TITULO: REVISTA FARMACIA - El SES se ve obligado a suspender las operaciones de tarde en el hospital de Plasencia,.
El SES se ve obligado a suspender las operaciones de tarde en el hospital de Plasencia,.
Explica que los ocho anestesistas que hay en la plantilla del centro han decidido no trabajar por la tarde para prepararse las próximas oposiciones.
Recuerda al respecto que la ampliación de jornada, por tanto la posibilidad de que los especialistas trabajen más allá de su horario de mañana, «tiene carácter voluntario». Y ha ocurrido que en este mes «los anestesistas nos han comunicado que no iban a realizar la ampliación de jornada para poder preparar adecuadamente las oposiciones de esa especialidad que tendrán lugar en el mes de abril», detalla el SES. Es el motivo por el que al no disponer de anestesistas en el hospital placentino que quieran trabajar en horario de tarde, la Gerencia ha tenido que suspender de forma temporal las intervenciones quirúrgicas que se venían realizando por las tardes.
«La plantilla orgánica de anestesistas en el hospital es de 12 plazas, de las cuales dos están vacantes, una en excedencia y una de baja por paternidad, por lo que la plantilla operativa en el momento actual es de ocho facultativos». Y han sido los ocho los que, siempre según la información facilitada por el SES, han renunciado este mes a continuar con la ampliación de jornada.
Desde la Consejería de Sanidad se asegura que la Gerencia del Área de Salud de Plasencia «continúa realizando una búsqueda activa de anestesistas para ocupar las vacantes, pero sin resultados por el momento debido al ya conocido déficit de profesionales de esta especialidad». Por lo que, al menos por el momento, no se incrementarán las operaciones quirúrgicas en el centro placentino. Puesto que ni las vacantes están cubiertas ni hay especialistas que vayan a trabajar en horario de tarde, motivo por el que no será posible tampoco reducir la abultada lista de espera que tiene el área ni rebajar los tiempos de espera en la misma. Cabe recordar que, con 201 días de media, son los mayores de toda la región.
Una situación, no obstante, que si no es antes, quizás se resuelva a partir del próximo abril, una vez termine la oposición convocada por el SES para cubrir de forma urgente 78 plazas de especialistas, de las que 40 son para la especialidad de Anestesiología y Reanimación, 31 de Cirugía Ortopédica y Traumatológica, y siete de Urología.
TITULO: CAFE, COPA Y Nueva sesión del club de lectura en Cáceres ,.
Nueva sesión del club de lectura en Cáceres,.
Plaza de la Concepción,.
TITULO: Víctimas del misterio - 26 años de fuga y diez de cárcel,.
26 años de fuga y diez de cárcel,.
Juliá, coautor de la matanza de Atocha, pone fin a la huida que emprendió en 1994 y deja a Lerdo de Tejada como único prófugo,.
Aquel 24 de enero de 1977 habían quedado en la cafetería Nilo de la calle San Bernardino. Poco después de las 22:30 horas, García Juliá, con chubasquero azul y la capucha puesta, y el cabecilla del comando, José Fernández Cerrá, con trenca verde, entraron arma en mano en el bufete de la calle Atocha, vinculado a CC OO y a un PCE todavía ilegal. Lerdo de Tejada se quedó fuera para vigilar. «Esas manitas bien arriba», gritó Cerdá. Preguntaron por un líder sindical, Joaquín Navarro, que no estaba. Dispararon y mataron a tres abogados, un estudiante de Derecho y a un empleado. Otros cuatro letrados quedaron heridos graves.
El cabecilla del crimen vive jubilado en Alicante, donde se casó y creó dos empresas al salir libre
Durante mes y medio, los integrantes de
aquel comando Hugo Sosa de la Alianza Anticomunista de España vivieron
en Madrid sin preocupaciones. Pero la presión de la calle, los medios de
comunicación y de una inexperta oposición hizo mella en unas fuerzas de
seguridad franquistas hasta la médula. El 12 de marzo fueron detenidos y
entraron en prisión. Pero Lerdo de Tejada, recluido en la cárcel de
Ciudad Real, se escapó con un extraño permiso de Semana Santa concedido
por el juez en abril de 1979 sin conocimiento del fiscal ni de la
acusación particular de las víctimas. Fueron juzgados en la Audiencia
Nacional, y Cerdá y Juliá, con camisa azul durante el proceso,
resultaron condenados a 193 años de prisión cada uno como autores
materiales.La naviera de Paraguay
En 1994, con solo 14 años cumplidos, García Juliá recibe otro extraño permiso del juez para trabajar en una naviera en Paraguay con la obligación de presentarse cada cierto tiempo ante la embajada. Como era de esperar, desapareció. Paraguay era todavía, solo habían pasado cinco años del derrocamiento del dictador Alfredo Stroessner, un paraíso de fascistas y ultraderechistas de todo pelaje y nacionalidad. La Policía española perdió enseguida la pista del prófugo hasta que apareció dos años después en la cárcel de Palmasola, de la localidad boliviana de Santa Cruz, encerrado por tráfico de drogas.Cambio de nombre
Las peticiones de extradición se congelan hasta que cumpla la pena, pero aprovecha otro sorprendente permiso en 1999 para desaparecer de nuevo. Recorre varios países, Argentina, Chile, Venezuela, hasta que fija su residencia en Brasil. Solo que ahora se llamaba Genaro Antonio Materán Flores, natural de Dolores, estado de Barinas en Venezuela. Desempeña varios trabajos de perfil discreto, el último, conductor de Uber. Un cotejo de huellas permitió comprobar en diciembre de 2018 que las suyas coincidían con las de una orden de busca y captura contra Juliá. Detenido, intentó eludir la extradición en un largo proceso legal de 13 meses. El viernes llegó a Barajas 43 años después de la matanza y tras 26 de huida permanente. Tiene por delante los más de 3.800 días de prisión que le faltan, más de una década. Su causa no ha prescrito, aunque su defensa intentará demostrar lo contrario, y está viva porque violó en 1994 una libertad condicional, delito que no prescribe hasta los 30 años.En la cárcel, ingresó en la de Soto del Real, cerca de Madrid, no encontrará a su colega Cerdá, que quedó en libertad en 1992, con 15 años de los 30 de cumplimiento efectivo de la pena de 193. En el penal cántabro de El Dueso se quejó de que «los camaradas» de Fuerza Nueva y de la Falange le habían dejado tirado. Una vez libre, se fue a vivir a Alicante, se casó, tuvo una hija y empezó a trabajar en un negocio de gasolineras de su familia política. También creó dos empresas propias, una de reformas y otra de importación y exportación. Ahora está jubilado.
Del que no se sabe nada es de Lerdo de Tejada. Prófugo de la justicia desde 1979, cuando se escapó para evitar el banquillo de los acusados por la matanza de Atocha. «Se lo tragó la tierra. No sé nada de él», aseguró uno de sus hermanos hace tres años al diario 'El País'. Pero parece que ha merodeado la residencia familiar en la localidad toledana de El Toboso, de donde son los Lerdo de Tejada. «Vive fuera, no sé dónde. No se casó y ha engordado», relató una asistenta de aquella casa ya jubilada.
Durante mucho tiempo se especuló con que se había refugiado en Paraguay, pero no se le ha vuelto a ver. No figura en los archivos policiales de entradas a España ni ha renovado el DNI. Pero no tiene ningún obstáculo para regresar. La última orden de busca y captura dictada por la Audiencia Nacional venció en 2015.
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