Lo que está delante de nosotros y lo que está detrás es poco importante comparado con lo que reside en nuestro interior.
La verdad es totalmente interior. No hay que buscarla fuera de nosotros ni querer realizarla luchando con violencia contra enemigos exteriores.
Somos felices cuando nuestro interior está correspondido por nuestro exterior.
La belleza y la fealdad son un espejismo porque los demás terminan viendo nuestro interior.
Los hombres que tienen una tormentosa vida interior y que no buscan desahogo en sus palabras o en sus escritos, son simplemente hombres que no tienen una tormentosa vida interior.
La felicidad sólo depende de nuestra luz interior.
Cada hombre contiene varios hombres en su interior, y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quienes somos.
Soy más de lo que aparento, toda la fuerza y el poder del mundo están en mi interior.
Hay experiencias sobre las que la mayoría de las personas no se atreve a hablar, porque no caben en la realidad cotidiana y se sustrae una explicación racional. No nos estamos refiriendo a acontecimientos especiales del mundo exterior, sino a procesos de nuestro interior, que en general se menosprecian como meras ilusiones y se desplazan de la memoria.
Ser ricos internamente es mucho más arduo que ser exteriormente ricos y famosos; se requiere mucho más cuidado, una atención más intensa. Si uno tiene un poco de talento y sabe cómo explotarlo, se vuelve famoso; pero la riqueza interna no llega de ese modo. Para ser ricos en lo interno, la mente tiene que comprender y descartar las cosas que no son importantes, como ésa de querer ser famosos. La riqueza interior implica permanecer solos en lo psicológico; pero el hombre que desea ser famoso tiene miedo de estar solo, porque depende del halago de la gente y de la buena opinión de los demás.
TÍTULO; EL BOMBON, ROSANNA DAVISON,.
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