Los constructores del futuro
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La Fundación Mapfre recrea el viaje del divisionismo al futurismo a través de 80 obras de artistas italianos. Descubre a los creadores que «hicieron latir el corazón de la vanguardia» pero que aún son poco conocidos en Europa,.
Cuando en Francia imperaba el puntillismo, en la joven Italia estallaba la revolución divisionista. Los pintores italianos de esta corriente compartían con sus colegas franceses o belgas postulados estéticos básicos. Como una paleta esencial con colores primarios que no debían mezclarse en el lienzo y sí en la retina del espectador. Pero en Italia se sentaron las bases de una revolución artística más radical que negó la tradición y rechazó el clasicismo. Cambió el foco de atención de la naturaleza a las ciudades, hizo critica social y se alejó de los museos para coquetear con el simbolismo y acabar sentando las bases del futurismo.
Ese es el viaje que invita a recorrer la exposición 'Del divisionismo al futurismo. El arte italiano hacia la modernidad' que la Fundación Mapfre acoge hasta junio. Se articula en cinco secciones que examinan la relación entre dos movimientos que, a caballo entre los siglos XIX y XX, definen y construyen de la pintura moderna. Aborda primero su intensa relación con la naturaleza, para ocuparse de su deriva realista y su compromiso social; del giro simbolista en sintonía con la pintura europea del momento y, finalmente, del lenguaje común para los artistas que desarrollan el futurismo.
Con casi 80 obras procedentes de museos italianos y cuarenta colecciones privadas, la muestra desvela los orígenes y la evolución del divisionismo a través de grandes pintores italianos desconocidos para el gran público pero «que hicieron latir el corazón de la vanguardia sin pasar por París» según recalca Pablo Jiménez Burillo, director del área de cultura de la Fundación Mapfre.
Creadores como Giovanni Segantini, Giuseppe Pellizza da Volpedo, Giaccomo Balla, Angelo Morbelli, Umberto Boccioni, Gino Severini y Carlo Carrà, cruciales para la renovación del arte italiano y que encontraron el insólito camino que desembocó «de forma natural en el futurismo y las vanguardias del siglo XX». Su movimiento se consolidó en la Triennale di Breran, celebrada en Milán en 1891.
«Somos la última luz de un ocaso y seremos, tras una larga noche, la aurora de porvenir». Así se refería Giovanni Segantini a un movimiento «autónomo y muy diferente del resto de los europeos -según Pablo Jiménez-, ya que entendió las nuevas investigaciones sobre la luz, el color y la división de los tonos como un medio, no como un fin, sometido al mensaje de la obra». Recuerda Jiménez que «nace de las mismas fuentes teóricas que el puntillismo francés», pero que, a diferencia de otras corrientes europeas, «sus estudios de la luz y el color inician la fructífera andadura que llega al límite de la abstracción y da pistas para entender el siglo XX».
Atento en sus inicios a los contenidos sociales que reflejan las duras condiciones de vida de los pobres, el divisionismo se hizo primero «urbano y social» y luego «de ideas» al aproximarse al simbolismo que desde finales del XIX influyó a toda Europa. «El divisionismo sentó las bases del movimiento futurista que irrumpió con fuerza en el arte italiano desde 1909 de la mano de Filippo Tommaso Marinetti, convirtiéndose en uno de los movimientos de vanguardia europea y de la identidad italiana, así como del nacimiento de la pintura moderna en Italia por excelencia», resume Jiménez.
Fernando Mazzocca, profesor de la Universidad de Milán, y Beatrice Avanzi, conservadora del parisino museo de Orsay, son los comisarios de una exposición que, según Jiménez, «enseña una página de la historia del arte que pocos conocen, y por la que nunca se ha mostrado gran interés en España», donde nunca se ha dedicado una muestra al movimiento futurista de manera aislada.
Avanzi presenta a los divisionistas como «artistas comprometidos» capaces de mostrar con su técnica la mísera vida de las clases bajas «sin renunciar a la poesía», perceptible según la experta en «una luminosidad que funciona como una alegoría y un valor simbólico de la vida». Denuncia social y poesía conforman, según Avanzi, «el lenguaje típicamente italiano» de un movimiento poco conocido fuera de Italia «pero esencial para comprender las vanguardias europeas» y que fue «la guía del futurismo».
«El futurismo nació de la costilla de los divisionistas, encendió toda Italia y forjó un lenguaje artístico propio en el que Italia pudo reconocerse», resume Mazzocca.
TITULO: EL OBJETIVO , LOS AHORRADORES LOS PRODUCTOS BURSÁTILES PARA ESCAPAR DE TURBULENCIAS,.
EL OBJETIVO,.
El objetivo es un programa de televisión de entrevistas y actualidad informativa, producido por Globomedia para Atresmedia Televisión y presentado por Ana Pastor. Es el primer formato español de televisión basado en el género de la verificación de hechos o periodismo de datos. Se emite en laSexta cada domingo a partir de las 21:30 o de las 22:30 horas,
Los ahorradores evitan los productos bursátiles para escapar de las turbulencias
Las nuevas suscripciones a fondos y
aportaciones a planes de pensiones se reducen un 13% mientras se
mantiene estable el dinero en los depósitos. / fpto,.
Las suscripciones a fondos de inversión se situaron en los 49.080 millones, frente a los 56.668 que habían ahorrado el año anterior. Es decir, 7.588 millones menos en un ejercicio en el que plazas como el Ibex-35 se dejaron un 7%. El volumen acumulado en 2015 es el segundo mejor en la historia de la inversión colectiva, pero la sangría interanual refleja el temor de los inversores a las pérdidas acumuladas en las bolsas, sobre todo en el último tramo del año pasado.
A pesar de esta reducción en las nuevas suscripciones, el patrimonio gestionado por el conjunto de fondos de inversión mejoró un 16,6% hasta alcanzar los 373.090 millones, unos 53.100 millones más que en el ejercicio anterior. En tres años, este volumen ha aumentado un 83%, gracias a los registros de las alternativas -acciones, deuda, índices...- que han permitido acumular más activos en las carteras. Sin embargo para este año, Inverco prevé que el crecimiento del patrimonio sea la mitad del que tuvo en 2015: un 7,7% más. «Parece que la volatilidad va a estar instalada todo el año», advertía el presidente de la asociación, Ángel Martínez-Aldama, durante la presentación del informe anual. Por su parte, Asunción Ortega, presidenta de la Agrupación de Instituciones de Inversión Colectiva de la organización, afirmó que «los inversores necesitan serenidad para adentrarse en los fondos».
La rentabilidad media de estos productos se situó en el 0,99% el año pasado, liderada por algunas categorías de fondos ligadas a las bolsas internacionales frente a los de deuda o los de tipo variable.
El ahorro destinado a la jubilación tampoco ha encontrado un sendero firme para aumentar en los últimos 12 meses. Las aportaciones destinadas a las diferentes tipologías de planes de pensiones que conviven en el mercado redujeron su importe con respecto al año anterior. En concreto, se destinaron 4.718 millones de euros a este fin, de los cuales 3.590 millones correspondieron a los planes individuales. Supone un descenso del 13% con respecto a 2014 y, además, la primera caída desde el año 2012.
Planear la jubilación, un mito
Desde que comenzara la crisis económica, el sector de la previsión para la jubilación no ha conseguido iniciar una senda alcista de partícipes. De hecho, más de 530.000 parados de larga duración han sacado sus ahorros de los planes -la ley les permite esta contingencia- en los siete años de crisis económica.
A pesar de este comportamiento de los hogares, con menos renta disponible para poder destinar parte de sus ahorros a los planes de previsión, el patrimonio del conjunto de planes de pensiones mejoró un 4% el año pasado hasta alcanzar los 104.518 millones por el comportamiento de los mercados hasta el verano. La mayoría de las inversiones se destinan a planes de tipo mixto (un 44,2% del total), seguidos por los garantizados (un 21,2%). Y su rentabilidad media se situó en el 1,7% a un año vista.
El presidente de Inverco insistió en que «debería incentivarse el ahorro a través de planes de pensiones privados» que complementen a las prestaciones públicas. Martínez-Aldama sostiene que la legislación tendría que fomentar los planes de empleo en los que las empresas aporten parte del salario de sus trabajadores para la jubilación. Las previsiones de la organización para estos productos pasan por un incremento del volumen gestionado del 1,9%.
Por ahora, las familias españolas siguen confiando en el depósito bancario como fórmula para canalizar sus ahorros. «Es verdad que estos productos no ofrecen mucha rentabilidad, pero influye más la estabilización que tengan los mercados», según Ángel Martínez-Aldama. Las cuentas a plazo aglutinan el 38,7% de los ahorros de los hogares, apenas dos décimas menos que en 2014. España es el país europeo en el que más se usan los depósitos, sólo por detrás de Portugal. Sin embargo, la media de la Unión Europea se sitúa en el 30%, con algunos Estados en los que la participación de los depósitos en los ahorros no alcanza el 24%, como en Reino Unido, o el 22% de Holanda.
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