España a ras de cielo - María Martinón-Torres - «Confío en nuestra especie». ,. - PLANETA CALLEJA - DOMINGO -8- Septiembre - ,. / Ochéntame otra vez -Turismo de escoba en Berlín . / Cómo nos reímos - De una vida de 100 años, a Rusia con 19,.
TITULO: España
a ras de cielo - María Martinón-Torres - «Confío en nuestra especie». - ,. - PLANETA CALLEJA - DOMINGO -8- Septiembre ,.
España a ras de cielo ,. España a ras de cielo es un programa de televisión emitido por TVE y se estrenó el 17 de septiembre de 2013. Desde el primer programa, está presentado por Francis Lorenzo.
Martes a las 22h30,. El programa permite conocer lugar de España desconocidos y ya conocidos desde otro punto de vista.
, etc.
PLANETA CALLEJA - DOMINGO -8- Septiembre,. Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España,.Jesús Calleja
enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e
irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y
fascinantes ., etc.María Martinón-Torres - «Confío en nuestra especie».
foto / Parece evidente que tendemos a empatizar más con
aquellas personas que conocemos bien: nuestras amistades, los miembros
de la familia y, en general, la gente que vamos viendo de tanto en tanto
desde hace muchos años. Desde una perspectiva evolucionista tiene sentido que esto sea así,
porque preocuparse por los miembros más cercanos de nuestra comunidad
es una manera de hacer aumentar las probabilidades de que gran parte de
nuestros genes, que se encuentran también en las personas con un linaje
cercano al nuestro, pasen a las generaciones futuras.
Este esquema del funcionamiento social propio de todos los seres
humanos puede parecer robusto, pero está lejos de explicarlo todo. ¿Qué
pasa, por ejemplo, cuando hay miembros de nuestra comunidad que ni
siquiera son de nuestra especie? ¿Puede resultar normal que seamos
capaces de sentir más empatía por un animal no humano que por una persona? Esta posibilidad no parece descabellada, a juzgar por lo explicado anteriormente en este artículo,
pero también hay estudios específicos que abordan nuestra manera de
empatizar con humanos y mascotas y las preferencias que mostramos entre
unos y otros.
La empatía no entiende de especies
Hace unos años, los sociólogos de la Northeastern University Arnold Arluke y Jack Levin decidieron averiguar en qué medida es cierto que tendemos a empatizar más con animales de compañía o con personas.
Para ello, mostraron a 240 hombres y mujeres un texto con apariencia de
artículo periodístico en el que se describían actos criminales. Estas
historias incluían una parte en la que podía leerse cómo un asaltante le
había propinado una paliza a alguien usando un bate de baseball.
En una versión del artículo que sólo era leído por algunas personas,
este asaltante atacaba a un cachorro de perro hasta romperle algunos
huesos y dejarlo inconsciente, mientras que en versiones alternativas de
este mismo artículo quien recibía los golpes era un perro adulto, un
bebé o un ser humano adulto de unos 30 años.
Después de leer una de estas versiones del artículo, y sin saber que se
trataba de historias ficticias, cada una de las personas que
participaron en el estudio puntuaron en una escala el grado en el que empatizaban con la víctima
y se sentían afligidas por lo que le había pasado. Los resultados no
dejan en una posición demasiado feliz al ser humano adulto, cuya
historia fue la que dejó más indiferentes a la mayoría de los
voluntarios. El artículo que produjo más consternación fue el del bebé
humano, seguido de cerca por el del cachorro, mientras que la historia
del perro adulto quedó en tercera posición.
Arluke y Levin señalan que a la hora de despertar sentimiento de
empatía importa tanto la especie como la edad. Sin embargo, la variable
que parece explicar más nuestra respuesta emocional en estos casos no es
la especie del ser que está en peligro, sino el grado en el que percibimos que es un ser desvalido e indefenso.
De este modo puede explicarse por qué un perro adulto nos despierta más
compasión que un ser humano de 30 años. El primero nos parece menos
capaz de proteger su propia vida porque vive en un mundo controlado por
nuestra especie.
TITULO: Ochéntame otra vez -Turismo de escoba en Berlín .
Jueves -5- Septiembre a las 22:35 por La 1, fotos,.
Turismo de escoba en Berlín .
Berlín no es Alemania’’, reza, contundente, un gran cartel colgado
del techo en el interior del hostal juvenil Comebackpackers, situado en
el corazón del barrio Kreuzberg. Este es uno de los núcleos culturales
de Berlín, que se distingue por la gran diversidad de orígenes de sus
habitantes y que se considera uno de los más alternativos dentro de una
ciudad que, ya por sí misma, se erige como una de las más alternativas
de Europa, si no la que más.
Cualquiera que haya viajado por
Alemania podrá corroborar la verdad de esta afirmación. Poco tiene en
común Berlín, su atmosfera gris, sus aires decadentes, sus calles más
bien sucias y sus edificios más bien feos, con la imagen idílica y hasta
perfecta que ofrecen otras ciudades hermanas, como Hamburgo o Múnich.
Pero el atractivo de Berlín no reside en la belleza arquitectónica a la
que tan acostumbrados estamos los europeos, su encanto se encuentra más
oculto, hay que saber dónde buscar, y no todos sabrán apreciarlo.
Ciudad de pasado y presente
Aunque
de construcción relativamente reciente, debido a que fue brutalmente
devastada durante la Segunda Guerra Mundial y que en las décadas de los
50 y 60 se inició una remodelación urbana para rehabilitar sus espacios,
Berlín es una ciudad que rebosa historia. Dividida tras el fin de la
guerra y la caída del fascismo, con la RFA en el sector occidental,
enclave en territorio comunista, repartido entre Francia, Reino Unido y
Estados Unidos; y con la RDA en el sector oriental, de la cual era
capital, la ciudad ha sostenido dicho título en varias ocasiones a lo
largo de su convulsa historia. Lo hizo en el Reino de Prusia, en la
República de Weimar y en el régimen fascista. Después se convirtió en el
centro de la división impuesta por el Telón de Acero durante la Guerra
Fría, para convertirse finalmente, en 1990, tras la caída del muro, en
la capital de la que es hoy considerada la mayor potencia económica
europea. Berlín no es AlemaniaSu
historia se ve reflejada en los monumentos más concurridos, como la
Puerta de Brandemburgo, el Reichstag, el Checkpoint Charlie, el museo
judío o el monumento a las víctimas del Holocausto. Aun así, Berlín
atrae más allá de su pasado, a través de otros espacios y disciplinas,
de carácter cultural, social y artístico, que aunque sean también fruto
de ese pasado, proyectan la ciudad hacia el futuro, por lo se ha ganado
el título de urbe innovadora y transgresora.
Berlín es una ciudad
creativa, el arte rebosa en sus calles y en las más de 400 galerías que
hay en la ciudad; es alternativa, pues se ha abanderado de la cultura
underground; es joven, sus clubes de música electrónica son uno de los
atractivos principales; y es moderna, ya que en ella han puesto el foco
las cada vez más empresas tecnológicas y start ups que la han elegido
para instalar sus sedes. Algunos de sus habitantes afirman por esto, que
Berlín está en auge, que está reviviendo, pero otros, en cambio,
lamentan que ha perdido su esencia y que ya no es lo que era. Muchos
están de acuerdo, sin embargo, en que Berlín tiene personalidad propia,
que es una ciudad original, compleja y muy dinámica.
La popularidad de Berlín como ciudad artística y moderna ya surgió tras la Primera Guerra Mundial,
cuando la ciudad se convirtió, a consecuencia de la derrota de Alemania
en la guerra, en un territorio que funcionaba como laboratorio para
todos aquellos bohemios del mundo de las artes dispuestos a experimentar
durante los años veinte. Con la irrupción de nuevas corrientes
artísticas como el expresionismo o el dadaísmo, o la conocida escuela
Bauhaus de fondo, se crearon estudios de cine, teatros y cabarets, que
reflejaban una nueva mentalidad, más progresista, y que se expandió
sobretodo en torno a la comunidad homosexual.
Sin embargo, el
nacimiento de la definitiva escena contracultural berlinesa no surgiría
hasta mucho más adelante, después de la Segunda Guerra Mundial, con su
punto álgido en los años 70 y 80. La caída del muro y la reunificación
de Alemania crearon un contexto de apertura en el que surgió un
sentimiento colectivo de liberación, esperanza en el futuro y ganas de
avanzar y modernizarse, que desembocó en la eclosión de nuevas
expresiones artísticas, entre las cuales destaca la que sin duda define
la ciudad, el arte callejero.
La cuna del graffiti
Berlín
es como un museo al aire libre. Se la llama La Meca del graffiti, y es
que esa técnica es uno de sus mayores símbolos y la relación que tiene
con la ciudad es tan íntima que sus habitantes la reclaman como una seña
de identidad. Ya sea con grandes murales en fachadas enteras,
estarcidos discretos en esquinas, o garabatos en los vagones del metro,
se encuentra en todos lados. Algunas obras las firman artistas como
Victor Ash, ROA, Blu, JR, Os Gemeos, o el famosísimo Banksy.
El
graffiti, técnica surgida en el Nueva York de los años 70, tomó fuerza
en Berlín tras la caída del muro. Primero lo hizo en barrios como el
Friedrichstain, en el sector este, donde quedaron muchos edificios
vacíos, la mayoría fábricas o grandes bloques de viviendas obreras que
serían tomados por jóvenes, muchos de ellos punks y okupas, precursores
del movimiento contracultural, y que los convertirían en sus propias
fábricas de arte. Más adelante, sin embargo, se extendería por el resto
de la ciudad, donde cualquier pared serviría como lienzo en blanco.
La
East Side Gallery es el corazón del arte callejero en Berlín. Los pocos
restos que quedan del muro, en el mismo Friedrichstain, justo a orillas
del río Spree, reúnen en 1300 metros obras de más de 200 artistas que
quisieron dejar su huella como acto de celebración tras la apertura de
la ciudad. En 2009, veinte años después de su caída, fue renovada, pues
se encontraba en muy mal estado, pero a día de hoy se pueden ver algunos
de los graffitis más emblemáticos, como el famoso beso entre Honecker y
Breznev, obra de Dmitri Vrubel; los enormes rostros coloridos de
Thierry Noir; el coche comunista por excelencia, el Trabant atravesando
la pared, de Birgit Kinder; o la triste imagen, por su actualidad, de
miles de individuos amontonados en el mar, presionados por muros a cada
lado, que contrasta con un graffiti ya actual que se encuentra justo en
frente, al otro lado del río, de ‘’Refugees welcome’’.
Aunque el
graffiti es ilegal en Alemania, tras varios intentos frustrados de
borrarlos por parte de las autoridades, que se vieron impedidas por las
reivindicaciones de los vecinos, su persecución es más bien laxa.
Además, actualmente muchas de las obras, especialmente las de gran
tamaño, son comisionadas, y es que su presencia se ha consolidado como
uno de los mayores reclamos de la ciudad, y no solo en términos
turísticos, también inmobiliarios. El conocido artista italiano Blu hizo
cubrir de negro una de sus obras más emblemáticas en 2015 para evitar
que fuera usada como valor añadido por una constructora que estaba
edificando un bloque de apartamentos en frente.
El histórico
Friedrichshain es uno de los que alberga más obras, pero también hay
muchas en el Kreuzberg o en el centro, en el Mitte.Algunas de las
primeras obras que se crearon aún resisten, pero otras desaparecen tal y
como aparecen, en cuestión de días. Esto es, en cierto modo, la gracia
de Berlín, sus calles son cambiantes, nunca iguales.
Acechada por la gentrificación
Berlín
nunca ha ejercido el tradicional papel de fortaleza económica que se
asocia a las ciudades capitales, y tampoco lo hace ahora, aun y el
liderazgo económico alemán. De hecho un estudio realizado en 2016 por el
Instituto de Economía Alemana de Colonia revelaba que el país sería más
rico sin la capital, porque Berlín cuesta más de lo que produce.
Sin
esta condición probablemente Berlín no hubiera desarrollado su
dimensión alternativa, pero la ciudad, acostumbrada a lo largo de la
historia a vaivenes económicos, a bancarrotas y a una falta de recursos
constante, parece estar reactivándose. Dada la afirmación, sin embargo,
cabría preguntarse de qué forma lo hace. La gentrificación es uno de los
efectos evidentes de ello, con todo lo malo que conlleva.
Como en
comparación con otras ciudades alemanas, aún puede considerarse una
ciudad barata, Berlín representa para las empresas una buena oportunidad
de negocio. Se calcula la llegada de unos 40.000 nuevos residentes cada
año a la ciudad, pero según datos del FMI, Alemania es el cuarto país
de Europa donde el precio de la vivienda se dispara más rápido en
relación con el salario de sus ciudadanos, una situación que se ve
agravada por la creciente moda de los pisos turísticos.
El
resultado de esto es que los vecinos de rentas más bajas de la zona
céntrica pero también de cada vez más distritos, como el Neukölln o el
Pankow, sean progresivamente expulsados de sus casas que son, en muchas
de la ocasiones, donde llevan toda la vida viviendo.
Desde el
ayuntamiento se han tomado medidas al respeto, pero la población
afectada las considera insuficientes, y lamenta como la ciudad está
sucumbiendo a la especulación inmobiliaria acorde con las políticas
liberales emprendidas en la última década y en cuya cabecera se
encuentra precisamente Alemania.
Puede que Berlín esté creciendo
económicamente, pero con esta afirmación choca la imagen, veces
sorprendente, de la gran cantidad de vagabundos que dormitan en sus
calles frías o estaciones de metro, demostración de que la brecha social
sigue abriéndose. En este panorama, sin embargo, hay pequeños brotes
resistentes a este modus operandi de crecimiento de ciudades enmarcados
en un sistema de capitalismo devastador que perjudica cada vez más a sus
habitantes, y desde estos, proponen otra forma de hacer las cosas.
Ciudad reivindicativa
De
carácter históricamente subversivo, Berlín ha sido a lo largo de su
historia núcleo de varios movimientos sociales y protestas, inscritas en
los movimientos del antifascismo, que ahora parece volver a recuperar
su necesidad después que el partido de ultraderecha Alternativa por
Alemania (AfD) entrase como tercera fuerza en el Parlamento el pasado
setiembre, y del anticapitalismo, que se traducen en un rechazo a la
excesiva comercialización de los barrios y a la especulación
urbanística, y en una apuesta clara por el pequeño comercio, la
autogestión de espacios y el ecologismo.
TITULO: Cómo nos reímos - De una vida de 100 años, a Rusia con 19,.
El domingo -1- Septiembre a las 21:30 por La2, foto,.
De una vida de 100 años, a Rusia con 19,.
Actuación del trío Miriam Cantero en Mastropiero.
A
pocas horas de decir adiós a agosto -que no al verano pues aún tenemos
tres semanas de estación estival- y retomar los próximos días la rutina
laboral y escolar, el mes en teoría más flojo de actividades y
contenidos lúdicos para una capital de provincias sin río ni mar en los
que chapotear, se despide, sin embargo, repleto de citas culturales,
eventos y celebraciones. Como la que han vivido hace unos días los
familiares y amigos de Juana Polo, que este martes cumplía 100 años en
la residencia Ciudad Jardín de Cáceres. Fue un día emotivo para Juana,
que no llegaba a entender por qué la coral en la que canta uno de sus
hijos -que sorprendió a todos en la celebración- se dirigía sólo a ella.
«¿Por qué me cantan a mí si los demás -refiriéndose a sus compañeros de
residencia- tienen también casi cien años?», se preguntaba con lucidez
la anciana, que está a punto de alcanzar a su madre, Aurelia, que superó
en uno (cuestión de genética, no cabe duda) la centena. Juana sopló las
velas y recibió los regalos, entre ellos, un ramo de flores del
alcalde, Luis Salaya, que no faltó al evento -no todos los días cumple
un vecino 100 años, aunque la esperanza de vida esté ya más cerca de
este número que de los 70 de hace medio siglo-. Juana se emocionó
escuchando 'Las Mañanitas' después de toda una tarde de fiesta, con
comida familiar incluida, y terminó «un poco cansada» pero feliz de
verse rodeada de sus hijos, nietos y biznietos, el mejor legado que
puede dejar en esta vida.
Juana Polo, con sus cien años cumplidos. También
algo cansado pero «muy satisfecho» volvía este jueves de Kazán, en
Rusia, Alejandro Torrejón. Con unas cuantas decenas menos de años que
Juana, con 19, el joven ha estado disputando la 'WorldSkills' de
robótica en las que son las olimpiadas mundiales de la Formación
Profesional. Este aventajado alumno del I.E.S. García Téllez ha
representado nada menos que a España en la modalidad de control
industrial. Torrejón ha quedado «abajo» en la clasificación pero con
varios países detrás, después de que se hiciera con el primer puesto en
la 'SpainSkills', el certamen nacional. El campeonato mundial en Kazán
ha sido una toma de contacto para preparar la fase europea que se
celebra el próximo año. Para entonces llevará un año y medio entrenando y
podrá sacar más ventaja al resto de competidores, cuando se vean las
caras en la ciudad austríaca de Graz.
Visita por la muestra 'Minimalismo en femenino'. De
tinte internacional es también la muestra artística que el jueves
admiraron un grupo de amantes del arte contemporáneo en un recorrido
guiado por el Centro de Artes Visuales Helga de Alvear, que acoge una
exposición de obras minimalistas firmadas por mujeres. De la española
Elena Asins, a las alemanas Hanne Darboven y Karin Sander, pasando por
la brasileña Lygia Clark o la japonesa Yayoi Kusama. Todas ellas han
sido fundamentales en la génesis del minimalismo femenino. Un estilo, el
minimalista, definido tradicionalmente como masculino, que ha sido
rebatido por la crítica artística y por la propia evolución de las
artistas y los trabajos que se vieron durante la visita.
Anoche,
seguían las citas culturales en los espacios de verano de la ciudad. La
programación del Baluarte ofreció talleres gastronómicos infantiles, un
espectáculo de magia y música «para los sentidos» a cargo de Dj JPalomo.
Guitar Not So Slim cierra hoy a partir de las 22.30 horas el ciclo en
Los Pozos. Y en Mastropiero la música no falta en su jardín tropical y
el jazz ha amenizado las cenas estivales cada miércoles. Esta semana
actuaba el trío Miriam Cantero, con un repertorio actual. Los rezagados
todavía pueden acudir a la última sesión el próximo 4, y deleitarse con
el soul de Shirley Davis y Luis Martínez.
Sesión de cuentacuentos de la biblioteca pública.De
las veladas íntimas de adultos con la sugerente ambientación del jazz, a
la fantasía infantil que ha desbordado la Biblioteca Pública Rodríguez
Moñino con el cuentacuentos que esta semana ofrecía Atakama. El 'hada de
los cuentos' congregó a un nutrido grupo de niños que a estas alturas
apuran ya los últimos coletazos de las vacaciones antes de regresar a
las aulas, y no perdonan actividad que les entusiasme y haga disfrutar,
como niños que son.
Las asociaciones vecinales tampoco han
descuidado a sus residentes este verano y las tradicionales fiestas
populares han puesto la nota festiva en las barriadas cacereñas, con un
aire casi más de pueblo con la convivencia entre vecinos como principal
protagonista. Ayer arrancaron las de Montesol, que se estrenaron el
pasado año. Los pequeños nuevamente disfrutaron de castillos hinchables
en el parque Vía de la Plata, que permanecen también hoy. Una fiesta
temática con música de los 80 y 90 hará bailar esta noche a todo el que
se sume a la diversión.
Alejandro Torrejón compitiendo en la 'WorldSills'. Otra
barriada, San Francisco, también está ya en fiestas. Las suyas son tan
castizas como el propio vecindario, y cuentan con un amplio programa de
actividades. De las deportivas, como la ruta de senderismo prevista para
hoy o el concurso de pesca de mañana, a otras más didácticas como la
exhibición que hará la Policía Local con sus canes el próximo miércoles.
La popular verbena no faltará el sábado que viene . Un concurso de
ranas y otro de macetas, y una degustación de cocido extremeño pondrán
el punto y final a estas tradicionales fiestas.
Agosto acaba y
deja un sabor de boca festivo. El largo mes de asueto ha recargado las
pilas a los veraneantes en las playas, a los emigrantes en los pueblos y
a los que, por decisión u obligación, se han quedado en la ciudad en
movimiento 'slow', eso sí, sin perder el ritmo cultural que define a
Cáceres y que no se detiene en verano.
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