jueves, 16 de julio de 2015

CALLEJEROS - EL FUTBOL EXTREMEÑO LLORA LA PERDIDA DE JUAN LUIS OLIVA,./ EN PORTADA - CRONICAS,./ EL HORMIGUERO JUEVES 16 JULIO - IKER CASILLAS,.

Oliva, a la derecha, como segundo de la UPP en la 2010-11. :: PALMATÍTULO: CALLEJEROS - EL FUTBOL EXTREMEÑO LLORA LA PERDIDA DE JUAN LUIS OLIVA,.

-foto-El exjugador de la UP Plasencia falleció este martes tras no poder superar un derrame cerebral,.

El fútbol extremeño está de luto. No sólo el placentino, sino el de toda la región. Juan Luis Oliva Barba 'Oliva' no pudo superar los problemas derivados de un derrame cerebral sufrido la semana pasada y este lunes falleció en un hospital de Salamanca a la edad de 56 años. El ex futbolista permanecía ingresado y sedado, pero todo se complicó cuando el domingo por la noche entró en coma. A primera hora de este lunes, los servicios médicos comunicaban su muerte.
Oliva, ex jugador del Cacereño y de la UP Plasencia en la década de los 80, será enterrado este martes a las 18:00 horas en Alba de Tormes, de donde es originaria su esposa. Hasta la localidad salmantina se desplazará una amplia comitiva de la UPP, entre los que destacan su presidente Rubén Hernández y su vicepresidente José Antonio Quijada, así como una significativa representación del Cacereño, como Ángel Marcos y Juan Sarratea.
El pesar en el seno de la UP Plasencia es profundo y amargo. No en vano, Oliva es una de sus más grandes leyendas. Vistió la camiseta blanquinegra durante diez temporadas, desde 1983 hasta 1993, y fue partícipe de dos de los tres ascensos del club a Segunda B. De momento, el club ha decidido retirar para la próxima temporada el dorsal número 7 que debía llevar Pedro Gilarte y quiere dedicar el partido del 75 aniversario a su memoria.
Las muestras de tristeza han llegado desde todos los puntos de la región, pero fueron especialmente sentidas entre los compañeros con los que compartió vestuario. «No tengo palabras para poder expresar el sentimiento por la pérdida que tengo. Era buena persona y buen amigo, un futbolista que escribió la mejor página de la UP Plasencia», decía Miguel Ángel Sainz, portero con el que coincidió durante ocho temporadas.
Otros como Antonio Haro recogieron su testigo en los últimos años del salmantino. «Amigo y compañero, me acogiste en mi primer año en Plasencia y compartimos vestuario. Te fuiste muy pronto, pero allá donde estés siempre te recordaré», decía desde su facebook Haro, que junto a OIiva y Manolo Hoyas ha formado parte del trío de grandes capitanes de la UPP de los últimos treinta años. «Siempre decía que yo iba a ser sustituto, que era el que le iba a retirar», recuerda Manolo, que reunía el mismo perfil de pillo y oportunismo en los últimos metros del campo.
Oliva dedicó gran parte de su vida deportiva a la UP Plasencia. Su último servicio, cuando fue segundo entrenador del equipo de Tercera División en la temporada 2010-11 junto a José Andrés Grande.

 TÍTULO:  EN  PORTADA - CRONICAS,.

Resultat d'imatges de en portada, fogones cum laudeFogones cum laude": reportaje en La2 sobre el Basque Culinary Center,.

Crónicas - Fogones cum laude - foto

La gastronomía ha llegado a la universidad, ahora es también una carrera universitaria. Y la primera facultad europea (la única por el momento) de Artes y Ciencias Gastronómicas está en San Sebastián.
 
TÍTULO: EL HORMIGUERO JUEVES 16 JULIO - IKER CASILLAS,.


Iker Casillas llorando al despedirse del Real Madrid. :: EFEUnico portero manco,.

- foto--Casillas jugará cerca de Extremadura cinco veces entre enero y marzo,.

Me cabe el honor de haber sido el único portero manco de El Rodeo, un gran descampado que había entre Cáceres y la Residencia sanitaria. Allí se celebraban las ferias de ganado de mayo y septiembre y el resto del año era nuestro Valdedebas de los 60, un complejo silvestre de media docena de campos de fútbol en cuesta, con porterías señaladas con piedras y unos pilones para que abrevara el ganado donde nos refrescábamos si había llovido.
Hoy, El Rodeo es el parque más neoyorquino de Cáceres con su lago, su 'géiser', sus barcas (a veces) y su césped con arboleda. Además, fue el primer parque de la ciudad donde no estaba prohibido sentarse en la hierba y, cuando paso por él cada tarde, camino de La Montaña, veo a los jóvenes tumbados en el verde y me puede la nostalgia.
Los antiguos campos silvestres de El Rodeo eran de hierba solo entre noviembre y abril. Antes y después, se agostaban, se llenaban de pasto o de cardos, acababan siendo de pura tierra y, a veces, algunos veranos, se llenaban de langostas y descubrías que regatear entre grandes insectos saltarines podía ser desquiciante.
Los niños de Cáceres pasábamos la infancia y la primera adolescencia en El Rodeo, jugando partido tras partido, día tras día, sin descanso y con pasión. Servidor no era mal portero si los balones venían por el lado izquierdo de la portería. Si llegaban por alto y por la derecha, pues que fuera lo que Dios quisiera, que, normalmente, era gol. Pero a pesar de tener mi lado malo, aventajaba al mejor portero español de todos los tiempos, es decir, a Íker Casillas, en una cosa: mis presidentes estaban muy orgullosos de mí y lo decían, no como Florentino Pérez, que jamás presumió de Casillas porque había salido barato, era del pueblo y creía que presumir de buen portero significaba que los demás equipos achuchaban mucho al Real Madrid y eso podía comunicar debilidad.
Mis presidentes eran chicos del barrio que jugaban bien al fútbol, gentes como Quiqui o Peliche, que me fichaban no a base de talonario, sino a pies. Entonces, los equipos se formaban echando pies, que consistía en que Quiqui y Peliche se ponían frente a frente, separados por dos metros, ponían un pie delante del otro, acercándose mutuamente, y el que ocupaba el último hueco entre las punteras, escogía primero.
A mí solían cogerme de los últimos y siempre me mandaban a la portería, destino que aceptaba con resignación porque nadie lo quería y o me aguantaba o ejercía de recogepelotas. Ellos presumían de mi fichaje. «Si ponemos a un manco de portero es porque el resto del equipo es buenísimo y así desmoralizamos al rival», decían Quiqui o Peliche y yo asentía como si estuviera orgulloso de jugar en un club de campanillas. Aunque lo más divertido es que estas tonterías crearon a mi alrededor cierta aureola de cancerbero milagroso y los sobrantes de los otros partidos se acercaban a verme, esperando que me lanzaran balones por la izquierda para así verme hacer palomitas con un ala.
Al ver este domingo a Casillas llorando, me he acordado de aquellas tardes en El Rodeo y he pensado que Casillas hubiera necesitado un presidente como Quiqui o Peliche, que presumieran de haberlo fichado. Dice Alfredo Relaño, director del As, que Íker ha parado más goles cantados que los seis porteros anteriores del Madrid juntos y hay que reconocer que sin Casillas, parecería que la Copa del Mundo la había ganado el Barça y algunos más. Pero cuando se ficha con dinero y no a pies, los sentimientos sobran.
Quiqui y Peliche lograban con sus mentiras cariñosas que los 'recogepelotas' de El Rodeo vinieran a vernos. Florentino ha conseguido que reneguemos del Madrid y nos hagamos del Oporto. Casillas jugará cerca de Extremadura, en Lisboa, Estoril y Setúbal, cinco veces en el primer trimestre de 2016 e iré a verlo de tú a tú: él ha sido el único portero español que ha levantado una copa del mundo y yo he sido el único portero manco de El Rodeo.

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