lunes, 17 de febrero de 2014

EL DESAYUNO DEL LUNES, Francia se rinde ante Scarlett Johansson,./ LA CENA DEL LUNES, China se limpia a porrazos

  1. Francia se rinde ante Scarlett Johansson
    La actriz Scarlett Johansson, de 29 años, acaba de rodar una película a las órdenes del director francés Luc Besson.

    GENTE Y TELEVISIÓN

    Francia se rinde ante Scarlett Johansson

    La actriz estadounidense recibirá un César honorífico en la gala que celebrará el viernes la Academia del Cine en París


    La actriz Scarlett Johansson, de 29 años, acaba de rodar una película a las órdenes del director francés Luc Besson. 
    Si el cine francés aún mantiene el pulso es por su inteligente política de alianzas. Aplicando a rajatabla el viejo dicho de 'si no puedes con tu enemigo, únete a él', la cinematografía del país vecino ha sabido mantener el tipo gracias a una cordial 'entente' con la mayor maquinaria de la industria del entretenimiento del planeta, la estadounidense. La gala de los César, el equivalente francés a nuestros Goya, es una buena plataforma para observar hacia dónde camina el sector del séptimo arte galo. Más allá del triunfo puntual de una u otra producción, el gesto más destacado de la ceremonia que se celebrará el próximo viernes en París será la entrega de un César honorífico a la actriz estadounidense Scarlett Johansson.
    No será la primera vez que Francia rinda pleitesía a un actor del otro lado del charco, pues sin ir más lejos el año pasado dieron el mismo galardón a Kevin Costner. También Dustin Hoffman, Kate Winslet y Meryl Streep lucen uno en sus estanterías, lo mismo que el realizador Quentin Tarantino. La Academia del Cine francés consigue de esa forma insuflar una dosis extra de 'glamour' a su gala. La presencia de Scarlett Johansson, de 29 años, otorga a la ceremonia una proyección hacia el exterior que al cine del país vecino le viene muy bien para reivindicarse en un momento en que todas las cinematografías europeas atraviesan serias dificultades.
    Como anillo al dedo
    La distinción también le va a sentar como anillo al dedo a Scarlett Johansson, cuya imagen ha quedado lastimada después de haber tenido que renunciar a su papel como embajadora de la organización no gubernamental Oxfam a raíz de haberse convertido en protagonista de una campaña publicitaria para una marca de refrescos israelí que tiene una de sus factorías en suelo ocupado palestino. Johansson, cuya familia materna es de origen judío, empezó a colaborar de muy joven con Oxfam y en 2007 se convirtió en una de sus embajadoras. Además de donar 100.000 euros anuales a la organización, la actriz viajó a Kenia, Sri Lanka o India para apadrinar los proyectos humanitarios que se pusieron allí en marcha.
    El pasado mes de enero, Johansson firmó un contrato con la empresa de refrescos Sodastream dentro de una estrategia comercial para mejorar la penetración de sus productos en EE UU. La actriz protagonizó incluso un anuncio para la final de la Super Bowl. La polémica saltó cuando se supo que Sodastream tenía una de sus plantas de producción en territorios palestinos. Oxfam hizo saber a la actriz que trabajar para ellos era «incompatible» con su presencia en las campañas publicitarias de la firma israelí, a lo que ella respondió desligándose de sus compromisos con la organización.
    El incidente ha pasado factura a la imagen de la actriz, que se ha significado hasta ahora por su apoyo a las políticas progresistas. Su presencia en la gala de los César coincide con su trabajo como protagonista en la película 'Lucy' que acaba de rodar con el francés Luc Besson, que se encuentra ahora en fase de producción y que se estrenará en unos meses.

    1. China se limpia a porrazosTÍTULO: LA CENA DEL LUNES, China se limpia a porrazos,.

      SOCIEDAD

      -la cena del lunes, China se limpia a porrazos

      Dos mega operaciones tratan de descabezar las mafias de la droga y la prostitución. 10.000 agentes, 182 detenidos en un pueblo, 67 en otro, 23 toneladas decomisadas...

      Son las cuatro de la madrugada y, aparentemente, el pueblo de Boshe duerme. Poco a poco, un zumbido va colándose en las pequeñas construcciones de ladrillo gris que componen esta pintoresca localidad de la provincia china de Guangdong. Pocos minutos después se hace evidente que un par de helicópteros sobrevuelan el lugar, y alguno de sus habitantes comienza a sospechar. Pero no tiene mucho tiempo para preparar su huida, porque ya se escucha también el rugido de las fuerzas de élite. En cuestión de segundos, varias decenas de vehículos policiales rodean el pueblo y lanchas anfibias aguardan apostadas en la costa cercana. Al alba, unos 3.000 agentes enfundados en trajes de camuflaje y armados con rifles de asalto y granadas se adentran en las estrechas callejuelas reventando puertas y dando caza a quienes les plantan cara con piedras y cócteles molotov.
      Podría ser la escena de una película de acción hecha en Hollywood, pero es una escena real de la Operación Trueno, la mayor batalla antidroga que se haya librado jamás en China. Se llevó a cabo el pasado 29 de diciembre, y dejó atónito al país: 182 personas, entre ellas 14 miembros del Partido Comunista, fueron arrestadas; se confiscaron 23 toneladas de sustancias ilegales, entre ellas tres toneladas de metanfetamina 'cristal'; se descubrió que 77 edificios albergaban laboratorios caseros para la producción de estupefacientes, y que casi una cuarta parte de la población -unas 2.000 familias- vivía de su comercialización a través de 18 grupos mafiosos.
      «El pueblo había conseguido desarrollar la producción de droga en cantidades industriales y con protección local», explicaron los mandos de la Policía más adelante. Sin duda, la operación consiguió dejar al descubierto mucho más que un boyante negocio ilícito: el grave problema de la drogadicción en el país más poblado del mundo. Ahora, los detenidos se enfrentan a la pena de muerte, y Boshe sigue bajo estricta vigilancia para evitar que recaiga en sus malos hábitos.
      La necesidad de este marcaje salta a la vista: en el pueblo, conocido antaño por sus lichis, se producía en torno a un tercio de toda la metanfetamina que se consume en el país, que es, a su vez, la sustancia ilegal más en boga. Así lo demostró un estudio publicado por Naciones Unidas el pasado mes de noviembre en el que se asegura su número sólo es superado por el de heroinómanos. El 40% de las 121.000 detenciones que se practicaron en 2012 por tenencia o consumo de droga estaba relacionado con la metanfetamina.
      La ciudad del pecado
      Además de proporcionar material jugoso a las televisiones, la gran Operación Trueno dejó en evidencia que China no se anda con chiquitas a la hora de atajar problemas sociales y que, a juzgar por los mensajes en las redes sociales, sus ciudadanos aplauden este tipo de operaciones. «Boshe es solo la punta del iceberg. Habrá más redadas, y no solo para descabezar mafias que comercian con droga», avanzó el jefe de Policía de la provincia, Qiu Wei. Sus palabras se confirmaron, el pasado domingo 9, no muy lejos de Boshe, en el núcleo fabril de Dongguan, apodado 'la ciudad del pecado'.
      Allí, un nuevo dispositivo policial de película, compuesto por 6.500 agentes de policía, sirvió para atajar la proliferación de la prostitución. Fue la contundente respuesta que los dirigentes dieron a la emisión el día anterior de un programa con cámara oculta producido por la televisión estatal CCTV, en el que se detallaban las prácticas de hoteles y de otros establecimientos de ocio en los que mujeres venidas de todo el país proporcionan 'servicios especiales'.
      En las imágenes, los periodistas encubiertos mostraban cómo los empresarios ofrecen a las mujeres que se contonean detrás de un cristal. «Las 50 habitaciones del piso superior están siempre todas ocupadas», asegura orgulloso uno en la grabación. Así se entiende que la operación vaya a suponer unas pérdidas de 6.300 millones de euros.
      Pero en este caso, la detención de 67 personas -entre ellas el propio jefe de la policía de Dongguan- y la clausura de 12 negocios parece que no va a causar el mismo efecto que en Boshe. Al contrario, lo que ha conseguido es encender el debate sobre la necesidad de legalizar la prostitución y proteger a las mujeres que aparecen en las fotografías difundidas tratando de cubrirse el rostro. «El problema no está en quienes ejercen la prostitución, sino en quienes las explotan. Los clientes irán a buscar sexo a otra parte. Así que, por qué no legalizar la profesión más antigua del mundo», se preguntaba ayer un internauta. «¿Hasta cuándo va el Gobierno a tratar de corregir la sociedad a porrazos?», añadía otro.
      Drogadicción: China estima que dos millones de sus habitantes son drogadictos, aunque diferentes estimaciones elevan la cifra hasta los 17 millones. La heroína es el estupefaciente que más estragos causa en la población china, pero la metanfetamina es la que gana mayor popularidad. Su uso entre los drogadictos ha crecido del 9% en 2008 al 29% el año pasado
      Prostitución: Se estima que entre cinco y diez millones de mujeres en China alquilan su cuerpo. No obstante, su trabajo es ilegal y tanto ellas como sus clientes pueden ser condenados a dos semanas en el calabozo y una multa de más de 600 euros. La población, sin embargo, comienza a demandar su despenalización y la lucha contra las mafias que explotan a las mujeres.

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