Hugo Sánchez, el acróbata del gol
El mejor futbolista mexicano de todos los tiempos se destacó en el área, por sus festejos y por sus polémicas. Marcó una época en el Real Madrid y es el extranjero con más goles en la historia de la Liga de España. Aunque Messi ya lo tiene muy cerca.
En ese mismo abril, el periodista Juanma Trueba evocó aquella suerte de manifestación artística: "Cuentan que hubo tres minutos de ovación y cuenta el propio Hugo que hasta el árbitro, Brito Arceo, le dio las gracias 'por ser testigo del mejor gol del mundo'. El maestro Sarmiento Birba, subdirector de AS, aseguró que no recordaba una reacción semejante del Bernabéu 'desde el gol de Marsal al Athletic, del de Puskas en un derbi o del de Di Stéfano una tarde contra Portugal'. La histórica perfección del remate pareció confirmada cuando alguien recordó que Logroñés al revés se lee 'Señor gol' (así se llama la mascota del club riojano). Entenderán que hay señales ante las que uno sólo puede arrodillarse". En Madrid lo saben: ese gol durará para siempre. En cada memoria, en los que escucharon la leyenda y la repiten, en los que construirán su carácter de mito.
Pero Hugo fue para Madrid mucho más que ese golazo imperecedero. Fue figura y goleador en los dos grandes rivales de la capital española. Había debutado en la UNAM y llegaba desde una periférica Liga de los Estados Unidos, en la que había hecho casi un gol por partido. En 1981, arribó al Atlético. Se adaptó pronto: ya en la primera campaña marcó 12 goles en 17 encuentros. Se quedó en el Vicente Calderón hasta mediados de 1985. Se fue tras convertir 82 tantos en 152 partidos y ganar una Copa del Rey. Se cruzó la vereda: del Manzanares a la Casa Blanca. En el Real Madrid marcó una época a su modo: con goles y con títulos. Y hasta con acrobacias memorables en los festejos. Sus números parecen una fábula escrita por el mexicano: siete temporadas, 208 goles en 283 partidos, nueve títulos (entre ellos, cinco Ligas consecutivas), el galardón máximo de los goleadores (Botín de Oro en la campaña 89/90).
Sánchez era un delantero que invitaba a la literatura. Eduardo Galeano relató alguna vez una anécdota que ofrece la dimensión del crack en ese inmenso Distrito Federal de tantos contrastes. Les sucedió a dos periodistas mexicanos, Epi Ibarra y Hernán Vera. Ellos querían llegar a Sarajevo para contar el horror de la Guerra de Yugoslavia, en aquel 1992 de dolores y desmembramientos. Un grupo de soldados los detuvo de modo hostil y parecía que la osadía la iban a pagar con la vida. Pero no. Un detalle mágico sucedió. Lo escribió Galeano: "A los condenados se les ocurrió mostrar sus pasaportes. Y el rostro del oficial se iluminó: '¡México! -gritó-. ¡Hugo Sánchez!' Y dejó caer el arma y los abrazó". El mismo escritor uruguayo lo definió: "Hugo Sánchez, la llave mexicana que abrió aquellos caminos imposibles, había conquistado la fama universal gracias a la televisión, que mostró el arte de sus goles y las volteretas con que él los celebraba. En la temporada 1989/1990, vistiendo la camiseta del Real Madrid, perforó las vallas treinta y ocho veces. Él fue el mayor goleador extranjero de toda la historia del fútbol español". Ahora, Messi atenta contra esa condición inmejorable.
Lo que Sánchez hizo en su mejor temporada, aquella que antecedió al Mundial de Italia 90 (al que no acudió por la suspensión que pesaba sobre México), fue pura magia y un récord propio de otros días: desde 1947 la máxima cifra pertenecía al gigante vasco Telmo Zarra, emblema del Athletic de Bilbao. Tres temporadas antes, el gran Hugo lo había alcanzado, pero en mayor cantidad de partidos. Se había quedado con las ganas. Y en esta campaña aplastó aquellos números: hizo, en promedio, más de un gol por encuentro (38 tantos en 35 presentaciones). En esa ocasión también consiguió otras dos proezas de hombre de área: se consagró como el máximo anotador de toda Europa junto a Hristo Stoichkov (entonces en el CSKA Sofía, de la Liga Bulgara) y obtuvo el Trofeo Pichichi por quinta vez.
Parecía imposible de mejorar aquella marca. Pero un día apareció un portugués llamado Cristiano Ronaldo -también vestido de blanco Real Madrid- y lo superó: en la temporada 2010/11 anotó 41 tantos. Su marca duró un suspiro: un tal Lionel Messi ya se había acostumbrado a acaparar todos los récords del universo del fútbol. Hizo 50 y 45 en las dos temporadas siguientes. Puesto uno y puesto dos en el pedestal de toda la historia de la Liga. Y ahora, a los 26 años, pretende llevarse por delante otro orgullo del mexicano Sánchez: el de ser el extranjero con más goles en la máxima categoría de España. Con sus tres goles del domingo en el 7-0 ante Osasuna, en su Camp Nou, el crack rosarino suma 233 tantos y está a uno de ese récord. Hugol, el delantero que a su modo obligó a agregarle una letra a su nombre, sabe que ni un milagro le permitirá evitar que Messi lo supere.
El escritor mexicano Juan Villoro lo conoció en detalle a Sánchez. Por verlo desde las tribunas y por tratarlo fuera de los estadios. Alguna vez, en las páginas del diario El País, de Madrid, lo retrató: "Conocí a Hugo discutiendo de camas. El centro delantero juntaba las manos ante la mirada absorta del recepcionista de un hotel. Habíamos ido al Mundial de Alemania 2006 como comentaristas y el pentapichichi convertía su instalación en un problema de área chica: le hablaba al empleado como si fuera un árbitro. Lo curioso es que la dificultad le divertía. Ocupar una posición en la cancha significa asumir una psicología. Hugo Sánchez aprecia que existan los obstáculos porque es la única forma de sortearlos. El sibarita de los enredos encuentra en lo más nimio una opción para la épica. Hugo pidió un sándwich en baguette y le trajeron pan tristemente integral. Los ojos se le iluminaron: pudo discutir con más ademanes que palabras, como si reclamara un penalti". Hugo era una ansiedad tras otra. En el campo de juego, donde resplandecía. Y afuera, donde abrazaba polémicas a cada paso.
Sánchez también fue relevante para el seleccionado mexicano, claro. Los números generales califican su aporte: 29 goles en 58 encuentros; es decir la garantía de un tanto cada dos encuentros. También obtuvo títulos: la Copa de la Concacaf, en 1977 y en 1993. El primer grito fue a su estricto modo: a puro vértigo. Dos semanas después de que el entrenador José Antonio Roca lo hiciera debutar frente a Estados Unidos, El Niño de Oro -como le decían- apareció como titular frente a Haití, por las Eliminatorias, y marcó su primer gol, a los 30 segundos. Ese tanto y su juego creciente le permitieron debutar en Argentina 78, justo antes de cumplir los 20 años. Sin embargo, la Copa del Mundo no pudo mostrar la mejor versión del crack del área. En sus ocho partidos en tres ediciones distintas apenas aportó un gol (en el 2-1 ante Bélgica, en el Azteca, en 1986), erró un penal y hasta se quedó afuera del equipo durante Estados Unidos 94 por discusiones reiteradas con el técnico Miguel Mejía Barón. La historia cuenta una añoranza: a la máxima cita le faltaron sus acrobacias.
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Es lo que tiene disponer de uno de los mejores delanteros centro del mundo. Gracias a un triplete de Robin van Persie, que se tuvo que retirar ...etc,.
TÍTULO: EL DIA DEL PADRE, DE MONESTERIO A MARACANA,.
EL DIA DEL PADRE, DE MONESTERIO A MARACANA,. -fotos
Megan Elizabeth "Meg" Prescott (nacida el 4 de junio de 1991 en Londres, Inglaterra) es una actriz británica, conocida por su papel de Katie Fitch en Skins, un drama adolescente ganador de dos premios BAFTA .
Megan afirmó a través de su página de Myspace que toca la batería; tiene una gran variedad de gustos musicales, que incluyen a Cyndi Lauper, Kim Carnes y Weezer.
Ella es representada por Matt Wynter, de Insanity Gestión de Artistas en Reino Unido.
Si alguno le perdió la pista, no le busque por
Europa. Su serpenteante carrera futbolística le ha llevado a cruzar el
charco. Eduardo Moya Castillo (Monesterio, 1981), conocido por todos
como 'Edu Moya', defiende actualmente la camisola de un histórico del
fútbol sudamericano: el Club Bolívar, entidad referente en la La Paz,
capital boliviana. A sus 33 años y a 3.650 metros de altitud, aquel
jovenzuelo criado a la sombra de la Sierra de Tentudía, sigue
disfrutando de su pasión a miles de kilómetros.
Edu Moya aterrizó en Bolivia en 2013 de la mano de
Miguel Ángel Portugal, después de una más que grata experiencia en el
FK Fyllingsdalen, de la segunda Noruega. Formado en la cantera del CF
Extremadura, había debutado en Primera en el Mallorca de Luis Aragonés.
El Recre también le disfrutó en la máxima categoría. Ahora es casi más
famoso en Bolivia, integrante de un Bolívar que vuelve a la Copa
Libertadores con Xabier Azkargorta. La pasada semana, quien se lo iba a
decir, Edu Moya jugó en Maracaná, para enfrentarse al Flamengo. El sueño
de todo futbolista. Allí comparte experiencia con otros dos españoles:
José Capdevila y Juanmi Callejón.
-Empiezo por el final. ¿Cómo ha sido jugar en Maracaná?
-Soy un extremeño afortunado por lo que me está
sucediendo en mi carrera deportiva. Ha sido una experiencia inolvidable.
Jugar en el lugar de la final del Mundial. Una pasada. El día que
visitamos Maracaná parecía un niño. Y el día del partido el ambiente me
cautivó. Ha sido inolvidable.
-La Copa Libertadores es la 'Champions' de Sudamérica.
-Fútbol en estado puro. Los países en
Latinoamérica están mucho más identificados con el fútbol que los clubes
europeos en general. Para ellos, el fútbol es una forma de vivir el día
a día. La diferencia en el juego es notable. Se vive el fútbol desde un
sentimiento más puro y pasional, dejando a un margen detalles como la
infraestructura de los estadios. El día que mejoren este aspecto, será
una competición incomparable.
-¿Y cómo va la vida por Bolivia?
-Muy feliz. Estoy muy bien en mi club y cada día
me siento más querido por la hinchada. Espero estar muchos años aquí y
aportar mi experiencia.
-Se puede decir que Edu Moya es más famoso ahora en Bolivia que en España.
-(Risas). No sé cómo de famoso seré en España,
pero sí sé que soy un afortunado de conocer a tanta gente en tantos
países diferentes gracias al fútbol.
Pasión
-¿Excesivamente diferente nuestro fútbol del sudamericano?
-Más pasional en el día a día. El nivel es
inferior. Necesita mejorar en conceptos tácticos y de profesionalidad y
disciplina. En Europa el fútbol es más estricto.
-En el vestuario hay tres españoles más, incluido el entrenador Xabi Azkargorta.
-Gozamos de una convivencia muy bonita. Nos
entendemos muy bien porque hemos coincidido en el fútbol español.
Nosotros aportamos a este club la experiencia y profesionalidad que
pueda faltarles.
-Azkargorta es un mito en Bolivia. ¿Cómo es?
-Pura experiencia. Un enorme motivador. Aquí en
Bolivia es muy querido por su forma de transmitir, además de su
experiencia, cariño y educación.
-En Monesterio ven ahora los partidos de madrugada. más pendientes que nunca de Bolivia.
-Sí, sí. pido perdón a mis amigos y familiares por
tenerles despiertos tantas noches.(Risas). Creo que para ellos también
será ilusionante verme desde tan lejos y ver que todo marcha bien.
-¿Y de jamón, hablamos por allí?
-Cuando mis compañeros me preguntan. Monesterio y su jamón ibérico de bellota están siempre en mi boca. Hay que presumir.
-Primero fue Noruega. Ahora Bolivia. ¿Qué será lo próximo?
-Lo importante es que me encuentro en un gran
estado de forma, con ganas de competir más años. El futuro lo dejo en
manos de Dios. Hasta ahora siempre me fue bastante bien. Aprovecho para
saludar a la gente de Monesterio y Extremadura. Los llevo siempre
conmigo.
TÍTULO: LA CHICA DEL JUEVES, Megan Prescott,.
Megan prescott-foto,. | |
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Nombre de nacimiento | Megan Elizabeth Prescott |
Nacimiento | London, Inglaterra 4 de Junio de 1991 (22 años) |
Rol debut | "Cookie" Doctors |
Año de debut | 2007 |
Vida Personal
Prescott nació en Palmers Green, Londres, seis minutos después que su hermana gemela Kathryn Prescott, quien también es actriz. Recibió su educación primaria en Palmers Green High School, parte de la secundaria la hizo en la Escuela Superior de San Juan, y finalmente su último año en Form College. Antes de ser actrices profesionales, Prescott y su hermana asistieron a clases semanales de teatro, en las cuales conocieron a la futura co-estrella de Megan, Lily Loveless.Megan afirmó a través de su página de Myspace que toca la batería; tiene una gran variedad de gustos musicales, que incluyen a Cyndi Lauper, Kim Carnes y Weezer.
Ella es representada por Matt Wynter, de Insanity Gestión de Artistas en Reino Unido.
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