La actriz Scarlett Johansson, de 29 años, acaba de rodar una película a las órdenes del director francés Luc Besson.
GENTE Y TELEVISIÓNFrancia se rinde ante Scarlett Johansson
La actriz estadounidense recibirá un César honorífico en la gala que celebrará el viernes la Academia del Cine en París
La actriz Scarlett Johansson, de 29 años, acaba de rodar una película a las órdenes del director francés Luc Besson.Si el cine francés aún mantiene el pulso es por su inteligente política de alianzas. Aplicando a rajatabla el viejo dicho de 'si no puedes con tu enemigo, únete a él', la cinematografía del país vecino ha sabido mantener el tipo gracias a una cordial 'entente' con la mayor maquinaria de la industria del entretenimiento del planeta, la estadounidense. La gala de los César, el equivalente francés a nuestros Goya, es una buena plataforma para observar hacia dónde camina el sector del séptimo arte galo. Más allá del triunfo puntual de una u otra producción, el gesto más destacado de la ceremonia que se celebrará el próximo viernes en París será la entrega de un César honorífico a la actriz estadounidense Scarlett Johansson.No será la primera vez que Francia rinda pleitesía a un actor del otro lado del charco, pues sin ir más lejos el año pasado dieron el mismo galardón a Kevin Costner. También Dustin Hoffman, Kate Winslet y Meryl Streep lucen uno en sus estanterías, lo mismo que el realizador Quentin Tarantino. La Academia del Cine francés consigue de esa forma insuflar una dosis extra de 'glamour' a su gala. La presencia de Scarlett Johansson, de 29 años, otorga a la ceremonia una proyección hacia el exterior que al cine del país vecino le viene muy bien para reivindicarse en un momento en que todas las cinematografías europeas atraviesan serias dificultades.Como anillo al dedoLa distinción también le va a sentar como anillo al dedo a Scarlett Johansson, cuya imagen ha quedado lastimada después de haber tenido que renunciar a su papel como embajadora de la organización no gubernamental Oxfam a raíz de haberse convertido en protagonista de una campaña publicitaria para una marca de refrescos israelí que tiene una de sus factorías en suelo ocupado palestino. Johansson, cuya familia materna es de origen judío, empezó a colaborar de muy joven con Oxfam y en 2007 se convirtió en una de sus embajadoras. Además de donar 100.000 euros anuales a la organización, la actriz viajó a Kenia, Sri Lanka o India para apadrinar los proyectos humanitarios que se pusieron allí en marcha.El pasado mes de enero, Johansson firmó un contrato con la empresa de refrescos Sodastream dentro de una estrategia comercial para mejorar la penetración de sus productos en EE UU. La actriz protagonizó incluso un anuncio para la final de la Super Bowl. La polémica saltó cuando se supo que Sodastream tenía una de sus plantas de producción en territorios palestinos. Oxfam hizo saber a la actriz que trabajar para ellos era «incompatible» con su presencia en las campañas publicitarias de la firma israelí, a lo que ella respondió desligándose de sus compromisos con la organización.El incidente ha pasado factura a la imagen de la actriz, que se ha significado hasta ahora por su apoyo a las políticas progresistas. Su presencia en la gala de los César coincide con su trabajo como protagonista en la película 'Lucy' que acaba de rodar con el francés Luc Besson, que se encuentra ahora en fase de producción y que se estrenará en unos meses.
lunes, 17 de febrero de 2014
EL DESAYUNO DEL LUNES, Francia se rinde ante Scarlett Johansson,./ LA CENA DEL LUNES, China se limpia a porrazos
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