TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Sánchez califica de «intoxicaciones» las informaciones que apuntan a una crisis de Gobierno,.
DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Sánchez califica de «intoxicaciones» las informaciones que apuntan a una crisis de Gobierno, fotos.
Sánchez califica de «intoxicaciones» las informaciones que apuntan a una crisis de Gobierno,.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres,.
El presidente del Ejecutivo asegura estar muy satisfecho con la labor de todos los miembros del Consejo de Ministros y dice que acabarán la legislatura,.
( desayuno) ,.
No habrá crisis de Gobierno tras el verano. Así de categórico se mostró este martes Pedro Sánchez durante su visita a lla isla de La Palma, a donde se desplazó desde Lanzarote, donde el presidente y su familia llevan dos semanas de vacaciones. El presidente negó tener planeados cambios en su gabinete. «En algunas ocasiones me encuentro en los medios noticias que ni tan siquiera he pensado», dijo. «No son informaciones, son intoxicaciones», afirmó, a las que no quiere darle más vuelo.
Cena
Esta no es la primera vez que en la actual legislatura suenan cantos de sirena sobre una eventual modificación en los equipos con los que trabaja el líder socialista trabaja. De hecho, Sánchez negó el pasado 25 de junio que se fueran a producir alteraciones tanto en su gabinete como, dijo entonces, en la Ejecutiva Federal del PSOE o en el Grupo Socialista en el Congreso. Mostró a todos los miembros su pleno respaldo. Pero ni tan siquiera un mes después el dirigente socialista tomó la decisión de destituir a los portavoces tanto en Ferraz como en la Cámara baja, Felipe Sicilia y Héctor Gómez.
Ahora, el presidente del Gobierno se pronuncia en términos casi idénticos y sostiene que se siente «extraordinariamente orgulloso» del trabajo que están realizando cada uno de sus ministros, los cuales, promete el dirigente del PSOE, concluirán «la actual legislatura». Según Sánchez, las informaciones de los últimos días sobre una eventual remodelación «nada tienen que ver con informaciones veraces, sino con intoxicaciones». «Por favor, una cosa es informar y otra cosa es intoxicar. Y la intoxicaciones desde luego nada tienen que ver con lo que pienso», apuntó.
El dirigente socialista también expuso lo que, a su juicio, esconden realmente dichos rumores. Sánchez cree que el fin último de estos radica en «trasladar una imagen de que este no es un Gobierno estable». «Este Ejecutivo va a durar hasta el final de la legislatura», insistió.
Además, el líder socialista quiso dejar claro que los esfuerzos del Gobierno este semestre están centrados en lo «importante» para los ciudadanos. Es decir, «afianzar» la recuperación económica, el crecimiento y la creación de empleo.
TITULO: EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I - Grave daño institucional ,.
EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - Grave daño institucional,. , fotos,.
Grave daño institucional,.
El Tribunal Constitucional, cuyo vigésimo aniversario se cumple estos días, ha acabado por contagiarse al cabo de los años del mal que aqueja a la justicia en general: el riesgo de colapso por acumulación de asuntos sin resolver. Su presidente, Pedro Cruz Villalón, ha llamado la atención sobre la cantidad de
quejas y demandas de amparo que llegan al tribunal: 7.000 en el último año. Ello explica que los asuntos pendientes alcancen casi los 5.000. Si en en cualquier tribunal el retraso excesivo supone un grave daño al ciudadano, con mayor motivo en el Constitucional, que entre sus funciones tiene la de amparar a la persona que considere violados sus derechos y libertades.Desde la elección de su primer presidente, el inolvidable Manuel García Pelayo, y desde su entrada en funcionamiento el 12 de julio de 1980, el Contitucional se ha consolidado como pieza clave del entramado institucional de la
democracia española. Y aunque ha vivido momentos delicados, unas veces por la conflictividad de los asuntos que ha tenido entre manos y otras por la tendencia de las fuerzas políticas a utilizarlo en su batalla por el poder, hoy puede afirmarse que sus problemas de funcionamiento están diagnosticados, aunque su solución dependa, como es lógico, de la voluntad política del Gobierno y, en último término, del Parlamento.
A esa voluntad política parece apelar su quinto presidente, Cruz Villalón, al pedir que se aproveche el pacto de Estado por la justicia propuesto por el Gobierno para "dar un repasito" a la ley orgánica que regula el TC desde hace veinte años. Si algo ha quedado claro en este tiempo es que no puede seguir siendo el rompeolas de los asuntos de la justicia ordinaria, suplantando de hecho al Supremo. Esa función estuvo jutificada en un primer momento ante las reticencias de muchos jueces a asumir en sus resoluciones los valores y principios de la Constitución de 1978. Pero, una vez superado el proceso de implantación de la misma y completado prácticamente su desarrollo legal, no hay razón para que los jueces no asuman, a través de un procedimiento de amparo judicial, la tutela directa de los derechos y libertades fundamentales de la persona. Se acabaría, además, con un viejo conflicto entre Constitucional y Supremo que en la actualidad carece de sentido.
La existencia de un recurso de amparo judicial, previsto en la Constitución, reduciría drásticamente los asuntos pendientes en el TC. Y facilitaría su trabajo como intérprete supremo de la Constitución en los conflictos de competencia territorial y en las leyes aprobadas por el Parlamento.
TITULO: Donde comen dos -El hambre no para de crecer: 828 millones de personas no tuvieron alimentación suficiente el año pasado,.
El hambre no para de crecer: 828 millones de personas no tuvieron alimentación suficiente el año pasado,.
foto / El número de hambrientos aumentó en 46 millones en 2021, según un informe de cinco agencias de Naciones Unidas. La inflación contribuye a que cada vez más población, además, no pueda permitirse una dieta equilibrada,.
Se aleja la esperanza de un mundo sin hambre. La cantidad de personas que no pueden alimentarse dignamente creció en 46 millones de personas desde el año 2020, hasta situarse en 828 millones, según un informe elaborado por cinco agencias de Naciones Unidas publicado este miércoles. La pandemia ha tenido efectos devastadores en los números del hambre, pero la guerra de Ucrania amenaza con empeorar todavía más la situación, alertan los autores.
Las desalentadoras cifras salen del principal estudio global sobre hambre elaborado anualmente, El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022 (SOFI, por sus siglas en inglés), publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El panorama resulta desolador. Los Estados miembros de Naciones Unidas se propusieron en 2015, como uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), acabar con la inseguridad alimentaria para 2030, mejorar la nutrición y promover una agricultura sostenible. Pero el informe de este año estima que para esa fecha límite seguirán pasando hambre unos 670 millones de personas. Es decir, el 8% de la población del mundo, prácticamente el mismo porcentaje que cuando la ONU definió aquel objetivo de erradicarla. La cifra, además, está calculada teniendo en cuenta una recuperación económica mundial, una posibilidad cada vez más remota.
Con los datos actuales, las proyecciones apuntan a que, en 2022, unos 13 millones de personas más sufrirán hambre en el mundo debido a la guerra de Ucrania, y otros 19 millones más se sumarán en 2023 por el efecto del precio de los fertilizantes, de la energía y de las restricciones a las exportaciones de Rusia, apunta Máximo Torero Cullen, economista jefe de la FAO.
El informe publicado en 2021, antes del estallido de la guerra de Ucrania, ya ofrecía los peores datos de la década, y alertaba de un escenario especialmente desafiante debido a la incertidumbre producida por la pandemia. Ahora, el conflicto entre dos gigantes de la producción de cereal, semillas oleaginosas y fertilizantes asoma como gran nueva amenaza en esta crisis alimentaria. “Si no conseguimos proveer a los países más afectados de ayuda urgente, vamos a ver cada vez más gente no solo sufriendo hambre, sino muriendo de hambre”, asevera Dominik Ziller, vicepresidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), una de las agencias que firman el informe. “Estamos todos juntos en esto”.
Los números de la desigualdad son dispares por continentes. En África, el 20% de la población sufrió hambre en el año 2021, una cifra que cae el 9% en Asia o al 8,6% en Latinoamérica. En América del Norte y Europa, el número se desploma hasta el 2,5%.
Brecha por géneros y por continentes
Otro indicador también empeora: el de la inseguridad alimentaria, es decir, la incertidumbre de una persona de poder obtener alimentos. En 2021 afectó a unos 2.300 millones de personas en todo el mundo (350 millones más que antes del comienzo de la pandemia). Las mujeres salen peor paradas en este aspecto: el año pasado, el 31,9% de la población femenina mundial se levantaba sin saber si ese día comería, frente al 27,6% de los hombres. Esta brecha de género creció un punto respecto a las cifras de 2020.
Los más pequeños son otros grandes afectados. Unos 45 millones de menores de cinco años sufren de desnutrición aguda muy grave (emaciación), un mal que incrementa hasta 12 veces el riesgo de mortalidad infantil. Y 149 millones de niños padecen retraso en el crecimiento y en el desarrollo por culpa de tener una alimentación deficiente.
En Etiopía, por ejemplo, un país con 16 millones de menores de cinco años, la desnutrición aguda afecta a más de un millón de ellos, explica Inés Lezama, coordinadora del grupo sectorial de nutrición para Unicef en ese país. En lo que va de año, hasta el mes de mayo, la organización ha tratado 270.000 casos de desnutrición aguda grave infantil en sus centros. “Es más o menos un 40% de lo que podemos alcanzar”, subraya. Y las perspectivas son desesperanzadoras, admite. Ella, que lleva tres meses sobre el terreno, ha visto empeorar la situación “mes a mes”. Al impacto de la pandemia y a los efectos de la guerra en Ucrania se suman, formando una especie de tormenta perfecta, factores como las sequías, que golpean a un país muy dependiente de la agricultura y la ganadería de subsistencia.
Fenómenos climatológicos extremos como las sequías y las inundaciones, cada vez más frecuentes, son otra amenaza para las cadenas de distribución de alimentos, especialmente en países en vías de desarrollo.
Una cifra algo más optimista se cuela en el informe: en el mundo, casi el 44% de los bebés de menos de seis meses se alimentó exclusivamente de leche materna. Aunque el objetivo de la ONU es llegar al 50%.
La utopía de una dieta saludable
La frágil situación mundial afecta también a la calidad general de las dietas. Según el informe, casi 3.100 millones de personas no pudieron permitirse una alimentación saludable el año pasado. El número aumentó principalmente por los efectos de la inflación en el precio de los alimentos, según los autores del informe, acelerada a su vez por las repercusiones económicas de la pandemia. El número de personas con una dieta poco equilibrada subió en 112 millones respecto a 2019. La mayoría de ellos (78 millones), en Asia. De 2019 a 2020, esa misma región experimentó la mayor subida de precio de una dieta sana (4%).
Una de las principales propuestas del informe SOFI para aplacar esta crisis alimentaria es renovar las políticas agrícolas. “Necesitamos inversiones adicionales de los gobiernos en agricultura”, subraya Dominik Ziller, vicepresidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola. “Muchos países de África, América Latina y Asia no cuentan con un peso relevante del sector agrícola en sus presupuestos nacionales”.
Las soluciones al problema del hambre se ven condicionadas en este momento de crisis económica, reconocen los autores del estudio, en el que resulta difícil aumentar la financiación. “Pero se puede hacer mucho con los recursos existentes”, aseguran. La recomendación principal es que los gobiernos busquen formas de gestionar de forma más eficiente sus presupuestos, promoviendo la producción, la oferta y el consumo de alimentos nutritivos y saludables, ayudando de esta forma a mejorar las dietas del planeta.
El sector alimentario y agrícola, subrayan los expertos de Naciones Unidas, recibió de media al año unos 616.000 millones de euros entre los años 2013 y 2018. Pero ese dinero, en su mayoría destinado a apoyar a los agricultores de forma individual (con políticas de comercio, subvenciones fiscales...) “no solo distorsiona el mercado, sino que tampoco está llegando a muchos agricultores, daña el medio ambiente y no promueve la producción de alimentos nutritivos que conforman una dieta saludable”, advierten. El estudio destaca que la producción de arroz, de azúcar y de carnes de varios tipos son las industrias que más ayudas reciben, mientras que la producción de frutas y las hortalizas consiguen menores apoyos, especialmente en algunos países de ingresos bajos.
El complicado camino para reducir el hambre en el planeta, apunta Torero, puede suponer al fin y al cabo una oportunidad para el sector agrícola. “La agricultura había sido muy olvidada”, señala, “pese a ser el sector con mayor cantidad de pobres y con efectos directos en la reducción de la pobreza”. Uno de los retos es atacar las raíces del problema a la vez que se trabaja en reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera. “Perdemos el 14% y desperdiciamos el 17% de la producción de alimentos del mundo, una gran contradicción en este contexto de hambre y cambio climático”, reflexiona. La pérdida de alimentos atañe a los proveedores en la cadena alimentaria, mientras que el desperdicio se refiere a proveedores de servicios alimentarios, minoristas y consumidores.
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