martes, 2 de mayo de 2023

Cena con mamá - Illeana Douglas ,.Viernes -12- Mayo ,. / Imprescindibles' estrena en La 2 - Adiós a Ramiro Oliveros, el actor que lo dejó todo por amor , . Domingo -14- Mayo ,. / De seda y hierro - El cuento de los hermanos Grimm 'Los músicos de Bremen' llega al Bergidum convertido en musical,. Domingo-14- Mayo ,./ Noche Sexo - Monica y el sexo - SEXO, SEXO, SEPTIMO,.

 

 TITULO: Cena con mamá -    Illeana Douglas ,.  Viernes -12- Mayo,.

Viernes  -12- Mayo  ,a las 22:00 en La 1, foto,.

Illeana Douglas,.

Illeana Douglas
Illeana Douglas.jpg
Illeana Douglas, 2007.
Información personal
Nombre de nacimiento Illeana Hesselberg
Nacimiento 25 de julio de 1965 (57 años)
Quincy, Massachusetts, Estados Unidos
Nacionalidad Estadounidense
Lengua materna Inglés Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Padre Gregory Hesselberg Ver y modificar los datos en Wikidata
Cónyuge Jonathan Axelrod (1998–2001)
Educación
Educada en
Información profesional
Ocupación Actriz, directora, guionista y productora
Años activa 1987-presente
Sitio web www.illeanadouglas.com Ver y modificar los datos en Wikidata

Illeana Douglas (Quincy, Massachusetts, 25 de julio de 1965) es una actriz estadounidense nominada a los premios Emmy.

Vida y carrera

Douglas nació con el nombre de Illeana Hesselberg en Quincy, Massachusetts, hija de Gregory Hesselberg (también conocido como Douglas) y de Joan Georgescu; tiene ascendencia judío-alemana por parte paterna (sus bisabuelos eran de Letonia) y rumana por la rama materna.1​ Es conocida por su papel en Cape Fear de Martin Scorsese, su papel de cantante/escritora de canciones Denise Waverly en Grace of My Heart de Allison Anders, y sus papeles en To Die For y Ghost World.

En televisión, apareció brevemente como la enamorada de Garry Shandling en The Larry Sanders Show, participó en la serie Action (1999) con Jay Mohr, participó como invitada tanto en Seinfeld como en Frasier y ha interpretado a una defensora pública en varios episodios de Law & Order: Special Victims Unit en 2002 y 2003. Apareció en dos episodios de la serie de TV de HBO aclamada por la crítica, Six Feet Under, obteniendo en ambos nominaciones al Emmy para actriz invitada en un drama.

En 2006 protagonizó la película de Lifetime, Not Like Everyone Else, y apareció como ella misma en Pittsburgh junto a Jeff Goldblum. En 2007, Douglas fue añadida al elenco de Ugly Betty, interpretando a Sheila, una editora de la revista MODE.2

En Walt Disney World Resort en el parque temático Disney's Hollywood Studios, Douglas interpreta a la mánager de Aerosmith en el video preshow para la atracción Rock 'n' Roller Coaster. Luego apareció en un video musical de Aerosmith como la madre de Liv Tyler.

Douglas escribió y dirigió el cortometraje cómico The Perfect Woman (1993), el documental Everybody Just Stay Calm—Stories in Independent Filmmaking (1994) y la sátira Boy Crazy, Girl Crazier (1995); ha sido la productora de varios proyectos incluyendo Illeanarama, una colección de sus cortometrajes para el Sundance Channel

 

 TITULO: Imprescindibles' estrena en La 2 - Adiós a Ramiro Oliveros, el actor que lo dejó todo por amor . , Domingo -14- Mayo ,.

Domingo  -14- Mayo, a las 21:30 horas en La 2, fotos,.

Adiós a Ramiro Oliveros, el actor que lo dejó todo por amor,.

Fallece a los 82 años el viudo de Concha Márquez Piquer, que alternó los papeles de galán en cine y televisión con el teatro independiente,.

Ramiro Oliveros junto a la que fue su esposa, Concha Márquez Piquer, en una imagen de archivo.
 
Ramiro Oliveros junto a la que fue su esposa, Concha Márquez Piquer, en una imagen de archivo.

Ramiro Oliveros siempre tuvo claro que su vida valía más que su profesión. Fue un actor pionero en su deseo de formarse en el extranjero en los años sesenta; ambicioso en su empeño en no resignarse al papel de galán al que le condenaba su físico y su voz; decidido al retirarse en plenitud de condiciones cuando no encontró personajes de enjundia; y valiente al anteponer el amor a la mujer de su vida, Concha Márquez Piquer, a todo lo demás. En los últimos tiempos luchaba contra problemas pulmonares y cardíacos. El pasado octubre sufrió un infarto y este miércoles moría de un fallo multiorgánico en su domicilio de Pozuelo de Alarcón (Madrid).

Tenía 82 años y llevaba sin ganas de vivir desde que la tonadillera murió hace año y medio en el Hospital Quirón, el mismo en el que le habían tratado en los últimos meses. Estaban casados desde 1982 y el actor presumía de que en todos estos años solo habían pasado dos noches separados por trabajo. Tenemos el recuerdo de Oliveros en la prensa del corazón, pero es que se bajó de los escenarios hace más de veinte años, con un Don Juan Tenorio junto a Juan Carlos Naya en el Teatro Español y 'Eloísa está debajo de un almendro', en el centenario de Jardiel Poncela. La última vez que se puso delante de una cámara fue en la serie '¿Se puede?', en 2004.

Desde entonces, este actor de cine, teatro y televisión, además de director escénico, tomó a Márquez Piquer como fuente de inspiración de novelas publicadas en la editorial Lekla y piezas teatrales: 'Los siete círculo de humo', 'La baronesa interminable' y un libro que recogía vicisitudes de su convivencia durante más de cuarenta años: 'No serías mía si no me hubieses hecho tuyo', subtitulado 'Biografía de un amor'. «Ahí cuento un sinfín de anécdotas, nada de cotilleos de esas gentes que ensucian las mentes de quienes les escuchan», aclaraba en la revista de AISGE, la entidad de gestión de derechos de los intérpretes.

El actor Ramiro Oliveros en una imagen de 1973.

Nacido en Madrid en 1941, Ramiro Oliveros estudió Medicina pero llevaba dentro el veneno de la actuación. Engañó a su padre diciéndolo que se iba a unos cursos de verano en Inglaterra para conseguir el pasaporte y una vez allí se formó junto a la directora Joan Littlewood en un teatro de Barons Court. Después siguió estudiando en París y Fráncfort, hasta que llegó la hora de volver a España. Decretada la amnistía para los que no se presentaron al servicio militar, Oliveros logró sacarse el título de ATS gracias a sus estudios de Medicina y comenzó a trabajar en el hospital de la Princesa. Al mismo tiempo, construyó un escenario en una casa alquilada en Atocha y fundó un grupo de teatro independiente para montar obras de Pinter y Brecht que los teatros comerciales no exhibían.

Tras giras por España en un Seat 1.400, durmiendo en tiendas de campaña y pensiones de mala muerte, la presencia escénica de Ramiro Oliveros no pasa desapercibida. El realizador de Televisión Española Luis Enciso le reclama para 'Hora once', un espacio dramático al estilo de 'Estudio 1' en el que se grababan obras teatrales. En 1974 debuta en el cine con 'El pantano de los cuervos', rodada en Ecuador, y solo ese año aparece en siete películas, entre ellas 'Vida conyugal sana', de Roberto Bodegas, un título clave de la llamada Tercera Vía, a medio camino entre el cine de autor y las comedias populares. 'Ya soy mujer', 'Volvoreta', 'Terapia al desnudo', 'Memorias de Leticia Valle', 'El poderoso influjo de la luna' y series como 'Régimen abierto' y 'La saga de los Rius' se cuentan en una filmografía cercana al medio centenar de títulos.

Oliveros alternaba el teatro independiente con producciones cinematográficas de 'serie B' en las que hasta aparecía con seudónimo, como Raymond Oliver en 'El pantano de los cuervos', de Manuel Caño. 'Virus', 'Viaje al más allá', 'Torre de cristal' y 'Hundra' pertenecen a este grupo. Su voz profunda también le sirvió para trabajar como actor de doblaje: el personaje de George Peppard en 'El equipo A', sin ir más lejos. El detonante de su retirada vino de la mano de la serie 'Todos los hombre sois iguales', en la que aceptó sustituir a un actor por cinco episodios que se convirtieran en sesenta. Mientras rodaba en un pueblo madrileño, un grupo de personas le llamó Iñaki, el nombre de su personaje. «Que me hubieran reducido a la categoría de aquel personaje después de todo mi historial en cine, teatro y televisión me dio tal rabia que me juré que jamás me prestaría a trabajar, a menos que el personaje tuviera más carne que aquel imbécil al que presté mi voz y mi persona», justificaba.

 Ramiro Oliveros en el funeral de Concha Márquez Piquer en 2021.

Ramiro Oliveros en el funeral de Concha Márquez Piquer en 2021.

Ramiro Oliveros estuvo casado tres veces. Con su primera mujer, fallecida en 1974, tuvo dos hijos, y con la segunda, la fotógrafa argentina Consuelo Buenader, contrajo matrimonio en 1977 y se separó en 1982. Ese mismo año se casó por lo civil con Concha Márquez Piquer, quien nunca quiso la nulidad de su matrimonio con el torero Curro Romero. El amor había surgido durante la grabación del programa de cocina 'Con las manos en la masa', aunque a la cantante le parecía que Oliveros «tenía más pinta de amante que de marido».

Tuvieron una hija, Iris Amor. «Si no fuera por ella, habría acabado con mi vida el día que Concha murió», confesaba el actor hace año y medio, tras un funeral en el que el actor leyó uno de los numerosos poemas dedicados a la mujer de su vida. La anécdota macabra de la jornada la protagonizó el móvil del actor, que sin darse cuenta se le cayó y acabó en el féretro de Márquez Piquer. Durante días, llamó al cementerio de San Isidro para que se acercara un operario hasta la lápida y comprobara si seguía dando señal. «Aunque se le acabe la batería al móvil, ella la recargará, seguro», bromeaba.

 

TITULO: De seda y hierro -   El cuento de los hermanos Grimm 'Los músicos de Bremen' llega al Bergidum convertido en musical  ,. Domingo -14- Mayo ,.

 El Domingo -14- Mayo  ,  a las 20:20 por La 2, foto,.

El cuento de los hermanos Grimm 'Los músicos de Bremen' llega al Bergidum convertido en musical,.

La representación tendrá lugar el sábado 6 de mayo y los menores de dos años podrán acceder gratuitamente al teatro solicitando previamente invitación en taquilla dentro del programa 'Bebé amigo',.

'Los músicos de Bremen' llega al Bergidum de Ponferrada transformado en musical.

'Los músicos de Bremen' llega al Bergidum de Ponferrada transformado en musical.

El popular cuento infantil de los hermanos Grimm 'Los músicos de Bremen' se convierte en la pieza de la productora murciana de Nacho Vilar en un musical familiar con música y canciones originales para espectadores a partir de tres años. El trabajo, galardonado con dos premios Azahar de la Asociación MurciAEscena, se verá en el Bergidum el sábado, 6 de mayo (19.00 horas), dentro del programa Platea del Ministerio de Cultura. Las localidades (10 y 8 euros) están a la venta. La representación es 'Bebé amigo' de forma que los menores de dos años pueden acceder gratuitamente al teatro solicitando previamente invitación en taquilla.

Un burro, un perro, un gato y un gallo se ven obligados a salir de las granjas donde han vivido siempre, lo hacen con un hatillo de enseres y un futuro incierto. No se conocen pero en la travesía por los campos se van encontrando. Poco a poco descubren que les une el deseo de ser músicos y entre canciones y bailes deciden poner rumbo a Bremen, la ciudad musical por excelencia.

Pronto se dan cuenta de que unos ladrones que merodean por la comarca se han especializado en robar sueños. No saben nuestros adorables amigos animales si conseguirán llegar a Bremen, pero una cosa tienen clara: estando juntos lo importante es el camino.

Bajo la dirección de Jorge Fullana, Sergio Alarcón, Paco Beltrán, Rosalía Bueno, Jessica Cerón, Jacobo Espinosa, Alain Lapinel, Toni Olmedo y Adrián Quiñones protanozan este musical familiar que en la V edición de los Premios Azahar que entrega la asociación MurciAEscena y que reconocen la labor de los profesionales de las artes escénicas de la Región de Murcia, obtuvo el premio al Mejor espectáculo musical, y a la Mejor actriz de reparto para Toñi Olmedo, que interpreta el personaje de Ladrona.

 

TITULO: Noche Sexo -  Monica y el sexo - SEXO, SEXO, SEPTIMO,.   

El viernes -12- Mayo,  0.40 / Cuatro, foto,.

 

 SEXO, SEXO, SEPTIMO,. 


Escribo estas líneas abanicándome (odio el aire acondicionado) porque estamos a cuarenta grados... y subiendo. Se ha hecho esperar, pero ...

-Escribo estas líneas abanicándome (odio el aire acondicionado) porque estamos a cuarenta grados... y subiendo. Se ha hecho esperar, pero aquí está el verano en todo su esplendor con sus helados y sus gazpachos, sus camisetas de tirantes y sus chanclas, sus amores eternos o sus aquí te pillo aquí te mato. Cualquiera de los temas antes esbozados -gastronomía, modas y horteradas, y, por fin, amor y sexo- da para un artículo, pero creo que voy a quedarme con el último, poniendo especial énfasis en el apartado sexo.
Yo, que pertenezco a la generación que hizo la llamada revolución sexual, esa que quemó sostenes en la vía pública y coreó «haz el amor y no la guerra», veo con especial interés cómo estas cuatro letras han ido cambiando de significado a lo largo de los años. De ser sinónimo de tabú en los cincuenta pasó a ser bandera en los sesenta; luego en los ochenta se convirtió en oscura sombra con la aparición del sida para, una vez conjurada la amenaza, hacerse omnipresente. Tanto que, con la llegada del nuevo siglo, bien puede decirse que la palabra ha permeado todas las esferas de nuestras vidas. No solo nuestros comportamientos íntimos, donde es lógico y saludable que reine, sino que está hasta en la sopa. ¿Es realmente necesario fingir un orgasmo para vender una marca de chocolate? ¿Es posible que un artista venda más cuadros por recurrir a la procacidad como si estuviéramos aún en el pacato siglo XIX? ¿Se protesta más eficazmente contra las injusticias manifestándose en bolas? ¿Se es más solidario y enrollado si posa uno desnudo «por una buena causa»? Ahora todos, desde los niños hasta los viejos, quieren ser sexis, es casi una obligación, un ineluctable destino del que nadie se libra, incluidos los mayores de sesenta o setenta años, algo que, aparte de ser patético, es -y lo digo por experiencia- tremenda trabajera.
Los que llevamos a cabo la gran revolución del siglo XX, que no fue la bolchevique sino la de la píldora, pensábamos entonces que, despojando el sexo de tabúes y tontos prejuicios lograríamos, después de un primer momento de escandalera y provocación, hacer normal aquello que es lo más natural del mundo. Sin embargo, visto con la perspectiva que dan los años, me parece a mí que se nos fue la mano. Al fin y al cabo, el sexo es una parte de la vida, muy agradable, qué duda cabe, pero no la vida entera. Dicho de otro modo, una cosa es que sea lo más normal y natural del mundo y otra muy distinta que lo vampirice todo. Alguien más puritano que yo bien podría decir que con tanta sobredosis de sexo por todas partes lo único que se consigue es banalizarlo. Para mí, en cambio, el problema no es tanto que a fuerza de banalizarlo se consiga que se abarate hasta convertirlo en algo mucho más parecido a la gimnasia que al amor (aunque algo de eso hay). El problema es que si el sexo está hasta en la sopa, difícilmente estará donde más placer produce. En el lugar, por cierto, en el que más frutos ha dado hecho arte, música, poesía. A saber, en el anhelo y en la anticipación, en el deseo y en ese bendito desasosiego que consigue convertir el sexo en séptimo cielo. Nada nuevo bajo el sol. Todo esto ya lo sabían los clásicos que, después de retratar al hombre y la mujer en lo que ellos llamaban su más gloriosa desnudez, cuando se trataba de representar el amor erótico lo hacían envolviéndolo en tenue velo que cubría y desvelaba a la vez. Por lo visto ahora somos tan modernos que pensamos que lo del velo era una chuminada y que es más sexi pasearse en bolas. No se crean, a veces yo misma me he visto planteándome la disyuntiva. Pero siempre ha sido en invierno, la verdad. Con el frío uno lo ve todo con los ojos de la imaginación e idealiza muchas cosas. En verano, en cambio, para comprobar la conveniencia del velo con el que los clásicos adornaban a Eros, basta con pasearse por una playa
, basta con pasearse por una playa nudista. Vaya bodies que ve uno. Antídoto contra la lujuria, oiga.

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