EL DESAYUNO DEL SABADO, OLFO SE ESTA HUMILLANDO A SI MISMO,.fotos,.
Soy una modelo, no una celebrity», proclama-foto- Katerina Strygina desde su imponente 1,81 de estatura. Pero a nadie se le escapa que su ...
sobrino de Miguel Bosé
«Olfo se está humillando a sí mismo»
Katerina Strygina, su exmujer, afirma que «si él quiere un cara a cara conmigo no será en un plató sino quizá en un juzgado»
Soy una modelo, no una celebrity», proclama
Katerina Strygina desde su imponente 1,81 de estatura. Pero a nadie se
le escapa que su nombre suena mucho más en la moda (al menos en España)
desde que hace unas semanas apareciera en el plató del 'Deluxe' para
poner serena, fría y elegantemente a bajar de un burro a Olfo Bosé, su
exmarido. La exposición mediática dio sus frutos y esta rubísima rusa de
22 años tuvo el privilegio de abrir y cerrar hace unos días el último
desfile de Selmark Mare, firma especializada en ropa de baño. Qué mejor
que una escultural mujer que está en la cresta de la ola para presentar
las nuevas tendencias en biquinis y bañadores... «No tengo rencor, no
tengo odio. Soy una persona simpática y paciente. Pero todo tiene un
límite», declaró Strygina a este periódico en referencia a los últimos
comentarios lanzados por Olfo en los que llegaba a afirmar que su
suegra, la madre de Katerina, le había «tirado los tejos».
La modelo asegura que no volverá a un plató y que
no desea seguir dando réplica a su deslenguado exmarido. «Olfo ya no
sabe qué inventar para seguir viviendo del cuento. Está llegando a un
punto en el que se está humillando a sí mismo. Mi madre siente una gran
tristeza al ver cómo trata a las mujeres que le acogieron». Mucho antes
de llegar a este punto sin retorno, Katerina fue una niña «muy mimada y
protegida», que pasó gran parte de su infancia jugando en las playas de
Altea e Ibiza. «Mi madre es rusa, mi padre finlandés y yo hablo cinco
idiomas, entre ellos, perfectamente castellano y valenciano», dice con
un marcado acento ruso sorprendente en alguien que reside en España
desde los dos años. «Me siento muy española», recalca. También tiene una
hermana menor que actualmente vive en Chile.
Moscovita de nacimiento, Katerina ha vivido a una
velocidad de vértigo. Empezó en la moda a los trece años y ya está
pensando en 'jubilarse' porque quiere dedicar más tiempo a los «negocios
inmobiliarios» que regenta su familia. Para ella la crisis del ladrillo
no existe. «Tenemos un mercado ruso muy fuerte», asegura. Y si le
preguntas por la procedencia del dinero de tan boyantes magnates replica
que «los españoles tienen que estar contentos de que alguien venga a
comprar y a dar de comer a la gente. No puedes criticar al que viene a
traer dinero a tu país, sino darle las gracias. Además, Rusia es muy
grande y hay todo tipo de ricos».
Con Olfo Bosé se casó a los 19 años «muy
enamorada», no lo niega. «Pero es que Olfo tiene dos caras, eso lo
descubrí más tarde». Tan protegida como estaba, nadie acertó a
aconsejarle que no se casara tan joven, que tal vez se precipitaba. «Es
que nadie quiso oponerse al amor», justifica ella. Pero ya se sabe que
del amor al odio hay un paso. «A la televisión fui a aclarar las cosas.
Él fue quien empezó. Yo lo único que hice fue defenderme, a mí y a mi
mamá. Y conté la verdad: que Olfo vivió en nuestra casa muy bien». El
sobrino de Bosé, en su imparable escalada mediática y sensacionalista,
ha llegado a denunciar supuestos atentados contra su persona. Katerina
calla. «No quiero seguirle el juego». Un cara a cara entre ambos en un
plató es completamente imposible, según ella. «Ni por todo el oro del
mundo -afirma muy convencida-. Si él quiere un cara a cara conmigo no
será en televisión, sino quizá en un juzgado».
Strygina, que dice sentirse «más madura y al
acecho tras esta dura experiencia», desea ahora encontrar «a la persona
correcta» con la que formar una familia. «Me encantaría ser una madre
joven, en Rusia las mujeres tienen hijos muy pronto», dice. Y ella en el
fondo es muy rusa, no en vano la tarta de su boda tenía la forma del
Kremlin. De Putin en cambio prefiere no hablar... «No tengo opinión
sobre él, solo sé que es muy poderoso». En cuanto a los otros Bosé,
Katerina aclara que su relación con Lucía, la matriarca del clan o «la
abuelita», como ella la llama, es excelente. «Me llama a menudo y la
puedo considerar una amiga muy querida, siempre ha estado de mi lado».
La llamó después de verla en la tele y le dijo que a su hijo Miguel le
había gustado y que le daba las gracias por «hablar tan bien de la
familia». En cuanto a Olfo, Katerina tiene clarísimo lo que piensa Lucía
Bosé de su nieto. «Ella dice lo mismo que yo: que es un vago».
LA CENA DEL SABADO,.EL BAYERN PIERDE A SU MITO,.-fotos,.
El Bayern pierde a su mito
Uli Hoeness, hijo de un carnicero,
lo ganó todo en el laureado club de Munich. Sobrevivió a un accidente de
avioneta, pero no al fisco alemán, que lo envía a prisión por evadir
28,5 millones
Nadie en el fútbol alemán ha llegado a ser tan poderoso
como Uli Hoeness y pocos habían conseguido como él tanta admiración por
su carácter altruista, generoso y afable, aunque con un ligero toque de
arrogancia propia de quien manda en el equipo más legendario de
Alemania. Sin embargo, su condena a tres años y medio de prisión por
defraudar a la Hacienda germana 28,5 millones de euros ha acabado con el
mito. Quizás su decisión de dimitir como presidente del Bayern Munich,
aceptar la condena, renunciar al recurso y prepararse para ingresar en
prisión ayuden a lavar de nuevo la imagen de quien ha sufrido su mayor
derrota personal ante los tribunales y no en un campo de fútbol. «Así
entiendo la decencia, una actitud correcta y la responsabilidad
personal. Defraudar impuestos ha sido el error de mi vida. Me atengo a
las consecuencias de ese error», explicó Hoeness, de 62 años, en un
breve comunicado con el que quiso cerrar su capítulo mas oscuro.
Hermano del también futbolista Dieter Hoeness, Uli comenzó
su vertiginosa andadura futbolística al ser traspasado en 1970 del
modesto TSG Ulm 1846 al Bayern Munich con 17 años de edad. En el
conjunto bávaro se juntó con una generación legendaria y estrellas como
Franz Beckenbauer, Paul Breitner, Gerd Müller o Sepp Maier. Debutó en la
temporada 1970/71 en un encuentro en el terreno del VfL Stuttgart en el
que el Bayern arrancó un 1-1. El conjunto muniqués se alzó con el
subcampeonato y ganó la Copa alemana. Hasta 1972 mantuvo el estatus de
aficionado para participar con la selección alemana en la Olimpiada de
Múnich, aunque los germanos no consiguieron medalla. Uli Hoeness era una
bala sobre el terreno, corría los 100 metros en 11 segundos y se le
consideró entonces «el delantero más rápido de Europa». Junto con
'Torpedo', Müller formaba el dúo ofensivo mas peligroso del continente y
ambos marcaron en las temporadas 1971/72 y 1972/73 53 goles cada uno.
Tuvieron que pasar mas de 35 años para que esa marca fuera superada en
Alemania en 2009 por el bosnio Edin Dzeko y el brasileño Grafite con el
Wolfsburg.
Con el Bayern consiguió tres ligas consecutivas entre 1972 y
1974 y tres Copas de Europa en 1974, 1975 y 1976, en la década gloriosa
del conjunto bávaro. Y en la selección alemana, que dirigía entonces
Helmut Schön, tuvo una carrera brillante. «El delantero celestial» y «el
aprendiz de brujo» fueron algunos de los calificativos que se ganó en
el combinado germano. En 1974 tocó la gloria. Jugó los siete encuentros
de la fase final que dieron a Alemania la Copa del Mundo contra la
Holanda de Cruyff, Neeskens, Resenbrick y Rep en el Estadio Olímpico de
Múnich. Con tan solo 22 años, Hoeness había conseguido acumular todos
los títulos que un futbolista puede ambicionar.
A las nubes
Pero en su carrera también hubo momentos negros. Como en la
final del Campeonato de Europa de 1976, cuando, tras empatar a dos
contra Checoslovaquia, se llegó a la fase de penaltis y Hoeness lanzó un
cañonazo por encima del larguero llevando a su equipo a la derrota.
«Todavía están buscando la pelota», acostumbra a bromear Beckenbauer
cuando lo cuenta.
Ahí comenzó su declive. Una grave lesión de rodilla forzó
su retirada en 1979 a los 27 años, tras pasar medio año prestado al FC
Nuremberg. Pero también comenzó su carrera como directivo, el mas joven
de la Bundesliga. Y convirtió un club con deudas en una empresa
floreciente. Hasta 2008 el Bayern logró 16 ligas y nueve copas alemanas,
seis copas europeas y una Champions. Al año siguiente asumía la
presidencia del club, que ahora deja de manera forzosa.
Padre de dos hijos y abuelo de dos nietos, la suerte le
acompañó en otras ocasiones, como cuando en 1982 fue el único
superviviente de un accidente de avioneta cuando volaba a Hannover para
ver un Alemania-Portugal. Sigue sin recordar nada del siniestro. Hijo de
un carnicero, desde 1983 es dueño también de una exitosa fábrica de
salchichas y embutidos que dirige su hijo Florian.
El mazazo personal llegó cuando a principios del pasado año
y ante las pesquisas de un periodista, decidió autodenunciarse ante el
fisco para evitar una pena de prisión. La canciller, Angela Merkel, a la
que visitaba habitualmente en la sede del gobierno y con quien
compartía palco en los estadios, expresó su decepción personal al
conocer la noticia. Pero Pep Guardiola le ha echado un capote. El
entrenador de su equipo del alma dijo ayer de él: «Es todo corazón. Uno
se da cuenta pronto de porqué la gente le quiere tanto. En estos nueve
meses, nunca he visto a un dirigente que sea tan querido».
Hoeness ha confesado que el vicio por el juego, por la
especulación en bolsa, ha sido su perdición. Si los fiscales no recurren
la sentencia, cumplirá su condena en la prisión de Landsberg am Lech, a
55 kilómetros del estadio de su amado Bayern Munich.
LA CÁRCEL DE HITLER
Ocho metros cuadrados. El exfutbolista residirá en una
celda individual de dos por cuatro metros, vestirá uniforme azul y
verde, dispondrá de 90 euros al mes para gastar en el economato y de una
visita de una hora al mes. Es la misma prisión en la que Hitler
escribió 'Mein Kampf'. También hay un campo de fútbol.
- Reparto
- Tom Hanks, Paul Newman, Jude Law, Tyler Hoechlin, Daniel Craig, Jennifer Jason Leigh, Stanley Tucci, Dylan Baker, Liam Aiken, Ciarán Hinds, Doug Spinuzza, David Darlow
- En los oscuros años de la Gran Depresión, Michael Sullivan (Tom Hanks) es un asesino a sueldo que profesa una lealtad inquebrantable a su jefe, el señor Rooney (Paul Newman), pero es también un buen padre de familia. Son tiempos duros en Rock Island, donde domina la mafia irlandesa, la Ley Seca sigue vigente y los gángsteres, especialmente Al Capone en Chicago, están en la cima del poder. Un día, inesperadamente, el hijo de Sullivan, Michael Jr. (Tyler Hoechlin), decide seguir a su padre para saber en qué consiste exactamente su trabajo.
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