jueves, 11 de noviembre de 2021

Domingo-14- Noviembre - LIARLA PARDO - Joaquín Prat ,./ ESPAÑOLES POR EL MUNDO - La plaza cacereña de Canterías 'fala português ,. / Donde viajan dos - Santa y Cacereño se miden a los dos rivales tinerfeños ,. / Escala humana - Mi suegra y el robotino . Miercoles - 10- Noviembre . / LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Empleadas de hogar: diez cosas que odian ,.

 

 TITULO: Domingo - 14- Noviembre - LIARLA PARDO -  Joaquín Prat    ,.

El domingo- 14- Noviembre - a las 18:00 por La Sexta, foto,.

 Joaquín Prat ,.

Joaquín Prat vive una nueva ilusión al lado de una joven de Barcelona,.

La revista Diez Minutos ha publicado unas fotografías en las que se ve al presentador muy acaramelado,.

 Joaquín Prat ,.

En pasado mes de septiembre se confirmaba la separación de Joaquín Prat de su pareja, Yolanda Bravo, con la que llevaba doce años. Una ruptura que parecía venir de antes ya que durante el verano llamó la atención que ella no apareciera en las instantáneas que el presentador subía a sus redes sociales. Al parecer, pasaron las vacaciones cada uno por su lado y el popular periodista disfrutó de paseos en barco en compañía de su hijo, su hermana y su familia. Ahora, a tenor de las fotografías publicadas por Diez Minutos en exclusiva, habría vuelto a ilusionarse junto a una joven morena.

La semana pasada se publicaban unas imágenes del periodista con la bailarina Cecilia Gómez, sin embargo, son solo buenos amigos y estas nuevas instantáneas vienen a confirmar quién es la mujer que ocupa el corazón de Joaquín. Según cuenta la publicación, ella se llama Ana y es de Barcelona. Juntos hicieron una visita al Museo del Prado en el festivo Día de Todos los Santos. A la salida de la pinacoteca se fundieron en un apasionado beso ajenos a todo lo que les rodeaba.

Aprovecharon el buen tiempo para pasear por las calles de Madrid y para tomar algo. Risas, gestos de cariño y complicidad se observan a cada paso. Cuando se confirmaba su separación de Yolanda, con la que tiene un hijo de seis años, Joaquín aseguraba estar «feliz y con ganas de vivir el presente», un lema de vida que ahora parece cobrar todavía más relevancia. Especialmente después de que su jefa a la par que amiga, Ana Rosa Quintana, anunciara que dejaba durante una temporada la primera fila de la televisión para dedicarse a cuidarse tras ser diagnosticada de un cáncer de mama.

El periodista se ha quedado al frente de la sección de sociedad del 'Programa de AR' y cada tarde sigue presentando el espacio de actualidad 'Cuatro al Día'. En su día se barajó la posibilidad de que la carga de trabajo pudo hacer mella en su matrimonio. El propio Joaquín llegaba a decir que «igual me cuesta el divorcio, porque estoy en la tele desde las once de la mañana hasta las nueve de la noche y apenas veo a la familia». Recientemente, el periódico La Razón señalaba que no tiene intención de buscar nada serio. Sea como sea, Joaquín parece estar comenzando un nuevo capítulo en su vida sentimental y solo el tiempo dirá cómo continua esta historia.

TITULO:  ESPAÑOLES POR EL MUNDO - La plaza cacereña de Canterías 'fala português,.

  La plaza cacereña de Canterías 'fala português,.

Reapertura. El consulado luso traslada su sede con Jorge Manuel Viola como nuevo titular,.

 Inauguración ayer en Canterías de la nueva sede del consulado honorario de Portugal en Cáceres. /JORGE REY

La plaza de Canterías es desde ayer un poco más portuguesa. En el número 11, enfrente del que en tiempos fuera Teatro Principal, el primer teatro estable de la ciudad, creado a principios del siglo XIX y ahora en ruinas, se inauguró ayer la nueva sede del consulado honorario de Portugal en Cáceres. Esta especie de pequeña embajada, etc,.

TITULO:   Donde viajan dos - Santa y Cacereño se miden a los dos rivales tinerfeños,.

 Santa y Cacereño se miden a los dos rivales tinerfeños,.

Las pacenses buscan dar continuidad al segundo triunfo del curso y las de Ernesto Sánchez, reponerse al golpe recibido ante La Solana,.

 Laura Martínez, rodeada por dos rivales del Madrid CFF B. / J. V. ARNELAS

Doble enfrentamiento ante equipos tinerfeños este domingo para el Cacereño Femenino y el Civitas Santa Teresa en la octava jornada del grupo Sur de Reto Iberdrola.

Las de Ernesto Sánchez llegan tras haber perdido contra La Solana en un partido que lograron empatar después de ir 4-1 por detrás en el marcador para finalmente perder en el último,.Cuando la Federación Española anunció la inclusión de los equipos de Reto Iberdrola (y algunos de Primera Nacional) en el nuevo formato de la Copa de la Reina, la reacción generalizada fue el júbilo por la oportunidad de disputar una competición con solera y restringida, hasta este curso, a ocho privilegiados.

 

TITULO : Escala humana - Mi suegra y el robotino ,.   , Miercoles   - 10 - Noviembre  ,.

El Miercoles -10- Noviembre a las 21:00 por La 2, foto,.

 Mi suegra y el robotino,.

Celos de un aparato. En casa ha entrado un cacharrino que barre solo y todo el mundo lo mima,.

 Robot que barre y friega los suelos domésticos. / HOY

Mi mujer y mi suegra son agnósticas en todo lo referido a electrodomésticos sofisticados. Quiero decir que creen en lavadoras, cocinas, microondas y, aunque menos, en lavaplatos, pero ni mi mujer ni mi madre política creen en la Thermomix, ni en los robots friega-limpia suelos, ni en las freidoras...

A veces, dudan. Por ejemplo, con esa freidora, etc,.

TÍTULO: LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  - Empleadas de hogar: diez cosas que odian ,.

LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  - Empleadas de hogar: diez cosas que odian  ,.  .  , fotos,.

El Miercoles - 10- Noviembre a las 22:00 por antena 3,.

 Empleadas de hogar: diez cosas que odian ,.

 Empleadas de hogar: diez cosas que odian

Donde hay intimidad y confianza, da asco (a veces), tal y como se retrata en la serie 'La Asistenta', basada en el libro 'Criada'. Y no es algo de ficción, aseguran las trabajadoras,.

Quizá conoces a alguien de tu entorno que sea empleada de hogar –usaremos el femenino porque más del 98% del sector está copado por mujeres–. O tienes a una en casa para realizar tareas domésticas, cuidar a tus mayores o a tus niños. O has leído 'Criada' (Capitán Swing), cuya autora, Stephanie Land, cuenta sus desventuras como madre soltera que trata de ganarse la vida limpiando hogares ajenos, una historia que Netflix ha convertido en una serie de televisión ('La asistenta') que ha enganchado a millones de personas. Es decir, quizá ya sepas (o creas saber) algo de la vida de estas empleadas.

Pero, en realidad, es un 'conocimiento' difuso, como una historieta de ciencia ficción para todos menos para sus protagonistas. Algo en lo que preferimos no reparar demasiado, no vaya a ser que salgamos mal parados, ya que la gente 'normal' nunca se identifica con los malos de los libros ni de las series, ¿verdad? Pues quizá lo seamos, conscientemente o no. Y, en el caso de las empleadas del hogar, un colectivo muy precarizado, ser el 'malo' significa, para empezar, «no considerar que realizan un trabajo como cualquier otro», según indica Rafaela Pimentel Lara, dominicana de origen y portavoz del colectivo Territorio Doméstico, un grupo que desde 2006 lucha por los derechos de estas trabajadoras. Con casi tres décadas de trabajo en el sector y muchos años de activismo, Pimentel recalca que ella ha sido una de las afortunadas que han tenido unos empleadores impecables, solidarios y, sobre todo, humanos. «Pero, por desgracia, hay muchas compañeras que no», indica.

Tal y como cuenta, este tipo de trabajo debe evolucionar, no solo legalmente –el colectivo tiene un buen número de reivindicaciones laborales–, sino también desde el punto de vista humano, ya que ciertos 'detalles' (quizá no tan nimios para quien los sufre) dañan su autoestima, causan malestar y, en definitiva, las hacen sentirse «invisibles» y minusvaloradas. Estas son las cosas que odian las empleadas de hogar (aunque, claro, pocas lo dirán) y que Pimentel, como portavoz del Territorio Doméstico -no por su experiencia, afortunadamente-, conoce muy bien.

1

Chicas para todo

«En muchas casas se creen que eres multiuso. Tienes que valer para todo: te contratan para limpiar y luego te encuentras con que tienes que cuidar al abuelo, recoger a los niños, dar un paseo con la tía y pasear al perro de la hermana. ¡Hasta te hacen ir a casas de amigas o familiares! Lo correcto es que te expliquen qué esperan de ti antes de comenzar.Hay que de-fi-nir», indica Rafaela Pimentel.

2

¿Horarios?

Si algo les sienta mal, es que su jornada no esté limitada y que les vayan cayendo más y más tareas sin tener en cuenta que no 'caben' en su tiempo. «Esto es especialmente grave en el caso de las internas, donde no se respetan los descansos», apunta.

3

Tienen familia

Una empleada de hogar sabe muchos secretos de nuestra casa: oye conversaciones, plancha nuestra ropa y sabe si es cara o no, ve cosas... Así que la relación con sus empleadores es, en realidad, muy íntima. Ya no digamos si pasan mucho tiempo con los niños de la familia. Pero ¿qué saben quienes las contratan de ellas? «Deben creer que no tenemos familia», indica Pimentel, cuyo grupo recoge denuncias y quejas de este tipo habitualmente. Falta empatía.

4

Que dejen todo tirado

Las empleadas saben a lo que van a una casa, pero una cosa es limpiar y otras encontrarse zapatillas tiradas por todas partes, ropa interior sucia por el suelo «y hasta vasos de café en el baño», dice Pimentel, que es depositaria de mil anécdotas de sus compañeras. Esto es una falta de respeto, de educación... y de todo. «Un día puede pasar, pero algunos empleadores lo hacen habitualmente –se queja Pimentel–. Como si fuésemos esclavas».

5

Palabras y expresiones

«La chica» (aunque la trabajadora tenga 60 años), «la chacha», «la chica que me ayuda». Hay que desterrar estas palabras y expresiones para referirse a las empleadas de hogar.A ellas les sientan fatal. «A ver, es que tenemos nombre», recuerda Pimentel.

6

Esos fantasmas

«Cuando llegan visitas a casa, las empleadas están trabajando y los empleadores no dicen quiénes son, eso las hace sentir invisibles, ninguneadas e incómodas», subraya Pimentel. Lo educado es comentar 'Mira, esta es Fulanita, trabaja aquí'. Vamos, las normas básicas de cortesía que aplicaríamos en cualquier situación. «No somos fantasmas, pero a veces las que nos dedicamos a esto tenemos esa sensación», apunta.

7

Sí, tienen formación

Muchos empleadores alucinan cuando saben que su trabajadora del hogar tiene una carrera universitaria, sabe idiomas... «Nos molesta que piensen que hemos nacido así.A ver, hay gente con muy buen currículum, pero que ha tenido que venir a España a trabajar de lo que sea», apunta. La sorpresa ofende. «Una compañera venezolana que es médico trabajó un tiempo de asistenta y fliparon cuando se enteraron en la casa», recuerda. Ahora ya ejerce como facultativo.

8

Falta de memoria histórica

Rafaela Pimentel, que ha escrito el prefacio de 'Criada', destaca que mucha gente de clase media o alta que ya se puede permitir tener empleadas de hogar ha olvidado que quizá sus padres o abuelos tuvieron que emigrar para ganarse el pan, dejar a sus hijos en España y ponerse a servir, como se decía antaño. «Dicen a sus empleadas 'ay, no sé cómo has podido dejar a tus hijos en otro país, qué horrible', y eso duele: en sus familias quizá hayan hecho lo mismo en el pasado, pero históricamente la gente tiende a borrar el dolor...».

9

Ropa usada

A veces, creyendo hacer un favor, a las empleadas de hogar se les da ropa usada.Si está en buen estado y se plantea la oferta con tacto, es algo solidario y sostenible. «Lo malo es cuando te dan prendas rotas, viejísimas, que solo valen para el contenedor. Muchas las cogen para no ofender y de camino a casa las tiran a la basura. ¿Por qué no declinan la oferta antes? «Para que no las llamen 'mal agradecidas', algo muy extendido», apunta Pimentel.

10

«Eres como de la familia»

A veces, con condescendencia, se dice esta frase, que las empleadas de hogar suelen usar «de cachondeo» en sus quedadas. «Te lo dicen como que te hacen un favor, pero a continuación les pides un aumento de sueldo y te saltan 'ay, no tengo dinero, que este mes voy muy mal porque tengo muchos gastos, me voy poner el colágeno...'», cuenta Pimentel, acordándose de las historias de sus compañeras. «Y luego, después de decirte que andan justas, les planchas la blusa aún con la etiqueta puesta y que vale 200 euros», relata.

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