sábado, 26 de junio de 2021

MUY NEGOCIOS & ECONOMIA - Deliveroo se derrumba un 26% en su estreno en la Bolsa de Londres ,. / REVISTA PANTALLA SEMANAL CON Julio Zarco . / CON LA PELOTA CON - El Barça no quiere que siga Hanga,.

 

TITULO: MUY NEGOCIOS & ECONOMIA -  Deliveroo se derrumba un 26% en su estreno en la Bolsa de Londres , .

  MUY NEGOCIOS & ECONOMIA - Deliveroo se derrumba un 26% en su estreno en la Bolsa de Londres  ,.  , fotos.

 

Deliveroo se derrumba un 26% en su estreno en la Bolsa de Londres.

El fracaso de su debut manda una señal de alerta a las tecnológicas que estén pensando en dar el salto a los mercados en busca de financiación,.

Un 'rider' de Deliveroo. /albert gea\REUTERS

Debut para el olvido. El gigante de la comida a domicilio Deliveroo se ha estrenado en la Bolsa de Londres con un derrumbe en su cotización que ha llegado a superar el 30% en los primeros compases de negociación. Un desplome que ha borrado de un plumazo la alegría con la que el mercado pensaba recibir la mayor salida a bolsa en ese parqué desde el estreno de Glencore en 2011

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La fatídica jornada ha supuesto, además, una verdadera prueba de fuego para comprobar el apetito de los inversores por los valores tecnológicos, de cara a futuras salidas a bolsa de un sector para algunos algo sobrevalorado y que en los últimos meses está sufriendo la rotación de las carteras hacia valores más ligados al ciclo.

Y la respuesta ha sido contundente. En la apertura de la sesión, los títulos de Deliveroo caían un 15% hasta las 3,31 libras, desde el precio fijado para la opv en 3,90 libras por acción. A medida que transcurría la sesión, el desplome se hacía más profundo con pérdidas del 30% hasta los 2,71 libras, según datos de la London Stock Exchange. Al cierre, la caída ha sido del 26%.

El estreno de la compañía ya estaba condicionado por la decisión de algunas gestoras británicas como Aberdeen o Aviva Investors de no participar en la operación, ante el trato de la compañía a sus 'riders' que, según expresaron estos días, no se adecuaría a sus criterios de inversión socialmente responsable.

Según un reciente análisis de la firma IG, desde su lanzamiento en 2013, Deliveroo había registrado pérdidas de manera continua a la vez que reforzaba su estrategia de expansión internacional. Sin embargo, la empresa anunció la «rentabilidad de su modelo de negocio» para el segundo y tercer trimestre del 2020 en la mayoría de sus mercados. Desde el 2018, la empresa ha incrementado sus ingresos en un 638%, registrando ventas por más de 4.100 millones de euros en 2020, según indican desde la firma.

Pero hay que tener en cuenta que la pandemia y, sobre todo, los confinamientos, han tenido mucho que ver en este boom. Así que se espera que, con la vuelta a la normalidad, el negocio 'a domicilio' no sea tan suculento, aunque sin duda seguirá tirando, también con la diferenciación que Deliveroo ha encontrado frente a competidores como Just Eat o Delivery Hero con sus propias 'dark kitchens' en las que se solo se cocinan algunos de los envíos.

Según datos recopilados por IG, entre los principales inversores de Deliveroo se encuentran Amazon con más del 15%, DST Global and General Catalyst con el 10,5%, Index Ventures con 10,3%4, así como T Rowe Price, Fidelity Management y Greenoaks Capital. 

 

TITULO: REVISTA PANTALLA SEMANAL CON  Julio Zarco.

 Julio Zarco.

Julio Zarco: "Producimos profesionales de la salud muy mal cualificados desde el punto de vista humano",.


Julio Zarco: "Producimos profesionales de la salud muy mal cualificados desde el punto de vista humano"

foto - Julio Zarco. (1963, Madrid). Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, subdirector gerente del Hospital Clínico San Carlos y presidente de la Fundacion Humans, organización que apuesta por la humanización del sector sociosanitario.

En una consulta médica de atención primaria se estima que se despacha al paciente en menos de cinco minutos. ¿Qué le parece?
Es un tiempo claramente insuficiente. La humanización y el buen trato están muy relacionados con el tiempo que se dedica al paciente. Aunque no sólo es cuestión de cantidad, sino también de calidad. Sí, es poco tiempo, se necesitaría muchísimo más. Pero también es verdad que hay otros factores que influyen de manera importante: espacios, calidad de la relación, etc.
Hay médicos que ya apenas tocan o miran a su paciente...
Hay poco tiempo, se ha burocratizado muchísimo el acto médico y a eso se añade que la tecnología ha venido a cubrir espacios que antes los llenaba la relación humana. Todos esos factores están haciendo que efectivamente el contacto humano, que es tan importante para una relación terapéutica adecuada, se vaya perdiendo.
Algunos estudios señalan que, con la robotización, en el futuro serán en muchos casos las máquinas las que harán los diagnósticos médicos. ¿Eso es bueno?
La tecnología no es buena ni mala, depende del modo en el que se utilice. La tecnología no es incompatible ni diametralmente opuesta a la humanización. Al contrario: la tecnologización puede complementar muchas facetas de lo humano. Pero cuando uno está enfermo, cuando alguien siente angustia, ansiedad o miedo, cuando siente que peligra su vida, no va a necesitar una máquina, lo que va a necesitar siempre es un humano. De hecho, cuando una persona en la UCI va a fallecer necesita contacto humano, necesita una mano que le coja, necesita una mirada... El factor humano siempre, siempre va a estar presente.
Otro de los problemas es que en ocasiones los médicos hablan un lenguaje enrevesado que al paciente le cuesta entender, y que coloca a los galenos en una situación de superioridad. ¿No le parece?
Eso ocurre con todos los lenguajes técnicos, con el lenguaje jurídico sucede exactamente lo mismo. Hay determinados lenguajes técnicos que el ciudadano común no llega a entender. Pero hay que hacer un esfuerzo muy importante para hacernos inteligibles para el ciudadano. Porque si el ciudadano entiende su proceso, entiende lo que le ocurre y entiende cuáles son los mecanismos para poderlo resolver, ahí se encuentra en buena medida la resolución de los problemas, de la vivencia de la enfermedad y de la vivencia del proceso terapéutico. Queda muchísimo para normalizar el lenguaje y hacer ese esfuerzo para que sea inteligible. Sí se ejerce a veces en medicina una cierta dominancia con el lenguaje, como si fuera una especie de lenguaje protegido de los privilegiados. Pero insisto en que no es exclusivo de la jerga médica, hay otras profesiones que desgraciadamente también utilizan lenguajes técnicos detrás de los que se parapetan algunos profesionales.
En las facultades de Medicina, ¿debería haber una asignatura en la que se enseñara cómo ser más humanos en el trato con el paciente?
Sí. En todas las Ciencias de la Salud, en todas las disciplinas de ayuda al prójimo, deberían existir asignaturas y materias que hablen sobre cómo cultivar la empatía, la compasión, la escucha activa... Ahora mismo, en las facultades de Medicina de toda España existen menos de un 4% de actividades que están relacionadas con estas competencias relacionales. En ese sentido estamos a años luz de donde deberíamos estar, produciendo profesionales de la salud, médicos, enfermeras, fisioterapeutas, etc., que están altamente cualificados desde un punto de vista técnico pero muy mal cualificados desde el punto de vista humano.
La pandemia, ¿ha puesto en evidencia lo importante que es la humanización en la medicina?
La pandemia ha evidenciado aún más cuestiones que están diagnosticadas desde hace dos o tres décadas. La pandemia lo que ha hecho ha sido ponerlas todavía más en evidencia, pero se trata de cuestiones diagnosticadas hace ya 20 o 30 años.
Y si esos problemas que arrastra la sanidad se conocen desde hace 30 años, ¿por qué no se resuelven?
Porque hay muchos factores que condicionan esta situación. Es verdad que se han puesto en marcha acciones, pero insisto en que se trata de una cuestión multifactorial. Habría por un lado que modificar los planes de estudio universitarios, y por otro lado habría que hacer estudios de los espacios, de la arquitectura de los hospitales, que no es nada amable ni con el paciente ni con las familias. Por otro lado, habría que rediseñar los procesos y procedimientos de los pacientes dentro de los hospitales, para que los hospitales estén al servicio de los pacientes y no los pacientes al servicio de los profesionales. Hay que dar voz a los pacientes y hay que empoderarlos, y para eso hay que crear herramientas que utilice el ciudadano para poder expresarse y expresar sus necesidades. Por tanto, son muchos, muchísimos, los factores que condicionan la humanización de la medicina, y eso hace que sea complejo. Y además también ha faltado un poco de liderazgo en el empuje tanto de las administraciones públicas como de los sectores profesionales para avanzar en ese sentido.
Los profesionales sanitarios, ¿son conscientes de que a la medicina le falta humanización?
Sí. Los profesionales sanitarios en general somos sufridores de esa situación. La mayor parte de los profesionales obviamente lo que quiere es tratar bien a sus pacientes, tener una relación amable con ellos, cordial, distendida, una relación igualitaria. La inmensa mayoría es consciente de que tiene que ir hacia esos aspectos más humanísticos. El problema es que hay pocas herramientas para poderlo ejecutar. Como decíamos, hay poco tiempo, no hay amabilidad en las organizaciones, no hay posibilidad de implementar proyectos que acerquen el sistema sanitario al paciente... En general, el profesional hace lo que puede y, de hecho, el profesional normalmente tiene un trato humano con el paciente. Los más valorados por parte los ciudadanos suelen ser, año tras año, los médicos y las enfermeras, pero hay mucho todavía por hacer.
Los recortes sistemáticos en la sanidad pública, ¿afectan también al proceso de humanización?
Los recortes presupuestarios afectan evidentemente a todo, y la humanización no es menos. Lo que pasa es que en la humanización también hay muchas cuestiones que no cuestan dinero y que tienen que ver con una visión distinta del proceso de enfermar, con la reorganización, con los procesos y procedimientos... Por otro lado, el buen trato no cuesta dinero, la educación no cuesta dinero, una palabra amable no cuesta dinero. Así que aunque los presupuestos afectan, hay muchísimas cosas que se pueden hacer prácticamente sin recursos.
Si tuviera que señalar una acción, la más urgente, para lograr la humanización de la sanidad, ¿cuál sería?
Voy a señalarle dos. Sin lugar a dudas, la actitud y formación de los profesionales y el empoderamiento de los pacientes. Que los profesionales tengan esa visión humanizadora y humanística, esas actitudes humanas que deben tener, es una cuestión de formación tanto en el grado como en el posgrado. Y también hay que darles recursos a los ciudadanos para que expresen su voz de manera real en las organizaciones sanitarias.
¿Algún ejemplo en concreto de los resultados que se obtienen con la formación?
Entrenamos por ejemplo con mindfulness y meditación a profesionales sanitarios. Y en esos profesionales se reducen a la mitad los niveles de cortisona en sangre y se incrementan tres veces los niveles de oxitocina. Las personas compasivas tienen mucha más oxitocina que las personas no compasivas, la oxitocina es la hormona de la lactancia, del parto. Los pacientes de esos profesionales notan que son distintos, que son más amables y empáticos, que escuchan, que tienen una calidad humana distinta. La compasión es lo que mueve a un ser humano a ayudar a otro. Los grandes cetáceos, como los delfines y las ballenas, así como los primates tienen actitudes altruistas, y por lo tanto compasivas.
Los pacientes con frecuencia nos ponemos absolutamente en las manos de los médicos y demás profesionales sanitarios porque nos vemos incapaces de tomar una decisión por nosotros mismos...
Sí, es cierto. Por eso tenemos que zafarnos de esa actitud paternalista que se ejerce en muchas ocasiones con los pacientes y con las familias e ir a una mayor simetría en la relación. Y, para eso, tenemos que tener pacientes activos, pacientes empoderados, ciudadanos informados y formados en las decisiones. Las decisiones no las toman los profesionales sanitarios, las decisiones las deben de tomar los ciudadanos. Los profesionales lo que tenemos que hacer es acompañar al ciudadano para que tome las mejores decisiones para él, pero las debe de tomar él con su escala de valores. Nosotros no nos podemos arrogar la potestad de decidir por ellos. Es evidente que en una situación de emergencia eso no es así. Pero en la mayor parte de las situaciones, el sistema sanitario y los profesionales lo que tenemos que hacer es informar, formar y ayudar en la toma de decisiones. Y eso exige un replanteamiento total de la relación médico/paciente.
El envejecimiento de la población, el que haya muchos mayores que precisen cuidados paliativos, ¿hace aún más necesaria la humanización?
Es evidente que el envejecimiento, aunque pretendemos que sea un envejecimiento activo para que sea saludable, es un proceso fisiológico que está ahí, que no se puede evitar. Pero hay formas de envejecer. Lo que es cierto es que con el aumento en la longevidad, lo que antes eran enfermedades mortales ahora se han convertido en crónicos. La ciencia ha cronificado muchísimas patologías, alargando la vida, y eso exige no solamente del sector sanitario o sociosanitario, sino de las administraciones y de la sociedad en su conjunto, crear herramientas para que la expansión vital del individuo sea mucho más amable. Necesitamos hacer muchas acciones con mayores. Lo hemos vivido en la pandemia, desgraciadamente, con la sensación de soledad de muchísimos mayores que han fallecido en condiciones absolutamente deplorables y para nada humanas. Es mucho lo que hay que hacer, pero también hay que hacer un replanteamiento de envejecimiento activo, que pasa por hábitos saludables, ejercicio, por el papel del senior como herramienta de transmisión a generaciones mucho más jóvenes... Es un concepto totalmente distinto de lo que el mayor puede y debe hacer en la sociedad de una manera activa.
La semana pasada se celebró en Madrid el primer congreso internacional Humans de asistencia sanitaria. ¿Qué esperan conseguir con iniciativas como esa?
El congreso tenía un objetivo muy claro. Desde hace años se ha puesto en marcha una corriente de humanización, o rehumanización de la asistencia sanitaria, que potencia todos los valores humanísticos dirigidos a mejorar e incrementar la dignidad de las personas cuando son más vulnerables, cuando están enfermas. Y lo que nosotros pretendemos es que esa corriente no pare, que se incremente, que cada vez tenga más adeptos y que cada vez se trabaje más en esa mirada distinta en la que el ser humano es lo más importante en su condición de fragilidad cuando está enfermo, siempre respetando la dignidad, la tolerancia, la voz del paciente e mejorando las actitudes de los profesionales. Eso es lo que pretendemos conseguir, mejorar la dignidad de las personas.
¿Por qué y cuándo empezó a deshumanizarse la sanidad?
No ha habido un momento preciso, como el big bang, sino que ha sido una cuestión mantenida a lo largo del tiempo. Es cierto que la relación médico/paciente y la relación entre el paciente y las organizaciones sanitarias (los hospitales, los centros salud...) se ha burocratizado muchísimo y se han perdido elementos relacionales muy importantes, elementos de valores humanos muy importantes. También se han tecnificado muchísimo los contenidos de la medicina, y la medicina es ciencia, pero también es arte. El arte de la medicina consiste precisamente en los valores humanos que tienen que estar implícitos en la relación médico/paciente. Y eso se ha ido perdiendo conforme se ha ido tecnificando la medicina, se han ido olvidando todos aquellos elementos de tecnología humana que son tan imprescindibles como la tecnología no humana. Eso ha ocurrido en los últimos 40, 50 años, con la eclosión a nivel científico y tecnológico. Nos hemos deslumbrado con la tecnología, con la máquina y con la ciencia, y no nos hemos dado cuenta de que el ser humano que padece no es un saco de moléculas, tiene afectos, emociones, un aspecto trascendente de la existencia... Y todo eso se ha ido descuidando a favor de la ciencia pura y dura.
Hay estudios que muestran que los pacientes ingresados en habitaciones de hospital con vistas a un parque se recuperan antes que los que están en habitaciones idénticas pero con vistas a un patio de cemento. ¿La humanización de la medicina tiene efectos terapéuticos?
Claro, claro que influye en la curación. Michael Balint, un psiquiatra clásico, decía que el mejor medicamento es el médico. Hay muchos estudios que evidencian, desde un punto de vista científico, cómo todo esto que estoy diciendo influye y tiene impacto en la salud de las personas. Y la arquitectura de los espacios terapéuticos es muy importante. Cuando un enfermo está tumbado en la cama en la habitación de un hospital las luces están arriba, en el techo, y eso es dramático, las luces tienen que ser tangenciales, nunca pueden ser directas. La decoración, los colores, los olores, la luz, incluso los materiales de construcción: todo eso influye de manera muy importante, porque el ser humano está interrelacionado con su ecosistema. La amabilidad del entorno, tanto del entorno físico como del entorno relacional, es fundamental. Una palabra amable, una actitud empática, un espacio agradable influyen de manera positiva en la resolución de las enfermedades. Esto se sabe desde la época de Hipócrates y ahora la ciencia está estudiando cómo eso que los clásicos de la medicina ya barruntaban de una manera intuitiva tiene un fundamento.
¿Cómo se consiguen esos entornos físicos y relacionales amables?
Hay que buscar un compromiso, una alianza estratégica, sobre todo ahora que la pandemia ha evidenciado todas estas carencias. El modelo que hemos tenido, el modelo sanitario que la sociedad occidental se ha dado a sí misma en los últimos 100 años ya ha muerto, y hay que generar un modelo sanitario, un modelo relacional, un modelo médico/paciente totalmente distinto, adaptado a lo que el ciudadano de hoy en día necesita. Y es un objetivo de todos los interlocutores que lo consigamos. Es cuestión de un liderazgo compartido, muy especialmente entre profesionales y pacientes, pero las administraciones también tienen que ser sensibles para podernos ayudar a que esos modelos nuevos se implementen.

TITULO: CON LA PELOTA CON El Barça no quiere que siga Hanga,.

 

El Barça no quiere que siga Hanga,.

El alero húngaro lleva en el equipo azulgrana desde 2017 y tiene un año más de contrato, pero Jasikevicius no cuenta con él. Hay varios equipos de Euroliga que ya han mostrado interés.


El Barça no quiere que siga Hanga
foto / El Barcelona se mueve, como todos los grandes de Europa, de cara a configurar su plantilla para la próxima temporada. Acaba de terminar un curso brillante en el que ha sumado Liga y Copa, un doblete nacional que no lograba desde 2011. La gran lástima, y el gran reto para la próxima temporada, tiene que ser la Euroliga. El equipo de Sarunas Jasikevicius arrancó como uno de los favoritos al título, fue le mejor de la liga regular, superó a Milán en semifinales pero cayó en la gran final, en un duelo contra el Efes en el que tuvo opciones hasta los últimos la gran final, en un duelo contra el Efes en el que tuvo opciones hasta los últimos momentos.

Hay incógnitas importantes, pero también certezas de primera magnitud como la renovación de Cory Higgins y el fichaje del pívot turco Sertac Sanli. En el capítulo de salidas, se da por hecho que no seguirán Víctor Claver y Leo Westermann, que apenas tuvieron protagonismo en las semanas decisivas de la competición. Ambos tienen contrato pero se negocia con ellos para que queden libres. Más sorprendente es otra salida que, según Catalunya Radio, parece inevitable aunque también hay un año más de contrato por en medio: Adam Hanga.

El alero húngaro (32 años) llevaba en el Barça desde 2017, un tramo en el que ha sido un jugador muy importante tanto en el campo como en el vestuario. Excepcional defensor y polivalente en ataque, lo que incluso le permitió reconvertirse en base cuando las lesiones (Heurtel, Pangos…) dejaron en una situación dramática al equipo que por entonces dirigía Svetislav Pesic. En la última Euroliga, Hanga ha promediado 4,6 puntos, 2,2 rebotes y 4,8 de valoración en menos de 16 minutos por noche en pista. Según avanzó la temporada, se pudo percibir que Jasikevicius no tenía al húngaro entre sus principales, y solo recurría a él cuando fallaban otros planes o como jugador de energía para cambiar dinámicas negativas.

La cuestión es que Hanga sigue siendo un jugador muy útil y con mucho mercado, y de hecho Mundo Deportivo asegura que varios equipos importantes de Euroliga se han interesado ya por él. Esto abre la posibilidad de una especulación como mínimo morbosa: el Real Madrid busca alero para rematar su plantilla, por lo que podría interesarse por Hanga, toda vez que parecen descartados otras opciones que ha valorado, como Nikola Kalinic o Ioannis Papapetrou. El primero ha sido incluido por el Valencia Basket y el segundo planteó al equipo blanco unas exigencias económicas muy altas.

Así que, ¿podría haber un nuevo caso Heurtel? El hecho es que el Barça se quiere desprender de un jugador con contrato y el Real Madrid tiene una necesidad en el puesto que ocupa ese jugador, tal y como sucedió con el sainete del base francés, que jugará en el Madrid a partir de la próxima temporada. Con las negociaciones de rescisión todavía por delante, el Barça podría intentar asegurarse que la salida de Hanga será en otra dirección, fuera de la ACB, para evitar lo que podría acabar siendo un asunto muy delicado.

 

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