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DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Exceso de mortalidad: 13.000 fallecidos en la segunda ola y 58.000 desde marzo,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Exceso de mortalidad: 13.000 fallecidos en la segunda ola y 58.000 desde marzo , fotos,.
Exceso de mortalidad: 13.000 fallecidos en la segunda ola y 58.000 desde marzo,.
El INE y el Carlos III registran 23.000 muertos más por la pandemia que el Ministerio de Sanidad, que solo incluye a los que dan positivo en los test,.
Oculto entre los altisonantes debates sobre restricciones, estados de alarma y toques de queda, el número de muertos en España a causa de la covid-19 aumenta día a día a niveles dramáticos sin que se adivine un frenazo a corto y a medio plazo. Según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad, ya han fallecido por el coronavirus desde el inicio de la pandemia 34.752 personas y de ellas, unas 6.000 lo han hecho en la segunda ola, desde finales de julio. Pero desde el 15 de septiembre, la tendencia es muy preocupante: fallecen cada día de media 120 personas, aunque la falta de datos en festivos invita a pensar que el número se queda corto, y ha habido picos de hasta 261 muertos en una jornada (6 de octubre) o 242 el pasado lunes. De hecho, desde este 19 de octubre, todos los días se han superado los 150 fallecidos.
Pero las cifras oficiales del Ministerio de Sanidad esconden una realidad todavía más insoportable. Los dos organismos oficiales que están contabilizando el exceso de mortalidad desde marzo sitúan el número de víctimas durante la pandemia, directamente por coronavirus o por causas vinculadas a él (supresión de operaciones, retrasos en los diagnósticos...), en alrededor de 58.000 personas, 23.000 más que las registradas por el departamento de Salvador Illa. Para esas muertes, hasta el momento, no hay explicación. Y es que la contabilidad de Sanidad parte de un problema de base que prometió corregir, pero que hasta ahora no ha cambiado: en marzo y abril sobre todo, la falta de tests y la imposibilidad de realizar autopsias por el riesgo de contagio provocó que no se conociera la causa de la muerte de un número importante de víctimas. Lo más probable es que fallecieran por covid-19, pero no existía una prueba que lo demostrase.
Además, el Ministerio de Sanidad ha sido reacio a seguir el criterio que estableció la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un documento del 20 de abril: «Una muerte por covid-19 se define para fines de vigilancia como una muerte resultante de una enfermedad clínicamente compatible, en un caso covid-19 probable o confirmado». O sea, debían incluirse también los sospechosos, aunque no tuvieran prueba positiva. El director de Emergencias, Fernando Simón, admitió el 8 de junio que España tendría que adaptar sus datos a la directriz de la OMS, pero hasta el momento no lo ha hecho. Así que, a la espera de la actualización del Ministerio de Sanidad, solo el informe 'Estimación del número de defunciones semanales durante el brote de covid-19', realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y el Informe MoMo, del Instituto Carlos III, ofrecen un panorama general sobre las muertes durante la pandemia. Ambos utilizan las informaciones de fallecimientos proporcionadas por los registros civiles, aunque con algunos cambios en la interpretación.
En comparación
La metodología del INE es sencilla: comparar las defunciones semanales ocurridas durante 2020 con los datos históricos de defunciones desde el año 2000. Según su última actualización, desde el 1 de enero hasta la semana 41 del 2020 (del 5 al 11 de octubre), habían fallecido en España 384.618 personas, 57.617 personas más que en el mismo periodo de 2019, cuando murieron 326.801, una cifra que resulta bastante asimilable a las de los mismos periodos de años anteriores. En las primeras 41 semanas de 2018, fallecieron 336.211 personas; en las de 2017, 328.335 y en las de 2016, 316.354.
El sistema del Carlos III, un instituto adscrito al Ministerio de Ciencia, requiere de más complejidad. Su informe MoMo compara la mortalidad de un año con la observada en los diez años anteriores, pero en los últimos meses, según esta estadística, el exceso de mortalidad había caído sin ninguna causa que lo justificara. Los expertos dieron la voz de alarma y en su último informe, datado el 20 de octubre, MoMo comunica que ha corregido el error que habían detectado: la línea de mortalidad esperada se había ido hacia arriba porque había incorporado los datos de marzo y abril, de manera que el exceso de mortalidad de 2020 cada vez era menor porque la cifra estimada con la que se comparaba cada vez era mayor.
Pues bien, después de este cambio, el informe MoMo notifica que el exceso de mortalidad desde marzo se sitúa en 57.736 personas, una cifra casi igual que la del INE. Por periodos, 44.585 fallecimientos por encima de lo esperado ocurrieron entre el 10 de marzo y el 9 de mayo; 4.728 entre el 20 de julio y el 29 de agosto y 8.423 entre el 1 de septiembre y el 23 de octubre. Sumando las dos últimas cifras, se concluye que el exceso de mortalidad en la segunda ola ya es de 13.151 fallecidos. En esta segunda ola los profesionales sanitarios creen que una parte del nuevo exceso de mortalidad puede ser achacable a tratamientos retrasados a causa de la saturación de los hospitales.
TITULO: Las rutas Capone -Rutas y visitas a edificios emblemáticos de Valencia en la segunda edición del Open House,.
Rutas y visitas a edificios emblemáticos de Valencia en la segunda edición del Open House,.
El certamen de arquitectura cuenta con una parte digital unida al refuerzo de los paseos al aire libre, con nueve itinerarios presenciales y ocho virtuales,.
La segunda edición del certamen de arquitectura Open House de la ciudad de Valencia ha arrancado este martes con la inauguración, celebrada en La Cúpula de la Fundación Bancaja. Un festival marcado por las reducciones de aforo, los paseos al aire libre y los itinerarios virtuales.
La inauguración ha contado con intervenciones de la Directora General de Innovación Ecológica en la Construcción, Nuria Matarredona, el presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, el Decano del COACV, Luis Sendra, el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón y el Coordinador General de Open House Valencia, Javier Domínguez.
El festival de arquitectura, atendiendo al contexto actual producido por la pandemia del Covid-19, cuenta este año con una importante parte digital unida al refuerzo de los paseos al aire libre, con nueve itinerarios presenciales y ocho virtuales planificados, y a una reducción de aforos en las visitas a edificios y en los itinerarios. Esta situación se ha compensado con la prolongación en el tiempo de las actividades, que se extenderán durante todo el mes de octubre.
Bajo el nombre «Octubre Urbano OHV2020» y articulado alrededor de los Días Mundiales de la Arquitectura y del Hábitat que se celebran el 5 de octubre, se han planificado una serie de debates y certámenes (como el Hackathon de arquitectura y el de fotografía) además de una serie de eventos centrados en la arquitectura, los problemas urbanos y el desarrollo sostenible.
En el marco de la inauguración ha tenido lugar una actuación musical enmarcada en el ciclo «Arquitectura y Música», que tiene como objetivo difundir el trabajo de los jóvenes creadores valencianos. Igualmente, se ha proyectado un vídeo de varios edificios y ubicaciones emblemáticas de la arquitectura valenciana elaborado por la organización del festival en colaboración con Turismo Valencia. El acto ha finalizado con un recorrido por la exposición del pintor Antonio López que acoge la Fundación Bancaja hasta el próximo mes de enero.
El Coordinador General de Open House Valencia, Javier Domínguez, ha incidido en que «trabajamos para acercar la mejor arquitectura de nuestra ciudad al gran público de una manera privilegiada, pues los guías son todos arquitectos. El festival contribuye a potenciar internacionalmente la marca Valencia mediante importantes contenidos digitales que incluyen materiales como vídeos, recorridos 3D y audio guías disponibles en nuestra página web«.
Por su parte, el presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, ha destacado la importancia de un certamen que «permite descubrir y ser conscientes de algunas de las intervenciones arquitectónicas de nuestra ciudad, divulgando valores esenciales y singulares que la arquitectura aporta a nuestro entorno urbano«.
Rutas y visitas a edificios emblemáticos
Las rutas que se pueden realizar en el marco del festival son el Jardín del Turia, Moreno Barberá y el Campus de Blasco Ibáñez, la Muralla Islámica, el Arte Urbano de Nassio, la Arquitectura de Antonio Escario, la Huerta de la Periferia Urbana, la Universidad Laboral de Cheste, las plazas de la Reina y del Ayuntamiento y la identidad del espacio público en los barrios de Benimaclet y Orriols.
Igualmente, en Open House Valencia 2020 se pueden visitar edificios emblemáticos de la ciudad como la antigua fábrica de tabacos actualmente dependencias del Ayuntamiento de Valencia, la Fundación Bancaja, el Espai Alfaro, Bombas Gens, el Hotel Palau de la Mar, San Juan del Hospital o Trinidad 10.
La información sobre horarios, aforos y el formulario para apuntarse a cualquiera de estas actividades está disponible en la página web del festival.
TITULO: Un país mágico - La Vall d'Albaida profundiza en el erotismo como atractivo turístico ,.
El sabado -31- Octubre a las 18:30 por La 2, foto,.
La Vall d'Albaida profundiza en el erotismo como atractivo turístico,.
La Mancomunitat crea un nuevo producto dedicado a rutas arraigadas en los textos procedentes del premio literario que organizan,.
Sensualidad. Picaresca. Letras. Cultura. Los valores fomentados durante las últimas tres décadas por la Mancomunidad de municipios del Vall d'Albaida mediante el Premio de literatura erótica se convertirán a partir de este viernes, 16 de octubre, un nuevo atractivo turístico de la comarca.
Así, el Departamento de Turismo lanza un producto innovador integrado por ocho rutas culturales y por cuatro itinerarios de cicloturismo para relanzar el sector en las 34 localidades que integran el territorio.
De esta forma, fragmentos surgidos de las obras galardonadas a lo largo de 26 ediciones y otros textos de la literatura universal de autores como Estellés, Cortázar, Neruda o el Marqués de Sade guiarán las personas asistentes a cada cita durante el recorrido por el patrimonio cultural y medioambiental del la Vall d’ Albaida.
El ciclo arrancará en Bocairent donde su barrio medieval se convertirá en el escenario de las evasiones efímeras; de Vicent Pallarés o de las confesiones de Jordi Portales para sacar jugo a recursos como la calzada excusada, el único acceso al recinto amurallado que permanecía operativo por las noches siempre y cuando se contara con algún motivo convincente.
El conjunto de las rutas "aportará una visión de conjunto de una comarca con un gran atractivo patrimonial pero todavía muy desconocido para el turista", según el responsable de Turismo, José M. Beneyto, "por lo que hay que impulsar medidas que potencian nuestras señas de identidad y que resultan atractivas para el visitante".
La iniciativa se enmarca en las ayudas del patronato provincial Valencia Turismo para contrarrestar los efectos negativos de la Covid-19, mediante la potenciación de productos y de experiencias turísticas innovadoras. De hecho, la programación los viernes por la tarde pretende contribuir, paralelamente, a dinamizar el sector hostelero y de restauración.
TITULO: Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,.
El domingo-1- Noviembre a las 19:00 por La 2 , foto,.
Zarautz, soy una surfista,.
De mareas que suben y bajan, de jóvenes felices y de todo tipo de tablas,.
Acabo de entrar en la habitación del hotel para coger un jersey de manga larga. Escribiendo y fumando (¡al fin!) en la terraza, me ha dado un poco de frío. Zarautz nos ha recibido, una vez más, como esperábamos, con el cielo cubierto y una playa que aparece y desaparece con la marea. La única diferencia es que ya no están los toldos de rayas azules y blancas, por culpa del coronavirus. Los echo de menos.
Los toldos me llamaron la atención durante el primer viaje que hicimos mi santo y yo al País Vasco. Era la época pre Guggenheim y la época pre currelas, que estábamos los dos sin trabajo y sin un duro. A cambio, teníamos veintipocos años, un amor recién estrenado, una espalda firme que nos permitía dormir en cualquier sitio y un estómago en el que cabía cualquier cosa, sobre todo bocadillos: en cuanto entrábamos en una población, íbamos al mercado a comprar pan y fiambre para echarnos algo al coleto.
Recién llegados a Zarautz, con un mapa pintarrajeado que nunca conseguíamos doblar bien y la firme intención de llamar a nuestros padres desde la primera cabina telefónica que encontráramos, bajamos la ventanilla del coche y le preguntamos a un paisano:
– Perdone ¿nos puede indicar cómo llegar al mercado?
El paisano abrió la puerta, se sentó detrás y dijo: «Sigue recto». «A la derecha». «A la izquierda». Rudo, seco, solo despegaba los labios para dar las indicaciones precisas, como un profesor de autoescuela. Jamás habíamos visto tanta economía léxica. Al llegar al mercado, soltó un «agur» y se marchó. Nos miramos estupefactos, dijimos: «Madre mía, cómo es esta gente», sin saber que acabaríamos teniendo buenos amigos vascos, y compramos un trozo de queso Idiazábal y una barra de pan. Y fuimos felices.
También lo fuimos haciendo la ruta gastronómica de las puertas de los restaurantes: jóvenes y tontos, nos echábamos fotos a la entrada de Arzak, de Subijana y de Arguiñano como los que van a echarse fotos a la puerta de 'Cantora'; sitios en los que no podíamos comer porque nos sobraba vergüenza y nos faltaba dinero. Por eso, aún fuimos más felices cuando, muchos años después, entramos en Arguiñano para tomarnos una ensalada de bogavante, y yo llegué a Cartagena contando que había visto extraer la pinza de la cáscara de una pieza, limpia, rosada, como si hubiera contemplado un milagro. Desde entonces, seguimos siendo felices cada vez que pisamos esta tierra en las más variadas circunstancias, que al País Vasco hemos venido solteros y casados, solos y con amigos, con niño y sin niño, de festivales y de vacaciones, siendo pobres de solemnidad y burgueses de medio pelo.
Los que faltan
Como no había venido nunca es disfrazada de intrépida reportera. Y con dolor de espalda, que también. Con el piramidal a pique de la contractura, me siento en un bar, me pido unas piparras fritas y, profesional hasta el fin, le doy palique a la familia que ocupa la mesa más cercana a la mía para comprobar si queda algún vasco en Zarautz o se han repartido todos entre Benidorm y Jaca. Y sí, quedan. Amabilísimos, me cuentan que son de Tudela y que tienen casa aquí. Como tenía la reina Isabel II el Palacio de Narros, puesto a su disposición cada vez que le salía de la corona. O como la reina Fabiola tenía Villa María Pilar, propiedad de los De Mora y Aragón de toda la vida antes de que se liaran las perlas a la cabeza y se largaran a Marbella.
«Sí, hemos venido este verano. Pero, con estos brotes que ha habido, está la cosa floja, aunque parece que ya está todo controlado. Al final, llegas aquí y ves que no pasa nada», me dice la señora mientras me termino las piparras. El camarero de un bar de la plaza de la Música nos cuenta algo similar. «Viene gente de Gipuzkoa, del interior, pero faltan franceses, catalanes y madrileños. Y los jóvenes, que antes venían aquí de fiesta, tampoco han venido este año. Y ya no hay cuadrillas a la hora del poteo». Escucho con una oreja al camarero y, con la otra, a los de la mesa de al lado. Ha sido oír «¿os visteis en Nueva York?», y saltarme todas las alarmas. El camarero sigue hablando, pero yo ya estoy en otra conversación: «¿Alma libre? No me digas más. Ella es de las que se enamora de las personas». De repente, me interesa muchísimo más este romance capaz de cruzar los mares que lo que me pueda contar el camarero. Pero nos tenemos que ir. Me quedo sin saber el final.
De camino al hotel, pasamos varias veces por la playa. El aforo está limitado en función de las mareas y, las entradas, controladas. La playa es la vida paralela de Zarautz: hay gente a las siete de la mañana paseando, hay gente a mediodía bañándose y tomando un sol pálido, hay gente a las once de la noche tumbada en una toalla, caminando, pescando. Y, a cualquier hora, hay gente surfeando, que por algo Zarautz es punto de referencia para los surferos de todo el mundo.
Pintones
Está lleno de escuelas, de neoprenos colgados secándose al sol, de chavales que cruzan la calle con los pies descalzos y la tabla bajo el brazo. Que les gusta a los zarauztarras una tabla, ya sea de surf, de skate o de planchar, que van hechos un pincel: por el paseo, caminan señores y señoras impecables, que da gusto verlos, mientras que la chavalada va en monopatín hasta llegar a la pista que hay junto a la terraza de Arguiñano. Allí se dedican a hacer todo tipo de piruetas imposibles y el respetable, con un helado en la mano, se arremolina alrededor para verlos y jalearlos. Críos que no levantan un palmo del suelo pegan unos saltos tremendos, y yo me asusto, y digo ¡uy!, y algunos ¡ay!, y diversos ¡ten cuidado! La maternidad, la propia y la ajena, que no me deja vivir.
Me acabo de levantar de la silla para verlos y soltar interjecciones varias. He oído sus voces sobre el ruido del mar. Es un ruido que no cesa, una ebullición constante. Le oí contar a Chavela Vargas que ella siempre había querido irse a vivir a una isla donde poder escuchar el mar todos los días. Al fin lo consiguió, pero tuvo que marcharse al poco tiempo: el ruido de las olas la volvía loca. Yo, en cambio, creo que podría acostumbrarme a dormirme y despertarme con el sonido del Cantábrico, a pasear por la playa con la marea baja, a hacer la ruta de las esculturas, a ver de lejos al ratón de Getaria guardando los trajes de Balenciaga, a perderme en el parque natural de Pagoeta, a beber chacolí y probar todos los pinchos de todas las barras, aunque ahora te los tenga que servir el camarero. Incluso podría aprender a hacer surf, si es necesario. Sí, estoy convencida de que podría hacerlo. Lo mismo me quedo aquí unos días, y lo intento. Aunque me da que el neopreno me va a quedar regular.
fotos , Un trío en la cocina - La Escuela de Cocina de Plasencia, bajo mínimos ,.
La Escuela de Cocina de Plasencia, bajo mínimos,.
Matrícula. Este centro municipal de enseñanza solo cuenta este curso con un alumno en primero,.
Me he apuntado porque me gusta cocinar y estoy contento de haberlo hecho, aunque la verdad es que estoy solo en mi curso», afirma Roberto Sánchez, un joven de 25 años de Coria que se ha convertido en el único alumno que la Escuela de Cocina de Plasencia tiene este curso en primero. «Pero este año al menos estoy con los de segundo, el año que viene no sé qué pasará», reconoce.
Ni él ni tampoco los dos monitores al frente de este centro municipal, Maite Mora y Juan Antonio Aznal, a los que les quedan solo dos años para jubilarse. «La situación de incertidumbre que hay está detrás del descenso importante de la matrícula que se ha producido», explica Maite. No en vano son nueve los alumnos que hay ahora mismo en la escuela, uno en primero y ocho en segundo, frente a los 40 que debería haber –la totalidad de plazas que se ofertan– entre los dos cursos que se imparten.
«El problema es que aquí la educación online no es posible», detalla Maite Mora. Aunque el último trimestre del pasado curso tuvo que llevarse a cabo una enseñanza telemática, los alumnos habían adquirido la mayor parte de los conocimientos hasta marzo, cuando se inició el confinamiento. Pero ahora, «la incertidumbre sobre si habrá que ir de nuevo a una enseñanza telemática, unida al coste de la matrícula –los alumnos tienen que pagar 271 euros cada mes– ha hecho que la mayoría de los que tenían previsto iniciar su formación aquí hayan optado finalmente por anular la reserva».
A pesar, destaca esta monitora, de que este curso por primera vez, después de llevarlo reclamándolo una década, quienes culminan los dos cursos en la Escuela de Cocina de Plasencia tienen el certificado de profesionalidad, «un título oficial que acredita su formación». Aun así, aunque hasta ahora no se ha tenido, nunca han faltado alumnos en este centro de enseñanza, garantía del acceso al mercado laboral.
Sin embargo, con el descenso brutal que ha sufrido en la matrícula, el futuro de la Escuela de Cocina se presenta incierto, teniendo en cuenta que solo cuenta con un alumno en primero. «Tengo una enseñanza personalizada», valora Roberto, que recibe la formación teórica en solitario como si se tratara de una clase particular. Para la práctica, «este curso al menos me sumo a los de segundo». Y juntos elaboran cada día para aprender a cocinar un menú, con primero, segundo y postre, que después comen. Es la rutina diaria en el centro sito en la plaza de la Cruz Dorada, desde las 9 hasta las 15 horas. Ayer tocó paella, carrilleras y tarta fina de manzana.
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Documentos TV -Campaña contra el clima ,.
Documentos TV - Campaña contra el clima,.
Martes 27 de Octubre a las 00:00 horas en La 2, foto,.
'Documentos TV’ estrena ‘La campaña contra el clima’. El reportaje cuenta cómo las petrolíferas contrarrestaron a la ciencia con publicidad en el cambio climático. Desde que el Dr. Hansen de Naciones Unidas advirtiera en 1988 del grave peligro del cambio climático para el planeta, la industria petrolífera ha intentado convencer de lo contrario.Esta investigación periodística revela cómo los magnates del crudo consiguieron difundir sus ideas negacionistas para sembrar la duda en los ciudadanos sobre los fundamentos científicos que demuestran el cambio climático.
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