sábado, 4 de marzo de 2023

7 DIAS CITAS , SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 - CALLEJEROS - Al rincón de pensar -Martes - 21 - Marzo - La terrible estela de la esclavitud bajo las aguas de Getaria ,. / LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES -20 - Domingo -19 - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -21- Marzo - Cristina Campos ,. / Viajeros Cuatro - Toulouse: La ciudad del pastel y violeta ,. / Ven a cenar conmigo - EL HOROSCOPO - Javier Fernández López,. / ¿Te lo vas a comer ? - Humus de aguacate y guisantes ,. -,Alberto Chicote,.

 

 TITULO: 7 DIAS CITAS , SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 - CALLEJEROS - Al rincón de pensar -Martes -21- Marzo - La terrible estela de la esclavitud bajo las aguas de Getaria ,.

¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 ,.

 Lo mejor del programa ¡Buenos díasJavi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate,etc.
 

 Al rincón de pensar - Martes  -21- Marzo ,.


Al rincón, anteriormente conocido como Al rincón de pensar, fue un programa de televisión español en el que cada semana dos personajes de plena actualidad (cantantes, políticos, actores, deportistas) se someterán a las preguntas Risto Mejide en su particular rincón. Se emitió los martes a las 00:00 horas en Antena 3., etc.

 

 La terrible estela de la esclavitud bajo las aguas de Getaria ,.

 El espeluznante rastro de la esclavitud bajo las aguas de Getaria | Cultura  | EL PAÍS


fotos / Su rastro documental se perdió en 1835 cuando las tropas carlistas arrasaron Getaria (Gipuzkoa). La ciudad quedó reducida a escombros y sus principales edificios, incluido el archivo de la ciudad, fueron incendiados. Conservó el registro del hundimiento de un Holandés Hooker -un carguero del siglo XVI- que no pudo sortear los fortísimos vientos del noroeste que azotaban la costa vasca. El barco naufragado, fletado por la corona 

 

 El espeluznante rastro de la esclavitud bajo las aguas de Getaria | Cultura  | EL PAÍS

 

 

portuguesa, guardaba un terrible secreto que ahora es el ensayo iturritxiki (Editorial Aranzadi) de la arqueóloga Ana María Benito Domínguez revela tras 25 años de investigación: Miles de anillos y lingotes de cobre se guardaban en almacenes de Urca para comprar gente en las costas africanas. Por ejemplo, los traficantes de esclavos adquirieron a una madre con su hijo recién nacido con menos de un kilogramo de latón. Los trabajos arqueológicos también han permitido recuperar del barco todo tipo de armas «cañones, espadas o caminos de tierra», así como elementos de navegación «brújula y ancla», así como objetos cotidianos como dedales, agujas o cerámica.

 En algún momento entre 1522 y 1524, el Dutch Hooker desembarcó en el fondo de la bahía de Getaria. Fue el tipo de barco mercante más importante de los siglos XV y XVI y uno de los veleros más comunes en la costa atlántica. Su fondo era plano para optimizar su capacidad de carga y en el Golfo de Vizcaya era muy común verlo ondeando bandera flamenca, alemana, báltica o inglesa. El barco encontrado medía unos 30 metros de eslora y tenía una capacidad de unos 400 barriles.

 

En 1587, seis décadas después del hundimiento, el comerciante y pescador vasco Domingo de Campos intentó salvar por primera vez el cargamento. Había descubierto el naufragio porque los barcos que pescaban en la costa perdían sus redes al quedar atrapados en los elementos metálicos que transportaba el Urca. El getariano logró extraer «anillos de latón», escribió [latón]un barril de alambre, artículos de mercería y una cantidad de planchas de cobre».

En 1987, el yacimiento submarino fue redescubierto por los buzos Iñaki Gutiérrez e Ignacio Etcheverry, según fuentes de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, patrocinadores del trabajo, lo que dio lugar a una investigación que continúa hasta el día de hoy y revela una triste historia. «Amberes (Bélgica) fue el epicentro del comercio entre Europa y Oriente en el siglo XVI», dice Ana María Benito, «principalmente de productos que los portugueses intercambiaban con las casas bancarias y comerciales de Alemania». los portugueses construyeron, como se describe en el libro, la llamada Fábrica de Flandes, que se mantuvo abierta entre 1498 y 1548. Llegaron materias primas de las zonas mineras y metalúrgicas centroeuropeas (plata, cobre, estaño, plomo y latón), así como productos manufacturados (armas ligeras y pesadas) de las familias Welser, Hoechstetter, Imhoff y Fugger, conocidas en España como Fúcares. Los mismos productos que llevaba el Flamenco Urca cuando se hundió.

El cargamento consistía principalmente en cientos de barras esféricas grabadas con el signo de un tridente, el escudo de armas de los banqueros Fugger, los principales proveedores de la corona portuguesa. Cada pieza pesaba entre 3,4 y 11,7 kilos. El barco también transportaba otros lingotes de mayor tamaño (hasta 12 kilogramos), pero estos con el sello de la familia Thurzo, propietaria de las minas en Eslovaquia. “Estas piezas estaban compuestas por cobre (hasta un 99,38 % de pureza) y plomo (menos del 1 %). Los análisis químicos establecen la extracción de estos materiales en Cracovia, Silesia, Hungría y Eslovaquia”, recuerda el autor de iturritxiki (Pequeños manantiales), libro titulado así en referencia a los numerosos manantiales naturales que hoy conserva la verde costa tártara.

Además, el barco transportaba productos terminados, incluidos anillos de cobre, “el elemento más lucrativo del barco. Su diámetro era de 40 centímetros y se envasaban en pequeños barriles de madera. Se consideran la “moneda primigenia utilizada principalmente para pagar a los esclavos africanos”, como refleja la arqueóloga en su ensayo. “En el siglo XVI la Corona

 portuguesa tenía el monopolio de esta empresa, aunque genoveses y castellanos se asocian a menudo con los lusitanos en este tráfico. Todo se mantuvo en secreto, dado lo potente que era el valor de las pulseras. En total, contando los 1.578 extraídos, se recuperaron más de mil anillos, o asas como se les llamaba en el comercio de esclavos.

Los portugueses pronto descubrieron que los residentes de la costa occidental de África no valoraban el oro y la plata, sino collares de cuentas, conchas de cauri (pequeñas conchas marinas) y piezas de cobre, bronce y latón, ya que «las pulseras eran las más buscadas». artículos» en la forma en que se convirtieron en objetos de moneda junto con conchas de cauri, el elemento principal del comercio africano».

 

Los mercantes partían de los puertos flamencos hacia Lisboa -un viaje de casi dos meses debido a la lentitud de los navíos, que siempre navegaban en flotillas de cuatro o cinco barcos- y de allí a África, principalmente a la estación portuguesa de São Jorge da Mina (Ghana), «donde hacían trueques con los nativos por oro y esclavos». En estas operaciones, los anillos multiplicaron su valor por un factor de doce. Cuestan seis arroces en Flandes y se venden a 120 en Mina.

La compra de esclavos se llevó a cabo en el cercano reino de Benin. Desde allí eran transportados a la Estación Mina para ser utilizados como acarreadores del oro traído desde el interior del continente. El precio de los esclavos variaba según el sexo, la edad y el color de la piel. Se conserva un registro que muestra que en Liberia en 1479 una esclava y su hijo fueron cambiados por una jofaina de barbero y tres mangos de latón. Solo entre 1504 y 1507, la fábrica de Mina importó 287.813 mangos. En el reinado de Manuel I (1469-1521) se calcula que llegaban desde Flandes unas 1.250 toneladas de anillos -el peso medio de estos anillos era de unos 300 gramos-, unas 130.000 al año. Con la caída del Imperio portugués, los holandeses e ingleses reanudaron el negocio y abrieron fábricas de anillos en Bristol, Liverpool y Birmingham hasta bien entrado el siglo XIX.

Pequeña ancla de Flamenco Urca hundida en Getaria.
foto / Pequeña ancla de Flamenco Urca hundida en Getaria.

Además de las anillas, los arqueólogos disponen de calderos, cántaros, 13 dedales, miles de agujas, una brújula, sondas o escándalos náuticos, monedas de Manuel I de Portugal (Ceitil) y Alfonso V. Pistolas, abrecartas, ollas, hebillas de cinturón, armadura, cuatro Ancla… Todo lo necesario para la vida a bordo y la defensa del barco en caso de ataque, los piratas ya sabían bien el valor del cargamento.

El libro de Benito Domínguez parafrasea algunas palabras del cosmógrafo portugués de 1508 Duarte Pacheco Pereira: “Los nativos vienen de cien millas o más río arriba, trayendo consigo muchos esclavos, vacas y cabras. Todo esto lo venden por sal, y nuestras naves compran estas cosas por pulseras de cobre, que aquí se cotizan mucho, más que las de latón, por ocho o diez pulseras se consigue un esclavo.” Como dijo el autor en una conferencia en San Sebastián. el pasado mes de febrero dijo: “Logramos reflotar a tiempo el barco Iturritxiqui, lo que nos habla de este terrible mundo de la esclavitud internacional”.

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