lunes, 10 de febrero de 2020

Un país en la mochila - La educación inclusiva , . / AQUI HAY TRABAJO - Los centros comerciales abiertos ya no son visibles en Badajoz,.

 TITULO: Un país en la mochila - La educación inclusiva,.

La educación inclusiva,.

La educación inclusiva aporta más a la persona sin discapacidad que a quienes la tienen», foto,.

Resultat d'imatges per a "a la manera inclusiva"Marta Medina tiene algunas cosas claras. Es necesaria más formación docente sobre inclusión para que el profesorado le pierda el miedo a la inclusión. También falta decisión política para abordar la escuela inclusiva.


Doctora en Pedagogía por la Universidad de Jaén, Marta Medina acaba de ver reconocido su trabajo “La educación inclusiva como mecanismo de garantía de igualdad de oportunidades y no discriminación de las personas con discapacidad. Una propuesta de estrategias pedagógicas inclusivas” con el VI Premio CERMI Derechos Humanos y Discapacidad. A sus investigaciones, esta doctora añade el trabajo diario “en el tránsito de estudiantes con discapacidad desde el Bachillerato o la FP hasta la universidad”, donde, asegura, hay “un gran vacío” en este momento. Medina cree que la sociedad española mejora en su aproximación a la diversidad y la inclusión, pero que aún falta camino por recorrer, en lo social y también específicamente en lo educativo, especialmente en la formación de los maestros.
¿Qué es para usted la educación inclusiva?
Para mí es el derecho a la educación de todas las personas. Va más allá de un derecho, es un proceso pedagógico y ético. Una persona que se dedica al mundo educativo está de algún modo obligado a creer en la educación inclusiva, porque no se educa para unos pocos, se educa para todos. El objetivo de la educación inclusiva es generar una estructura social justa, y esto significa ofrecer a todas las personas, con sus necesidades y características, un tratamiento educativo equitativo.
¿Cuáles son los principales problemas que existen a la hora de hacer efectiva la inclusión educativa?
Los principales problemas que he rescatado: la LOMCE en sí misma constituye un obstáculo para conseguir la educación inclusiva, porque se promulga sin contemplar las medidas que contempla la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de la ONU, de 2006, y de obligado cumplimiento. El contenido de la ley no se ajusta e, incluso, va en contra a veces, no garantiza el derecho a la educación inclusiva. La ley habla de “mejora” de la calidad educativa, pero habla de resultados, categorización, medir.
Otro de los problemas es una especie de incoherencia entre las medidas para atender a la diversidad y lo que supone la inclusión. Por ejemplo, la evaluación psicopedagógica está desnaturalizada. Tuvo una razón de ser muy buena y loable -garantizar la equidad-, pero luego dista mucho de eso.
La escolarización: tener dos sistemas paralelos (centro ordinario y especial) contraviene también la convención.
Podríamos hablar también de la escasa formación del profesorado. Muchas veces el desconocimiento o desinformación hace que tengan prejuicios sobre las personas con discapacidad en torno al modelo de inclusión y hay que dar herramientas al docente.
Falta una definición que establezca una línea de actuación clara sobre qué es la educación inclusiva. Existe mucha literatura, autores que van por una línea, otros por otra, hay una amalgama de definiciones, teorías, supuestos, hay quien habla de que ni siquiera haya que definirla y eso hace que llevemos a la prácticas actuaciones erróneas o contradictorias a la educación inclusiva. También creo que a la Pedagogía le falta Derecho, conocer la norma, hasta qué punto estamos obligados; estamos vulnerando derechos. A la Pedagogía le falta conocer más del Derecho y al Derecho más de la Pedagogía a la hora de legislar. Creemos que es importante más unión entre ambas ramas.
Si su trabajo es con jóvenes con discapacidad en el tránsito a la Universidad, no debe trabajar con muchos jóvenes. Ahí justo (o incluso antes, en el Bachillerato) es donde está el cuello de botella educativa de este sector.
Son pocos. La criba está sobre todo en la ESO. Intentamos rescatar a esos pocos que llegan a Bachillerato y acompañarlos a la universidad. Trabajamos desde la información y los recursos que tiene la Universidad hasta eliminar miedos sobre una institución tan elevada, porque muchos jóvenes piensan que si el instituto ha sido complicado, la universidad será más. Es cierto que trabajamos con pocos, pero también es cierto que a esos pocos los animamos, les damos la información y el apoyo para que lleguen a la universidad. Cada año son más, afortunadamente. La mayoría de los estudiantes con discapacidad en Bachillerato deciden continuar su formación académica en la universidad a distancia, porque piensan que la universidad presencial no va a tener los apoyos y recursos que necesitan.
“Piensan que no tienen apoyos”. ¿Los tienen, realmente?
Es un prejuicio. Si piensan que pelear por más tiempo en un examen en el instituto es complicado, ¿quién le garantiza que les hagan las adaptaciones en la universidad? Es un prejuicio, porque la universidad cada vez más se configura como un entorno educativo inclusivo, se están poniendo las pilas para atender a la diversidad. Eso hacemos en este programa que coordino, explicarles que la universidad garantiza los apoyos y les va a dar las medidas acorde a sus necesidades, aunque aún queda mucho que hacer.
Dice un estudio suyo que la mitad de los profesores (50%) se muestra “indiferente” ante la atención a la diversidad y que uno de cada seis (16%) está en desacuerdo. Parece complicado incluir con estos mimbres.
Es real, pero creo que ocurre porque el profesorado está desboradado con la formación, con los cursos. Aprender sobre inclusión es añadir más cosas, quitarles más tiempo. Creo que lo que hay que hacer es darle herramientas al profesorado y hacerle ver que no es tan difícil, que es sencillo y que es poner en práctica una pedagogía para todos. No es un trabajo que vas a rentabilizar con unos pocos, le viene bien a todos. Hay que hacerle llegar al profesorado que la inclusión es un plus a su formación y que le va a venir bien. Ahí cambiaría esa imagen de indiferencia. Presentarles el contenido de forma atractiva es clave, que vean la utilidad, lo práctico. Y argumentar con las leyes, es un derecho reconocido en la legislación, en la Convención. Hay que ponerla en marcha, creamos o no hay que trabajar en esta línea. Más allá de cualquier cosa es un imperativo legal.
Pero si el que tiene que hacer algo no cree en ello…
Es complicado, uno de las grandes problemas es la actitud del profesorado. Pero con cariño, presentando las cosas de forma sencilla, sin imponer o desboradar. Hay que hacerles ver que estamos obligados por la normativa, igual que están obligados a otras cosas.
Formación del profesorado. Dice que “llama la atención el desconocimiento y confusión en materia de discapacidad”. Suena como un problema grande.
Desconozco un poco en las enseñanzas medias si las administraciones ofrecen planes para trabajar. Creo que se propone formación relacionada con metodologías que va relacionada con la inclusión. En la universidad, cada vez más, el profesorado está más interesado en formarse en estos temas, quieren saber cómo atender a la diversidad, cómo atender a un chico con asperger o la accesibilidad de un chico con poca visión. En la universidad cada vez más se demanda la formación en atención a la diversidad.
Habría que darle una vuelta a los planes de formación inicial, renovar algunos conceptos. Falta. En la formación inicial sería fundamental incidir en estos temas, creo que existen algunas carencias, sobre todo cuando hablamos de los másteres de formación secundaria; hay que enseñarle al especialista en biología o matemáticas, hay que darle las herramientas para que sepan trabajar en un grupo de clase diverso y atender a cada estudiante. La formación debe ir desde la inicial a la continua y la permanente. Aún es poco lo que se está trabajando en esta materia. Hay una iniciativa de la CRUE y Fundación ONCE para implantar en los grados temas de discapacidad, diseño curricular para todas las personas. Trabajan para que en todos los grados hablen de discapacidad y un arquitecto o un farmacéutico sepa trabajar en esto.
En los últimos meses han salido varias sentencias condenando a las administraciones por derivar a alumnos con necesidades educativas especiales a centros de educación especial… ¿Está cambiando algo?
Creo que las personas con discapacidad y sus familias, el movimiento social alrededor, ha cambiado mucho, y eso hace que la gente cada vez más reivindique sus derechos. No sé si ahora ocurre más que antes, pero sí es cierto que ahora se habla de ello porque el movimiento asociativo cada vez es más beligerante y lucha más por ver reconocidos sus derechos. Creo que se ayuda mucho haciendo público este tipo de sentencias, ayuda mucho a conseguir el modelo de educación inclusiva.
¿Está la sociedad preparada para la inclusión?
Creo que por eso hay que trabajar desde la base, desde la educación. Es la pescadilla que muerde la cola. Para que la sociedad está preparada necesitamos formar personas que normalicen, que entiendan la diferencia, la diversidad, y las necesidades de las personas como una riqueza, como lo normal que es. Ese es el objetivo de la educación, ahí hay que poner el punto de mira. Estamos obligados a conseguir sociedades más justas. El desconocimiento hace que las personas tengan prejuicios y crean que un chico, por ejemplo, con asperger, ralentiza el crecimiento de sus hijos. Para que la sociedad esté preparada tienen que estar en la misma aula. Quizá ahora mismo la sociedad no esté preparada, pero por eso hay que preparar a las sociedades futuras, para conseguir un modelo social de derechos humanos.
¿Se cumple en España la Convención Internacional sobre los derechos de personas con discapacidad?
Se debería cumplir más. A pesar de que forma parte del ordenamiento jurídico español, todavía queda un poco.
¿A qué lo achaca?
Creo que es una cuestión de desconocimiento. También es verdad que somos un país que legisla mucho y si a las órdenes, decretos, reales decretos, le sumamos una norma internacional como la Convención, queda para lo último. Aunque sea un texto de cabecera para las personas con discapacidad o que trabajan con personas con discapacidad. Cualquiera que trabaje con chicos con discapacidad debería conocer la Convención. También por lo que traslada, habla de un modelo social, deja caer una concepción de las personas con discapacidad que deja muy atrás el modelo de asistencialismo, es un texto muy interesante de leer para quienes trabajamos con personas con discapacidad.
Las aulas específicas dentro de centros ordinarios, ¿son inclusión u otra forma de exclusión?
Es un camino hacia la inclusión. Me resulta insuficiente. Es un gran paso, pero desearía que se diese un paso más.
¿Y los centros de educación especial?
Eso me parece un retroceso. Esos centros deben utilizarse como centros de recursos. Los profesionales que allí trabajan saben mucho de atención a personas con discapacidad, pero creo que los chicos con y sin discapacidad tienen derecho a educarse y convivir en un entorno único. Si no conviven, si el chico sin discapacidad no sabe que existen chicos con otras necesidades, estamos muy lejos de conseguir el modelo social al que aspiramos. La educación tiene un papel importantísimo en conseguir este modelo. Esa es la magia de la educación inclusiva, aporta más a los chicos sin discapacidad que a los que la tienen. Si conviven con la diferencia no van a tener prejuicios, no les va a parecer raro ver a alguien en silla de ruedas, no van a tener problemas en contratar a alguien ciego. La campaña de la Fundación ONCE “No seas mi límite” deja claro ese mensaje. La inclusión hace que no tengamos prejuicios. Los centros de educación especial no ayudan a los chicos con discapacidad, pero menos aún a construir una sociedad justa. Eso solo se va a conseguir desde la educación como agente principal de socialización, con lo que los chicos tienen que estar juntos.
¿Es posible la inclusión real en España con los medios que hay?
La educación inclusiva no necesita de más medios. Es ordenar lo que hay. Tenemos personal muy cualificado, tenemos el movimiento asociativo, el CERMI como comité representante con un equipo de personas muy formada que puede asesorar, están los centros de educación especial con recursos. Hay que organizarlo y tener voluntad política.
¿No hay?
Sería necesaria voluntad política. Con los medios que tenemos sí podríamos implementar un modelo de educación inclusivo. Más sería mejor, siempre. Pero con lo que tenemos podríamos implementarlo. Hace falta quererlo.

TITULO:   AQUI HAY TRABAJO - Los centros comerciales abiertos ya no son visibles en Badajoz,.

 

Los centros comerciales abiertos ya no son visibles en Badajoz,.

San Roque. Panel informativo del centro comercial abierto que ha sido vallado por la policía por riesgo. :: PAKOPÍ/
fotos / San Roque. Panel informativo del centro comercial abierto que ha sido vallado por la policía por riesgo.

Hace 15 años, la Junta y el Ayuntamiento invirtieron 1,7 millones de euros en tres zonas de la ciudad, pero las infraestructuras ya no funcionan,.


Menacho tiene microclima, pero hace siete años que no funciona, tampoco sus pantallas de información. San Roque cuenta con planos que señalan dónde están sus tiendas, pero los carteles están rotos o se han borrado. El Casco Antiguo llegó a contar con un sistema para perfumar sus calles y atraer clientes, pero ya no queda olor. Hace 15 años que se creó la figura de los centros comerciales abiertos. En Badajoz la Junta de Extremadura y el Ayuntamiento invirtieron 1,7 millones de euros en tres zonas para impulsar un proyecto común entre sus tiendas, pero los centros comerciales abiertos están perdiendo sus últimos símbolos.

La Avenida de Don Benito, el centro comercial abierto que funciona,.

Hay un centro comercial abierto que estas Navidades estaba a reventar, es el de Don Benito. Frente a los problemas que han sufrido los tres de Badajoz, el de esta localidad es un ejemplo de éxito. En estos años no solo ha aprovechado la inversión, sino que la zona ha logrado otras inversiones, como una remodelación completa de las calles.
Según informa Estrella Domeque, la zona comercial conocida como La Avenida ha logrado consolidarse con una mezcla de tiendas franquicias y comercios originales. En los últimos años la apertura de nuevas franquicias ha logrado, de hecho, que la zona comercial se alargue.
Las calles de este centro comercial abierto cuentan con una imagen común y comparten el mismo firme, iluminación, cartelería, etc. Atraen a los vecinos de Don Benito y de otras localidades cercanas.
En 2005 se creó la figura de los centros comerciales abiertos en Extremadura. Durante los siguientes tres años se aprobaron ocho en la región, tres de ellos en Badajoz. En 2020 la situación comercial de las tres zonas es desigual, Menacho y San Roque resisten, mientras que el Casco Antiguo sigue perdiendo comercios. El balance, en muchos casos, no tiene nada que ver con ser centro comercial abierto. La crisis económica y la apertura de El Faro ha afectado mucho más. Sin embargo, los empresarios coinciden en que una continuidad en este proyecto, con más inversiones, sí podría marcar la diferencia.
Quince años después, Menacho, San Roque y el Casco Antiguo mantienen el título de centros comerciales abiertos, pero han perdido las infraestructuras que montaron con las subvenciones y su éxito o fracaso nada tiene que ver con un proyecto que debía salvarles.
En la calle San Juan acaban de cerrar dos tiendas y solo quedan cuatro comercios
La calle comercial por excelencia es Menacho y por eso fue el primer centro comercial abierto de Badajoz. En 2007 los peatones se sorprendieron al pasear por sus tiendas en verano y ser refrescados por 1.050 nebulizadores que saltaban cuando la temperatura superaba los 35 grados. El microclima costó 150.000 euros. Fue la partida más cara de los 660.000 que se invirtieron en la zona (450.000 de la Junta, 150.000 del Ayuntamiento y 60.000 de los propios empresarios).
Cámara cuentapersonas en la calle San Juan:: PAKOPÍ
Cámara cuentapersonas en la calle San Juan,.
Además del sistema para bajar la temperatura, se instalaron las portadas en forma de 'M', pantallas de 42 pulgadas para informar a los clientes, wifi y cámaras cuentapersonas. En principio fue un éxito, el centro comercial se amplió a las calles adyacentes y se anunció que el microclima cubriría también Juan Carlos I y Santo Domingo. La crisis cortó estos planes.
El microclima funcionó cinco años. En el verano de 2013 los empresarios de Menacho anunciaron que no lo pondrían en marcha el sistema. Necesitaban 6.000 euros para realizar labores de mantenimiento y no los tenían. Pidieron ayuda a las instituciones, pero los aspersores no han vuelto a funcionar. La cartelería está deteriorada, lo mismo que las portadas y las pantallas no funcionan desde hace años.
Cartel en una de las únicas cuatro tiendas abietas en San Juan.: PAKOPÍ
Cartel en una de las únicas cuatro tiendas abietas en San Juan.
Por contra, en este tiempo, Menacho ha recibido otras inversiones que sí han beneficiado a la calle. La principal, la plataforma única. El Ayuntamiento también impulsa actividades los domingos para atraer clientes.
Félix Retamar, presidente de la Asociación de Comerciantes de Menacho, señala que la crisis cortó las subvenciones y también provocó que perdiesen socios y cuotas, por lo que no pudieron asumir el mantenimiento. «Teníamos que aguantar con nuestros recursos, subsistiendo», añade.
«La crisis cortó las subvenciones y perdimos socios. No pudimos pagar el mantenimiento» félix retamar, empresarios de Menacho
«Mi prioridad es renovar la cartelería y ampliar el centro comercial a toda la avenida Ricardo Carapeto» alberto caballero, empresario de san roque
«Cuando se hizo, estuvo bien, pero no tuvo mantenimiento y 15 años después, no existe» empresarios casco antiguo
En San Roque, el centro comercial abierto abrió solo unos meses después del de Menacho. Contó con 661.845 euros de ayuda. La mayor parte de la inversión fue para un entoldado común en las tiendas, que ya no todas comparten. También se instalaron pantallas informativas, que desaparecieron y paneles informativos con planos de la zona anunciando la ubicación de los comercios. Un recurso similar al que puede verse en cualquier centro comercial. En la actualidad solo quedan siete de esos carteles y están oxidados, borrados o desactualizados. En del cruce de Ricardo Carapeto con la calle Cáceres, además, uno de ellos ha perdido sus paneles y hay vallas de la Policía Local para impedir que los peatones se accidenten.
Alberto Caballero, un pacense de 40 años con una empresa de informática, acaba de ponerse al frente de la Asociación de Empresarios de San Roque. «Estoy preocupado por el mal estado de los carteles. Para nosotros es una prioridad arreglarlo y ya estamos en contacto con las instituciones para renovarlo».
Pantalla informativa que no funciona desde hace años en la entrada de la calle Menacho:: PAKOPÍ
Pantalla informativa que no funciona desde hace años en la entrada de la calle Menacho,.
A pesar del balance tras 15 años, Caballero cree que la figura del centro comercial abierto hace falta en su barrio y apuesta por un diseño más moderno y una imagen unificada. Además quiere que se extienda, ya que hace 15 años solo lo concedieron a Ricardo Carapeto desde el puente hasta la calle Bilbao. «Debe ser hasta el final de la avenida, porque hay muchos comercios, incluso al final», reclama el portavoz de los empresarios, que cree que ampliar el proyecto podría servir para que urbanicen el final de la avenida, otra prioridad para ellos. «Es la principal avenida del barrio y una entrada importante a Badajoz. Debe tener otra imagen», reclama Caballero.
El Casco Antiguo fue el tercer barrio en lograr el título y es la zona en peor situación comercial en la actualidad. Recibieron 375.000 euros. La mayor inversión fueron los toldos de la calle San Juan, que fueron muy criticados, ya que es una calle que apenas recibe sol debido a que es estrecha. Algunos de los 558 rombos se rompieron y fueron renovados por el Ayuntamiento.
También se instalaron carteles y banderolas para señalar la zona e identificar los comercios adheridos. En la actualidad apenas quedan. Así mismo se colocaron cámaras cuentapersonas que no se usan y un sistema de iluminación y de ambientación, para perfumar las calles. Hoy en día tampoco está operativo.
«Cuando se hizo, estuvo muy bien, pero el problema es que no tuvo mantenimiento y 15 años después, no existe», concluye Emilio Vahí, presidente de la Asociación de Empresarios y Comerciantes del Casco Antiguo. Vahí pide apoyo para recuperar la cartelería y las papeleras que se instalaron en la zona.
El mayor problema en el Casco Antiguo, sin embargo, es la pérdida de comercios. En la calle San Juan solo quedan cuatro comercios y hay una decena de locales cerrados. Los dos últimos son los de las tiendas Arigato y Arte Palé. Ambas tiendas formaban parte de la iniciativa 'Soledad Bohemia', el último intento por rescatar en comercio en la zona. Sin embargo, de las nueve tiendas subvencionadas por el Ayuntamiento y la Junta, solo una queda abierta.
A raíz de esta decadencia se ha creado una nueva asociación formada solo por comerciantes, para diferenciar sus necesidades de las de la hostelería, que es mayoritaria en la zona. El portavoz es Mario Montoya que cree que el centro comercial abierto sería útil, pero que hace falta mucha voluntad política. Respecto a los proyectos como Soledad Bohemia, señala que el problema es que estaba mal planteado.

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