domingo, 20 de octubre de 2019

Maestros de la Costura - Paolo Giordano: "Todos tenemos la posibilidad, e incluso la tendencia, de hacernos radicales",.,. Miercoles -23-Octubre ,,./ RADIO ANTIGUA -Estopa: "Nos llaman garrulos y calorros de barrio bajo sin saber que esos insultos nos enorgullecen" ,./ Universo Valdano - REVISTA GIGANTES - BALONCESTO - LIGA ACB - Barcelona - 89 - Herbalife Gran Canaria - 75 -,.

TITULO: Maestros de la Costura - Paolo Giordano: "Todos tenemos la posibilidad, e incluso la tendencia, de hacernos radicales", ,. Miercoles -23-Octubre ,.
  El Miercoles -23- Octubre   a las 22:40 por La 1, fotos,.



Paolo Giordano: "Todos tenemos la posibilidad, e incluso la tendencia, de hacernos radicales",.


Paolo Giordano. (Turín, 1982) Físico de formación, con 25 añitos escribió su primera novela y arrasó: La Soledad de los Números Primos fue un súper ventas planetario. Ahora, 11 años después, viene con una nueva novela de jóvenes debajo del brazo: Conquistar el Cielo.
Después del rotundo éxito de su primera, 'La Soledad de los Números Primos', ha vivido la soledad de ser el número uno: adorado por muchos, aborrecido por tantos... ¿Cómo ha sido ese periodo?
Ese periodo ha durado mucho, ese libro ha tenido una sombra larguísima... Pero con este nuevo libro por fin lo he dejado un poco atrás. La Soledad de los Números Primos se ha convertido en una especie de pecado original para mí. Cuando se publicó en Italia este mi nuevo libro, Conquistar el Cielo, pedí expresamente que no llevara una faja como esta que lleva en la versión española que dice: "Por el autor de La Soledad de los Números Primos". Y es que un día tuve una imagen de mi lápida, con ese mismo texto grabado en ella.
'Conquistar el Cielo' es su cuarta novela y la segunda después de 'La Soledad de los Números Primos' centrada en el mundo de los jóvenes. ¿Qué le atrae de la juventud?
Yo me alejo cada vez más de la juventud, pero me gusta observar a los jóvenes, a los adolescentes, a los niños. Me parece que son ellos quienes tienen la llave del presente, una llave que tú ya no tienes y que ellos no son conscientes de tener. Como escritor, trato de robarles de vez en cuando esa llave. Si no lo haces, acabas convirtiéndote en un escritor de romances históricos, y a mí eso no me interesa. A mí me interesa el presente y escribir del presente.
Bern, uno de los personajes protagonistas de 'Conquistar el Cielo', es como un agujero negro. Alguien que arrastra a los demás tras él, que ejerce una influencia enorme en sus ideas... ¿Es peligroso?
Bern sin duda es peligroso, pero fascinante. La fascinación siempre conlleva una sensación de peligro, de desestabilización. Lo curioso es que Bern siempre está convencido de estar siguiendo el ejemplo de algún otro, siempre está buscando maestros... Y no se da cuenta de todas las personas que le siguen a él. En eso me siento identificado con él. La juventud para mí tenía mucho que ver con eso: con imitar a alguien, con ser imitado por alguien, por sentir fascinación por alguien... 'Sufrir' fascinación por alguien, como se dice en italiano.
Hoy en todo el mundo vemos políticos con esa capacidad de fascinar, de arrastrar tras de ellos a muchos y de generar peligro...
Por desgracia, el carisma se está convirtiéndose en la característica más importante de la política. Seguramente siempre ha sido importante, pero no puede ser la única variable. Parece que estuviéramos perdidos y necesitáramos de nuevo figuras que encarnen la fuerza, la capacidad de arrastrar, de comunicar... Este libro también tiene mucho que ver con eso. Puede parecer un libro sobre un pequeño mundo, pero en realidad para mí nace de la observación, de sentir los cambios que estamos viviendo, incluido el cambio con la autoridad.
Bern es un radical. ¿Todos nosotros tenemos un poco de él dentro? ¿Todos podemos convertirnos en un determinado momento en fanáticos?
Sí. Amos Oz, durante una presentación de este libro, habló del gen del fanatismo que todos llevamos dentro. Y yo estoy completamente de acuerdo. Todos tenemos la posibilidad, e incluso la tendencia, a hacernos radicales. Quizás todos somos radicales. Vivimos tiempos de radicalismo, lo sabemos. Pero mucho tiene que ver con el contexto social y educativo. Resulta cómodo pensar que hay fanáticos ahí fuera y que nosotros sin embargo somos moderados. Pero no es así de simple. Entran en juego otros muchos factores, por ejemplo, la situación social en la que uno ha crecido.
En su nuevo libro se habla mucho de las utopías. ¿Siguen siendo necesarias?
Si tienes 20 años, sí. Sería muy triste tener 20 años y no tener un horizonte de idealismo, no soñar con poder cambiar las cosas. Y más con lo que está ocurriendo con el cambio climático. Pero los jóvenes de hoy tienen una relación extraña con la utopía. Nosotros cuando pensamos en la utopía pensamos en un mundo ideal, en el que todo funciona, en el que todo es justo. Sin embargo los jóvenes de hoy ya parten de la idea de que hemos destrozado el medio ambiente y de que las consecuencias serán graves, para ellos la utopía es conseguir que esas consecuencias no sean tan graves. La suya es una relación extraña con la esperanza. Eso también está en la novela: no hay nunca una esperanza absoluta, es una esperanza ajustada a la realidad. Y ese es un cambio enorme. La generación de mis padres tenía una relación diferente con la esperanza, una relación mucho más progresiva. Y si cambia la relación con la esperanza cambia el modo de estar en el mundo.
Los jóvenes, ¿están hoy más interesados en política que hace unos años?
Sí. Al menos así es en Italia. Y es efecto de cierto tipo de gobiernos y de fuerzas políticas que en los últimos años han aumentado la tensión social, a un punto que se ve, se palpa, que todos lo percibimos. Eso ha hecho que se sienta de manera muy fuerte que la política no es algo que se mueve en los palacios, sino que nos afecta a todos. No ha sido agradable, pero ha servido para acercar a mucha gente a la política.
'Conquistar el Cielo' está protagonizado por Teresa, una chica del norte de Italia, concretamente de Turín, que va todos los años de vacaciones a Apulia, en el sur del país. Usted es de Turín y veranea en Apulia, ¿no?
Sí, tengo una casa allí y llevo ya muchos años pasando allí el verano.
¿Cuánto hay de autobiográfico en este libro?
Yo no tengo el valor que tienen los protagonistas de mi libro. Yo recibí una educación convencional, no he tomado decisiones que hayan sido verdaderas rupturas. Mi gran ruptura fue comenzar a escribir. Pero, por lo demás, hice mis estudios hasta el final, seguí viviendo en el lugar donde nací hasta hace poco... Creo que este es un libro anti-autobiográfico, un libro sobre las cosas que no he hecho pero habría podido y me habría gustado hacer si hubiese tenido más libertad y menos miedo. Ese miedo lo reconozco ahora, en su momento no lo reconocí. Yo no he sido transgresor, sólo lo he sido de manera oculta y secreta. Sin embargo, los chavales de mi libro son abiertamente transgresores.
En su libro se confrontan el norte y el sur de Italia. ¿Sigue existiendo un abismo entre ambas zonas?
Sigue existiendo, sí, y probablemente cada vez más. Casi toda la juventud del sur se ve obligada a dejar su lugar de residencia para estudiar, para trabajar... Para avanzar un poco en la vida se ven obligados a marcharse... El sur sigue siendo una tierra de emigración. Toda Italia se está convirtiendo en un país de migración, pero el sur lo es de una manera muy fuerte.
Estoy leyendo en estos momentos el nuevo libro de Ian McEwan, 'Máquinas como yo', y en un determinado momento no pude evitar pensar en usted...
Ah, yo también lo estoy leyendo ahora. ¿Qué le ha hecho pensar en mí?
Una frase en la que se habla de un físico que escribe poesía. Viene a decir que un físico puede escribir poemas pero que sin embargo es muy difícil que un poeta pueda explicar las leyes cuánticas... Usted es un físico que escribe novelas.
Ah, ya. Le diré que McEwan es uno de los poquísimos literatos que tiene, y cada vez más, curiosidad por el mundo científico. Es algo raro, porque por lo que general hay cierta vagancia por parte de los escritores y humanistas hacia el mundo científico. Está claro que a McEwan le interesan las nuevas tecnologías y que las estudia a fondo. Yo en ese sentido me siento muy cercano a él, porque yo estudio muchísimo cuando escribo, estudio mucha ciencia. Considero que la ciencia es la verdadera frontera de la que llegan los verdaderos desafíos tecnológicos y humanos. ¿Qué hay más turbador hoy que la inteligencia artificial?
En su nuevo libro también está muy presente el debate sobre la ciencia y la tecnología...
Sí. Como le decía, me parece un debate muy interesante. Y, quizás, en ese sentido tengo una ventaja, porque he estudiado Ciencias Físicas y sigo teniendo un enfoque muy científico.
Desde su formación científica, ¿entiende el miedo a las nuevas tecnologías?
Es verdad que mucha gente mira con sospecha a la ciencia y a las nuevas tecnologías. En Italia tenemos a los novax, la gente que está contra las vacunas, y que en los últimos años han aumentado mucho. Para mí eso es una típica tendencia anticientífica, en la que la ciencia en general y las medicinas en particular son percibidas como algo muy violento, oscuro, sospechoso. El mi libro hablo por ejemplo mucho de la enfermedad de los olivos, una enfermedad que ha sacado a la luz comportamientos pro y contra la ciencia. Es un tema que me interesa mucho porque hoy todos nos tenemos que confrontar con la ciencia y con la tecnología, no se puede escapar. Yo pertenezco a una generación en la que sin embargo muchas personas buscan vías para huir de ella. Y lo entiendo, entiendo por qué.
¿Por qué cree que hay quienes tratan de huir de las nuevas tecnologías?
Porque hay una violencia, una violencia intrínseca en la ciencia y en la tecnología. Esa violencia existe, es innegable. Sólo que los científicos nunca la quieren ver. Mi libro anterior era sobre una señora que yo conocía, una mujer muy sencilla, enferma de cáncer. En su último año observé cómo se sentía profundamente agredida por la ciencia. Incluso las palabras de la ciencia, que ella no entendía y no era capaz de repetir, la agredían de manera violenta. Y eso es algo que forma parte del progreso. Es muy fácil sentirse dejado fuera por el progreso. Hoy hay muchas cosas que sólo se pueden hacer a través de internet, y eso deja a mucha gente fuera. En Italia tenemos un partido (el Movimiento Cinco Estrellas) que quiere que se vote todo online. Pero hay una parte enorme del país que no sabe encender un ordenador y entrar en internet. Las nuevas tecnologías están dejando atrás a una parte enorme de la población, y eso es violencia.
Este su cuarto libro tiene casi 400 páginas y me han dicho que lo ha escrito a mano. ¿Por qué?
A mí eso de escribir a mano me parecía una estupidez romántica. Sin embargo, cambia los procesos imaginativos. La página del ordenador me lleva a un sentido del orden muy fuerte, me lleva a pensar de un modo más ordenado. Escribir a mano es más espontáneo, más retorcido, y eso a la hora de escribir una novela tiene un valor. Desde que lo he descubierto estoy escribiendo siempre a mano.
 
 
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RADIO ANTIGUA -   Estopa: "Nos llaman garrulos y calorros de barrio bajo sin saber que esos insultos nos enorgullecen"    ,.   fotos,.
 

Estopa: "Nos llaman garrulos y calorros de barrio bajo sin saber que esos insultos nos enorgullecen",.


Resultat d'imatges de RADIO ANTIGUAEstopa. David (1976) y José Manuel Muñoz (1978). Mañana publican su nuevo disco, Fuego, exactamente 20 años después del día en que dos hermanos de Cornellá que trabajaban en la fábrica de Seat lanzaron su álbum de debut. El resto es historia.
P: ¿Qué es lo primero que os viene a la cabeza cuando pensáis en estas dos décadas?
D: Que han pasado rápidas, muy rápidas. El décimo aniversario ya me hizo sentir viejo y me parece que fue ayer... Recuerdo hace 20 años cuando brindamos toda la banda con viales de Ton Was, que son unas vitaminas, porque nos dieron la noticia de que éramos el número 1 y no sabíamos ni qué significaba aquello. En esa época le dábamos tela al Ton Was, después de los conciertos era lo que tomábamos para recuperar porque tocábamos 150 veces al año.
J: Luego he leído que eso del Ton Was es una mierda, eh. Que igual nos ha destrozado por dentro, pero nos hacía funcionar.
P: ¿No flaquea la motivación?
D: Lo que te da algo de pereza son las grandes giras, pero ir componiendo por ahí con la guitarra sigue siendo una gozada.
J: Es lo mejor de la vida, lo que más nos divierte y nos divertiría aunque no fuésemos músicos profesionales. No hacemos otra cosa, de hecho. Nos despertamos a la hora que está todo el mundo ya currando, así que quedamos nosotros dos y nos ponemos a tocar.
D: Tenemos decenas de canciones por ahí guardadas que sabemos que nunca saldrán en un disco. A veces nos preguntan amigos que para qué componemos canciones que no va a escuchar nadie, pero es que las canciones no están hechas para sacarlas en un disco ni para gustar a los demás, sino para gustarnos a nosotros mismos. Siempre hemos partido de esa premisa. Improvisamos, vamos grabando detalles, la pulimos y luego ya veremos si va a un disco o a un cajón.
P: Tengo dos hijos que no son capaces de jugar 10 minutos juntos sin pelearse por la plastilina y vosotros lleváis 20 años trabajando juntos. Dadme el truco, por el amor de Dios.
D: Es que nosotros siempre hemos estado todo el día juntos. Es un poco enfermizo a veces. Ahora vamos a nadar juntos y por la misma calle, así que la gente debe pensar que vaya dos friquis.
J: Hasta cuando no lo planeamos acabamos juntos. Nos pasa un montón que nos conectamos cada uno en nuestra casa a jugar a la videoconsola online y que justo entra a la vez el otro. Y otra vez juntos, ahora virtualmente. Los algoritmos nos unen.
P: ¿Qué relación tenéis con vuestros ya viejos himnos? ¿Os cansáis de 'La raja de tu falda', 'Como Camarón', etc...?
D: Las queremos, pero ya no nos divierten tanto como antes. Todos los artistas tenemos la obligación de seguir ofreciendo algo nuevo, pero en un concierto sabes a lo que va la gente y que va a haber un 80% de canciones antiguas. Nosotros las que estamos deseando cantar son las nuevas, lo disfrutamos más. Cuando viene una antigua piensas pufff, pero por eso paga el público y se lo debes dar. También son canciones que te solucionan muchos problemas, porque llegas un día con mala voz o preocupado y da igual porque el público las canta por ti y te lleva. Salimos con el partido ganado en muchos conciertos.
P: Sois uno de los últimos superventas que aparecieron en España antes del cambio de modelo de consumo musical, de vender millones de discos a unas decenas de miles. ¿Cómo lleva el ego ese bajón?
J: Con naturalidad. La venta ha bajado, pero la asistencia de gente a los conciertos ha subido. Es decir, que no gustamos a menos gente, sino que nos consumen de distinta forma. Vamos a llenar dos veces en Barcelona, dos en Valencia, dos en Madrid...
D: Han agotado las entradas sin escuchar el disco, que eso siempre me mosquea un poco (risas). Ahora tenemos que medir así el éxito de nuestros discos, es normal. No es algo que nos preocupe, la verdad. No somos tan avariciosos ni por ego ni por pasta. Tenemos la suerte de no vivir preocupados. Mientras veamos que hay interés, felices. No necesitamos más de lo que tenemos.
P: Al hablar de vosotros siempre se repite eso de "son unos chicos normales, la fama no les ha cambiado nada". Permitidme que lo dude...
J: Si la normalidad es seguir con la misma mujer que era mi novia antes, mantener a mis amigos, seguir en mi barrio, pues sí. Somos normales.
D: Pero claro que hemos cambiado, ¿cómo no? Por edad, por vivencias, por posibilidades... Lo que sí que sucede es que ser de un barrio obrero, como es Cornellá, te ayuda a tener los pies en el suelo porque miras a tu alrededor y ves gente con vidas muy distintas a la nuestra, y miras hacia atrás y sabes de dónde vienes y que igual esto se acaba. Nunca hemos descartado que eso pase. Así que, más o menos, hemos seguido haciendo la misma vida. Somos lo que fuimos. En eso sí que no hemos cambiado.
P: ¿Qué lujo de estrella de rock os habéis permitido?
D: Tenemos todas las consolas del mercado... pero alguna nos la han regalado.
J: Y a veces nos vamos de vacaciones a Formentera. Eso es un lujazo para nosotros.
D: Sí, pero nada de viajes muy exóticos, porque para nosotros lo de viajar ya... Me deprimo cuando me subo a un avión, así que hacerlo sin estar obligado me cuesta. Yo soy mucho de estar en mi casa y hacer vida de barrio.
J: Cuando vamos al pueblo de nuestros padres, Zarza Capilla, no cogemos el coche ni para ir al pueblo de al lado. No es por vaguería, es porque a nuestro alrededor tenemos todo lo que necesitamos.
D: Exacto. Cervecita, amigos, tapas y solecito. Eso es la vida. Yo a veces veo a artistas con séquito, con mucha gente detrás... O famosos que sólo se juntan con otros famosos. Y no me veo reflejado. Nuestros amigos son los de siempre, gente normal del barrio. Es donde estamos cómodos.
P: ¿Tiene que ver que nunca perseguisteis el éxito sino que os lo encontrasteis por sorpresa mientras currabais en otra cosa?
D: Nos cayó encima. Nunca hemos tenido un objetivo claro en la vida. Pero nos gustaba hacer canciones porque sí y desde que aprendimos a tocar la guitarra no hemos parado. Si nunca hubiéramos sacado un disco, habríamos compuesto exactamente las mismas canciones, sólo que nadie las habría escuchado.
P: La rumba catalana tiene origen gitano. ¿Os han acusado de apropiación cultural como, por ejemplo, Rosalía?
D: Lo primero decir que la apropiación cultural está bien. Punto. La multiculturalidad, coger y respetar, son cosas positivas. ¿No puedo tocar una canción tipo AC/DC porque no soy australiano? Venga, hombre. Es criticar por criticar.
J. Tomar cosas de otras culturas sólo enriquece.
D. Nosotros, la verdad, es que recibimos pocas críticas en ese sentido. Pero nos llaman garrulos, calorros, gente de barrio bajo... Lo dicen despectivamente sin saber que esos supuestos insultos a mí me enorgullecen. Aguantamos mucho clasismo por ser de clase obrera. Antes y ahora.
P: ¿Todavía?
D. Claro. El otro día estábamos en un hotel, fuimos a nadar a la piscina, nos debieron ver macarras y el vigilante vino detrás de nosotros a ver si nos habíamos colado.
J. Y cuando vamos en avión y tiramos hacia la zona business nos preguntan que dónde diablos vamos. "¿Me enseña el billete?". Eso nos sigue pasando cada dos por tres.
D. Eso en la vida diaria. Luego, en el mundo de la música hay mucho postureo, mucho que parece que ha estudiado en Harvard y luego na de na, pero es más alrededor de los artistas que los propios artistas. Entre nosotros no he visto mucho gilipollismo. Nosotros no vamos de cambiamundos ni de salvanada. Hacemos nuestras canciones, no queremos proyectar ninguna imagen concreta, ni aparentar nada. Y nos llevamos bien con todo el mundo. Ahora estamos locos con Rosalía.
P: ¿Vosotros también?
D: No la conozco en persona, pero que haya salido es una maravilla. A mí me ha alegrado la vida esa mujer. Su manera de cantar, sus vídeos, sus entrevistas. Es una crack...
J: Ahora estará sometida a mucha presión, pero ya verás cómo lo lleva bien porque es del Baix Llobregat, como nosotros, y el Baix te marca, te hace tener los pies en el suelo porque vives en el mundo real y como se te vaya la cabeza tus colegas te van a decir: "¿Dónde vas, carapapa?".
P: Hablando de Cataluña, no tenéis escapatoria. Os pronunciasteis en su momento a favor de un referéndum, pero en contra de la independencia. ¿Cómo habéis vivido la sentencia y los disturbios que ha desencadenado?
D. Sabíamos que ibas a preguntar y nos traemos la respuesta preparada. Como todo el mundo tiene la piel tan fina con esto, vamos a ser dueños de nuestro silencio.
J: Sí, y eso que callarse ya acarrea críticas, pero hemos aprendido que decantarse, aún más.
D. Lo que dijimos está en la hemeroteca y no hemos cambiado, pero por una vez vamos a intentar que el titular no sea político. tenemos nuestra opinión como ciudadanos, pero hoy no toca. No me interesa cambiar el mundo, yo solo no podría. Los que tienen que hablar de esto son los políticos, no nosotros. Y tampoco lo hacen,.
 
 

 TITULO:  Universo Valdano -REVISTA GIGANTES - BALONCESTO - LIGA ACB -Barcelona - 89 - Herbalife Gran Canaria - 75 -,.

 El lunes -21- octubre a las 22:00 por Movistar en Vamos, foto.

Resultado Final -Barcelona - 89 - Herbalife Gran Canaria - 75 -.

El Barça acaba con el Granca con un tercer cuarto demoledor,.

Un parcial de 29-12, tras llegarse al descanso con empate (43-43), dejó sin opción a la escuadra de Katsikaris. Mirotic y Davies se fueron a los 20 puntos.

El Barça acaba con el Granca con un tercer cuarto demoledor
Cuando la maquinaria azulgrana, a pesar de las lesiones, empieza a carburar es capaz de pasar por encima de cualquier rival y esto ha sucedido hoy frente al Herbalife Gran Canaria. Los insulares han caído en el Palau Blaugrana por 89-75 después de encajar un parcial de 29-12 en el tercer cuarto. Nikola Mirotic, como no, con 20 puntos y 10 rebotes en 26 minutos en pista, Brandon Davies (20 y 8) en 20 minutos, Kyle Kuric (14 puntos) y Cory Higgins con 13 se mostraron intratables frente a un rival en el que solo Oriol Paulí (15 puntos y 6 rebotes) y Bega Burjanadze (14 y 10) estuvieron a la altura.
A las bajas conocidas de Heurtel, Pangos y Ribas se ha unido hoy la de Malcom Delaney con molestias en el aductor de la pierna derecha. Esta nueva lesión ha dejado al equipo de Svetislav Pesic solo con Adam Hanga y el joven Leandro Bolmaro como bases natos para el choque de esta noche. Tampoco Víctor Claver, con molestias en un pie, entró en la convocatoria y su puesto lo ocupo el joven alero internacional de 20 años, Sergi Martínez. También en el Herbalife Gran Canaria el técnico Fotsis Katsikaris tenía dos importantes bajas, la de Javi Beirán y Xavi Rabaseda.
El Barça arrancó con siete puntos seguidos de Niko Mirotic pero los amarillos con triples de Demonte Harper y Stan Okoye, dos cada uno se iba por delante (14-19, m.8), pero la entrada de Kyle Kuric, Bolmaro y Brandon Davies por Higgins, Hanga y Tomic cambiaría la dinámica y un parcial de 9-0 daba un respiro al Barça a final del cuarto (23-19).
Omar Cook volvía a pista dando velocidad a los grancanarios y Matt Costello equilibraba la contienda (27-27, m.14) y Pesic pedía tiempo colocando a Higgins por Bolmaro y a Hanga de base logrando abrir una ligera brecha (36-31), pero Cook, Costello y Oriol Paulí lograban un parcial de 0-7 devolviendo el mando a su equipo (36-38, m.17). Kuric avanzaba a los catalanes con un triple (41-40), Costello le devolvía la moneda (41-43) y Tomic empataba al descanso. El dato curioso fue que Mirotic solo jugó dos minutos en este cuarto.
El equipo azulgrana subió líneas en defensa en el tercer cuarto para salir más rápido al contragolpe y acciones de Higgins, Abrines y Hanga colocaban el 54-46 (m.24) con un parcial de 11-0 y tras tiempo muerto de Katsikaris, para intentar cortar las numerosas pérdidas de su equipo (6 en cinco minutos). La ventaja barcelonista se ampliaba (69-52, m.28) por medio de Brandon Davies, dos triples seguidos de Mirotic y otro de Davies cerraba el cuarto (72-55) con un parcial de 29-12 en este tercer periodo.
Ioannis Bourousis, bien en defensa (7 rebotes) anotaba sus primeros puntos, con un triple al inicio del último cuarto (73-58) mientras tanto Okoye, Harper y Costello habían desaparecido tras el descanso y esto se notaba en exceso en su equipo. El segundo triple de Oriol Paulí colocaba el marcador en 73-63 (m.33) y Pesic no quería relajaciones y paraba el partido. Sus hombres se centraron y volvieron a la carga (85-68, m.37) y todo estaba ya decidido. Sergi Martínez, de 20 años e internacional en las categorías inferiores, debutó con el primer equipo.

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