martes, 8 de enero de 2019

Domingo -13 - Enero - LIARLA PARDO -Guillermo Martínez: «Escribir una novela es como resolver un teorema» ,. / ESPAÑOLES POR EL MUNDO - España busca su hueco en la India,.

TITULO:Domingo -13- Enero - LIARLA PARDO -Guillermo Martínez: «Escribir una novela es como resolver un teorema»,.
 

 El domingo -13- Enero a las 18:00 por La Sexta, foto,.

Guillermo Martínez: «Escribir una novela es como resolver un teorema»,.

Guillermo Martínez: «Escribir una novela es como resolver un teorema»

Ganador del Nadal con 'Los crímenes de Alicia', viaja del país de las maravillas al de las pesadillas,.

Matemático, lógico, amante del ilusionismo, el ajedrez y el tenis además de escritor, Guillermo Martínez (Bahía Blanca, 1962) coincide en muchas cosas con Lewis Carroll. La vida del autor de 'Alicia en el País de las Maravillas' es el motor de la novela que ha dado al escritor argentino el 75 Premio Nadal. Una intriga policíaca ambientada en Oxford en la que la maravilla de Alicia se torna en pesadilla. Un 'thriller' trufado de lógica y filosofía y con el que regresan el profesor Sheldom y G, protagonistas de 'Los crímenes de Oxford'.
-¿Llevará al lector de la maravilla la pesadilla?
-En alguna medida sí. Indago qué hay de ominoso y siniestro en el mundo de Alicia. Al imaginar crímenes que pertenecen, por lo simbólico, a ese mundo mágico, atisbé el lado más oscuro y siniestro de unos personajes forzados a pensar en las muertes que aparecen en el libro de Carroll.
-Matemática o literatura ¿Qué le sedujo antes?
-No soy el matemático que se dedicó a la literatura. Escribir es mi primera pasión. Mi padre era escritor y con siete años escribí mi primer cuento, 'Peón cuatro rey'. Antes de estudiar matemáticas publiqué un libro de cuentos.
-¿Qué conecta matemática y literatura?
-La analogía principal es que en ambos casos se trata de mundos platónicos. El matemático ve primero los patrones en el mundo ideal de los objetos matemáticos. El escritor ve una constelación de personajes, giros y finales de una ficción. Hay que bajar a tierra ese mundo en una codificación escrita. El matemático formula un teorema, que es una sucesión de líneas que encadenan y deducen afirmaciones hasta llegar a la tesis. El escritor también codifica en líneas y frases, cada una con un sentido, para armar el significado final. La diferencia es que el lector resignifica lo que ha escrito y eso no es posible en matemática, donde todos han de interpretar lo mismo. La literatura admite ambigüedades y significados múltiples imposibles en matemáticas.
-¿Resolver teoremas y una novela se parecen?
-En la pasión hay cálculo y en el cálculo muchas veces también hay pasión. No son mundos tan separados. Andrew Wiles, el matemático que probó el teorema de Fermat, se encerró durante siete años. Abandonó su carrera para resolverlo. Se parece mucho a lo que hizo el capitán Ahab para cazar a la ballena blanca, a Moby-Dick. No hay diferencias. En la ciencia hay epopeyas a las que no se les presta atención y la intriga policíaca da un juego que no está en otros géneros. El autor quiere seducir o provocar rechazo en el lector. Es un reto muy parecido a un acto de ilusionismo que me seduce. Hay cierta correlación entre el ilusionismo, la demostración de un teorema matemático y la escritura en la novela policíaca.
-Lewis Carroll con ojos de hoy, es un personaje incómodo ¿Un pederasta?
 -La novela aborda ese asunto. Hay distintas versiones sobre cómo tomaba las fotos de Alice y a quién se las mostraba. Planteo cómo se ve hoy a Carroll. Su sobrino habla con orgullo de cómo se vinculaba con los niños. Doy todos los elementos pero no juzgo. Es como en 'Pierre Menard autor del Quijote', el legendario cuento de Borges. Escrito hoy línea a línea, el significado del Quijote sería distinto.
-¿Qué otros referentes tiene esta novela?
-Witold Gombrowicz y Henry James se suman Borges. Una trinidad conectada por la incertidumbre, por la ambigüedad moral de los personajes y las situaciones. El temblor de lo real en Gombrowicz me apasiona. Son tres aproximaciones filosóficas diferentes de mundos que siento afines.
-¿Cómo encaja la filosofía con la novela policíaca?
-De mil maneras. En 'Los crímenes de Oxford' estaba ya la tensión entre lo verdadero y lo demostrable, qué es puramente filosófico. Ahora abordo las continuaciones posibles de una serie lógica, que en este caso son los asesinatos. Un problema que preocupa mucho a Wittgenstein. No se sabe bien cuál es el patrón, pero hay elementos que hacen pensar que los crímenes están relacionados con 'Alicia en el País de las Maravillas' y su lógica desquiciada. Otro es la traducción de lenguaje y los significados. Pero que no se inquiete el lector. Esto no es es un 'Tractatus'.
-¿Narra crímenes sangrientos o de guante blanco?
-'Los crímenes imperceptibles' era el título original de 'Los crímenes de Oxford'. Eso da muchas pistas. Tienen que ver con la técnica de las matemáticas; crímenes abstractos, con poca sangre. Pero hay de todo.
-¿Le debe mucho al cine?
Relativamente. Antes de que Álex de la Iglesia se fijara en mi novela se habían vendido siete ediciones en España y se tradujo a 40 idiomas. Tras la película se vendieron cuatro más, pero nunca sentí que debía el éxito a la película. Me fascinó que mi director favorito se fijara en ella y la rodara. Pero el cine es una cosa y la literatura otra. El cine no es el mayor éxito de una novela ni la consagración del escritor, que se juega en el terreno de las lecturas y en el paso del tiempo. El éxito es terminar la novela. Sentir que estás conforme y que diste todo lo que podías. Lo que viene después a veces es mejor o peor. Y no lo puedes manejar. Mi formación matemática me dice que el problema está terminado cuando uno lo resuelve. En este caso salió muy bien.
-No continúa 'Los crímenes de Oxford' pero vuelven los protagonistas
-Regresan, sí, pero a un mundo diferente. Parte de un hecho real sobre Carroll: sus familiares arrancaron páginas de su diario y se descubrió luego un documento con la clave sobre esas páginas y de un momento crucial en su vida.Todo lo demás es imaginario. Creo una hermandad Lewis Carroll qué se parece vagamente a la que existe en Oxford y que publicó sus diarios completos. Imagino personajes que nada tienen que ver con los biógrafos reales. Durante más de tres años investigué, devoré biografías contradictorias, desmenucé polémicas y estudié la historia de la fotografía. Jamás lo había hecho como escritor y a veces me había reído de quienes lo hacían.
-No hay dos sin tres, decimos en España
-En un futuro más o menos lejano puede que haya otra historia de Sheldom y G. Tengo vagamente el tema, pero no el punto de vista.
-Todos tenemos tres vidas la pública la oficial y la secreta. ¿Usted tiene más?
Sí. Tuve una vida política, de ajedrecista y otras deportivas como tenista casi profesional.
-Su padre le invitaba a escribir cada domingo y no tenía televisión ¿La pantalla es enemiga de la literatura?
-Depende del espacio que le des. Si el de la literatura es cero, será difícil lograr que los chicos se concentren. El problema de las nuevas generaciones es la falta de concentración que yo ejercité tanto con lectura como con el ajedrez.
-Tercer argentino con el Nadal ¿Orgulloso?
Claro. Somos sólo cinco hispanoamericanos en 75 años. Tres argentinos, con Juan Jose Saer y Luis Gasulla ganador en 1974. La lista del Nadal es imponente, el espejo de la mejor literatura española. Es un orgullo entrar en esa lista.

TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO -España busca su hueco en la India,.

 

España busca su hueco en la India,.

José Borrell, en una imagen de archivo./EFE
José Borrell, en una imagen de archivo.foto,.

Borrell viaja al gigante asiático para abrir a las empresas nacionales un mercado de 1.400 millones de personas,.

España lleva cuatro años tratando de hacerse un hueco en la India, un gigante obligado a invertir en desarrollo para atender las necesidades de una población de 1.400 millones de personas y que, además, es la sexta economía del mundo, con tasas de crecimiento anual en torno al 7% de su Producto Interior Bruto.
José Manuel García-Margallo ya sacó la caña de pescar en la potencia asiática mientras ocupó la cartera de Exteriores y el actual jefe de la diplomacia española apunta en la misma dirección. No en vano, en la actualidad unas 200 empresas españolas tienen presencia en la India.
José Borrell ha aterrizado este lunes en Nueva Delhi para participar en el foro internacional Diálogo Raisina, un encuentro en el que Asia y Europa se sientan a conversar para tratar de tender puentes entre dos continentes que no terminan de comprenderse. Pero en su visita de dos días a la capital de la India el ministro aprovechará para entrevistarse con varios miembros del Gobierno que lidera Narendra Modi. Borrell se vera con los titulares de Exteriores y Defensa. También con Nitin Gadkari, el superministro de Transporte Terrestre, Marítimo, Recursos Hídricos, Desarrollo Fluvial y Rejuvenecimiento del río Gánges.
El ministro español llega a la India con el objetivo de que el Gobierno de Modi dé el visto bueno a la entrada de las empresas españolas en la ingente tarea de modernización que tiene el país por delante. España tiene a su alcance contratos para la construcción de 16 aviones Airbus de transporte o cuatro portahelicópteros similares al Juan Carlos I, el buque insignia de la Armada. Lograr este último contrato supondría un inmenso éxito para Navantia. La industria militar es de suma importancia para el Ejecutivo de Nueva Delhi, que vive en continua tensión con Pakistán a cuenta del conflicto en Cachemira y con China por sus disputas fronterizas y la hegemonía en el sudeste asiático.

Tecnología nuclear

Las red de transportes y contaminación son dos de los grandes retos a los que Modi, que se presenta a la reelección esta primavera y necesita subir en las encuestas para mantener su mayoría absoluta, prometió hacer frente cuando fue elegido primer ministro. Pero India, además de sus 1.400 millones de habitantes y de ser seis veces más grande que España, es un mosaico de culturas e idiomas en el que las desigualdades sociales son enormes. Y esto hace que todo vaya despacio en el gigante asiático.
En los próximos años Nueva Delhi está obligada a atajar una contaminación que cubre buena parte del país con una capa de niebla que tiene muy poco de natural. Aquí España pretende participar con el conocimiento de sus empresas en tecnología nuclear para uso civil. También en el ámbito de las energías renovables.
España busca que el Gobierno de Modi dé el visto bueno a la entrada de las empresas españolas en la ingente tarea de modernización que tiene el país
En cuanto a la red ferroviaria, está obsoleta. Madrid puede defender ante el gobierno indio la experiencia con la alta velocidad y contratos como el del tren de La Meca a Medina. La mejora de las comunicaciones es vital para vertebrar un territorio con tanta diversidad como el de la excolonia británica.
Borrell también aprovechará su presencia en el foro Raisina para entrevistarse con sus homólogos de Australia e Irán. En el caso del ministro Mohamad Javad Zarif es seguro que uno de los temas de conversación será las sanciones impuestas por la Administración Trump al régimen de los ayatolás y que la Unión Europea rechaza.

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