sábado, 22 de septiembre de 2018

¡ Qué grande es el cine ! - El pícaro pajarillo,./ ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL CAMELLO PERDIDO,.

TITULO: ¡Qué grande es el cine ! -   El pícaro pajarillo,.
¡Qué grande es el cine! ,.
 
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentación de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1​ El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.


 El pícaro pajarillo,.


( foto ) Había vez y vez un pajarito, que se fue a un sastre, y le mandó que le hiciese un vestidito de lana. El sastre le tomó la medida, y le dijo que a los tres días lo tendría acabado. Fue en seguida a un sombrero, y le mandó hacer un sombrerito, y sucedió lo mismo que con el sastre; y por último, fue a un zapatero, y el zapatero le tomó medida, y le dijo, como los otros, que volviese por ellos al tercer día. Cuando llegó el plazo señalado se fue al sastre, que tenía el vestidito de lana acabado, y le dijo:
Resultat d'imatges de el picaro pajarillo-Póngamelo usted sobre el piquito y le pagaré.
Así lo hizo el sastre; pero en lugar de pagarle, el picarillo se echó a volar, y lo propio sucedió con el sombrerero y con el zapatero.
Vistiose el pajarito con su ropa nueva y se fue al jardín del rey; se posó sobre un árbol que había delante del balcón del comedor, y se puso a cantar mientras el rey comía:
Más bonito estoy con mi vestidito de lana,
que no el rey con su manto de grana.
Más bonito estoy con mi vestidito de lana,
que no el rey con su manto de grana.
Y tanto cantó y recantó lo mismo, que su real majestad se enfadó, y mandó que lo cogiesen y se lo trajesen frito. Así sucedió. Después de desplumado y frito, se quedó tan chico, que el rey se lo tragó enterito.
Cuando se vio el pajarito en el estómago del rey, que parecía una cueva más oscura que media noche, empezó sin parar a dar sendos picotazos a derecha e izquierda.
El rey se puso a quejarse, y a decir que le había sentado mal la comida, y que le dolía el estómago.
Vinieron los médicos, y le dieron a su real majestad un menjunge de la botica para que vomitase; y conforme empezó a vomitar, lo primero que salió fue el pajarito, que se voló más súbito que una exhalación. Fue y se zambulló en la fuente, y enseguida se fue a una carpintería, y se untó todo el cuerpo de cola; fuese después a todos los pájaros, y les contó lo que le había pasado, y les pidió a cada uno una plumita, y se la iban dando; y como estaba untado de cola, se le iban pegando. Como cada pluma era de su color, se quedó el pajarito más bonito que antes, con tantos colores como un ramillete. Entonces se puso a dar volteos por el árbol que estaba delante del balcón del rey, cantando que se las pelaba:
¿A quién pasó lo que a mí?
En el rey me entré, del rey me salí.
El rey dijo:
-¡Que cojan a ese pícaro pajarito!
Pero él, que estaba sobre aviso, echó a volar que bebía los vientos, y no paró hasta posarse sobre las narices de la Luna.

   TITULO: ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL CAMELLO PERDIDO,.

 ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL CAMELLO PERDIDO, fotos.



EL CAMELLO PERDIDO,.
 
Resultat d'imatges de ME RESBALAUn sabio anciano iba caminando solo por el desierto. Marchaba lentamente, contemplando el camino. De cuando en cuando se detenía, observaba el terreno y movía la cabeza como respondiendo a un pensamiento. De pronto, vio a lo lejos dos figuras que se acercaban, y se detuvo a esperarlas. Eran dos hombres que daban muestras de inquietud. Cuando llegaron a su lado, el sabio les preguntó:
- ¿Han perdido un camello?
- Sí. ¿Cómo lo sabes? - dijeron ellos extrañados.
- ¿Es un camello tuerto del ojo derecho y que cojea de la pata delantera izquierda? - insistió el sabio.
- En efecto.
- ¿Es un camello al que le falta un diente y lleva un cargamento de miel y de maíz?
- ¡Sí! ¡Ése es nuestro camello! Pronto, buen anciano, dinos dónde está.
- No lo sé - respondió el anciano-; no he visto en mi vida ese camello ni nunca antes he oído hablar de él.
Los dos hombres se enfurecieron. ¿Cómo podía decir aquel viejo que no había visto el camello cuando lo había descrito tan minuciosa y exactamente? Tal vez él mismo lo hubiera robado y ahora quería burlarse de ellos.
Sin pensarlo más, lo agarraron y lo llevaron ante el juez. Tras haber oído lo que le exponían los mercaderes, el juez preguntó al sabio:
- Anciano, ¿te declaras culpable del robo del camello?

- De ninguna manera, señor; yo no he robado nada.

- ¿Cómo puedes explicar, entonces, que conozcas tan bien las características del camello y hasta su carga, si, como dices, no lo has visto?

- Muy sencillo: fijándome en lo que veo y analizándolo con un poco de sentido común.

Verá: hace unas horas advertí en el suelo las huellas de un camello; como junto a ellas no había pisadas humanas, comprendí que el camello se había extraviado. Deduje que el animal era tuerto del ojo derecho, porque la hierba aparecía intacta de ese lado, cuando la parte izquierda estaba comida. Supe que cojeaba porque la huella del pie delantero izquierdo era mucho más débil que las otras.
- Me parece muy ingenioso - observó interesado el juez.
- Luego vi que entre la hierba mordida quedaban siempre unas briznas sin cortar - dijo el sabio -, por lo que deduje que al animal le faltaba un diente. En cuanto a la carga, vi que unas hormigas arrastraban unos granos de maíz, mientras que varias moscas se afanaban en torno a unas gotas de miel que había en el suelo.
- Verdaderamente, eres un hombre sabio - dijo el juez - y veo que dices la verdad.
¿Qué piensan ustedes? -añadió dirigiéndose a los dos mercaderes.
Los dos hombres reconocieron que el viejo era inocente y tras pedirle disculpas por sus sospechas, se marcharon admirados por tanta sabiduría.

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