas de imprudentes turistas peregrinen cada verano hasta estas tierras remotas, en ocasiones con resultados trágicos. La última, Veranika Nikanava, una bielorrusa de 24 años de luna de miel que murió arrastrada por la corriente de un crecido río Teklanika mientras trataba de encontrar junto a su marido el mítico autobús en el que aquel robinsón de tierra adentro vivió sus últimos días en agosto de 1992.
McCandless nació en 1968 en una familia de clase media. Tras graduarse en Historia y Antropología en Emory (Georgia), quiso seguir el ejemplo del pensador estadounidense Henry David Thoreau, que vivió dos años aislado de la civilización en una cabaña en un bosque de Massachussets donde cultivaba sus propios alimentos y escribía sobre su experiencia. El joven, que despreciaba las leyes y el dinero, donó a Oxfam los 24.000 dólares de su fondo para estudios y viajó por el interior del país haciendo trabajos esporádicos y amistades fugaces. En abril de 1992 llegó a Fairbanks, Alaska. El hombre que le llevó de la ciudad a Stampede Trail intentó disuadirle de sus planes al ver lo mal equipado que iba -una bolsa de arroz eran todas sus provisiones-, pero Chris desoyó sus consejos y solo le aceptó un par de latas de atún y unas botas viejas.
En medio de aquel paraje solitario, el joven convirtió en su hogar un autobús abandonado que la compañía encargada de asfaltar la carretera había usado para alojar a sus peones en los años sesenta. Durante 113 días anotó en un diario sus peripecias, que firmaba con su seudónimo, Alexander Supertramp. Se alimentaba de patatas silvestres y bayas y, con su rifle semiautomático pero sin permiso ni experiencia como tirador, abatió piezas pequeñas como ardillas, puercoespines y pájaros. Cazó un alce, pero no supo cómo ahumarlo: aquel magnífico animal se convirtió en 700 kilos de carne podrida.
Hambriento y enfermo, en julio intentó cruzar el Teklanika para volver a la ciudad, pero con el deshielo el arroyo de abril se había convertido en un torrente. Si hubiera tenido un mapa, habría sabido que a pocos kilómetros existe un puente colgante sobre el cauce, o que en la zona hay varios refugios con víveres de emergencia.
El 6 de septiembre de 1992, un grupo de cazadores encontró una nota de socorro en la puerta del vehículo. Ya era tarde. Su cadáver estaba dentro, en el saco de dormir que su madre le había cosido. Junto a él había otro mensaje: «He tenido una vida feliz y doy gracias al Señor». Tenía 24 años, pesaba 30 kilos y llevaba tres semanas muerto. No está claro si pereció de hambre, envenenado por unas semillas que no conocía o ambas cosas.
Cuando aún faltaban décadas para el 'selfi', en la película sin revelar de su cámara se encontró un puñado de autorretratos que muestran a un joven sonriente, barbudo y desastrado posando con sus trofeos. La difusión de su historia por Krakauer convirtió al chico en objeto de culto y al autobús 142, en lugar de peregrinaje.

Ni fácil ni romántico

A muchos lugareños no les hace gracia el 'fenómeno McCandless', como lo llama Peter Christian, guarda forestal de Denali y autor de un famoso artículo que resume los sentimientos de buena parte de la población. «Alaska está poblada de gente que huye de algo o se busca a sí misma», explica. De ellos, muy pocos logran adaptarse a vivir en este territorio agreste. La mayoría constatan que no es ni fácil ni romántico, sino mucho trabajo duro. Y unos pocos, como Chris, actúan sin el menor respeto a la tierra, los animales y la historia de Alaska y sucumben a la naturaleza salvaje. «Lo que hizo no fue valiente, sino estúpido, trágico y desconsiderado», concluye el guarda, quien recuerda que los excursionistas insensatos ponen en riesgo a los equipos de rescate y cuestan mucho dinero a las arcas públicas. Antes de la joven bielorrusa, una turista suiza murió en 2010, pero las alertas por excursionistas perdidos o heridos se cuentan por docenas. «¿Era un héroe o un idiota?», se preguntaba en el 'Anchorage Daily News' la psicóloga Judith Kleinfeld.

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