TITULO: MUY NEGOCIOS & ECONOMIA -Los hoteles de León miran al final de verano para recuperar una actividad hasta ahora «ruinosa» ,.
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Los hoteles de León miran al final de verano para recuperar una actividad hasta ahora «ruinosa» ,.
Con ocupaciones por debajo del 40% entre semana y prácticamente nulas en fines de semana, los hoteles de León afrontan una situación «límite» con gran aumento de la deuda, pero con la segunda mitad del año como esperanza,.
Los hoteles leoneses miran a finales de verano para empezar con una recuperación ante la que no todos los profesionales de este sector tienen la misma visión. Con una actividad duramente atacada por las restricciones de movilidad a las que obliga la pandemia del coronavirus, los alojamientos han perdido su razón de ser con los cierres perimetrales y la eliminación casi en su totalidad del turismo. Ya no hace falta dar cobijo a nadie porque los huéspedes en la actualidad se reducen a viajes de empresa, ya que el resto de movilidad está prohibida.
Alfonso Lara, director del Hotel Tryp, situado en las inmediaciones del Musac, cree que «sin duda este año la situación va a mejorar, pero lo veremos la segunda parte del año». De hecho, la realidad es que según comenta, ya hay peticiones para grupos en septiembre, aunque no sabemos si finalmente se podrán confirmar, pero ya hay peticiones».
Quizá como una visión impuesta por uno mismo para seguir adelante, en la misma dirección de recuperación apunta Javier Gómez, responsable del Hotel Camarote, uno de esos negocios cuya ilusión y puesta en marcha novedosa en la ciudad se ha visto afectada por la irrupción de la pandemia. «Está claro que en el momento que haya confianza se va a retornar. Va a ser muy fuerte cuando vuelva, pero las vistas están a finales de verano como mínimo, 2022 va a ser ya bueno y el 2023 un bombazo», desentraña Gómez.
«En mi caso aguantaré abierto lo que el banco me deje»
Javier Gómez, Camarote Hotel
El ataque económico del coronavirus no entiende de cortas o emblemáticas trayectorias. El Hotel Conde Luna de la capital leonesa no ha vuelto a abrir ninguna de sus 133 habitaciones desde principios de octubre, y By Vamuca, el grupo empresarial responsable, mantiene con actividad el hotel Alfonso V. El director de ambos hoteles, Manuel García, habla de ocupaciones de «un 30, 40% de lunes a jueves cuando en comparación estaríamos en un 70%, mientras que el fin de semana al 3% o 5%, o directamente vacíos. Para nosotros es importante que se levante el cierre perimetral porque vivimos de Madrid, Galicia, Asturias y País Vasco».
Para Óscar Pacho, propietario del hotel Neru, es complicado hacer comparaciones de ningún tipo. «Hemos abierto el 15 de enero de 2020 y acto seguido con nuestra corta experiencia tuvimos que cerrar». Un hotel de nueva construcción en pleno casco histórico de la capital leonesa y que espera todavía para conocer lo que es la actividad, que se pudo dejar ver en verano con las 16 habitaciones de las que dispone llenas, pero que ha sido prácticamente un espejismo en medio del desierto.
«Hasta que no se levante el cierre perimetral, no cambiará la situación«
La pregunta está clara ¿Cómo sobrevivir ante cifras de cero ingresos? Endeudándose. «Yendo al banco y pidiendo otro préstamo, ya tenemos uno y ahora dos», «esperar que pase todo y tratar de sobrevivir, en mi caso lo que el banco me deje» o «nos hemos endeudado y a expensas de poder devolver esta deuda a partir de este año y los siguientes» son las fórmulas que han encontrado estos empresarios leoneses.
La mayoría han tenido que recortar sus plantillas, dejando sin renovar a empleados a los que se les ha acabado el contrato. Los erte sin duda en este sector cobran el mayor sentido, y en mayor o menor medida todos tiene a sus trabajadores con el empleo suspendido a la espera de recuperar actividad.
«Ya teníamos un préstamo, ahora dos»
Óscar Pacho, Hotel Neru
En el T ryp sobre todo hemos se ha vista afectada la parte comidas y bebidas. Ahora sólo damos desayunos y no tenemos nada de restaurante. Esa parte es la que reactivaremos a finales de año», explica su propietario Alfonso Lara, mientras que en el Conde Luna Manuel García pone cifras a la situación: «Nuestro grupo, By Vamuca, de los 166 empleados, a día de hoy tenemos 133 en ERTE». Óscar Pacho, del hotel Neru, mantiene a dos empleados en ERTE y sólo tres trabajan en la actualidad por si hubiese alguna reserva suelta.
En el Camarote, a día de hoy no hay nadie trabajando más que Javier Gómez, el responsable del hotel y de los establecimientos hosteleros del mismo nombre que también permanecen cerrados. «Nosotros hemos llegado a tener treinta y pico trabajadores pero los contratos que iban terminando no los hemos renovado y ahora hay 26 o 27 personas en ERTE, excepto yo que vengo a hacer algo si hay alguna habitación».
«La parte de restauración la reactivaremos a finales de año»
alfonso Lara, Hotel Tryp
Precisamente, esa única distracción del Camarote se ha convertido en su salvavidas porque las labores de mantenimiento, en su caso y en el de otros muchos profesionales del sector, se han convertido en una manera de tener la cabeza ocupada. «Efectivamente tienes que hacer un esfuerzo para levantarte por la mañana y venir a hacer cosas y estar entretenido».
Con la esperanza puesta en la vacuna, al igual que el mundo entero, el sector hotelero pone en el largo plazo la mira para retomar una actividad que permita comenzar a pagar el agujero que el coronavirus está dejando en su contabilidad.
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