TITULO: Cena con mamá - Juan Vicente Peral . , Viernes -15- Mayo ,.
Viernes -15- Mayo a las 22:00 en La 1, foto,.
Juan Vicente Peral,.
Capear el hambre en tiempos de pandemia,.
La semana de Juan Vicente Peral,.
El presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos revive los momentos más duros de recesión de 2008. «Ahora hay un tsunami de solidaridad, pero me preocupa que el suflé baje»,.
Lunes
10.00 horas. Tengo 82 años, de modo que estoy en la edad de riesgo en caso de infectarme por el coronavirus. Mi mujer me recuerda constantemente que no debo salir a la calle. Si por mí fuera, lo haría con más frecuencia; yo soy más valiente y mi mujer más sensata. Con todo, una vez a la semana voy al supermercado a hacer la compra. Antes del Covid-19 iba un par de días a la semana al Banco de Alimentos de Alicante, del que soy director, y además viajaba dos o cuatro veces a Madrid para tratar asuntos relacionados con la federación. Todas esas visitas las he tenido que cancelar.18.00 horas. Para trabajar recurro al teléfono y el ordenador. Una parte importante de la jornada la invierto en contactar con proveedores para captar alimentos y con entidades benéficas, que son las que se encargan del reparto. El coronavirus ha traído una crisis económica que ha dejado a la intemperie a personas que vivían de la economía sumergida, trabajadores con contratos temporales a los que no se les ha renovado el contrato, gente sometida a los ERTE y que sufren el retraso de al menos dos meses en el cobro del paro...
Martes
8.00 horas. He dormido discretamente. Antes de irme a la cama, intento desconectar pero no siempre es fácil.13.00 horas. Sigo hablando con empresas para que hagan donaciones económicas o en especie. Ahora hay un tsunami de generosidad, pero me preocupa que el suflé baje en verano. El cierre de la hostelería y la restauración durante abril y mayo ha hecho que los proveedores de ese gremio hayan sacado toda la materia prima que tenían en 'stock' y la hayan entregado en buena parte a bancos de alimentos. Nuestro aprovisionamiento es ahora impresionante, especialmente de productos no perecederos, pero lógicamente habrá un fin. El problema es que conforme pasen las semanas se pierda el impulso en cuestión de donaciones. Si antes de la pandemia repartíamos 144 millones de kilos, ahora estaremos en los 200 millones, ya que la demanda ha crecido entre un 30 y un 40%.
Miércoles
11.30 horas. Estamos desbordados. Atendemos a 1.500.000 personas, prácticamente las mismas que en 2013, en uno de los peores momentos de la crisis precedente. Aun así, calculo que hemos recibido entre tres y cuatro millones de euros entre donaciones de alimentos y aportaciones económicas. Una vez que pase este pánico escénico, pienso que la recuperación será más rápida que en la anterior recesión. Sin embargo, la salida supondrá un serio endeudamiento del Estado.14.30 horas. Con el confinamiento han terminado las comidas en familia. Es una de las cosas que más echamos en falta mi mujer y yo. Eso y salir al campo o abrazar a los nietos. Tengo tres, de 19, 14 y 12 años. Con ellos y mis hijos hablo por teléfono con frecuencia.
19.00 horas. Soy poco televisivo, a lo sumo veo el telediario de la noche y alguna película que emitan y me apetezca ver. Para entretenerme echo mano de la tableta y veo en Youtube documentales históricos, que son los que más me interesan.
Jueves
8.30 horas. Soy bastante frugal. A cierta edad, uno solo debe ingerir lo que puede gastar. Desayuno tostadas con mantequilla y café con leche. Si hay dos platos en el menú, uno se suele quedar fuera. En los hogares se despilfarra el 40% de la comida que se produce, casi siempre por descuidos en el almacenamiento.17.00 horas. Dedico menos tiempo del que quisiera a la lectura. Me gusta revisar la obra teatral que escribió mi hermano José Antonio, quien ganó el Premio Carlos Arniches en 1972. Me da bastante satisfacción releer al maestro Shakespeare.
23.00 horas. Me voy a la cama temprano. Para espantar las preocupaciones no tengo que hacer muchas cosas. Mi padre, cuando veía a alguien un poco neura decía: «A este le falta de faena». Yo tengo tanta que no me da tiempo de caer. Veo mucha inquietud, gente que no sabe qué hacer. Hay que templar gaitas. Es el momento oportuno para alcanzar un equilibrio, lo cual exige aplicar casi la psicología.
Viernes
12.30 horas. El sábado por la mañana iré de compras. Le pediré a mi mujer que me haga la lista, luego me pasaré por la farmacia y haré algún que otro recado.18.00 horas. Por la tarde me dedico sobre todo a la administración del Banco de Alimentos de Alicante. Por la tarde estoy ocupado hablando con proveedores y asociaciones benéficas que distribuyan lo que recogemos. Cuando las aguas se remansen pediremos leche desnatada y alimentos más saludables.
20.00 horas. Siempre me hago la misma pregunta: ¿cuándo acabará esto? Quiero creer que en julio y agosto notaremos un respiro, salvo que tengamos un sorpresón por culpa del dichoso virus y se produzcan rebrotes. Seguimos adelante gracias a nuestros 3.300 voluntarios. Pasamos apuros porque la red dispone de personas que trabajan altruistamente, pero algunas de ellas son de edad avanzada y tenían miedo del contagio. Así que las organizaciones funcionaban a medio gas porque los mayores se recluyeron en sus casas. En abril recuperamos el 100% de nuestra actividad porque antes acudimos a ayuntamientos, Protección Civil y otras instituciones.
TITULO: Imprescindibles' estrena en La 2 - Fallece Julio Anguita, adiós al Califa Rojo . Domingo -17- Mayo ,.
Domingo -17- mayo a las 21:30 horas en La 2, fotos,.
Fallece Julio Anguita, adiós al Califa Rojo,.
El histórico dirigente de IU y ex alcalde de Córdoba ha muerto a los 78 años de un ataque al corazón. Una operación coronaria le apartó de la primera línea de la política en vísperas de las elecciones de 2000,.
Julio Anguita (Fuengirola, 1941) fue estricto maestro, alcalde de Córdoba entre 1979 y 1986, coordinador general de Izquierda Unida entre 1989 y 2000, secretario general del Partido Comunista de España por esos mismos años, el Califa Rojo y el último gran líder carismático de la izquierda radical española, siempre respetado a diestra y siniestra. Aunque a veces sus posiciones fueran controvertidas y generaran conflicto dentro y fuera de su formación. Fue el político enemigo de politiquerías y el del «programa, programa, programa». La sonrisa se dibuja en muchas caras cuando se articula esta palabra por triplicado. En la suya, en los últimos años, también, ya jubilado, en su casa de Córdoba y con pensión de maestro, no del exparlamentario que fue durante más de una década en el Congreso de los Diputados. Una sonrisa en ese rostro adusto, reflejo de un carácter que él mismo calificaba de «seco» y de «cortante». Pero que a veces también podía ser amable.Julio Anguita ha muerto con 78 años de un ataque al corazón y después de una semana en la UCI, tras haberse visto aquejado por otros dos, en 1993 y 1998, y después de sufrir una operación coronaria que fue lo que le apartó de la primera línea de la política en diciembre de 1999, en vísperas de las elecciones de 2000.
Ante esos comicios, su sucesor coyuntural al frente de la candidatura de Izquierda Unida a la presidencia del Gobierno y quien lo había sido un año antes en la secretaría general del PCE, Francisco Frutos, firmó un pacto preelectoral con el Partido Socialista de Joaquín Almunia para gobernar juntos si así lo permitía la aritmética salida de las urnas. Pudo ser una fulminante enmienda a la totalidad de la estrategia de Anguita de las dos orillas (en una de ellas, se encontrarían el PSOE y el PP, muy similares a sus ojos en sus propuestas -el lema de 'PPSOE' del 15-M es muy viejo-, en la otra, Izquierda Unida, la que prometía ser alternativa real de cambio). Otros, a esa estrategia, la bautizaron como «la pinza» al Gobierno de Felipe González, y a Anguita le acusaron de estar en presunta connivencia con José María Aznar, en la primera mitad de los años noventa, para echar a los socialistas de Moncloa.
Las «dos orillas» y «la pinza»
En una entrevista con motivo de la presentación de su libro «Contra la ceguera. Cuarenta años luchando por la utopía», explicaba esa conflictiva relación con el PSOE: «Yo no niego que desde el nacimiento de IU hay dos visiones opuestas, que son heredadas del PCE, en el que hay dos almas y un cuerpo. El cuerpo es único y las almas son las dos que derivan de las diferentes concepciones sobre el papel de la izquierda que nosotros representamos o que queremos representar en relación con el PSOE. Yo creo en una visión política que es bastante de izquierdas consistente en buscar alianzas permanentemente en torno a un programa, no en torno a siglas. En el PCE y en IU hay otra cultura que cree que la unidad de la izquierda es la unidad parlamentaria entre comunistas y socialistas. Para unos, nosotros somos los aliados naturales del PSOE, y otros no nos negamos a pactar con el PSOE, pero con programas, ante notario, que se vayan cumpliendo los compromisos, que se cuantifiquen, que se trasladen a leyes en el Boletín Oficial del Estado».Sánchez define a Julio Anguita como «un hombre coherente, honesto y siempre crítico»,.
Pablo Iglesias señala que ha fallecido «un referente ético» y recuerda que «se nos va nuestro mejor referente político»
Luto en el mundo de la política por el fallecimiento de Julio Anguita. Desde que se ha conocido la noticia, muchas han sido las reacciones y las muestras de cariño hacia el exlíder de Izquierda Unida. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado a través de un tuit su pésame por la muerte del también exalcalde de Córdoba, a quien ha definido como un hombre coherente, honesto y siempre crítico.«Lamento profundamente la muerte de Julio Anguita. Un hombre coherente, honesto, siempre crítico, que defendió de manera incasable la igualdad y la justicia social. Mi cariño para su familia, compañeros y amigos», asegura el presidente del Gobierno.
También el vicepresidente de Derechos Sociales y líder de Podemos, Pablo Iglesias, se ha referido al fundador de Izquierda Unida, al que ha definido como «el mejor referente político», y una persona que, según ha confesado, le marcó el camino a seguir y que siempre «se atrevió a señalar al poder».
«Julio Anguita se atrevió siempre a señalar al poder. Dijo las más crudas e incorrectas verdades con todo en contra y, hasta el final, nos indicó el camino que algunos quisimos seguir», ha escrito Iglesias en su cuenta de Twitter. Para el vicepresidente del Gobierno, con Anguita no sólo se va «un referente ético». «Se nos va nuestro mejor referente político. Hasta siempre», concluye su tuit.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha lamentado la muerte de Anguita, a quien ha recordado como uno de los líderes políticos «más significativos de la historia reciente de nuestro país». Por medio de un mensaje en su cuenta de Twitter, Calvo ha lamentado la muerte de «un cordobés que amaba profundamente nuestra tierra» y ha transmitido sus condolencias a la familia y compañeros del fallecido.
También la ministra de Hacienda y Portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha elogiado la figura de Anguita como «un andaluz de altura, honrado y coherente» y ha recordado que tuvo la oportunidad de «compartir charlas y reflexiones» con el ex coordinador general de IU.
El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha calificado a Anguita de «figura imprescindible para entender la política española durante muchos años y uno de los referentes de la izquierda», y ha enviado sus condolencias «en estos dolorosos momentos» a la familia y «compañeros y compañeras» de Anguita.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, militante de IU y del Partido Comunista, ha asegurado que «no hay palabras que puedan expresar la pena y el dolor por la muerte de nuestro querido Julio Anguita». Díaz ha asegurado que el «ejemplo de integridad política, de coherencia, de compromiso con este país» de Anguita «no se irá jamás» y ha añadido que «sobre ese legado suyo seguiremos construyendo el futuro».
Finalmente, la titular de Igualdad, Irene Montero, también ha utilizado Twitter para lamentar la muerte del que fuera líder de IU y ha escrito: «Aquí seguimos con tu ejemplo, que es vivir sin miedo y con pasión para que el pueblo mande». «Que la tierra te sea leve y que encuentres belleza allá donde estés», ha añadido.
También ha tenido palabras de recuerdo Alberto Garzón, coordinador federal de formación que fundó Julio Anguita y ministro de Consumo. «Hemos perdido al más grande. Nuestro amigo, nuestro camarada», ha afirmado en su cuenta de Twitter. «Aún no me lo puedo creer. Sigo llorando y no sé cuándo dejaré de hacerlo», ha escrito en un emotivo mensaje en el que subraya que le echará de menos. «Has sido y serás la inspiración de muchos. Gracias por tu ejemplo. Seguimos tu lucha. Descansa en paz», ha añadido.
La secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, también ha lamentado la muerte del histórico dirigente de IU, del que dice «es una figura clave para entender la España contemporánea». Así, en un mensaje en su cuenta de Twitter, Díaz ha señalado: «Julio Anguita es una figura clave para entender la España contemporánea. Su perdida deja un enorme vacío que todos los demócratas lamentamos. L@s socialistas andaluces nos unimos al dolor por su pérdida conservando su recuerdo. Descanse en paz».
Rivales ideológicos
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha querido destacar la capacidad de Julio Anguita para «llegar a acuerdos a pesar de las discrepancias». El líder del PP en Andalucía, ha señalado en su cuenta de Twitter que Anguita tenía «todos sus respetos y reconocimiento por su aportación a la política en España». Además, ha añadido que era «un hombre comprometido con sus ideas y capaz de llegar a acuerdos necesarios a pesar de las discrepancias» y ha expresado sus condolencias a sus compañeros y a su familia.En este sentido, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha mostrado su pesar por el fallecimiento de Anguita, al que ha recordado como un «símbolo» del Partido Comunista que «afrontó la transición y se esforzó en unir a los españoles».
Julio Anguita, de 78 años, ha muerto este sábado en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, tras una semana en la UCI tras sufrir una parada cardiaca.
Anguita, además, rememoraba que fue alcalde de Córdoba en un gobierno de concentración con el resto de fuerzas políticas tras las elecciones de 1979 para el que el pacto fue «muy fácil». Sería en 1983 cuando ganaría la alcaldía por mayoría absoluta. De ahí, daría el salto al Parlamento andaluz. Y de ahí, en 1989, a Madrid, a la Carrera de San Jerónimo y a la Calle Olimpo.
La relación de cercanía de IU a los socialistas que inauguró Frutos como candidato a la presidencia del Gobierno con su pacto con Almunia tendría continuidad con Gaspar Llamazares -que fue quien sustituyó a Anguita en la coordinación general de IU en el otoño de 2000, fecha que marcó su retirada definitiva de la política profesional-, un apoyo relevante (y también minusvalorada influencia) con que contó José Luis Rodríguez Zapatero en sus dos legislaturas, especialmente en la primera.
Los mejores resultados de IU
Con Julio Anguita, Izquierda Unida logró sus mejores resultados electorales: en los comicios de 1989, 1993 y 1996, los tres con su candidatura al frente, el porcentaje del voto a la coalición rondó el 10%, el doble de lo habitual. En número de escaños, su mejor marca la alcanzó en 1996, con 21. Observadores de la izquierda manifiestan que la IU de Julio Anguita fue capaz de recoger el malestar de la histórica huelga general de 1988 y la impugnación a la política del gobierno socialista, no sólo por los escándalos de corrupción, sino también por su gestión económica.Aunque tras la traumática marcha de Anguita y el golpe de timón de Frutos que después consolidaría Llamazares IU tampoco estuvo exenta de conflictos: así por ejemplo la corriente Espacio Alternativo abandonó la formación en el año 2008 y se constituyó como partido, Izquierda Anticapitalista, que luego terminaría siendo parte integrante de Podemos, con cuya dirección también recientemente ha entrado en conflicto. De nuevo, por las relaciones con el PSOE.
Pese a todo, hay quien todavía achaca a la estrategia de Anguita el debilitamiento de la izquierda española. Hace unos años, Diego López Garrido afirmaba: «Era irresponsable plantearse como alternativa con un 10% de los votos». Y le recriminaba parte de la responsabilidad de que el PP encadenara dos legislaturas en el Gobierno, entre 1996 y 2004.
Siempre en política
Julio Anguita llevaba fuera de la primera línea de la política dos décadas. Pero nunca se desvinculó de ella. A Anguita seguían acudiendo los jóvenes líderes de la izquierda, como quien va al Oráculo de Delfos. Y también los periodistas cuando cualquier temblor o terremoto sacudía a la izquierda -y en los últimos años han sido varios-. El eterno Califa Rojo continuaba alimentando la discusión pública con artículos y en diversas organizaciones sociales, como el Colectivo Prometeo. Apoyó, a diferencia de diversos cuadros de IU y de antiguos líderes de la coalición, la confluencia con Podemos. «Podemos, IU y Equo son los míos, los tres, incluso simultáneamente», aseguraba en una entrevista. Y, ante el Gobierno de coalición de esos «míos» con el PSOE, se mostraba cauto y a la expectativa de que el «programa, programa, programa» firmado se cumpliera.En el aspecto humano, tuvo la desgracia, seguramente la mayor que se puede sufrir, tanto que es una situación a la que el idioma no nombra -a diferencia de la situación de huérfano o de viudo-, de perder a un hijo, al periodista Julio Anguita Parrado, mientras cubría la Guerra de Irak. Y sus palabras tras aquella tragedia también, como él, han pasado ya a la historia: «Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen».
TITULO: De seda y hierro - Día Mundial de la Tartamudez ,. Domingo -17- Mayo ,.
El Domingo -17- Mayo a las 20:20 por La 2, fotos,.
De seda y hierro' conmemora el Día Mundial de la Tartamudez con una historia de superación
- Pedro Ramírez convive con su tartamudez desde que era niño, lleva años entrenando y ahora nadie la nota
- El 22 de octubre se celebra el Día Mundial de la Tartamudez
Pedro Ramírez es directivo de una multinacional. Organiza charlas y conferencias y está acostumbrado a hablar en público. Así supera y convive con su tartamudez, una discapacidad que en su infancia le parecía algo insalvable y le hizo sufrir muchísimo. Pedro comparte su experiencia con otras personas, especialmente con niños a los que anima a perseguir sus sueños.
En España hay alrededor de 800.000 personas que tartamudean y al conmemorar esta fecha se pretende dar visibilidad a este trastorno del habla para erradicar la discriminación hacia aquellos que lo padecen.
A parte de tratar la tartamudez, ‘De seda y hierro’ se centra también en el síndrome de Asperger a través de diferentes testimonios. ¡Aquí tienes el programa completo!
TITULO:
Noche Sexo - Monica y el sexo - SOLIDARIOS DE LA VIDA,.
El viernes -15- Mayo 0.40 / Cuatro, foto,.
SOLIDARIOS DE LA VIDA,.
Arturo Pérez-Reverte: "Hay miradas de mujer por las que un hombre se haría matar"
Recorremos junto con Arturo Pérez-Reverte-foto. algunos de los escenarios de su nueva novela, 'El tango de la guardia vieja'
Así describe arturo Pérez-Reverte el corazón de la Riviera Francesa en su último libro, El tango de la guardia vieja, y nos invita a recorrer con él algunos de los lugares en los que se desarrolla gran parte de la trama: el paseo de los Ingleses, el hotel Negresco, el Café de París de Montecarlo... Se trata de una novela muy madura repleta de gestos, de miradas y de silencios. No hay momentos de relleno; todo es trepidante y tiene sentido. No existen frases ni perfiles gratuitos, sino personajes astutos e inteligentes. Y, por primera vez en su obra literaria, hay sexo explícito y violento, rincones oscuros y turbios, pero también, al final, amor melancólico y sereno. Todo un descubrimiento en la factoría Pérez-Reverte.
XLSemanal. Madrid, 1990-Sorrento, 2012. ¿Ha tardado 22 años en escribir esta novela?
Arturo Pérez-Reverte. La empecé en el año 90. Llevaba unos 40 folios escritos y, por ese instinto del peligro, me di cuenta de que no estaba funcionando. Tuve la prudencia de parar, escribí El club Dumas, y ahí quedó aparcada.
XL. ¿Por qué no le 'funcionó' entonces?
A.P.R. Ahora, y no antes, me he dado cuenta de que no tenía edad suficiente para escribir esta novela. Tenía 39 años y me faltaba mirada, pasado, arrugas, canas, cansancio...; todo aquello que te da el tiempo.
XL. Contra todo pronóstico, esta novela es una historia de pasiones tórridas.
A.P.R. Es una historia de amor. En mi novela siempre ha estado el amor de alguna forma, pero nunca en el foco. Es la primera vez, sí, que está centrada en él. Pero es una historia de amor de verdad; no es de los pajaritos cantan, vamos a comer perdices, como te quiero y un final feliz.
XL. Para que el amor sea de verdad, ¿es necesario que sea tan violento, tan turbio y tan sórdido como el que pinta?
A.P.R. Es que el amor es todo eso. Cuarenta años en la vida de los protagonistas dan para muchas modalidades diferentes de amor y en esta historia está descrito desde dos puntos de vista: el amor en la vejez de dos personas que se han amado o que no sabían que se amaban y que, al mirar hacia atrás, se están comprendiendo a sí mismos en el presente; cualquier persona de cierta edad lo entiende perfectamente. Y luego está el otro lado del amor, el lado turbio, el rincón oscuro, un terreno en el cual el amor y el sexo se enturbian de una manera absolutamente legítima, porque todos tenemos rincones oscuros.
XL. En fin, unos los tienen más oscuros que otros.
A.P.R. A eso voy. Todos los tenemos de alguna forma u otra. Lo que pasa es que la mujer -por educación y por norma social- ha relegado esos rincones turbios durante siglos a un desván casi vergonzoso.
XL. Pero ya es historia pasada eso de la mujer reprimida que se tiene que liberar.
A.P.R. No es eso. Hablo de cosas mucho más complejas. A veces, las circunstancias de la vida hacen que, cuando una mujer se asoma a esa parte de sí misma, descubra aspectos que cambian su manera de ver el mundo. No me refiero a que se meta a puta, no. Hablo de una mujer normal, madre de familia respetable. Tampoco estoy hablando de estupideces del tipo de Cincuenta sombras de Grey. Eso es idiotez y pornografía.
XL. Pues tienen un éxito...
A.P.R. Pero es pornografía barata. Yo no estoy hablando de eso. Estoy hablando de una mujer educada, con una estabilidad emocional que descubre que hay una parte de ella que está sin desarrollar y se pone a explorarla de una forma no morbosa, no patológica, sino serena. Esa exploración serena del rincón oscuro me parece muy interesante e inteligente. Y en esta novela hay algo de eso.
XL. Vamos, que donde esté una señora brava se quiten las geishas.
A.P.R. ¡Fuera, fuera! A mí no me han interesado nunca las geishas. Hubo una época en la que yo era reportero, joven, viajaba por todo el mundo, no existía el sida... y había un lugar donde las geishas eran 'de fácil acceso', para entendernos; lugares en los que era muy fácil decir: «Esas geishas, conmigo». Pues jamás lo dije ni lo hice. Nunca jamás. Ni de niño, me han interesado las geishas. Si no hay una compañera capaz de dar la réplica y de coger el rifle si atacan los indios, no merece la pena. A mí siempre me interesó la mujer capaz de coger el Winchester y disparar por la ventana; nunca pude soportar la mujer que da grititos y se te agarra al brazo.
XL. Así que le va la mujer soldado [risas].
A.P.R. No. La mujer soldado, no. Me gusta la mujer que en los momentos de crisis pone los ovarios encima de la mesa.
XL. A mí me ha parecido un tratado de seducción muy arriesgado, con unos toques clasistas brutales.
A.P.R. Seducción en ambas direcciones, ¡eh! ¿Y clasista? Claro porque la de los años veinte, treinta y cuarenta era una sociedad clasista. Comprenderás que yo no puedo hacer que gentes de aquella altísima sociedad hablen como si fueran socialistas. Se comportan, piensan, actúan, hablan y se mueven como lo que eran: personas de una casta privilegiada.
XL. Luego está el protagonista, el pobre Max, un advenedizo enredado entre toda esa gente.
A.P.R. Max es el arribista que quiere llegar a esa clase social y surge el conflicto. Recuerda cuando ella le dice: «Nosotros no somos gente rica, somos gente bien». Y esto es así de claro, no hay duda: hay gente bien que no tiene un duro y hay gente rica absolutamente ordinaria.
XL. Y mucho glamour en los salones y bajas pasiones en la cama: un clásico.
A.P.R. Naturalmente, porque las dos cosas son compatibles. Pero a mí lo de 'bajas pasiones' me parece una definición ya viciada de partida, prefiero hablar de rincones turbios de una señora. Y digo 'señora' porque no es lo mismo que 'mujer' [sonríe]. Una señora puede susurrar procacidades en el sexo y no por eso deja de ser una señora.
XL. En las escenas de sexo, más que amarse los protagonistas se acometen y hasta se pegan.
A.P.R. Vamos por partes y con cuidado porque aquí no vamos a entrar en planos de machismos, feminismos ni de malos tratos. Sexo y violencia van perfectamente ligados. No se trata de que el hombre sacuda a la mujer. Hay momentos de relación violenta por ambas partes en los que, además, es más agresiva ella que él. El sexo incluye momentos de violencia extrema y esto es así, sin duda.
XL. ¿...?
A.P.R. A lo mejor es imaginación mía [se ríe].
XL. Es un libro muy carnal.
A.P.R. Es muy físico, sí; pero es que hablamos desde la vejez y en la vejez hay una conciencia de lo físico muy superior a la que se da en la juventud.
XL. ¿Arturo Pérez-Reverte se siente ya viejo?
A.P.R. ¡Olvídame a mí! Podría haber estado hablando de un fascista nazi asesino de judíos y no tendría por qué compartir con él nada. Esto es una novela, no lo olvides.
XL. Perdón, volvamos a su teoría sobre la vejez.
A.P.R. Cuando eres viejo, cuando entras en ese periodo de decadencia física en el que te duelen los riñones al atarte los zapatos, en el que la chica joven te mira como si no existieras... miras hacia atrás y te das cuenta de lo importante que es la carne, la piel, la textura, la tibieza...
XL. Todo lo bueno queda atrás.
A.P.R. ¡No, hombre! También con la edad hay gratificaciones físicas muy interesantes. Pero eso no quita para que seas más consciente del papel de lo físico, del valor de aquella relación carnal: la piel moteada que antes fue bella, la arruga donde antes no existía... pero también el cómo una mujer inteligente y elegante puede asumir esa decadencia, integrarla y seguir siendo elegante y atractiva. Todos estos han sido puntos por batir en esta campaña. Y es lo que he intentado resolver de una forma más o menos sencilla.
XL. Le reconozco cierta elegancia a la hora de narrar un sexo explícito tan... 'poco convencional'.
A.P.R. Yo tenía un problema grave con esto. Tenía que resolver tres o cuatro escenas de sexo explícito y 'nada convencional' [sonríe]: juego de espejos en la pared, sexo violento, sexo morboso con el marido presente, sexo a tres, a cuatro y a cinco... Era muy fácil caer en lo vulgar y yo no quería eso. Mantener un digno envoltorio para situaciones bastante tórridas ha sido un desafío técnico, porque todo en la vida es técnica. Antes de escribir, me planteaba el plano de la situación y pensaba mucho los adjetivos, verbos, adverbios...
XL. ¿Así se escribe un libro? ¿Se hace primero una lista de palabras que utilizar en cada caso?
A.P.R. Al menos, así escribo yo. Toda esa planificación era especialmente importante en las escenas de sexo porque hay lectores a los que no puedo asustar ni escandalizar, pero al mismo tiempo hay lectores a los que no puedo decepcionar y que se crean que los trato como a gilipollas. Conseguir esa armonía asequible a un montón de públicos diferentes y, al mismo tiempo, quedar yo contento con mi trabajo ha sido un desafío enorme. Al final hay escenas de sexo duro, y yo creo que no he caído en la vulgaridad.
XL. Y de fondo, una España en plena contienda a la que define como «un lugar triste, rencoroso y con olor a sacristía, gobernado por estraperlistas y gente mediocre. El paraíso de la envidia y la vileza».
A.P.R. Y lo sigue siendo, ¿en qué ha cambiado? Te aseguro que en ese sentido España sigue siendo la misma. Ahora, los que nos gobiernan se han transformado y son banqueros, constructores, políticos analfabetos... Gentuza arribista sin escrúpulos, analfabetos todos ellos.
XL. ¡Olé!
A.P.R. Durante un tiempo pensé que habíamos cambiado, que iba a ser distinto, que éramos otros. Pero en los últimos años me han demostrado que somos los de siempre.
XL. Quizá por eso escribe: «Hay hombres que sueñan con irse y se atreven».
A.P.R. Sí, yo me atreví. Te digo que, sin ningún tipo de intermediario, ahí sí hablo de mí. Hay gente que se atreve a moverse y gana o pierde. Yo tuve suerte y gané, podía haber perdido. Me fui a los 18 años y todavía me sigo yendo.
XL. ¿Para huir de qué?
A.P.R. Ese es el error, no es una huida. Me interesa saber qué hay detrás de aquella montaña, de aquella línea del horizonte, de aquella mujer... Entonces te acercas a mirar y eso te mantiene vivo, te hace descubrir cosas y también te pone en peligro, claro. Unas veces ganas, otras pierdes... Yo he tenido suerte porque he ganado casi siempre.
XL. ¿Casi?
A.P.R. Sí, casi. Yo también he perdido muchas veces, pero he perdido 'con maneras', que es como hay que perder [sonríe].
XL. Esta novela está repleta de frases contundentes, por ejemplo: «Hay lugares a los que no se debe volver nunca».
A.P.R. Es verdad, eso es algo que yo he aprendido en la vida. Sobre todo no hay que volver a aquellos lugares en los que has sido feliz. Donde no has sido feliz cabe una segunda oportunidad; pero la mejor forma de estropear un sitio donde has sido muy feliz es volviendo a él. Y hablo tanto de lugares reales como imaginarios.
XL. Una más: «Soy lo que las propinas que dejo dicen que soy».
A.P.R. [Se ríe]. Es una buena definición, sí. Yo las sigo dando. En aquel tiempo era tan importante parecer como ser. Ahora da igual porque lo único que tienes que hacer es tener dinero [lo dice con cierto desprecio]. En la novela hablo de cómo Max se trabaja a los subalternos, y yo lo he hecho toda mi vida. Cuando era muy jovencillo, descubrí que el sargento es más importante que el coronel; que el cocinero es más importante que el dueño del restaurante, y que la secretaria lo es más que el jefe. Toda mi vida he querido conseguir la aprobación de esa gente.
XL. ¿A base de propinas?
A.P.R. No solo, es una mezcla. A veces aprecian más tu sonrisa que tu dólar. Siempre tuve con los subalternos esa complicidad de 'hoy por ti, mañana por mí'. Como reportero, me fue utilísima. Me siento muy orgulloso de que un conserje del hotel Negresco, por ejemplo, me diga: «Hombre, don Arturo, me alegro de volver a verlo», y saber que es sincero. Ese es el botín del que estoy más orgulloso en mi vida.
XL. Hay en la novela una declaración de admiración en toda regla: «Hace que sienta lástima por los hombres a los que una mujer nunca miró así».
A.P.R. Eso no es una idea, es un axioma; es una verdad monolítica, lapidaria. La mujer es el testigo, sin duda. La mujer es juez, abogado, jurado y verdugo. Una mirada admirativa de una mujer superior es el mayor premio que un hombre puede tener en la vida. Es lo más a lo que puede aspirar un tío. Hay hombres capaces de cruzar océanos, de matar, de morir con tal de que una mujer los mire con admiración. Hay miradas por las que el hombre se haría matar en el acto; y es verdad, es que ha ocurrido, es que históricamente es una realidad. No hay mayor desprecio que que una mujer así te ignore.
XL. Y luego hay quien lo acusa de tener ramalazos machistas.
A.P.R. La mujer es una máquina pensante mucho más afinada que el hombre. Hay mujeres que son como premios. Una mujer superior es el mayor botín que puede darte la vida. La mujer inteligente es incapaz de tener esas limitaciones que el hombre sí tiene. El hombre tiene actitudes masculinamente idiotas, y el que crea que yo soy machista no tiene ni puta idea, se nota que no me ha leído. Dudo que exista alguien que haya escrito de una manera tan admirada y tan precavida como hago yo con las mujeres.
XL. ¿Mecha, la protagonista, existe o se parece a alguien?
A.P.R. Recuerda que todo es ficción en esta novela [sonríe].
XL. ¿Añora un mundo y una sociedad que no ha vivido?
A.P.R. Digamos que es un mundo con el que yo, por razones que no vamos a detallar aquí, tuve cierta familiaridad y sus ecos me llegaron. Mis abuelos vivieron el siglo XIX en esa vieja Europa de los grandes hoteles, de la gente educada; en esa Europa que era referencia incluso moral. Cuando yo llego al mundo, esa Europa todavía sigue latiendo y mis recuerdos están llenos de gestos de mi abuelo, de mi abuela, de mi padre... Son cosas que aprendí de ellos, que si las has visto de pequeño se te quedan en la cabeza. La manera de encender un cigarrillo, la forma de sentarse una mujer o de hacer un gesto para arreglarse el pelo. Eso, si no lo has visto, es difícil que lo conozcas y yo tuve la suerte y el privilegio de ver a las últimas personas que lo hacían.
XL. Don Arturo, ¡siempre nos quedará Niza, el hotel Negresco, Montecarlo y el Café de París!
A.P.R. [Risas]. ¡Siempre nos quedarán mis novelas!,.
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